domingo, 27 de noviembre de 2016

sábado, 26 de noviembre de 2016

SUMISION PROGRESISTA: PROTEGER EL ISLAM Y DENIGRAR EL CRISTIANISMO





Encuentra la vestimenta ofensiva… o la hipocresía. La empresa de ventas 
online Amazon retiró el ‘Sexy Burka’ (izquierda) tras recibir acusaciones 
de ‘islamofobia’. Pero, pese a las protestas de numerosos clientes
 católicos, sigue vendiendo la ‘Monja Sexy’ (derecha).



Giulio Meotti.- El mayor portal de compras del mundo, Amazon, vende muchos disfraces de Halloween. Una de las novedades de este año ha sido el “Burka Sexy”, la típica prenda oscurantista que los talibanes y el Estado Islámico imponen a las mujeres. Pero el burka sexy, que Amazon UK vendía a 18,99 libras, no ha durado mucho.

El gigante de las compras de Jeff Bezos retiró el artículo de la web después de que Amazon se viera inundada con acusaciones de “racismo”, “islamofobia”, de comercializar una prenda islámica con la cara de una modelo blanca y utilizar “una prenda religiosa con fines comerciales”. “Sois repugnantes, mi cultura no es vuestro disfraz”, escribieron muchos usuarios de confesión islámica. Otros emplearon un tono un poco menos encantador: “Seáis quienes seáis, deberíais temer a Alá. Esto no es una broma”.

Un portavoz de Amazon respondió de inmediato: “Todos los vendedores de Marketplace deben seguir nuestras directrices de venta, y se tomarán medidas para quienes no lo hagan, entre ellas la posible cancelación de su cuenta. El producto en cuestión ya no está disponible”.

Así que una parodia de Halloween del símbolo global de la opresión contra la mujer ha sido censurado. Como el velo islámico contradice los valores occidentales de la libertad, la igualdad y la dignidad humana de manera tan absoluta, la mentalidad progresista relativista defiende con lealtad estos velos islámicos, al igual que el burkini.

Pero aquí también hay una doble vara de medir. ¿Qué pasa con el disfraz de Halloween de “Monja Sexy” que se burla de la Iglesia Católica? A pesar de las protestas de muchos clientes católicos, la “Monja Sexy” sigue a la venta en Amazon. ¿No es eso una forma de “cristianofobia”? Además, una monja es una personalidad religiosa, mientras que el burka es una prenda.

Veamos el caso de The Guardian, el periódico británico más famoso de la izquierda progresista. Cuando la banda Pussy Riot actuó con su supuestamente ofensivo show de tres minutos en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, por el cual dos de sus tres componentes fueron encarceladas por negarse a repudiar el texto (la tercera se disculpó para evitar la cárcel), el periódico las defendió diciendo que hacían “pura poesía protesta”. Cuando la asociación política Pegida convocó protestas contra la islamización de Alemania, el mismo periódico la condenó diciendo que era “un vampiro que tenemos que matar”. También surgió la misma doble moral durante la batalla para construir una mezquita cerca de la Zona Cero, cuando los medios progresistas se pusieron del lado de la comunidad musulmana.

En enero de 2006, el humorista gráfico más famoso de Noruega, Finn Graff, declaró que se estaba autocensurando en lo relativo a Mahoma. Graff jamás había tenido ningún problema para hacer bromas sobre los cristianos, a los que dibujaba con camisas pardas y esvásticas. Graff también era el autor de una serie de polémicas viñetas contra Israel: en una de ellas mostraba al primer ministro israelí Menachem Begin como el comandante de un campo de concentración nazi.

Lo mismo ocurrió con el cineasta germano-estadounidense Roland Emmerich, director de muchas películas del género catástrofes. Abandonó un proyecto para borrar de la faz de la tierra –en la gran pantalla– el lugar más sagrado del islam por temor a provocar una fetua (dictamen religioso) pidiendo su muerte. Para su película 2012, Emmerich quería demoler la Kaaba, la emblemática estructura con forma de cubo que se encuentra en la Gran Mezquita de La Meca. “Puedes dejar que los símbolos cristianos se caigan a pedazos, pero si lo haces con un símbolo árabe, tendrás… una fetua”, dijo Emmerich. Al menos fue honesto.

Tras la masacre de la mayoría del personal de la revista satírica francesa Charlie Hebdo, todos los periódicos, televisiones y agencias de fotografía del progresismo occidental, empezando por los “tres grandes” (MSNBC, CNN y AP) compitieron por ver quién justificaba más su vergonzosa decisión de censurar la portada de Charlie Hebdo en la que el profeta Mahoma dice “todo está perdonado”. La CNN dijo que podía ofender “las sensibilidades del público musulmán”. Un año después, cuando Charlie Hebdo publicó una nueva portada donde aparecía un “Dios asesino” judeocristiano en vez del profeta islámico, la CNN sí la mostró.

En 2015, la BBC describió la portada de Charlie Hebdo, pero no la mostró, decisión que la cadena británica no mantuvo un año después, cuando Charlie Hebdo publicó la nueva portada anticristiana. La misma doble moral mostró el periódico británico conservador Daily Telegraph, que omitió la portada con la caricatura de Mahoma, pero publicó una con un Dios abrahámico.

Associated Press también censuró en 2015 las viñetas islámicas de Charlie Hebdo. ¿Por qué motivo? Eran “deliberadamente provocadoras”. En 2016, la agencia no tuvo ningún problema en mostrar la nueva portada, en la que no aparecía Mahoma, sino el Dios judeocristiano.

Esta doble moral de la élite progresista también ha aparecido en el New York Times, que por “respeto” a la fe musulmana censuró las viñetas de Charlie Hebdo, para después decidir, con absoluta falta de respeto, que la Vieja Dama Gris podía y debía publicar la obra Eggs Benedict, de Nikki Johnson, expuesta en el Museo de Arte de Milwaukee, que consiste en un retrato del papa Benedicto XVI compuesto con condones de colores.

El “califa” del Estado Islámico, Abu Bakr Al Bagdadí, ridiculizado por Charlie Hebdo, provocó la autocensura por su “discurso del odio”, mientras que la obra de Chris Ofili, The Holy Virgin Mary, donde la madre de Jesús aparece cubierta de heces e imágenes de genitales, fue defendida por el New York Times en aras de la “libertad de expresión”. ¿Significa esto que algunas religiones son más iguales que otras?

Si un imán protesta con violencia por algo, la élite progresista respaldará la falsa acusación de “islamofobia”. Si una protesta pacífica la lidera un sacerdote católico, esa misma élite siempre la rechazará en nombre de la “libertad de expresión”.

Olvidémonos del “Sexy Burka”. Para la noche de Halloween, solo hay la “Mona Sexy”, mientras que el “califa” Bagdadí puede violar a sus esclavas sexuales yazidíes y cristianas con impunidad.


sábado, 19 de noviembre de 2016

LOS EXCLUIDOS DE FRANCISCO



Cuando Nuestro Señor Jesucristo dijo que el Reino de los Cielos es de los pobres de espíritu, sus palabras se entendieron perfectamente. Así lo entendió la Iglesia durante siglos. Aún no se había inventado la doctrina bergoglita, que no es más que un marxismo de arrabal, venido a la existencia por el odio a los contrarios. Por eso ahora, con los nuevos aires hermenéuticos, se entiende la predicación del Señor de forma diferente. No paran de hablar de los excluidos y de que hay que acogerlos. Pero digo yo que en el momento en que a estos excluidos se les incluye, dejan por eso mismo de ser excluidos. Con lo cual ya no habría que tenerles lástima. Una vez más, el espacio es superior al tiempo, como dice el Einstein bonaerense.

A pesar de que suena muy bien eso de incluir y no excluir, lo cierto es que si algo se incluye, es porque otro algo se excluye. Al menos en las matemáticas clásicas, aunque no sea normal en la contabilidad de los políticos, de los partidos y de esa especie de banda denunciadora de pecados capitalistas, que son los utópico-sinvergüenzas de nuestros días.

Esto lo digo a propósito de la noticia, tan exquisitamente preparada y realizada, del Jubileo de los Sin Techo, y de la Misa celebrada especialmente para ellos hace unos días. Gran cantidad de pobres acudieron a la celebración. Dice el cronista que eran más de 4.000 venidos desde toda Europa. Daba gusto ver sus caras, gozando del momento en que podían tocar el borde de la túnica de Bergoglio, que procesionaba entre ellos con una cara un tanto avinagrada. Venid a Mí, benditos de mi Padre, vosotros que habéis sido excluidos por el Sistema Capitalista.

Y para abundar más en el tema, y para hacerles auto-conscientes de por dónde deben ir tirando sus odios, Francisco les pidió perdón en el mismo acto. Perdón por los cristianos que ven a un pobre y miran para otro lado. Cuanto más aumenta el progreso, más aumenta la exclusión. Así dice el Oráculo. Yo, -que soy un fraile inculto en esto de la economía-, creo que cuanto más aumenta el progreso, más aumenta la posibilidad de que muchos sin techo puedan trabajar. Si no hay progreso no hay trabajo. Y si no hay trabajo no hay Techo. Así me lo ha corroborado Fray Peseta, que entiende de esto una barbaridad.

Ya he comentado muchas veces, que Bergoglio quiere hacernos creer que en la Iglesia -y en la Cristiandad en general-, nadie se ha ocupado de los pobres hasta que ha llegado él. Algo tiene de verdad, aunque yo lo matizaría: Nadie se ha preocupado de los pobres como él, porque nadie ha hecho de los pobres (esos excluidos del sistema capitalista), una bandera televisiva populista y electorera. La Iglesia ha cuidado a los pobres sin tanta algarabía, sin que la mano izquierda supiera lo que hacía la derecha y sin los utópicos supuestos marxistas. El Señor lo sabía muy bien y por eso decía: Pobres siempre tendréis entre vosotros. El plan de acabar con la pobreza de forma absoluta es una utopía. Es verdad que el marxismo acabó con la pobreza de muchos millones de seres humanos, pero eso fue por la vía rápida. A pesar de que ya se sabe que los comunistas eran los mejores católicos que hay en el universo. Pobrecillos. Los mandaban al otro barrio para que no sufrieran. Y es que los católico-comunistas (valga la redundancia), creían en la Otra Vida.

Le comentaba yo a mis hermanos de hábito, que estos excluidos -una vez que llegaron al Vaticano-, ya no eran excluidos. Todos ellos vinieron a esta celebración porque conocían a alguien, tenían algún enchufe, pudieron tener una recomendación y pudieron recibir dinero para el viaje. Como se puede ver en la grabación, todos -o casi todos-, llevaban celulares para hacer selfies de esos al paso del cortejo pontificio. Seguramente porque habían conocido a alguien que les dejó los celulares para la ocasión, digo yo. Porque si son sin-techo, deben ser sin-móvil. Los sacerdotes con albas y estolas de apariencia mugrienta, más bien estarían en la lista de los sin-champú. Esos son ontológicamente auto-excluidos.

Puestos a decir la verdad, los auténticos excluidos son aquellos pobres que no pudieron formar parte de estos 4.000 llevados a Roma. No conocían a nadie, nadie les invitó a viajar, ningún sacerdote-amigo les animó a venir, ninguna oficina papal les propuso la posibilidad de viajar a la Ciudad Eterna. Se quedaron sin invitación. Nadie les dijo nada. Como aquel paralítico de la piscina que le dijo al Señor: No tengo a nadie. Nadie los incluyó en el viaje a Roma. Quedaron completamente excluidos. De donde se deduce en lógica matemática, que no todos los excluidos fueron incluidos. O sea, que hay excluidos VIP. De ahí la gran farsa del Demagogo de turno.

Pero hay más. Cuando el Señor nos decía que había que salir a los cruces de los caminos y traer a todos los pobres, cojos, lisiados… al Banquete de Bodas, se preocupó mucho de asegurarse que llevaran el vestido adecuado. Hasta el punto de que cuando sorprendió a uno de ellos sin el traje requerido, lo mandó a los calabozos. ¿Se preocupó Francisco y sus mariachis de que estos Sin Techo fueran realmente católicos, antes de distribuir la Sagrada Comunión de forma tan burda y mercantil como se puede apreciar en el video? Porque si es verdad que en el ejercicio de la caridad no hay que mirar quién es quién, en el Sacramento de la Eucaristía se requiere el traje limpio. Sí, ese traje que Francisco quiere hacer desaparecer, dando sus particulares lecciones de teología y criterios de verdad, en la inspirada encíclica Amoris Laetitia. La sastrería de Bergoglio es como el taparrabos de Tarzán. Así lo entienden también sus sabuesos prestos a recibir el cardenalato con el color rojo, símbolo del martirio. Roma sí paga traidores en estos tiempos.

Y ya que estamos, podemos referirnos a otra visita a sus particulares excluidos. Esta vez en sus propias casas y ante las cámaras televisivas, claro está. Visita que rinde el Sumo Pontífice a los que un día abandonaron su sacerdocio. Para animarlos a seguir adelante. Para bendecir (y dar besitos) a sus esposas y a sus niños. Para …¿pedirles perdón, quizá?… o para seguir sembrando la duda y la contradicción.

¿No serán los verdaderos excluidos aquellos que permanecieron fieles a su sacerdocio en medio de enormes dificultades? ¿O es que resulta que, con los nuevos aires papales, los que NO traicionaron su vocación no merecen una palabra de aliento y de recompensa por su fidelidad? ¿Qué misericordieo subyacente hay en esta visita aparentemente inocua?

Por el momento, los cuatro cardenales que le han pedido explicaciones por su doctrina ambigua en la que peligra la fe, están excluidos. Ni les hace caso, ni les mira a la cara; y con su silencio, los desprecia. Les manda mensajitos entreverados de amenaza. No se atreve a responderles en directo y en claro. Yo creo que deberían haberse disfrazado de obispas suecas lesbianas antes de presentar sus dudas. Les habría contestado enseguida y les habría llamado por teléfono.

Menos mal que ya se acaba en estos días el Año Santo de la Misericordia Selectiva. Fray Malaquías está feliz, porque dice que ahora viene el Año Santo de la Justicia.

Así sea.


VIDAS DE SANTOS PARA NIÑOS - SANTA MARIA GORETTI


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martes, 15 de noviembre de 2016

LA SAGRADA COMUNIÓN Y EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA - I


CAPÍTULO 1
Del beneficio inestimable y amor grande que el Señor 
nos mostró en instituir este divino Sacramento. 

Dos obras nos ha mostrado Dios, las más insignes y que más pasman y atajan los juicios de los hombres, que todas cuantas ha hecho, y tan artificiosas, que hablando de ellas el Profeta Isaías (12, 4) las llama invenciones de Dios. [Anunciad a las gentes sus invenciones]: obras que parece se puso a pensar en qué mostrarse comunicador y derramador de sí mismo. La primera obra fue su Encarnación, en la cual el Verbo del Padre se juntó y unió con nuestra naturaleza con una trabazón tan trabada y con un nudo tan apretado y tan junto, que en una persona quedó Dios y el hombre. Nudo ciego a toda la razón del mundo, y a sólo Él claro; a todos tinieblas y oscuridad, y a sólo Él luz y claridad: nudo insoluble, que lo que una vez juntó, nunca jamás se desatará ni desató. [Lo que una vez tomó, jamás lo dejó]. 

Dice San Dionisio que el amor es virtud unitiva, que transforma al amante en el amado y hace de los dos uno. Pues lo que jamás pudo hacer amor alguno que hubiese en la tierra, eso hizo el amor de Dios por el hombre. Jamás se vio de los Cielos abajo que el amor hiciese verdaderamente uno al que amaba y al amado: de los Cielos arriba bien se ve; la misma naturaleza del Padre es la del Hijo, y son uno; pero de los Cielos abajo tal unión jamás se hizo. Pues fue tan grande el amor que Dios tuvo al hombre, que se juntó y unió con el hombre, de tal suerte, que de Dios y del hombre quedó sola una persona; y tan una, que el hombre es verdadero Dios, y es verdadero hombre; y todo lo que es propio de Dios, con verdad y con propiedad se dice del hombre. Y, por el contrario, lo que es propio del hombre, se dice también de Dios. De manera, que el que veían los hombres era Dios; el que veían hablar con instrumento de boca corporal, era Dios; el que veían comer, andar y afanar, era Dios. Tenía naturaleza humana realmente y operaciones humanas, y el que las hacía era Dios. Dice el Profeta Isaías (66, 8): ¿Quién jamás vio ni oyó tal cosa? ¡Dios niño, Dios envuelto en pañales, Dios llorar, Dios tener flaqueza y cansarse y sufrir dolores y tormentos! Allá dice el real Profeta que pusisteis, Señor, vuestro asiento muy alto, y que no llegaría a Vos azote ni trabajo (Sal., 90. 10); pero ahora, Señor, vemos que han llegado a Vos los azotes, los clavos, las espinas. y que os han puesto en una cruz; cosa tan ajena de Dios, dice Isaías (28, 21), cosa peregrina, obra que pasma y ataja los juicios de los hombres y de los ángeles. 

Otra obra hizo Dios (invención propia de su infinito amor), que fue la institución del santísimo Sacramento. En la primera cubrió su Ser divino con una cortina de carne para que le pudiésemos ver; en ésta cubre no sólo lo divino, sino también lo humano, aun la cortina de los accidentes de pan y vino, para que le podamos comer. En la primera entrañó Dios al hombre, uniendo la naturaleza humana en el Verbo divino; le entró en las entrañas de Dios; en esta segunda quiere que vos le entrañéis a Él en las vuestras. Antes estaba el hombre unido con Dios; ahora quiere Dios y hombre unirse con vos. En la primera, la comunicación y unión fue con sola una naturaleza singular, que es la sacratísima humanidad de Cristo nuestro Señor, que personalmente está unido con el Verbo divino; en esta segunda se une con cada uno que le recibe singularmente, y se hace una cosa con él, ya que no por unión hipostática o personal, que eso no convenía, por la unión más íntima y más estrecha que se pudo imaginar fuera de aquélla. El que come mi carne y bebe mi sangre, está en mí y Yo en él, dice el mismo Señor (Jn., 6. 57). ¡Obra maravillosa! No sólo es la mayor de sus maravillas, como dice Santo Tomás, sino es una cifra y recopilación de todas ellas (Sal.,110, 4). 

Del rey Asuero cuenta la sagrada Escritura (Ester. 1,4) que hizo un grande y solemne convite, que duró ciento y ochenta días, para mostrar sus grandes riquezas y la gloría de su poder; así este gran rey Asuero, Cristo, nuestro Redentor, quiso hacer un convite real, en el cual mostrase la grandeza de sus tesoros y riquezas, y el poder y majestad de su gloria, porque el manjar que nos da en este convite es el mismo Dios, obra que admira y espanta también al mundo, no menos que la primera. Y aun en sola la sombra de este admirable misterio, que fue el maná, se admiraron (Éxodo 16, 15): ¿Manhú? [¿Qué es esto?] Y después decían: ¿Es posible que hemos de comer su carne? (Jn., 6, 53.) Y no dura este convite ciento ochenta días, como duró el del rey Asuero, sino mil y seiscientos años, y durará hasta el fin del mundo, y siempre comemos y siempre dura. Con razón se admira y exclama el Profeta (Sal., 45, 9): Venid y ved las obras del Señor, los prodigios que ha hecho sobre la tierra. Pasma el artificio y sabiduría de los consejos de Dios que tomó para la salud de los hombres. De esta segunda obra hemos de tratar ahora; nos dé el Señor su gracia para ello, que bien la hemos menester. 

El glorioso Apóstol y Evangelista San Juan, en su sagrado Evangelio, tratando de la institución de este santísimo Sacramento, dice (13, 1): Como amase Cristo nuestro Redentor a los suyos, que tenía en el mundo, al fin señaladamente los amó: porque entonces les hizo mayores beneficios y les dejó mayores prendas de amor, entre las duales una de las principales o la más principal fue este santísimo Sacramento, quedándose en él su Majestad verdadera y realmente. En lo cual nos declaró bien el amor grande que nos tenía; porque la condición del amor verdadero es querer tener siempre presente al que ama, y gozar siempre de su compañía. Y así, habiéndose de partir Cristo nuestro Redentor de este mundo a su Padre, quiso de tal manera partirse, que del todo no se partiese; y de tal manera irse, que también se quedase. Así como salió del Cielo sin dejar el Cielo, así sale ahora de la tierra sin dejar la tierra; y así como salió del Padre sin dejarle, así sale ahora de sus hijos sin dejarlos (Jn., 16, 17). 

Más: es también condición del amor desear vivir en la memoria del amado y querer que siempre se acuerde de él, y para eso se dan los que se aman, cuando se apartan, algunos memoriales y prendas que despierten esta memoria. Pues para que no nos olvidásemos de Él, nos dejó por memorial este santísimo Sacramento, en que se queda Él mismo en persona, no queriendo que entre Él y nosotros haya otra menor prenda que despierte esta memoria, que Él mismo. Y así, acabando de instituir este santísimo Sacramento, dijo (Lc., 22, 19; 1 Cor., 11, 24): Cada vez que celebrareis este misterio, celebradlo en memoria mía, acordándoos de lo mucho que os amé, de lo mucho que os quise, y de lo mucho que por vuestra causa padecí. 

Engrandecía mucho Moisés al pueblo de Israel, que no había nación tan grande que tuviese a Dios tan cercano de sí como ellos. [No hay otra nación tan grande que tenga los dioses tan cercanos como tenemos nosotros a nuestro Dios, atento siempre a todas nuestras súplicas] (Deut., 4, 7). Salomón, habiendo edificado el templo, se espantaba y decía: ¿Es posible que more Dios con los hombres en la tierra? Si el Cielo y los Cielos de los Cielos con toda su anchura no bastan, Señor, para daros lugar, ¿cuánto menos bastará esta pequeña casa que yo he edificado? (1 Reyes 8, 27). ¿Con cuánta mayor razón podemos nosotros decir esto, pues no ya la sombra y la figura, sino el mismo Dios tenemos en nuestra compañía? (Mt., 28, 20). Mirad que Yo estoy con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos. Gran consuelo y favor fue querer quedarse Cristo nuestro Redentor en nuestra compañía para consuelo y alivio de nuestra peregrinación. Si acá la compañía de un amigo nos es consuelo en nuestros trabajos y aflicciones, ¿qué será tener en nuestra compañía al mismo Jesucristo, y ver que entre Dios por nuestras puertas, y se pasee por nuestros barrios y calles, y se deje llevar y sea portátil, y que le tengamos de asiento en nuestros templos, y que le podamos visitar muchas veces y a todas horas, de día y de noche, y tratar allí con Él nuestros negocios cara a cara, dándole cuenta de nuestros trabajos, y comunicándole nuestras tentaciones, y pidiéndole remedio y favor para todas nuestras necesidades, confiados que quien nos amó tanto, que quiso estar tan cerca de nosotros, no estará lejos para remediarnos? Andaré y pondré mi asiento en medio de vosotros; iré donde me quisiereis llevar; me pasearé por vuestras calles; os honraré (Levit., 26. 11). ¿Qué corazón hay que no se enternezca e inflame viendo a Dios tan casero? 

No se contentó el Señor con que le tuviésemos en nuestros templos y casas, sino quiso que le tuviésemos dentro de nosotros mismos; quiso entrañarse en nuestro corazón; quiso que vos mismo fueseis el templo y el cáliz, la custodia y relicario donde estuviese y se depositase este santísimo Sacramento: Yo le daré morada entre mis pechos (Cant., 1, 12). No nos le dan aquí a besar como a los pastores y reyes, sino para recibirle en nuestras entrañas. ¡Oh amor inefable! ¡Oh largueza nunca oída! ¡Que reciba yo en mi pecho y en mis entrañas al mismo Dios en persona! ¡Al mismo Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre! ¡Al mismo que recibió y trajo la sacratísima Reina de los Ángeles nueve meses en sus entrañas purísimas! Si Santa Isabel, madre del glorioso Bautista, por entrar en su casa la Virgen vuestra Madre en cuyas entrañas ibais Vos, maravillada y llena de Espiritu Santo, dio voces diciendo (Lc.. 1; 43): ¿De dónde a mí, que venga la Madre de Dios a mí? ¿Qué diré yo viendo que no por las puertas de mi casa material, sino de mi cuerpo y alma, dentro de mí mismo entráis Vos, Señor, Hijo de Dios vivo? Con cuánta razón diré: ¿De dónde a mí? ¿A mí, que tanto tiempo he sido morada del demonio? ¿A mí, que tantas veces os he ofendido? ¿A mí, tan desconocido e ingrato? ¿De dónde a mí, sino de la grandeza de vuestra misericordia, de ser Vos quien sois, tan bueno, tan amador de los hombres? ¿De dónde, sino de ese infinito amor vuestro? 

Añaden y ponderan aquí los Santos, y con mucha razón, que si este beneficio concediera el Señor a solos inocentes y limpios, aun fuera dádiva inestimable: mas ¿qué diremos, que por el mismo caso que se quiso comunicar a éstos, se obligó a pasar por las manos de muchos malos ministros; y así como permitió ser crucificado en manos de aquellos perversos sayones por nuestro amor, así permite ahora ser tratado en manos de malos y perversos sacerdotes, y entra en las bocas y cuerpos sucios y hediondos de muchos malos y pecadores, por visitar y consolar a sus amigos? A todo esto se pone el Señor, y quiere ser otra y otras muchas veces vendido, y escarnecido, y crucificado, y puesto entre ladrones: al modo que dice San Pablo (Hebr., 6, 6) que los que pecan, tornan a crucificar a Jesucristo, cuanto es de su parte todo por comunicárseos a vos. Mirad si tenemos bien que agradecerle, y buen porqué para servirle. Canta la Iglesia, y espantase de que no tuviese horror este gran Señor de entrar en el vientre de una doncella; pues cotejad la pureza de aquella doncella y la impuridad nuestra, y veréis cuánta mayor razón tenemos para espantarnos que no tenga horror de entrar en el pecho de un pecador. 


EJERCICIO DE PERFECCIÓN Y 
VIRTUDES CRISTIANAS  
Padre Alonso Rodríguez, S.J. 

VIDAS DE SANTOS PARA NIÑOS - SAN DIEGO DE ALCALA


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miércoles, 9 de noviembre de 2016

martes, 8 de noviembre de 2016

LA VIRTUD DE LA HUMILDAD (XXXX) - Último Capitulo.


CAPÍTULO 40 
En que se confirma lo dicho con algunos ejemplos. 

Cuentan Severo Sulpicio, y Surio en la Vida de San Severino Abad, de un santo varón muy señalado en virtudes y milagros, que sanaba enfermos, echaba demonios de los cuerpos y hacia otras muchas maravillas, por lo cual acudían a él de todo el mundo y le venían a visitar señores de título y obispos, y tenían por gran dicha poder tocar sus vestiduras y que les echase su bendición. Con estas cosas sentía el Santo que se le comenzaba a entrar alguna vanidad en su corazón. Y viendo por una parte que no podía estorbar el concurso del pueblo, y por otra que no podía librarse de aquellos pensamientos de vanidad, se afligía mucho, y poniéndose un día en oración, pidió a nuestro Señor con mucha instancia que, para remedio de aquella tentación y para que él se conservase en humildad, permitiese su Majestad y diese licencia al demonio que entrase en su cuerpo por algún tiempo y le atormentase como a los otros endemoniados. Oyó Dios su oración y entra el demonio en él, y era cosa de espanto y admiración ver a aquel a quien solían poco antes traer los endemoniados para que los curase, atado con cadenas como furioso endemoniado, y ser así llevado a que hiciesen sobre él los exorcismos y todo lo demás que se suele hacer con los tales. Y estuvo así cinco meses, y al cabo de ellos, dice la historia que fue curado y no sólo del demonio que había entrado en su cuerpo, sino de la soberbia y vanidad que se le entraba en el alma. 

Surio cuenta otro ejemplo semejante: dice que el santo abad Severino tenía en su Monasterio tres monjes altivos, tocados de soberbia y vanidad. Les había avisado de ello y perseveraban en su falta. El Santo, con el deseo que tenía de verlos enmendados y humildes, pidió al Señor con lágrimas que los corrigiese y castigase de su mano con algún castigo que les humillase y enmendase; y antes que se levantase de la oración, permitió el Señor que tres demonios se apoderasen de ellos y los atormentasen reciamente, confesando a voces la soberbia e hinchazón de su corazón; castigo proporcionado a su culpa, que el espíritu de soberbia entrase y morase en sujetos soberbios y llenos de vanidad. Y porque veía el Señor que ninguna cosa tanto les humillaría, estuvieron así cuarenta días, y al cabo de ellos pidió el Santo al Señor los librase del poder del demonio, lo cual alcanzó y ellos quedaron sanos del cuerpo y alma, y bien humillados con este castigo del Señor. Cuenta Cesáreo que trajeron a un convento del Cister un endemoniado para ser sano. Salió el prior y llevó consigo a un religioso mozo de gran opinión de virtud, que sabía que era virgen. Y dijo el prior al demonio: «Si este monje te mandare salir, ¿osarás quedarte? Respondió el demonio: «No le temo, porque es soberbio.» 

Cuenta San Juan Climaco que una vez los demonios malvados comenzaron a sembrar ciertas alabanzas en el corazón de un fortísimo caballero de Cristo que corría a esta virtud de la humildad; mas él, movido por inspiración de Dios, halló un brevísimo atajo para vencer la malicia de estos espíritus perversos; y fue que escribió en la pared de su celda los nombres de algunas altísimas virtudes, conviene a saber: caridad perfecta, humildad profundísima, castidad angélica, oración purísima y altísima, y otras semejantes; y cuando aquellos malos pensamientos comenzaron a tentarle, respondía él a los demonios: Vamos a la prueba de estos, y leía todos aquellos títulos: Profundísima humildad: ésa no tengo yo; con profunda nos contentaríamos: aun no sé si hemos concluido con el primer grado. Caridad perfecta. Caridad, sí; pero no es muy perfecta, algunas veces hablo a mis hermanos alto y sacudidamente. Castidad angélica. No; que muchos malos pensamientos, y aun muchos malos movimientos siento en mí. Oración altísima. No; me duermo y distraigo mucho en ella. Y se decía a sí mismo: después que hubieres alcanzado todas esas virtudes, aún has de decir que eres siervo inútil y sin provecho, y que por tal has de te has de tener, conforme a aquellas palabras de Cristo nuestro Redentor (Lc., 17, 10): [Después que hubieres hecho todas las cosas que os son mandadas, decid: Siervos somos sin provecho]. Pues ahora que estáis tan lejos de eso, ¿qué serás? 

EJERCICIO DE PERFECCIÓN Y 
VIRTUDES CRISTIANAS 
Padre Alonso Rodríguez, S.J.

lunes, 7 de noviembre de 2016

VIDA DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET EN VIÑETAS



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500 AÑOS DESPUES, DE RODILLAS ANTE LUTERO


Lo decimos con profundo dolor. Se diría que es una nueva religión la que ha surgido el pasado 31 de octubre en Lund durante el encuentro ecuménico entre el papa Francisco y los representantes de la Federación Luterana Mundial. Una religión cuyos puntos de partida están claros pero su meta es oscura e inquietante.

La consigna que más ha resonado en la catedral de Lund es la necesidad de un «camino común» que lleve a católicos y luteranos a pasar «del conflicto a la comunión». Tanto el papa Francisco como el pastor Martin Junge, secretario de la Federación Luterana, aludieron en sus respectivos sermones a la parábola evangélica de la vid y los sarmientos. Los católicos y los luteranos serían ramas secas de un mismo tronco que no lleva fruto a causa de la separación de 1517. Pero nadie sabe cuáles serían esos «frutos». Lo que por el momento parecen tener en común católicos y protestantes no es sino una profunda crisis, si bien por causas diversas.

El luteranismo ha sido uno de los principales factores de secularización de la sociedad occidental, y hoy en día agoniza por la coherencia con que ha desarrollado los gérmenes de disolución que llevaba en sí desde su nacimiento. A la vanguardia de la secularización han estado los países escandinavos, a los que durante mucho tiempo se ha considerado un modelo para nuestro futuro. Pero Suecia, después de transformarse en la patria del multiculturalismo y de los derechos homosexuales, es actualmente un país en el que apenas el 2 % de los luteranos son practicantes, mientras que el 10% de la población sigue la religión islámica.

Por el contrario, la Iglesia Católica atraviesa una crisis de autodemolición por haber abandonado su Tradición para abrazar el proceso de secularización del mundo moderno, precisamente mientras éste se descomponía. Los luteranos buscan en el ecumenismo un soplo de vida, y la Iglesia Católica no advierte en dicho abrazo el hálito de la muerte.

En la ceremonia de Lund se ha afirmado también: «Lo que nos une es más de lo que nos divide». Pero ¿qué es lo que une a católicos y luteranos? Nada salvo el bautismo, que es el único de los siete sacramentos que reconocen los luteranos. En realidad, para los católicos el bautismo limpia el pecado original, mientras que para las luteranos no puede eliminarlo, porque para ellos la naturaleza humana es radicalmente corrupta y el pecado es invencible. La fórmula de Lutero «peca mucho pero cree mucho más» sintetiza su pensamiento. El hombre es incapaz de hacer el bien y no puede sino pecar y abandonarse ciegamente a la misericordia divina. De un modo arbitrario e inapelable, Dios decide quien se salva y quien se condena. No existe la libertad, sino tan sólo la rigurosa predestinación de los elegidos y los condenados.

La Sola Fe va acompañada de la Sola Escritura. Para el católico, son dos las fuentes de la Revelación: las Sagradas Escrituras y la Tradición. Los luteranos eliminan la Tradición afirmando que el hombre debe tener una relación directa con Dios, prescindiendo de intermediarios. Es el principio del libre examen de las Escrituras, del que proceden el individualismo y el relativismo contemporáneo. Dicho principio supone la negación del papel de la Iglesia y del Papa, al que Lutero define como «apóstol de Satanás» y «anticristo». Lutero odiaba sobre todo al Papa y la Misa católica, a la que quiso reducir a mera conmemoración, negando su carácter de sacrificio y la transustanciación, que convierte el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo. En cambio, para los católicos la renovación incruenta del sacrificio de Cristo que tiene lugar en la Misa es la única fuente de gracia divina. ¿Se trata de simples incomprensiones y malentendidos?

El papa Bergoglio ha declarado en Lund: «También nosotros debemos mirar con amor y honestidad a nuestro pasado y reconocer el error y pedir perdón». Y añadió: «Se tiene que reconocer con la misma honestidad que nuestra división se alejaba de la intuición originaria del pueblo de Dios, que anhela naturalmente estar unido, y ha sido perpetuada históricamente por hombres de poder de este mundo más que por la voluntad del pueblo fiel.» ¿Quiénes son esos «hombres de poder»? ¿Los papas y santos que desde el principio han combatido el luteranismo? ¿La Iglesia que lo condena desde hace cinco siglos? El Concilio de Trento tuvo la última palabra sobre sobre la incompatibilidad entre la fe católica y la protestante. No podemos seguir al papa Francisco por un camino diferente.

Roberto de Mattei
(Traducido por J.E.F)


domingo, 6 de noviembre de 2016

ENTRONIZACIÓN DE LA ESTATUA DE LUTERO EN EL VATICANO



El 13 de octubre de 2016, Francisco no dedico ni una sola palabra en público en honor a la Virgen de Fátima. En su lugar, optó por recibir en ese mismo día a 1000 luteranos en el Aula Pablo VI en el Vaticano.


Para el caso, ordenó que una estatua de Martín Lutero se erigirá en el escenario en un lugar de preeminencia para que pudiera presidir la reunión.


A continuación, recibió de los luteranos una copia encuadernada de las 95 tesis con la que el heresiarca comenzó su revuelta.


Durante la reunión llevaba dos pañuelos en el cuello, uno amarillo, que simboliza el papado, y uno de color azul claro, que representa el luteranismo, los dos fueron atados juntos para significar la unión entre la Iglesia conciliar y la herejía protestante.


Refiriéndose a Lutero, el Papa Bergoglio dijo: "los más grandes reformadores de la Iglesia son los santos, en otras palabras, los hombres y las mujeres que siguen la Palabra del Señor y la practican, este es el camino que debemos tomar, esto es lo que piden las reformas de la iglesia y sus grandes reformadores, puede que no sean teólogos, que pueden no haber estudiado, pueden ser humildes, pero el alma de estas personas se empapa en el Evangelio, está lleno de el, y ellos son los que reforman con éxito la Iglesia. Tanto en las Iglesias luteranas y católicas hay santos, hombres y mujeres con un corazón santo que siguen el Evangelio: son los reformadores de la Iglesia ".



¿No son estas palabras - se habla en el contexto de esta ceremonia en honor al heresiarca - una implícita canonización de Lutero? Pero nos preguntamos si todavía hay más por venir ...

Incluso si no hubiera nada más para incriminar a la iglesia conciliar, ¿en esta ceremonia hay pruebas suficientes de que ha apostatado completamente de la fe católica?




Traducido con google, con algunas correcciones. 

sábado, 5 de noviembre de 2016

ADEMAS DE ABORTOS, VIOLACIONES: LA LISTA DE LOS HORRORES QUE HILLARY CLINTON NO QUIERE VER

No sólo tráfico de fetos, sino también violaciones de pacientes… esto es lo que esconde Planned Parenthood, la multinacional que apoya a Hillary Clinton con decenas de millones de dólares para su campaña presidencial frente a Donald Trump.

Joana Ortiz Fernández - 01/11/2016

Hillary Clinton junto al abortista de Planned Parenthood condenado por depredador sexual, Brian Finkel

A cuarenta y ocho horas escasas de las elecciones más reñidas en muchos años, se han conocido nuevos y macabros detalles acerca de Planned Parenthood, la multinacional del aborto que apoya a Hillary Clinton.

La compañía no sólo se ha dedicado al tráfico de fetos -lo que es delito federal-, como denunció David Daleiden en los famosos videos, sino que también ha encubierto numerosas violaciones y otros abusos sexuales contra las pacientes.

La propia Hillary ha dicho más de una vez que Planned Parenthood vela “por la salud y los derechos de las mujeres”, pero los hechos demuestran lo contrario.

La asociación provida Operation Rescue señala a varios facultativos condenados por abusos sexuales, y que en la mayoría de los casos, continúan ejerciendo en distintos centros abortistas.

Finkel, Hardy y Reich son tres de los depredadores sexuales que han trabajado para Planned Parenthod /LifeNews

Por ejemplo:

Brian Finkle era un orgulloso miembro de la Federación Nacional del Aborto, y también un depredador sexual. Utilizaba su clínica para atraer a mujeres y violarlas mientras estaban sedadas.

Fue detenido y acusado de cometer 67 delitos sexuales y hasta que salió el juicio, más de 70 mujeres presentaron una denuncia. Fue condenado por 22 cargos y cumple una condena de 35 años.

Laurence Reich perdió su licencia médica tras descubrirse los abusos cometidos contra varias pacientes y tras cumplir sólo un año de libertad condicional, volvió a ejercer de forma ilegal.

Aunque la policía sospecha que sigue cometiendo delitos, siempre ha llegado a un acuerdo con la fiscalía y ha evitado ser encarcelado. ¿Por qué?

Un ex médico de Planned Parenthood fue acusado de acoso sexual a pacientes. ¿Qué sanción recibió? Sólo una amonestación pública

El ex abortista de Planned Parenthood, Timoteo Liveright, fue acusado de acoso sexual y comportamiento inadecuado con pacientes en un centro en Delaware en 2013. ¿Qué sanción recibió por ello? Ninguna. Sólo una amonestación pública.

Lo mismo sucede con Roger Ian Hardy, de Planned Parenthood en Massachusetts. Entregó su licencia médica tras dos años y medio de denuncias de 18 testigos que le acusaban de agresiones sexuales mientras que ellas, las pacientes, se encontraban bajo los efectos de la anestesia.

En Maryland, el abortista Harold O. Alexander fue suspendido únicamente durante tres meses tras descubrirse que había cruzado los límites en su negocio abortista. No se ha retirado: sigue realizando abortos ilegalmente en sus instalaciones, sin licencia.

Esto es sólo un botón de muestra del clima de impunidad que reina en los abortorios de EEUU, muchos de ellos de la red de Planned Parenthood. Del que nadie habla, y que apenas se investiga.

El presidente de Operation Rescue, Troy Newman, afirma: “si se supiera lo que sucede dentro de las clínicas abortistas, la gente no podría dormir por las noches”.

“Con la protección política que reciben, los centros abortistas proporcionan a los depredadores sexuales un ambiente fácil para abusar de las mujeres”

“Los centros abortistas” -añade- “con todo su secretismo y la protección política que reciben, proporcionan a los depredadores sexuales un ambiente que hace que para ellos sea muy fácil abusar de las mujeres”.

Ese clima de impunidad se debe, en parte, a la protección que los poderes públicos han brindado a Planned Parenthood. La multinacional del aborto ha sido la niña de los ojos de la Administración Obama, que devolvía así el favor por la donaciones económicas recibidas.

Ese maridaje ha continuado con la candidata Hillary, a la que la abortera ha aportado al menos 50 millones de dólares.

“Cecile Richards (presidenta de Planned Parenthood) y Planned Parenthood son aves del mismo plumaje. Intentan engañar al público y encubrir a los abusadores sexuales”, “ cuenta Troy Newman y afirma que “Clinton continuará el encubrimiento de sus amigos del cartel del aborto si es elegida presidenta.”

Fuente: Actuall

martes, 1 de noviembre de 2016

FRANCISCO SE HACE EL SUECO


Llega el ansiado lunes día 31 de Octubre. Francisco está deseando tomar el avión que lo llevará a Lund para celebrar la tan anhelada ceremonia, en compañía de la Arzobispa correspondiente. Menudo gozo. Es un día para agradecerle a Dios el regalo de Lutero. Menudo regalo. Gracias a este santo varón, las Sagradas Escrituras empezaron a estar en las manos del pueblo cristiano. Antes, ni pum. Gracias a él, quedaron al descubierto los errores que hasta entonces estaba cometiendo la Iglesia. Item más. Por virtud de su encandilado carisma, “Lutero quiso poner remedio a una situación compleja”. Los pobres suecos están en una situación de distancia y a Francisco no le gustan las distancias porque la distancia hace daño. Ya se sabe que el espacio es superior al tiempo, aunque el tiempo supera al espacio por poco tiempo, según se desprende de las delirantes y sabias palabras vertidas por aquí y por allá en encíclicas y sermonarios ad usum.

Total, que Francisco ha decidido hacerse el sueco. O sea, ha determinado agavillarse a la celebración que inicia el magno evento. Los de Rome Reports, que ya se sabe cómo proceden y de dónde proceden, se las ven y se las desean para presentar el evento. El cardenal Kurt Koch, que no se sabe si es católico-luterano o luterano-católico-próximo al luteranismo, lo explica muy bien creyendo que somos luteranos.

Mientras tanto, una voz en off quiere adoctrinarnos sobre el tema:

Cuando el Vaticano anunció el viaje del Papa a Suecia para el primer acto conmemorativo del 500 aniversario de la Reforma protestante, se alzaron muchas voces críticas entre los católicos. No comprendían qué tenía que celebrar el Papa en el aniversario de un cisma. Pero el cardenal Kurt Koch, que preside el Consejo Pontificio para la Unidad de los cristianos, explica que el viaje encierra varios aspectos. En primer lugar sirve para mostrar la actual buena relación entre luteranos y católicos.

O sea, el que no esté de acuerdo en este viajecito de primera, es que no ha entendido. ¿Qué parte del viaje a Suecia no has entendidio?, que se dice ahora. ¿Qué parte del entusiasmo por Lutero no has entendido? ¿Qué parte de la boca abierta por Lutero no entiendes? ¿también tú vas con esos galileos con cara de pepinilo que están en contra del dialógo, tender puentes, echar lazos y construir unidad?

Por eso, por encima de todo, a pesar de todo y con un par de solideos pontificios, Francisco ha decidido hacerse el sueco. Según mi abuela palentina, hacerse el sueco viene a ser simular alguien que no oye o no entiende una cosa, o que no se da cuenta de que se le alude con ella. Hacerse el torpe, el tonto. O sencillamente, pasarse por el arco del triunfo cualquier opinión que no interesa escuchar. Claro está que esto les suele pasar a los más dialogantes con las opiniones de los demás dialogados. Que siempre son los cerrados, los antitolerantes y los tercos. Nunca le pasaría esto a Francisco.

El caso es que Francisco se está haciendo el sueco.

Se hace el sueco desoyendo las críticas de los católicos escandalizados ante tamaño disparate ecuménico.

Se hace el sueco ante las críticas a su anti-catolicismo. Prefiere una Arzobispa dialogante que todo un número de fieles preocupados por el estado del Bergoglio Destructor.

Se hace el sueco ante las resoluciones del Concilio de Trento.

Se hace el sueco ante los numerosos católicos que en la red -porque no tienen otro púlpito-, le exigen que aclare sus posturas anticatólicas y que declare con toda claridad el sentido de sus palabras dichas al albur del último mate o de la última y mordaz ocurrencia contra la Tradición. Estos no están tan alejados como la obispa sueca y las distancias no importan, porque EL es el que crea las distancias, el espacio y el tiempo.

Se hace el sueco cuando muchos claman por el descaro con que quita y pone Obispos a su antojo, miembros de Comisiones (acaba de meter al Indigno y Venenoso Marini en Culto Divino). Cuando nombra Cardenales Indignos, defensores de la homosexualidad.

Se hace el sueco cuando se le advierte de la cantidad de posibles (?) herejías contenidas en la Amoris Laetitia.

Y por último, se hace el sueco ante los repetidos terremotos que en Italia le están avisando sobre su futuro inmediato.

Pero es igual, Dios jamás se hace el sueco. Puede ser que en algunos determinados momentos, Dios se haga el dormido. Puede que no actúe con la rapidez que muchos quisiéramos. Pero el Señor no se hace el sueco jamás. Le preocupa su Iglesia.

Y de Él nadie se ríe, según las palabras de aquel Teólogo llamado San Pablo, que por lo visto no atendía a la pastoral y se quedaba solo en la doctrina. No había leído la Amoris Laetitia y no daba entrevistas a La Civiltta Catolica.

Este 31 de Octubre es un día triste. Pero tranquilos. Todo se andará.