tag:blogger.com,1999:blog-41520921594225024752024-03-17T18:05:54.560-07:00Apostolado EucarísticoBlog Católico Apostólico RomanoApostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comBlogger2218125tag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-160559074992359002024-03-01T11:38:00.000-08:002024-03-01T11:38:05.936-08:00AL AMOR DE LOS AMORES JESÚS SACRAMENTADO - ORACIÓN DE SANTA TERESITA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivLNlh0-5EOQK1b94teN0nHFPdhmma56xMDK6fcooedYGaizdyGiB_so0NA8407tNdSOWibTkOoDBd0NnpuQX5TZo16mvlBkYrxhTPIW0qK0fHS6-ELWv0Aa2bMMFmhPy6oCXJCSeQYCBXcBjB0EqZG_hEw0sjptbfZgdCEwh6H4gl7nEL_iBArIHTCP8a/s791/l%20Sin%20t%C3%ADtulo.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="791" data-original-width="627" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivLNlh0-5EOQK1b94teN0nHFPdhmma56xMDK6fcooedYGaizdyGiB_so0NA8407tNdSOWibTkOoDBd0NnpuQX5TZo16mvlBkYrxhTPIW0qK0fHS6-ELWv0Aa2bMMFmhPy6oCXJCSeQYCBXcBjB0EqZG_hEw0sjptbfZgdCEwh6H4gl7nEL_iBArIHTCP8a/s16000/l%20Sin%20t%C3%ADtulo.png" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: large;">Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos y regalados amores. Amor me pides, Dios mío, y amor me das; tu amor es amor de cielo, y el mío, amor mezclado de tierra y cielo; el tuyo es infinito y purísimo; el mío, imperfecto y limitado. Sea yo, Jesús mío, desde hoy, toda para Ti, como Tú los eres para mi. Que te ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los besó la Magdalena convertida. Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido, como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana. Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho como a tu discípulo amado San Juan. Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor.</span></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: large;">Por sólo tus amores, Jesús, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para el mundo soy una flor marchita, no tengo más anhelo que, amándote, morir.</span></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-47697623552368060302024-02-27T09:50:00.000-08:002024-02-27T09:50:55.667-08:00Himno de Cuaresma: AUDI BENIGNE CONDITOR<p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"> <iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="450" src="https://www.youtube.com/embed/IDx-BtzEFM8?si=KrdOyQeDj51wm8EK" title="YouTube video player" width="675"></iframe></p><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-19415223465416075302024-02-21T10:50:00.000-08:002024-02-21T10:50:35.986-08:00Acerca de la virtud de la obediencia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcHUANP9maRJ2yx7WNgucEpsBR5hBFuaovvgOsDy_7FWvUJyiyh0XwM6Gjr6FzmHZGmI4VUnedL0ke_NJNckY3IskNPAxZ6mUDl4v6Cap8y_5HiI1Iq6MSX42-6lQ9AFVqN53OHBx_rx8sOHvFDqq970Stg88bMX4u1vexep4_wnZk53_1G2FVXUQg8bBi/s649/Monse%C3%B1or%20Lefebvre%2010.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="384" data-original-width="649" height="378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcHUANP9maRJ2yx7WNgucEpsBR5hBFuaovvgOsDy_7FWvUJyiyh0XwM6Gjr6FzmHZGmI4VUnedL0ke_NJNckY3IskNPAxZ6mUDl4v6Cap8y_5HiI1Iq6MSX42-6lQ9AFVqN53OHBx_rx8sOHvFDqq970Stg88bMX4u1vexep4_wnZk53_1G2FVXUQg8bBi/w640-h378/Monse%C3%B1or%20Lefebvre%2010.png" width="640" /></a></div><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: center;"><br /></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Recientemente en una página que se dice católica, leí que “la santidad siempre implica la obediencia”, a lo que se le agregó: “si la obediencia no te da paz es que eres soberbio”. Dejo sentado que las expresiones se traen a colación no para significar una obediencia a la Tradición Católica, sino para prejuzgar sobre obispos, sacerdotes y religiosos que, por negarse a seguir novedades, ora se los excomulga, ora se los suspende, ora se los manda a un galpón o se los tilda de rebeldes y soberbios.</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La primera de las frases, en sí, es verdadera. Pero la aplicación que se hace de la misma puede esconder engaño y falsedad, más en estos tiempos donde el modernismo te está esperando fuera de tu cama para abrazarte apenas te despiertás. Pues bien, precisamente quienes la usaron para zaherir, por caso, a Monseñor Marcel Lefevbre, son quienes la aplican engañosamente. Pues debe aclararse: ¿obediencia a qué? En otras palabras: ¿la santidad implica obedecer cualquier cosa? Para que la obediencia sea meritoria: ¿importa que sea razonable, o importa que sea algo robótico, una sinrazón, por más que cause daños graves para las almas?</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">He aquí un adolescente que se va a confesar. Y en la confesión escuchamos:</span></p><ul style="background-color: white; box-sizing: border-box; margin-bottom: 26px; margin-left: auto; margin-right: auto; padding: 0px;"><li style="box-sizing: border-box; line-height: inherit; margin-bottom: 10px; margin-left: 21px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">“Padre, he faltado contra el cuarto mandamiento por desobedecer a mi padre. Me negué a golpear a mamá tal como me lo requirió papá.</span></li><li style="box-sizing: border-box; line-height: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 21px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Oh, hijo! ¡Qué grave pecado cometiste! No debes volver a desobedecer a tu papá. Si él te pide que sopapees fuertemente a tu madre, tú golpea duro, hijo. Siempre recuerda que la santidad implica la obediencia.</span></li></ul><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ciertamente estamos ante una imbecilidad manifiesta. Si un sacerdote amonestase en confesión a un penitente sosteniendo lo que quedó expuesto en el caso, tal sacerdote o está del remate listo para ser internado en un loquero, o está para que se lo mande a hacer una buena temporada de reajuste psicológico, moral y teológico con suspensión de la administración sacramental hasta que dé pruebas cabales de equilibrio mental, sana doctrina y fiable piedad, o está para que se lo expulse derechamente. Ahora, lo más tremendo no es el caso expuesto. Lo más grave es que esa locura es precisamente lo que viene haciendo el modernismo a escala gigantesca y eso hace ya más de sesenta años.</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al modernismo que hace décadas viene trabajando desde dentro de la Iglesia, podría figurárselo así: un gigante sacerdote apostata que obliga a sus hijos, so pretexto de obediencia y santidad, a golpear duramente a su Madre, la Iglesia Católica. Y cuántos, principalmente cardenales, obispos, sacerdotes y religiosos, compraron sin mayores miramientos la falsa noción de obediencia tan difundida tras Concilio Vaticano II. Lo repetiré en este escrito también: si el modernismo se ha aplicado a modificar todo (de la manera más fina posible al principio y cada vez más grosero mientras más avanzó), ¿acaso no lo iba a hacer con la obediencia? Fue dicha virtud la que más usaron y siguen usando de modo falseado, pues fue y es la obediencia el arma principal que tuvieron y tienen para rendir las mentes a los atropellos que pergeñaron y coronaron exitosamente.</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Hasta el Principito tenía clara la noción de obediencia tal como se lee en el capítulo x! Allí se lee: «Si yo ordenara – decía habitualmente – si yo ordenara a un general convertirse en ave marina, y si el general no obedeciera, no sería la culpa del general. Sería mi culpa.» Y aún más en las siguientes palabras sienta redondamente lo principal de la obediencia: “¿Si ordenara a un general volar de una flor a otra como una mariposa, o escribir una tragedia, o convertirse en ave marina, y si el general no ejecutara la orden recibida, quién estaría en falta, él o yo? – Sería usted – dijo con firmeza el principito. – Exacto. Debe exigirse de cada uno lo que cada uno puede dar – prosiguió el rey. – La autoridad se fundamenta en primer lugar en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, hará la revolución. Yo tengo el derecho de exigir obediencia porque mis órdenes son razonables.” Clarísimo: la autoridad se funda en la razón, no en el capricho, y el superior puede exigir obediencia cuando lo que ordena no implica un mal.</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Por tanto, ciertamente la santidad implica la virtud de la obediencia, pero, ¿queda claro? La VIRTUD de la obediencia, no cualquier orden que quiera imponérsela bajo la denominación de obediencia. No cualquier antojo personal merece ser obedecido, y quien ejecuta cualquier cosa contrario a la virtud, por más que quiera dibujárselo bajo el nombre de obediencia no está actuando meritoriamente en la virtud. Ese tal no es una persona obediente virtuosamente, sino que es alguien obediente en una complacencia personal. </span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">He aquí el segundo engaño del que uno debe cuidarse, y es este: que si “la obediencia no te da paz es que eres soberbio”. Una vez más: ¿a qué se está llamando obediencia? ¿A lo que es ordenado y es razonable? ¿A cualquier capricho que un superior impone a un inferior? Pues si se trata de esto último, por más que el que se inclina ante lo ordenado cumpliéndolo sienta paz, tal cosa puede ser mero pacifismo o un fenómeno subjetivo producto de cierta ignorancia, mas no paz verdadera fruto del bien. </span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Monseñor Marcel Lefebvre no fue ningún soberbio, fue un santo obispo, humildísimo y a su vez firmísimo. Un defensor de la fe, intrépido como San Atanasio, valentísimo como San Nicolás. No dio una trompada al modo en que el santo nombrado últimamente aplicó a Arrio, mas golpeó durísimamente durante años al modernismo, hasta que la Virgen María lo vino a buscar un 25 de marzo, día de la Anunciación. Digan lo que digan de él, pronto será reconocido como uno de los mayores defensores de la fe de los últimos siglos. Ya muchos abren los ojos y ven que gracias a su valentía la Tradición Católica quedó resguardada. Muchos lo siguen, aunque no lo digan por miedo o temor. Pronto se hará justicia con él, y quedará castigada la injusticia que se operó contra él, la misma que lo condenó por no inclinarse obsecuentemente contra los males del progresismo, del liberalismo, males que muchos jerarcas amantes del falso ecumenismo y otras corrupciones doctrinales no dejaron de seguir hasta que también murieron. Ya vamos por la “bendición” de parejas del mismo sexo: y veremos qué más vendrá. Cuentan que a San Nicolás de Bari, a causa del sopapo que le metió al hereje de Arrio, sus propios camaradas conciliares decidieron en castigo meterlo en prisión y quitarle las vestimentas episcopales: “- ¡Oh San Nicolás, te excediste golpeando a Arrio! –exclamaron-.” Mas por la noche, Jesucristo se le apareció al santo varón, lo felicitó y le devolvió todas las ropas episcopales que le fueron quitadas. Cuán distintos son los juicios humanos a los juicios de Dios. Poco falta, ¡muy poco!, para que las modernas sociedades vean, para su humillación, que los obispos a quienes se los tachó de separados, soberbios y rebeldes, han sido los que respetaron realmente los planes de Dios oponiéndose intrépidamente al modernismo bestial y nefasto.</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Todavía hay quienes, como si fuéramos tontos, hacen flotar el fantasma de que los “lefebristas” corren suerte paraje a la de Lutero. Tal irrealidad e inverosímil imputación solo es posible planteársela a una piedra, a riesgo de que se vuelva volando contra la cabeza del que hizo el planteo, pues estoy seguro que hasta el mineral comprendería la falacia y, enojado, ejecutaría la volada. No es el santo obispo francés el que viene probando amiguismo con el protestantismo, sino que quienes reivindicaron posiciones de Lutero para escándalo de las almas y de toda la Iglesia, han sido, por caso, Juan Pablo II, Benedicto XVI, y, actualmente, Francisco. Son tales pontífices quienes llevaron a cabo actos ecuménicos con los protestantes. Y Francisco lo sigue haciendo a escalas alarmantes. De modo que, por favor, un mínimo de respeto intelectual. Un mínimo de sinceridad para <em style="box-sizing: border-box;">ver</em> y <em style="box-sizing: border-box;">decir</em>: <em style="box-sizing: border-box;">‘ver’</em> quienes están intentando acercamientos escandalosos con los protestantes, protestantizándose cada vez más, y ‘<em style="box-sizing: border-box;">decir</em>’ que se están equivocando.</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hay quienes proponen una obediencia a la novedad y una apertura a lo tradicional, una amalgama que consideran lo más sano, una puesta en escena de dos universos que consideran posibles, válidos y de sana convivencia, no sin dejar de invocar que así se permanece en “comunión”. Y seguramente tal maniobra, lo adviertan o no, es una de las peores pestes corrosivas de la sana doctrina, pues la gota de veneno mezclada en el litro de agua no hace que el agua torne bueno al veneno, sino que hace que el veneno torne venenosa el agua. La novedad obra contra la comunión, ya que opera contra la universalidad eclesiástica. Se creen prudentes parados en el malabarismo, mas el malabarismo prepara la caída, por tanto no es católico. El catolicismo es intolerante con las invenciones seudocatólicas, y jamás de los jamases propició los malabarismos. </span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En los tiempos que corren la virtud de la obediencia presenta algunas características fundamentales, hallándose alguna que otra paradoja: 1. Se aferra sin claudicar a la Tradición Católica. 2. No hace la más mínima concesión al modernismo. 3. Es completamente desobediente a la novedad, de ahí que es una ‘obediencia desobediente’ para confusión de la mentalidad moderna. 4. Quiere realizar lo bueno, de ahí que la desobediencia a lo malo, en realidad prueba obediencia y no desobediencia. 5. Sabe que no está frente a una virtud teologal, por tanto puede pecarse por defecto o por exceso; ya enseñó Santo Tomás que “la obediencia no es virtud teologal (…); sí es virtud moral, por ser parte de la justicia, y es medio entre el exceso y el defecto” (Suma Teológica II, II, Q, 104, artículo II, respuesta a la objeción II). Por el contario, la obediencia moderna también denominada ‘falsa obediencia’, presenta estas características: 1. Adhiere a la novedad, sin chistar o chistando, mas a ella finalmente se somete. 2. Obra cosas contrarias a la Tradición Católica. 3. Desobedece a la Tradición, de ahí que es ‘desobediente obediente’, y eso también para confusión de su mentalidad moderna. 4. Ejecuta el engaño, esto es, un mal, de ahí que la obediencia a lo malo, en realidad es prueba de desobediencia y no de obediencia. 5. Hace de la consabida virtud una suerte de virtud teologal, pues al parecer la cree absoluta.</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Se quiere silenciar lo enseñado por el Doctor Angélico: “El exceso en ella –la obediencia- no depende de la cantidad, sino de otras circunstancias; por ejemplo, de que uno obedezca a quien no debe o en lo que no debe, como queda dicho al hablar de la religión” (ob. cit. respuesta a la objeción II). Vale decir que se peca contra la obediencia haciendo algo que se ordena pero que es indebido en materia religiosa. Lo cual, queda claro, prueba que uno ha de ver con la luz de su razón qué cosa se está ordenando hacer. Dirá También Santo Tomás: “A veces los preceptos de los superiores van contra Dios. Luego no se les debe obedecer en todo” (ob. cit. artículo v). Y notemos lo que dirige el santo italiano a los religiosos, a quienes los ataja con lo que llama la “obediencia indiscreta”, que consistiría en obedecer algo del superior contrario a lo querido por Dios, pues, dirá, si son ordenes “contrarias a Dios o contra la regla profesada (…) tal obediencia sería ilícita” (ob. cit. artículo V, respuesta a la objeción III).</span></p><p style="background-color: white; box-sizing: border-box; line-height: 1.6 !important; margin: 0px auto 26px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El modernismo va directamente contra la expresión paulina de “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. No la entiende. No la quiere vivir. No la quiere utilizar. La deforma. Él, como hace de la obediencia una medida que sí o sí debe cumplirse bastando que proceda de quien se tiene por superior, adquirió la costumbre de desobedecer a Dios antes que a los hombres. Hay quienes juzgarán dialécticamente lo anterior objetando que “quien obedece al superior obedece a Dios”, no advirtiendo en lo más mínimo que eso funciona para la VIRTUD de la obediencia, la cual está fundada en la razón, en el bien y en el orden (por eso puede ser virtuosa), y no en el mero capricho de quien por tenerse por autoridad ordena cosas disparatadas amparado en que debe ser obedecido. Ante lo expresado, nunca más oportunas las palabras del R.P. Leonardo Castellani: “La religión adulterada hace gala de la fama de los antiguos santos muertos; y persigue a los santos vivos (…). El actual modernismo religioso se apropia de las glorias terrenas de la Religión (…). Explotadores de la religión que plantaron otros” (El Apokalypsis, ed. Jus, México, 1967, págs. 245 y 246).</span></p><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Tomás I. González Ponda</span></span><span style="font-family: arial; font-size: x-large;">l</span></p><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Fuente: </span><span><a href="https://adelantelafe.com/acerca-de-la-virtud-de-la-obediencia/" style="font-family: arial; font-size: large;"><span style="color: black;">Adelante la Fe</span></a> </span></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-58302990662261737122024-01-15T11:16:00.000-08:002024-01-15T11:16:16.269-08:00MILAGROS EUCARISTICOS - 61<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitGl52EsJRvVW0SDBZfaj4dD5xr9odYuCRyH7o3CCG_YL3NAUe-Q6GHQLVDaEw0lG6wXiRTRpDY8V8vFeOzqWhJ63v-X5use-NMJytizZxTbQ7OEzfwDNTykod5ut9aKl1djInwSdz_s3QPGjWuhrYo9wE0B9jRb9g4qqk8aoD4cEeoML3nIvNjVQKNbHj/s462/jesus-sacramentado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="462" data-original-width="388" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitGl52EsJRvVW0SDBZfaj4dD5xr9odYuCRyH7o3CCG_YL3NAUe-Q6GHQLVDaEw0lG6wXiRTRpDY8V8vFeOzqWhJ63v-X5use-NMJytizZxTbQ7OEzfwDNTykod5ut9aKl1djInwSdz_s3QPGjWuhrYo9wE0B9jRb9g4qqk8aoD4cEeoML3nIvNjVQKNbHj/s16000/jesus-sacramentado.jpg" /></a></div><br /><p></p><span style="font-family: arial;"><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">LAS ALMAS DEL PURGATORIO </span><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><span style="font-family: arial; font-size: large;">Año 1279 Tolentino Italia </span></p></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">San Nicolás de Tolentino no quería ordenarse de
sacerdote porque le anonadaba la sublime grandeza
de tan excelsa dignidad. Después de mucho tiempo,
se decidió, por fin, a que el Señor Obispo le impusiera
las manos, persuadido firmemente que celebrando el
santo sacrificio de la Misa, podría todos los días
socorrer a las benditas almas del Purgatorio, y que los
ángeles custodios de las almas por él libertadas, le
obtendrían del Señor el fervor que había menester
para bien cumplir con los deberes sacerdotales. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Estando un día el Santo, después de Maitines,
descansando, oyó una voz que le despertó y le dijo:
«Fray Nicolás, varón de Dios, vuélvete a mirarme»:
y él le respondió: « ¿Quién eres?»-«Soy, dice, el alma
de Pelegrin Auximense, a quien tu, mientras viví en la
tierra, conociste muy bien, y ahora me estoy
abrasando en estas llamas del Purgatorio. Te suplico que me socorras, y luego de mañana digas Misa por
mi". A lo cual respondió, humildemente, el Religioso: "La copiosísima sangre derramada por Jesucristo te sea en alivio. No te la puedo aplicar en la santa
Misa, porque soy hebdomadario, y además hoy es
domingo y no se dice Misa de difuntos". </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">";Oh. Padre!, dijo él. ven y verás si es razón que tan
inhumanamente respondas a la multitud de almas
afligidas que me enviaron a ti." Y llevado a un vasto
campo, vio una innumerable multitud de almas que
con lagrimas le gritaban: "Padre, ten piedad de nosotras... esperamos socorro de ti. Que si tú ofreces el
Santo Sacrificio, nos veremos libres de los tormentos
que nos devoran". </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Despertó el Santo movido a gran compasión y lágrimas, e hizo oración a Nuestro Señor Jesucristo por
aquellas almas. Al amanecer del día siguiente, fuese
al Superior, y postrándose a sus pies, le rogó con
llanto y ferviente ruegos le exonerase del cargo de
hebdomadario, a fin de que pudiese celebrar una
semana entera la Misa de difuntos. Alcanzó el Santo
lo que deseaba. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pasada la semana, se le apareció de nuevo el alma de
Pelegrín, y le dio las gracias de lo que por las almas
había hecho, afirmando que una buena parte de
aquella multitud que había visto, estaba libre de las
penas del Purgatorio y gozaba ya de la presencia de
Dios en el cielo, por la misericordia divina, sus santos
Sacrificios y fervorosas oraciones. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><p style="text-align: left;"></p><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: medium;">(Lorenzo Surio. Vida de S. Nicolás de Tolentino.
A 10 de septiembre.)</span></span></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><div style="text-align: right;"><span style="background-color: white;">P. Manuel Traval y Roset S.J. (</span><span style="background-color: white;">1856-1919)</span></div></span><p></p><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="background-color: white; text-align: left;"><br /></span></span></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-17422537460618829872024-01-14T10:40:00.000-08:002024-01-14T10:40:50.077-08:00DICHOS DE SANTOS<p style="text-align: center;"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHCmQs12zOnknrZFTzS1HkZG-zB50pcoWSLsBw7oTyKbkmq5C89W6tQK4o6R5SBCol8E354wGGSheCajVn4zE1lE8B4YZOrUTqAHWdnsfWMjI4ObsBXNRly8o0KTgwphFZdr0Rj7mxN16bQAUXdmS-fZbNpJldJpPdh2xPu_SXW6SaMfxKk8G1WiXrCBTU/s720/Santa%20Catalina%20de%20Siena-texto%201.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="552" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHCmQs12zOnknrZFTzS1HkZG-zB50pcoWSLsBw7oTyKbkmq5C89W6tQK4o6R5SBCol8E354wGGSheCajVn4zE1lE8B4YZOrUTqAHWdnsfWMjI4ObsBXNRly8o0KTgwphFZdr0Rj7mxN16bQAUXdmS-fZbNpJldJpPdh2xPu_SXW6SaMfxKk8G1WiXrCBTU/s16000/Santa%20Catalina%20de%20Siena-texto%201.png" /></a></div><div><br /></div><p style="text-align: center;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUepIcrOQKKjVLkhz7K5RlkW0N9icAZcnWGtKdddp_HLKeheccHazx2imoRyWC053DyyHhE8LYF2zUEAnoFrZwMQ-rAmstStAyO7KABazCzl-UNoCpjMVp0nvPy8HuvIYPBAdyekcZkgertycfG-vfg0ye1Svwso-ZzB6fpueK6p_Kf5dq9dj3XWnxdx1F/s783/Santa%20Catalina%20de%20Siena%20-texto%202.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="783" data-original-width="554" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUepIcrOQKKjVLkhz7K5RlkW0N9icAZcnWGtKdddp_HLKeheccHazx2imoRyWC053DyyHhE8LYF2zUEAnoFrZwMQ-rAmstStAyO7KABazCzl-UNoCpjMVp0nvPy8HuvIYPBAdyekcZkgertycfG-vfg0ye1Svwso-ZzB6fpueK6p_Kf5dq9dj3XWnxdx1F/s16000/Santa%20Catalina%20de%20Siena%20-texto%202.png" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5jjn4OyDr68n3n2J2TQpiuTv7yB8sHt1mxfbw-9T9YWCgpXsRu3t2KbPkkMtYunIDAik3d7YiThdq0_e-Xq3lHMbzeE7r04L1yG64QXcRNJslvehHvsgLBx7rZy2_h6iaRDDu7O2mIqCUO_cR8geUwRDuzC3UZmjB8_rSsB6s48SU7kSC__ufC85PWHQ/s762/Santa%20Catalina%20de%20Siena-texto%203.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="762" data-original-width="552" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5jjn4OyDr68n3n2J2TQpiuTv7yB8sHt1mxfbw-9T9YWCgpXsRu3t2KbPkkMtYunIDAik3d7YiThdq0_e-Xq3lHMbzeE7r04L1yG64QXcRNJslvehHvsgLBx7rZy2_h6iaRDDu7O2mIqCUO_cR8geUwRDuzC3UZmjB8_rSsB6s48SU7kSC__ufC85PWHQ/s16000/Santa%20Catalina%20de%20Siena-texto%203.png" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div style="text-align: center;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-9552416181340924282023-12-25T11:02:00.000-08:002023-12-25T11:02:01.699-08:00Feliz y Santa Navidad<p style="text-align: center;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwTZAG9ZKJxaa7VrQ9hoQ67LJCLIPKZ1iw1-BXstWkaxjfCXaAxfcrMDOUIDPUzqSDs26wz8DADcr-nrKoTrOky-VPTv2jH7T9i9LFsI0cIN2dEc88LfbfZ4K9VFAKTccg3tWOSIhPQA37NXU2ugF5Dtfo5M5-lBCoSSxDouJ1GDln1WUKbjjIKDKRtqvt/s918/Nacimiento%20de%20Jes%C3%BAs.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="918" data-original-width="606" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwTZAG9ZKJxaa7VrQ9hoQ67LJCLIPKZ1iw1-BXstWkaxjfCXaAxfcrMDOUIDPUzqSDs26wz8DADcr-nrKoTrOky-VPTv2jH7T9i9LFsI0cIN2dEc88LfbfZ4K9VFAKTccg3tWOSIhPQA37NXU2ugF5Dtfo5M5-lBCoSSxDouJ1GDln1WUKbjjIKDKRtqvt/s16000/Nacimiento%20de%20Jes%C3%BAs.png" /></a></div><div style="background-color: white; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;">Apostolado Eucarístico les desea a todos sus lectores </span></div><div style="background-color: white; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;">y amigos una Feliz y Santa Navidad.</span></div><div style="background-color: white; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-76399441704725453712023-11-28T10:36:00.000-08:002023-11-28T10:36:42.287-08:00MILAGROS EUCARISTICOS - 60<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtSoQrHpTFQeD0gdQFl_zEipE2tNxlGJG0d0-QhfweoNd3yPPRcH1MamgN59F76sH2cCi2ns6NZDLj1ZoDgeX7oJofx-w0Ob7fKgiKQlcshaJH-_eVY-KpO7vvV2kRr-IZNvf-GPNNJ4po5P_lKGU1IUwl0Qg-_EVzWTwVS7bbKp7KVnfLJtQo5z8xLzZ7/s462/jesus%20sacramentado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="462" data-original-width="388" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtSoQrHpTFQeD0gdQFl_zEipE2tNxlGJG0d0-QhfweoNd3yPPRcH1MamgN59F76sH2cCi2ns6NZDLj1ZoDgeX7oJofx-w0Ob7fKgiKQlcshaJH-_eVY-KpO7vvV2kRr-IZNvf-GPNNJ4po5P_lKGU1IUwl0Qg-_EVzWTwVS7bbKp7KVnfLJtQo5z8xLzZ7/s16000/jesus%20sacramentado.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><div style="text-align: center;">EL PEQUEÑO CUSTODIO DE JESUS
SACRAMENTADO </div></span><div style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> Año 1939, Almolda (Zaragoza) </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Cuando entraron los rojos en uno de los pueblos de Aragón, obligaron a un cristiano hornero a que echase en su horno todas las imágenes de los Santos de la parroquia. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Se resistió, con valentía, el hornero. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">No le valió; uno de los oficiales hizo astillas las imágenes, y le obligó a quemarlas en el horno. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Entre estas imágenes llevaron también un hermoso Sagrario que el oficial hizo pedazos, y se marchó. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Un hijo del hornero, de cinco años, notó entre el montón de leña un objeto que relucía, un cristal redondo. Lo tomo en sus manos y se dio cuenta de que era el viril. Todavía conservaba la sagrada Forma. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Va corriendo a su padre, y le dice: "Padre, ahí está Nuestro Señor". No acababa de comprender el hornero las palabras del niño. Va al montón de leña y se puso a temblar. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">"Toma, hijo mío, tómalo tú que eres un ángel." Lo cogió el niño con todo respeto y reverencia, y se lo llevó a su cuarto. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Durante el día le acompañaba todo el tiempo que podía. Durante la noche descansaba junto a Jesús. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El mismo día de la liberación del pueblo, fue el señor Cura a tomar el viril de casa del hornero. Se formó una procesión devotísima hasta la iglesia. Vio, con sorpresa, que no se habían corrompido las sagradas Especies durante los dos años que había estado el viril en el aposento del niño, y las sumió. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El niño se llama Antonio Peña, su padre José Peña Pallas, hornero del pueblo de Almolda, provincia de Zaragoza.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> (Del "Boletín Parroquial suplemento del 'Boletín Oficial del Arzobispado—.—Valencia. 29 de octubre de 1940)
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="background-color: white;">P. Manuel Traval y Roset S.J. (</span><span style="text-align: left;">1856-1919)</span></span></div><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p><div style="text-align: right;"><span style="background-color: white; color: #222222;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></span><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial; font-size: large;"> </span></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-53529013618384364272023-11-25T10:30:00.000-08:002023-11-25T10:30:02.753-08:00PASAJES DE LA BIBLIA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLu83Sdzu2WDc8Nw_IYFcsQHYmZc94DpKK7iDJZLnbh2QzLbgtsKVFPeXLZtqCfn6VFdF3kTWperYEyLyrd4X6jw5EwRwIHzMLOcPhyphenhyphenjt33gehha81qRLG8kZ__fIyiOB9sb4Dui3f1OkGQvi_opfkR6P3Q7adq7XlFz8ofLJ-whnKMtnevOFwyVHyKRbx/s926/Pasajes%20de%20la%20Biblia%2019%20(1).png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="926" data-original-width="661" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLu83Sdzu2WDc8Nw_IYFcsQHYmZc94DpKK7iDJZLnbh2QzLbgtsKVFPeXLZtqCfn6VFdF3kTWperYEyLyrd4X6jw5EwRwIHzMLOcPhyphenhyphenjt33gehha81qRLG8kZ__fIyiOB9sb4Dui3f1OkGQvi_opfkR6P3Q7adq7XlFz8ofLJ-whnKMtnevOFwyVHyKRbx/s16000/Pasajes%20de%20la%20Biblia%2019%20(1).png" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-63797253658057844032023-11-16T10:25:00.000-08:002023-11-16T10:25:28.281-08:00EL ALTAR TRADICIONAL Y EL CRUCIFIJO<p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"> <iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="450" src="https://www.youtube.com/embed/Eoxp9Cx5f2o?si=zIUgKhtA71Rd5U84" title="YouTube video player" width="675"></iframe></p><div style="text-align: center;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-87845450625157822022023-11-05T12:31:00.000-08:002023-11-05T12:31:30.643-08:00PADRE ERNESTO CARDOZO: RENE LAURENTIN / PASCENDI / ANTIGUA ALIANZA / NEFARIUS: LAS ACCIONES DEL DEMONIO<p style="text-align: center;"> </p><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="450" src="https://www.youtube.com/embed/kOf-ZKV69KM?si=txFZ7PK5TySO-xqs" title="YouTube video player" width="675"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-48872577648790385592023-11-04T13:15:00.001-07:002023-11-05T12:11:05.790-08:00PADRE ERNESTO CARDOZO - LA SALETTE: ROMA PERDERA LA FE, FATIMA: REZEMOS EL ROSARIO<p style="text-align: center;"> </p><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="450" src="https://www.youtube.com/embed/QATfVQ_oo4U?si=oQLsnYBIpsSNc2-Z" title="YouTube video player" width="675"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-9509700057316883982023-10-29T13:16:00.004-07:002023-10-29T13:21:17.938-07:00FIESTA DE CRISTO REY - ULTIMO DOMINGO DE OCTUBRE<p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMJ5yarEa3fGuxueB21IMw9u8aQd-RWWbZNYSSUzaS0YwuwYL-2ZAuIYecst9CGcpZ4SvGPVurIDnViHz18VbFLYBWfyOX8UBr4W2KrlxZrgVabzdTgrnYG_50g1dkGSMluASWUvcJ2nw24TKPRpAuVXccWNpzLl6wRSd_GU8ppPlclQIUS18lQPao_oA1/s2029/Fiesta%20de%20Cristo%20Rey-%C3%9Altimo%20domingo%20de%20octubre.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1206" data-original-width="2029" height="380" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMJ5yarEa3fGuxueB21IMw9u8aQd-RWWbZNYSSUzaS0YwuwYL-2ZAuIYecst9CGcpZ4SvGPVurIDnViHz18VbFLYBWfyOX8UBr4W2KrlxZrgVabzdTgrnYG_50g1dkGSMluASWUvcJ2nw24TKPRpAuVXccWNpzLl6wRSd_GU8ppPlclQIUS18lQPao_oA1/w640-h380/Fiesta%20de%20Cristo%20Rey-%C3%9Altimo%20domingo%20de%20octubre.png" width="640" /></a></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><h1 class="entry-title" style="background-color: white; box-sizing: inherit; clear: both; line-height: 1.2; margin: 0px 0px 0.5em;"><span style="font-family: arial; font-size: x-large; font-weight: normal;">Oración a Cristo Rey</span></h1></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><p style="background-color: white; box-sizing: inherit; margin-bottom: 1.5em;"><span style="box-sizing: inherit;"><span style="box-sizing: inherit;">Oh Cristo Jesús, os reconozco por Rey universal.</span></span><br style="box-sizing: inherit;" /><span style="box-sizing: inherit;"><span style="box-sizing: inherit;">Todo cuanto ha sido hecho ha sido creado para Vos.</span></span><br style="box-sizing: inherit;" /><span style="box-sizing: inherit;"><span style="box-sizing: inherit;">Ejerced sobre mí todos vuestros derechos.</span></span></p><p style="background-color: white; box-sizing: inherit; margin-bottom: 1.5em;"><span style="box-sizing: inherit;"><span style="box-sizing: inherit;">Renuevo mis promesas del Santo Bautismo renunciando a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y prometo vivir como buen cristiano.</span></span><br style="box-sizing: inherit;" /><span style="box-sizing: inherit;"><span style="box-sizing: inherit;">Y particularmente me propongo a hacer triunfar, según mis medios, los derechos de Dios y de vuestra Iglesia.</span></span></p><p style="background-color: white; box-sizing: inherit; margin-bottom: 1.5em;"><span style="box-sizing: inherit;"><span style="box-sizing: inherit;">Corazón Divino de Jesús, os ofrezco mis pobres acciones para obtener que todos los corazones reconozcan vuestra Sagrada Realeza y que así se establezca el reinado de vuestra paz en el mundo entero.</span></span></p><p style="background-color: white; box-sizing: inherit; margin-bottom: 1.5em;"><span style="box-sizing: inherit;"><span style="box-sizing: inherit;">Amén.</span></span></p></span></div><p></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-45464459451079663542023-10-25T11:18:00.004-07:002023-10-25T11:18:54.571-07:00Oración de San Agustín a Jesús Sacramentado<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-en_ZCNpPZJFMEdnDBJfodNjPo35sJUb38AQfwEBElgI-t7JJs95fH0OUwXsaV9NPiNwi6fpO5vPhA7hWCBl_18-xLeYs6SHiwHoMaW64UCcZ71czYn5ZJYdSTEE2-LzF0mrEl8wESOOw07PAww-EQ8DccaWIkkmonSQoTe86SlTLJ4o9uDHuZJGz9UWh/s600/Eucarist%C3%ADa%2010.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="338" data-original-width="600" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-en_ZCNpPZJFMEdnDBJfodNjPo35sJUb38AQfwEBElgI-t7JJs95fH0OUwXsaV9NPiNwi6fpO5vPhA7hWCBl_18-xLeYs6SHiwHoMaW64UCcZ71czYn5ZJYdSTEE2-LzF0mrEl8wESOOw07PAww-EQ8DccaWIkkmonSQoTe86SlTLJ4o9uDHuZJGz9UWh/w640-h360/Eucarist%C3%ADa%2010.jpg" width="640" /></a></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: arial;"><span style="font-size: large;">Oh Jesús, redención, amor y deseo nuestro, yo os invoco y clamo a Vos con un clamor grande y de todo corazón, os suplico que vengáis a mi alma, entréis en ella y la ajustéis y unáis tan bien con Vos que la poseáis sin arruga ni mancha alguna; pues la morada en que ha de habitar un Señor tan santo como Vos, muy justo es que esté limpia.</span></span></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: large;">Vos habéis fabricado este vaso de mi corazón; santificadlo, pues; vaciadlo de la maldad que hay en él, llenadlo de vuestra gracia, y conservadlo lleno para que sea templo perpetuo y digno de Vos.</span></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: large;">Dulcísimo, benignísimo, amantísimo, carísimo, potentísimo, deseadísimo, preciosísimo, amabilísimo y hermosísimo Señor, Vos sois más dulce que la miel, más blanco que la nieve, más suave que el maná, más precioso que las perlas y el oro, y más amado de mi alma que todos los tesoros y honras de la tierra.</span></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: large;">Pero cuando digo esto, Dios mío, esperanza mía, misericordia mía, dulzura mía, ¿qué es lo que digo? Digo, Señor, lo que puedo y no digo lo que debo. ¡Oh si yo pudiese decir lo que dicen y cantan aquellos celestiales coros de ángeles! ¡Oh cuán de buena gana me emplearía todo en vuestras alabanzas, y con cuánta devoción, en medio de vuestros predestinados, cantaría mi alma vuestras grandezas, y glorificaría incesantemente vuestro santo nombre!</span></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: large;">Como no hallo palabras para glorificaros dignamente os suplico no miréis tanto a lo que ahora digo, cuanto a lo que deseo decir.</span></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: large;">Bien sabéis Vos, Dios mío, a quien todos los corazones están manifiestos, que yo os amo y quiero más que al cielo y a la tierra y a todas las cosas que hay en ella. Yo os amo con grande amor y deseo amaros más.</span></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: arial; font-size: large;">Dadme gracia para que siempre os ame cuanto deseo y debo, para que en Vos solo me desvele y medite, en Vos piense continuamente de día; en Vos sueñe de noche; con Vos hable mi espíritu, y mi alma siempre platique con Vos. Ilustrad mi corazón con la lumbre de vuestra santa visitación, para que, con vuestra gracia y vuestra dirección camine yo de virtud en virtud. Os suplico, Señor, por vuestras misericordias, con las cuales me librasteis de la muerte eterna, que ablandéis mi corazón, y que me abracéis con el fuego de la compunción, de manera que merezca yo ser cada hora vuestra hostia viva. </span></p><p style="background-color: white; text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: large;">San Agustín</span></span></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-33202292772909968242023-10-15T11:12:00.001-07:002023-10-15T11:12:33.111-07:00PASAJES DE LA BIBLIA<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhoNuSrYbttqm-9j_u9uX31dwpQi-yjBdrR36azsp0N71uEAGqHyt1VYD2S7wVzrkZhCaVzZy3kK-HlAWujIc8LxNSYs1-oEQU0FvA2WEf4X0eKRglVwgwH5eXsxNeYa7UypZTvthEZO1PzWqXjyz0sX-Czh4kaq0NauLJ7_ug2EsEIALXeb1SUnwuDKmL/s756/Pasajes%20de%20la%20Biblia%2018.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="756" data-original-width="540" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhoNuSrYbttqm-9j_u9uX31dwpQi-yjBdrR36azsp0N71uEAGqHyt1VYD2S7wVzrkZhCaVzZy3kK-HlAWujIc8LxNSYs1-oEQU0FvA2WEf4X0eKRglVwgwH5eXsxNeYa7UypZTvthEZO1PzWqXjyz0sX-Czh4kaq0NauLJ7_ug2EsEIALXeb1SUnwuDKmL/s16000/Pasajes%20de%20la%20Biblia%2018.png" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-51825949790803446442023-10-13T11:09:00.004-07:002023-10-13T11:09:53.991-07:00La historia de España contada en 2 minutos<p style="text-align: center;"> </p><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="450" src="https://www.youtube.com/embed/i2Sddl0vepI?si=jkkZ6ZkvjSDuXUV-" title="YouTube video player" width="675"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-80385516142493727862023-09-26T10:54:00.001-07:002023-09-26T10:54:14.271-07:00Profecía de Santa Brígida<p style="text-align: center;"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpyZQoaxCDIWhfOjRZGHco-lRVYF54R7-wpTjwe-y0L85GnhcFF-hwpLGvLnW1Ah03bnP8EEMKfqwIAEZM031-hQaj20S24Tn8ldgrbXaM0e0GfMcMpQOFCRfvSbq5Ge6SG5YhhNXR31fKu8t2hd8295LWhGwvMe0TeJD1yRRsA42f3Y7L_RDG6hJiTCFN/s851/Profec%C3%ADa%20de%20Santa%20Br%C3%ADgida.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="851" data-original-width="629" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpyZQoaxCDIWhfOjRZGHco-lRVYF54R7-wpTjwe-y0L85GnhcFF-hwpLGvLnW1Ah03bnP8EEMKfqwIAEZM031-hQaj20S24Tn8ldgrbXaM0e0GfMcMpQOFCRfvSbq5Ge6SG5YhhNXR31fKu8t2hd8295LWhGwvMe0TeJD1yRRsA42f3Y7L_RDG6hJiTCFN/s16000/Profec%C3%ADa%20de%20Santa%20Br%C3%ADgida.png" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: center;"><br /></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-9508432705553911312023-09-19T11:23:00.002-07:002023-09-19T11:23:24.594-07:00NTRA. SRA. DE LA SALETTE - 19 DE SEPTIEMBRE<p style="text-align: center;"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtctDMuCI5tNM6MekO_g7J-aSL3nnh2dDoFz6k7ziLmhx6vCUm1_aBa88PdIeGqSdDbWC8s6u51POtSlmP22D0-azG5jLbe1udS2TgushKKtccSPikf5aXy81N5Dk5O6BNbCU_tQCfEUbo3c6PwJwuJ5oweVE6rAG5Jo_R17ZlElFgNPkKXCzlTI1J9cpY/s865/Ntra.%20Sra.%20de%20la%20Salette%205.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="865" data-original-width="613" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtctDMuCI5tNM6MekO_g7J-aSL3nnh2dDoFz6k7ziLmhx6vCUm1_aBa88PdIeGqSdDbWC8s6u51POtSlmP22D0-azG5jLbe1udS2TgushKKtccSPikf5aXy81N5Dk5O6BNbCU_tQCfEUbo3c6PwJwuJ5oweVE6rAG5Jo_R17ZlElFgNPkKXCzlTI1J9cpY/s16000/Ntra.%20Sra.%20de%20la%20Salette%205.png" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: x-large;">Nuestra Señora de la Salette, ruega por nosotros.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-85905822131849996862023-09-09T12:35:00.002-07:002023-10-14T11:53:09.210-07:00Palabras del Creador, en presencia de la Corte Celestial y de su esposa, en las que se queja de los cinco hombres que representan al Papa y a sus clérigos, los laicos corruptos, los judíos y los paganos - Santa Brígida<div style="text-align: left;"><p style="background-color: white; text-align: center;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA7DiZ2JBZxu3dVj-WGyeJ7XzpvM2q6M68ece8_-VWmKo47y-VJqgi6tNxWj8h8WaJfKatkGdSFf0cll0sREQDisGZ-slV8Kttc6ZM0oiISyb58yXprN3DhL4lRotRcrn1bsWCY8vBoYbBjJtuM4_WV1WEkUhAJ-6X8XzIjXOkcON9NUp8fkzD8zbsUf7O/s463/Jesucristo-3.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="463" data-original-width="332" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA7DiZ2JBZxu3dVj-WGyeJ7XzpvM2q6M68ece8_-VWmKo47y-VJqgi6tNxWj8h8WaJfKatkGdSFf0cll0sREQDisGZ-slV8Kttc6ZM0oiISyb58yXprN3DhL4lRotRcrn1bsWCY8vBoYbBjJtuM4_WV1WEkUhAJ-6X8XzIjXOkcON9NUp8fkzD8zbsUf7O/w459-h640/Jesucristo-3.png" width="459" /></a></div><i><br /></i></div><p></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><i><span style="font-family: arial; font-size: large;">Palabras del Creador, en presencia de la Corte Celestial y de su esposa, en las que se queja de los cinco hombres que representan al papa y a sus clérigos, los laicos corruptos, los judíos y los paganos. También sobre la ayuda enviada a sus amigos, que representan a toda la humanidad y sobre la dura condena de sus enemigos. </span></i></p><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Yo soy el Creador de todas las cosas. Nací del Padre antes de que existiera Lucifer. Existo inseparablemente en el Padre y el Padre en mí y hay un Espíritu en ambos. Por consiguiente, hay un Dios –Padre, Hijo y Espíritu Santo—y no tres dioses. Yo soy el que le hizo la promesa de la herencia eterna a Abraham y conduje a mi pueblo fuera de Egipto a través de Moisés. Yo soy el que habló a través de los profetas. El padre me puso en el vientre de la Virgen, sin separarse de mí, permaneciendo conmigo inseparablemente para que la humanidad, que ha abandonado a Dios, pueda retornar a Dios a través de mi amor. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ahora, sin embargo, en vuestra presencia, Corte Celestial, pese a que veis y sabéis todo de mi, por el bien del conocimiento y la instrucción de esta desposada mía, que no puede percibir lo espiritual sino es por medio de lo físico, yo declaro mi pesar ante vosotros en relación de los cinco hombres aquí presentes, por ser ellos ofensivos para mí de muchas maneras. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">De la misma forma que yo, en una ocasión, incluí a todo el pueblo israelita en el nombre de Israel en la Ley, ahora mediante estos cinco hombres me refiero a todos en el mundo. El primer hombre representa al líder de la Iglesia y sus sacerdotes; el segundo, a los laicos corruptos, el tercero a los judíos, el cuarto a los paganos y el quinto a mis amigos. En lo que a ti respecta, judío, he hecho una excepción con todos los judíos que son cristianos en secreto y que me sirven en caridad sincera, conforme a la fe y en sus trabajos perfectos en secreto. En relación a ti, pagano, he hecho una excepción con todos aquellos que con gusto caminarían por la senda de mis mandamientos si tan solo supieran cómo y si fueran instruidos, los que tratan de poner en práctica todo lo que pueden y de lo que son capaces. Éstos, no serán de ninguna manera sentenciados con vosotros. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ahora declaro mi disgusto contigo, cabeza de mi Iglesia, tú que te sientas en mi asiento. Le concedí este asiento a Pedro y a sus sucesores para que se sentaran con una triple dignidad y autoridad: primero, para que pudieran tener el poder de atar y desatar a las almas del pecado; segundo, para que pudieran abrirle el Cielo a los penitentes; tercero, para que cerraran el Cielo a los condenados y a aquellos que me desprecian. Pero tú, que deberías estar absolviendo almas y presentándomelas, eres realmente un asesino de almas. Designé a Pedro como el pastor y el sirviente de mis ovejas, pero tú las disipas y las hieres, eres peor que Lucifer. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Él tenía envidia de mí y no persiguió matar a nadie más que a mí, de forma que pudiera él gobernar en mi lugar. Pero tú eres lo peor en que, no sólo me matas al apartarme de ti por tu mal trabajo sino que, también, matas a las almas debido a tu mal ejemplo. Yo redimí almas con mi sangre y te las encomendé como a un amigo fiable. Pero tú se las devuelvas al enemigo del que yo las redimí. Eres más injusto que Pilatos. Él tan sólo me condenó a muerte. Pero tú no sólo me condenas como si yo fuese un pobre hombre indigno, sino que también condenas a las almas de mis elegidos y dejas libres a los culpables. Mereces menos misericordia que Judas. Él tan solo me vendió. Pero tú, no solo me vendes a mí, sino que también vendes a las almas de mis elegidos en base a tu propio provecho y vana reputación. Tú eres más abominable que los judíos. Ellos tan sólo crucificaron mi cuerpo, pero tú crucificaste y castigaste a las almas de mis elegidos para quienes tu maldad y trasgresión son más afiladas que una espada. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Así, puesto que eres como Lucifer, más injusto que Pilatos, menos digno de misericordia que Judas y más abominable que los judíos, mi enfado contigo está justificado. El Señor dijo al segundo hombre, es decir, al que representa a los laicos: “Yo creé todas las cosas para tu uso. Tú me diste tu consentimiento a mí y Yo a ti. Tú me prometiste tu fe y me juraste que me servirías. Ahora, sin embargo, te has apartado de mí como alguien que no conoce a Dios. Te refieres a mis palabras como mentiras y a mis trabajos como carentes de sentido. Tú dices que mi voluntad y mis mandamientos son muy duros. Has violado la fe que prometiste. Has roto tu juramento y has abandonado mi Nombre. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Te has disociado a ti mismo de la compañía de mis santos y te has integrado en la compañía de los demonios, haciéndote socio suyo. Tú no crees que ninguno merezca alabanza y honor salvo tú mismo. Consideras difícil todo lo que tiene que ver conmigo y lo que estás obligado a hacer por mí, mientras que las cosas que te gusta hacer son fáciles para ti. Es por esto que mi enfado contigo está justificado, porque tú has quebrado la fe que me prometiste en el bautismo y en adelante. Encima, me acusas de mentir sobre el amor que te he mostrado de palabra y de hecho. Dices que yo era un loco por sufrir”. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al tercer hombre, es decir al representante de los judíos, le dijo: “Yo comencé mi amoroso idilio contigo. Te elegí como mi pueblo, te libré de la esclavitud, te di Mi Ley, te conduje hasta la Tierra que les había prometido a tus padres y te envié profetas que te consolaran. Después, elegí una Virgen de entre vosotros y tomé de ella naturaleza humana. Mi disgusto contigo es que aún rehúsas creer en mí, diciendo: “Cristo no ha venido todavía sino que tiene que venir”. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El Señor dijo al cuarto hombre, es decir a los paganos: “Yo te creé y te redimí para que fueras cristiano. Hice contigo todo el bien. Pero tú eres como alguien que está fuera de sus sentidos, porque no sabes lo que haces. Eres como un ciego, porque no sabes hacia dónde te diriges. Adoras a las criaturas en lugar de al Creador, a la falsedad en lugar de a la verdad. Te arrodillas ante las cosas que son inferiores a ti. Esta es la causa de mi disgusto en relación a ti”. Al quinto hombre le dijo: “¡Acércate más, amigo!” Y se dirigió directamente a la Corte Celestial: “Queridos amigos, este amigo mío representa a mis muchos amigos. Él es como un hombre cercado entre los corruptos y mantenido en un duro cautiverio. Cuando dice la verdad le arrojan piedras en la boca. Cuando hace algo bueno, le clavan una lanza en el pecho. ¡Ay, mis amigos y santos! ¿Cómo puedo soportar a esas personas y cuánto tiempo me mantendré con semejante desprecio?”. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">San Juan Bautista respondió: “Eres como un espejo inmaculado. Vemos y sabemos todas las cosas en ti como en un espejo, sin necesidad de palabras. Eres la dulzura incomparable en la que saboreamos todo lo bueno. Eres como la más afilada de las espadas y un Juez justo”. El Señor le respondió: “Amigo mío, lo que has dicho es cierto. Mis elegidos ven toda la bondad y justicia en mí. Aún los espíritus diabólicos lo hacen, aunque no en la luz sino en su propia conciencia. Como un hombre en prisión, que se aprendió las letras y aún las conoce cuando se encuentra en la oscuridad y no las ve, los demonios, pese a que no ven mi justicia a la luz de mi claridad, aún así, conocen y ven en su conciencia. Yo soy como una espada que corta en dos. Le doy a cada persona lo que él o ella merecen. Entonces, el Señor agregó, hablando al Bienaventurado Pedro: “Tú eres el fundador de la fe y de mi Iglesia. Mientras lo escucha mi Ejército, ¡declara la sentencia de estos cinco hombres!”. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pedro contestó: “¡Gloria y honor para Ti, Señor, por el amor que has demostrado a la tierra! ¡Que toda tu Corte te bendiga, porque Tú nos haces ver y saber en Ti todo lo que es y lo que será! Vemos y sabemos todo en Ti. Es verdaderamente justo que el primer hombre, el que se sienta en tu asiento mientras que realiza los hechos de Lucifer, vergonzosamente deba renunciar a ese asiento en el que presumió sentarse y compartir el castigo de Lucifer. La sentencia del segundo hombre es que aquél que haya abandonado la fe debe descender al infierno con la cabeza abajo y los pies arriba, por haberte despreciado a Ti, que deberías ser su cabeza y por haberse amado a sí mismo. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La sentencia del tercero es que no verá Tu rostro y será condenado por su perversidad y avaricia, puesto que los que no creen no merecen contemplar la visión de Ti. La sentencia del cuarto es que debería ser encerrado y confinado en la oscuridad, como un hombre fuera de sus sentidos. La sentencia del quinto es que deberá serle enviada ayuda” Cuando el Señor oyó esto, respondió: “Prometo por Dios, el Padre, cuya voz oyó Juan el Bautista en el Jordán, que haré justicia a éstos cinco”. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Después, el Señor continuó, diciendo al primero de los cinco hombres: “La espada de mi severidad atravesará tu cuerpo, entrando desde lo alto de tu cabeza y penetrando tan profunda y firmemente que nunca podrá ser sacada. Tu asiento se hundirá como una piedra pesada y no cesará hasta que alcance la parte más baja de las profundidades. Tus dedos, es decir, tus consejeros, arderán en un fuego sulfuroso e inextinguible. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Tus brazos, es decir, tus vicarios, que debieran de haber conseguido el beneficio de las almas, pero que en su lugar consiguieron provechos mundanos y honores, serán sentenciados al castigo del que habla David: ‘Que sus hijos queden huérfanos y su mujer viuda, que los extraños le arrebaten su propiedad’. ¿Qué significa ‘su mujer’ sino el alma que ha sido separada de la gloria del Cielo y que quedará viuda de Dios? ‘Sus hijos’, es decir, las virtudes que aparentaron poseer y mi gente sencilla, aquellos que se les sometieron, serán apartados de ellos. Su rango y propiedad caerá en manos de otros, y ellos heredarán la eterna vergüenza en lugar de su rango privilegiado. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Sus mitras se hundirán en el barro del infierno y ellos mismos nunca se levantarán de él. Por ello, lo mismo que el honor y el orgullo que alcanzaron sobre otros aquí en la tierra, se hundirán en el infierno tan profundamente, más que los demás, que les será imposible levantarse. Sus extremidades, o sea, todos los sacerdotes aduladores que les secunden, serán separados de ellos y aislados, igual que una pared que se derrumba, en la que no quedará piedra sobre piedra y el cemento ya no se adherirá a las piedras. La misericordia nunca les llegará, porque mi amor nunca les calentará ni les repondrá en la eterna Mansión Celestial. En su lugar, despojados de todo bien, serán eternamente atormentados junto a sus líderes. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al segundo hombre, Yo le digo: Dado que tú no quieres mantenerte en la fe que me prometiste ni manifestar amor hacia mí, te enviaré un animal que procederá del torrente impetuoso para devorarte. Y, lo mismo que un torrente siempre corre hacia abajo, así el animal te llevará a las partes más bajas del infierno. Tan imposible como es para ti viajar corriente arriba contra un torrente impetuoso, igual de difícil será para ti ascender desde el infierno. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al tercer hombre, le digo: ‘Ya que tú, judío, no quieres creer que Yo ya he venido, por ello, cuando vuelva para el segundo juicio, no me verás en mi gloria sino en tu conciencia, y comprobarás que todo lo que te dije era verdad. Entonces ahí quedará que seas castigado como mereces’. Al cuarto hombre, le digo: ‘Como no te has ocupado de creer ni has querido saber, tu propia oscuridad será tu luz y tu corazón será iluminado para que comprendas que mis juicios son verdaderos pero, sin embargo, tú no alcanzarás la luz’. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al quinto hombre, le digo: ‘Haré tres cosas por ti. Primero, te llenaré internamente de mi calor. Segundo, haré que tu boca sea más fuerte y más firme que cualquier piedra, de modo que las piedras que te arrojen serán rebotadas. Tercero, te armaré con mis armas, de forma que ninguna lanza te dañará sino que todo cederá ante ti como la cera frente al fuego. </span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Por tanto, ¡hazte fuerte y resiste como un hombre! Como un soldado que, en la guerra, espera la ayuda de su Señor y lucha mientras le quedan fluidos de vida, así también tú, ¡mantente firme y lucha! El Señor, tu Dios, aquél a quien nadie puede resistir, te ayudará. Y, como vosotros sois pocos en número, os daré honor y os convertiré en muchos. Mirad, amigos míos, veis estas cosas y las reconocéis en Mí y, por ello, se mantienen ante mí’. Las palabras que ahora he pronunciado se cumplirán. Aquellos hombres nunca entrarán en mi Reino mientras yo sea el Rey, a menos que enmienden sus caminos. Porque el Cielo no será sino para aquellos que se humillan a sí mismos y hacen penitencia”. Entonces, toda la corte respondió: “¡Gloria a Ti, Señor Dios, que no tienes principio ni fin!”.</span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="background-color: white; text-align: justify;"><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Profecías y Revelaciones de Santa Brígida</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Libro 1 - Capitulo 41</span></div></div></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-37987993986250098812023-08-23T11:13:00.001-07:002023-08-24T02:55:49.892-07:00 Me acerco a tu altar - Oración de San Ambrosio<p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7m9oFPLhI70XYW9hR-k7XI7Hr62vu2QOorA8t-pYpYFJD8gVYmT5VmY5zUvwfhRGlfQebwPgibhw6G6QaXYwNmyCTIasObdsuA0FwxFGNZZryiE2GW6XJJf9c97IUfPHmdWDr3wQcO09DZ45Xzo6Aeer00uNdunogdTBhI-annGs_rEjqZHvLoqa0GZKS/s907/Cuerpo%20y%20Sangre%20de%20Jesucristo%201.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="907" data-original-width="584" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7m9oFPLhI70XYW9hR-k7XI7Hr62vu2QOorA8t-pYpYFJD8gVYmT5VmY5zUvwfhRGlfQebwPgibhw6G6QaXYwNmyCTIasObdsuA0FwxFGNZZryiE2GW6XJJf9c97IUfPHmdWDr3wQcO09DZ45Xzo6Aeer00uNdunogdTBhI-annGs_rEjqZHvLoqa0GZKS/s16000/Cuerpo%20y%20Sangre%20de%20Jesucristo%201.png" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span _msthash="5663" _msttexthash="11521081" style="font-family: arial;"><span _msthash="5668" _msttexthash="11521081" style="font-size: large;">Señor mío Jesucristo, me acerco a tu altar lleno de temor por mis pecados, pero también lleno de confianza porque estoy seguro de tu misericordia.</span></span></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div _msthash="5434" _msttexthash="5371158" style="text-align: justify;">Tengo conciencia de que mis pecados son muchos y de que no he sabido dominar mi corazón y mi lengua.</div></span><p></p><p style="background-color: white; line-height: 1.62; margin-bottom: 30px; margin-top: 0px; position: relative;"></p><div style="text-align: justify;"><span _msthash="5435" _msttexthash="24521900" style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Por eso, Señor de bondad y de poder,</span><span style="font-family: arial;"> </span><span style="font-family: arial;">con mis miserias y temores me acerco a Ti, fuente de misericordia y de perdón; vengo a refugiarme en Ti, que has dado la vida por salvarme, antes de que llegues como juez a pedirme cuentas.</span></span></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div _msthash="5436" _msttexthash="13936546" style="text-align: justify;">Señor no me da vergüenza descubrirte a Ti mis llagas. Me dan miedo mis pecados, cuyo número y magnitud sólo Tú conoces; pero confío en tu infinita misericordia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div _msthash="5437" _msttexthash="13808756" style="text-align: justify;">Señor mío Jesucristo, Rey eterno, Dios y hombre verdadero, mírame con amor, pues quisiste hacerte hombre para morir por nosotros. Escúchame, pues espero en Ti.</div></span><p></p><p style="background-color: white; line-height: 1.62; margin-bottom: 30px; margin-top: 0px; position: relative;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span _msthash="5438" _msttexthash="3616704" style="font-size: large;">Ten compasión de mis pecados y miserias, Tú que eres fuente inagotable de amor.</span></span></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div _msthash="5439" _msttexthash="26120588" style="text-align: justify;">Te adoro, Señor, porque diste tu vida en la Cruz y te ofreciste en ella como Redentor por todos los hombres y especialmente por mi. Adoro Señor, la sangre preciosa que brotó de tus heridas y ha purificado al mundo de sus pecados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div _msthash="5440" _msttexthash="26927940" style="text-align: justify;">Mira, Señor, a este pobre pecador, creado y redimido por Ti. Me arrepiento de mis pecados y propongo corregir sus consecuencias. Purifícame de todos mis maldades para que pueda recibir menos indignamente tu sagrada comunión.</div></span><p></p><p style="background-color: white; line-height: 1.62; margin-bottom: 30px; margin-top: 0px; position: relative; text-align: justify;"><span _msthash="5441" _msttexthash="39055497" style="font-family: arial; font-size: large;">Que tu Cuerpo y tu Sangre me ayuden, Señor, a obtener de Ti el perdón de mis pecados y la satisfacción de mis culpas; me libren de mis malos pensamientos, renueven en mi los sentimientos santos, me impulsen a cumplir tu voluntad y me protejan en todo peligro de alma y cuerpo. Amén.</span></p><p style="background-color: white; line-height: 1.62; margin-bottom: 30px; margin-top: 0px; position: relative; text-align: right;"><span _msthash="5442" _msttexthash="178100" style="font-family: arial; font-size: large;">San Ambrosio</span></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-86316835399565275462023-08-22T09:34:00.003-07:002023-08-23T11:17:03.640-07:00Fiesta del Inmaculado Corazón de María - 22 de Agosto<h1 style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisC3yPiVYWGHxnTd2TGEotQ1VxRvL4XzMDSYoV8hOs6MmJbiwH6nLOHAW6ET_ynq7etSi85XBbkhd98Gsyg2mNjkX9IV87Uwk1rCJXxZIJq2NuUxXw9qdkhEjmSQ9hGV1_byed5JHaIJCHDcn9CYH4tKmOKF5cfedffub67l7hfnwGCATVr1RqqI0ToPeS/s718/Inmaculado%20Coraz%C3%B3n%201.png" imageanchor="1" style="font-family: arial; font-size: x-large; font-weight: normal; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="718" data-original-width="692" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisC3yPiVYWGHxnTd2TGEotQ1VxRvL4XzMDSYoV8hOs6MmJbiwH6nLOHAW6ET_ynq7etSi85XBbkhd98Gsyg2mNjkX9IV87Uwk1rCJXxZIJq2NuUxXw9qdkhEjmSQ9hGV1_byed5JHaIJCHDcn9CYH4tKmOKF5cfedffub67l7hfnwGCATVr1RqqI0ToPeS/w617-h640/Inmaculado%20Coraz%C3%B3n%201.png" width="617" /></a></h1><h1 style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large; font-weight: normal;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></span></h1><h4 style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large; font-weight: normal;"><span style="background-color: white;">ORACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA</span></span><center style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large; font-weight: normal;">PARA PEDIR UN FAVOR</span></center></h4><p style="background-color: white;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">¡Corazón inmaculado de María!, desbordante de amor a Dios y a la humanidad, </span><span style="font-family: arial;">y de compasión por los pecadores, me consagro enteramente a ti. Te confío la salvación de mi alma.</span></span></div><p></p><p style="background-color: white;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Que mi corazón esté siempre unido al tuyo, para que me separe del pecado, </span><span style="font-family: arial;">ame mas a Dios y al prójimo y alcance la vida eterna juntamente con aquellos que amo.</span></span></div><p></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Medianera de todas las gracias, y Madre de misericordia, recuerda el tesoro infinito que tu divino Hijo ha merecido con sus sufrimientos y que nos confió a nosotros sus hijos.</span></p><p style="background-color: white; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Llenos de confianza en tu maternal corazón, que venero y amo, acudo a ti en mis apremiantes necesidades. Por los méritos de tu amable e inmaculado Corazón y por amor al Sagrado Corazón de Jesús, obtenme la gracia que pido <i>(mencionar aquí el favor que se desea)</i></span></p><p style="background-color: white;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Madre amadísima, si lo que pido no fuere conforme a la voluntad de Dios, </span><span style="font-family: arial;">intercede para que se conceda lo que sea para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma. Que yo experimente la bondad maternal de tu corazón y el poder de su pureza intercediendo ante Jesús ahora en mi vida y en la hora de mi muerte. Amén.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-large;"><br /></span></div><p></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-26785886928795886542023-07-23T12:02:00.002-07:002023-07-23T12:04:07.850-07:00Castigos de Dios a la Blasfemia (video)<p style="text-align: center;"> </p><p style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="450" src="https://www.youtube.com/embed/y3WV5Agn-Zg" title="YouTube video player" width="675"></iframe></p><div style="text-align: center;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-72481817845029817342023-07-01T10:49:00.005-07:002023-07-01T10:52:01.461-07:00LA PRECIOSISIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO - 1 de Julio<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx6BvBUcfITUdhPUgkfISgsVU03m8yTt2bWlVZ7ctjUIWZ55xrTQCpWBp9tjOGwzruOwOP4UcknVlOAVet4FC1hnXWCQXWkHzG0hKGwofBfAY3OXwz6vQSSoW0aSOYC24yMpBlBMFHiZhhk7JTsIUhOaK-A05NJsjYce_on7A_qEAPBZguiGLUNvtt8zae/s708/Ecce%20Homo%202.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="708" data-original-width="525" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx6BvBUcfITUdhPUgkfISgsVU03m8yTt2bWlVZ7ctjUIWZ55xrTQCpWBp9tjOGwzruOwOP4UcknVlOAVet4FC1hnXWCQXWkHzG0hKGwofBfAY3OXwz6vQSSoW0aSOYC24yMpBlBMFHiZhhk7JTsIUhOaK-A05NJsjYce_on7A_qEAPBZguiGLUNvtt8zae/w475-h640/Ecce%20Homo%202.png" width="475" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">LA SANGRE DE JESUCRISTO EN LA
EUCARISTÍA</span></span></p><div style="text-align: left;"><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; text-align: left;">Hic est sanguis meus.</span></div><span style="line-height: 107%;"><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;">Esta es mi sangre.</span><span style="font-family: arial;"> </span></div></span></div>
<div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; text-align: left;">(Marc. XIV, 23)</span></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Qué hermosos elogios tributan
los Santos Padres a la sangre divina de Nuestro Señor! ¡Con qué entusiasmo la
aclaman y ensalzan! ¡Cómo ponen de relieve, en conmovedoras frases, sus
inefables caracteres! Oídlos: «La sangre de Jesucristo es un rescate divino que
nos redimió del triple cautiverio del pecado, de la muerte y del infierno (1).
Es remedio soberano que cura no sólo los males pasados, sino que preserva de
todos los que pudieran amenazarnos por parte del mundo, del demonio o de
nosotros mismos (2). Es un baño saludable y delicioso que lava todas nuestras
manchas, devolviéndonos la pureza inmaculada (3). Es un alimento celestial que
nos sustenta; fortifica en nosotros la vida de la gracia y nos hace crecer para
el cielo. Es una divina y deliciosa bebida que nos sacia, y satisface nuestra
sed peligrosa de placeres, sensuales, dejando sólo en nuestra alma la sed de la
justicia (4). Es una leche de indecible suavidad que forma las delicias de los
hijos de Dios (5). Es un tesoro abundante, de precio infinito, que nos enriquece
y proporciona todo cuanto podemos legítimamente desear (6). Es un fuego
celestial que derrite el hielo de nuestros corazones y nos inflama en un amor
completamente divino (7). Es un adorno admirable que nos embellece y hace agradables
a Dios (8). Es el sello del gran Rey que imprime en nuestras almas el carácter
de predestinados (9). Es la llave irresistible que nos abre las puertas del
cielo y nos pone en posesión de sus magnificencias» (10). ¡Y una sangre de
tanto precio, nosotros la poseemos en la Eucaristía! ¡Oh, qué consuelo no
infunde esta idea! ¡En la adorable Eucaristía poseemos la verdadera sangre de
nuestro Señor Jesucristo, la sangre redentora de Jesucristo, la sangre inefablemente
santificadora de Jesucristo! Hic est sanguis meus.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Oh sublimes afirmaciones! ¡Oh
maravillosa declaración, repleta de los más dulces consuelos y de las más
fortalecedoras esperanzas!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Meditémoslas con gozo, respeto
y amor.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">I<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En la Eucaristía poseemos, no
ya en figura o en símbolo,, sino VERDADERA, REAL Y SUSTANCIALMENTE la sangre
divina de Jesús. ¿Quién lo afirma? El que es verdad infalible; el mismo Jesús.
Oigamos su testimonio, pues sus palabras son más claras que la luz del
mediodía. En la última, cena, y en medio de sus apóstoles que han de ser los
heraldos del Evangelio, los ecos de su palabra, los institutores de su culto y,
sobre todo, los glorificadores del dogma de la Eucaristía que a todos Ios compendia
y encierra, toma el cáliz en sus santas y venerables manos, y después de
levantar los ojos al cielo hacia su Padre santo y omnipotente, da gracias, lo
bendice y entrega a sus apóstoles, diciendo: «Tomad y bebed todos de él. Esta
es mi sangre, la sangre del nuevo Testamento, la sangre que será derramada, en
bien de muchos, para remisión de los pecados. Este cáliz es el Nuevo Testamento
en mi sangre que será derramada en bien de muchos para remisión de los pecados.
Este cáliz es el Nuevo Testamento en mi sangre, que será derramada por
vosotros». Hic est sanguis meus!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Así pues, dice un piadoso
autor (11), todos los días adoramos la preciosa sangre cuando asistimos a la
santa Misa. A la elevación del cáliz, hemos de considerar, por tanto, que allí está
la sangre de Cristo en toda su plenitud, glorificada sí, pero latiendo con las
pulsaciones propias de la vida humana. La sangre que se derramó gota a gota en
el huerto de los Olivos, la que se coaguló en los látigos y varas de la
flagelación, la que se secó sobre los cabellos del Salvador, la que empapó sus
vestidos y dejó huellas rojizas en la corona de espinas, la que roció el madero
de la cruz; la sangre que, al comulgarse a sí propio, bebió el mismo Jesús la
noche del Jueves Santo, la que se derramó con tanta prodigalidad y como al
descuido sobre el suelo de la pérfida ciudad: es la misma que vive en el cáliz
unida a la persona del Verbo eternal, para recibir adoraciones de los hombres
en medio del más profundo anonadamiento de nuestras almas y cuerpos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Los rayos del sol levante
penetran en la iglesia a través de los policromados ventanales; se posan un
instante sobre el cáliz descubierto, y sus reflejos tímidos y sin cesar
agitados, se quiebran y fulguran deliciosamente, cual si cayesen sobre una piedra
preciosa; los ojos del sacerdote se paran a contemplar aquel espectáculo, y
parécele como que esta luz rebotara del Sanguis hasta el fondo de su corazón,
fortificando su fe y encendiendo más y más su amor. Pues bien; en esta copa y
bajo estos rayos misteriosos, está la sangre de un Dios, verdadera sangre
viviente, brotada, como de fuente original, del corazón inmaculado de María.
Cuando el Santísimo Sacramento se posa sobre nuestra lengua, en el mismo
instante — instante que los ángeles de Dios, a pesar de su grandeza, no pueden
contemplar sin estremecerse — la sangre de Jesús circula en la Hostia con toda
la abundancia de su gloriosa vida. Y para no anonadarnos, se sirve del misterio
de este Sacramento para velar el chorro inextinguible de luz que ilumina las
regiones todas del cielo, con un resplandor tal, que millares de soles reunidos
no llegarían a igualarlo. No sentimos la fuerza de las pulsaciones de su vida
inmortal, porque, de lo contrario, nos fuera imposible vivir nuestra propia vida,
que se sentiría presa de un santo terror. Sin embargo, es cierto que en esta
Hostia adorable palpita toda la plenitud de la preciosa sangre: la sangre de
Getsemaní, de Jerusalén y del Calvario; la sangre de la pasión, resurrección y
ascensión; la sangre que ha sido derramada y vuelta a incorporar al Salvador.
Dentro de nosotros la llevamos ahora, por semejante manera de como la trajo en
su seno la Virgen María. Dicha sangre está en el corazón de Jesús, en sus venas
y en el templo de su cuerpo. Esto creemos por la fe; aunque mejor diríamos, tal
vez, no que lo creemos, mas ¡que no lo ignorarnos!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Y esta sangre multiplicase con
una profusión increíble. Está en los cálices, después de la consagración; está
en todas las hostias consagradas, en todas las iglesias, en todos los
tabernáculos donde se guardan las sagradas especies; y en todas partes está tan
real y verdaderamente como en el cielo. Esta sangre es el don supremo que Jesús
nos legara al morir. Los hombres, al bajar al sepulcro, dejan a sus parientes
bienes terrenos; lo sumo a que pueden llegar es a hacer entrega de su corazón
frío e inanimado, como reliquia. Pero Jesús nos lega su sangre viva; su sangre
subsistente en la persona del Verbo: sangre de un valor indecible, e incomparablemente
más preciosa que todos los tesoros, ¡su sangre divina! (12).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Esta sangre, en fin, es un
gaje infalible de la vida eterna que nos ha sido prometida por Aquel que es
único que puede prometérnosla y darla; es la rúbrica augusta del contrato por
el cual se compromete Dios a ponernos en posesión de sí mismo, en el paraíso,
con todos los medios para alcanzarlo (13) .<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¿Qué corazón habrá tan duro,
exclama Bossuet (14), que no se sienta conmovido, oyendo todos los días estas
palabras del Salvador: «Esta es mi sangre del Nuevo Testamento»; o, como dice
San Lucas: «Este cáliz es el Nuevo Testamento, por mi sangre» que contiene?
Pues tal es la naturaleza de este Testamento que debe ser escrito todo entero
con la sangre del testador. Oh cristianos, venid, venid a leer este testamento
admirable; venid a oír su lectura solemne durante la celebración de los santos
misterios. Venid a gozar de las bondades de vuestro Salvador, de vuestro Padre,
de vuestro divino Testador, el cual compra con su propia sangre la herencia que
para vosotros destina, y con esta misma sangre escribe, además, el testamento
con que os la trasmite. Venid a leer este testamento; venida poseerlo; venid a
gozarlo: la herencia del reino de los cielos es para vosotros!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Oh sangre verdadera de Jesús,
realmente presente en el Santísimo Sacramento por una sublime invención del más
inflamado amor; yo te adoro con todo el ardor de mi alma, completamente
anonadada en tu presencia! Te reconozco y proclamo más grande que todas las
grandezas, más excelente que todas las excelencias; pues, como sangre de Dios
que eres, encierras una grandeza y excelencia infinitas. Con respeto me
prosterno ante los ángeles y santos; humillándome en el polvo, venero y honro a
María Inmaculada, la reina del paraíso; pero a ti debo tributarle honores
inmensamente más excelsos todavía. Te adoro como debe ser adorada la divinidad;
te adoro por lo que tantas veces he dicho, porque eres la sangre de Dios.
Repito esta palabra para que se grabe más profundamente en mi ser y me penetre
de los sentimientos que deben animarme al pie de los altares: sentimientos de
adoración y sobre todo de amor.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">II<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Porque, en efecto, en la
Eucaristía poseemos no sólo la verdadera sangre de Jesucristo, sino la sangre
que nos rescató del pecado, que nos arrancó de la esclavitud del demonio, que
nos ha, abierto las puertas del cielo y merecido a todos las gracias de la
salud: en una palabra, la SANGRE DEL REDENTOR.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Es una ley fundada sobre la
naturaleza de las cosas y sobre la voluntad de Dios, una ley confirmada por la
tradición de todos los pueblos, aun los más antiguos; que la expiación del
pecado no puede hacerse sino con derramamiento de sangre; y la razón está en
que, así como la sangre es el principio de la vida, y el pecado un abuso de
esta misma vida que se levanta contra el soberano Legislador; la reparación
exige que se derrame sangre, sea la del culpable o la de una víctima que le
sustituya, a fin de aplacar la cólera divina. Por otra parte, las leyes
establecen también que los testamentos son valederos sólo a la muerte del
testador: es decir, cuando la sangre, privada del influjo del alma que la
abandona, cesa de vivificar el cuerpo que antes animara.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ahora bien, como Jesús se
constituyó en víctima del género humano, en reparación de todas las
iniquidades, y quiso dar en testamento a todos los hombres los dones infinitos
de la gracia y de la gloria, menester fue, bajo este doble título, que muriera
y derramara su sangre.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Por tanto, no sin causa la
sagrada Escritura atribuye la redención y los beneficios múltiples que de ella
dimanan, a la efusión de la sangre de Jesucristo. Oíd, sobre materia de tanta
importancia, algunos textos admirables de los escritores sagrados, entre los
cuales ocupa el primer lugar San Pablo, que de verdad puede apellidarse el
cantor inspirado de la preciosa sangre. «Plúgole al Padre celestial, dice, que
en El residiera toda plenitud, y que todas las cosas se reconciliaran por El,
pacificando, por medio de su sangre derramada en la cruz, todo cuanto hay sobre
la tierra y en el cielo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Mas, sobreviniendo Cristo,
pontífice que nos había de alcanzar los bienes venideros, por medio de un
tabernáculo más excelente y más perfecto, no hecho a mano, esto es, no de
fábrica o formación semejante a la nuestra; presentándose no con sangre de
machos de cabrío, ni de becerros, sino con la sangre propia, entró una sola vez
para siempre en el santuario del cielo, habiendo obtenido la eterna redención
del género humano. Porque si la sangre de los machos de cabrío y de los toros,
y la ceniza de la ternera sacrificada, esparcida sobre los inmundos, los
santifica en orden a la purificación legal de la carne, ¿cuánto más la sangre
de Cristo, el cual por impulso del Espíritu Santo se ofreció a sí mismo
inmaculado a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas de los
pecados, para que tributemos un verdadero culto al Dios vivo? El primer
testamento no fue confirmado sino con sangre ; según la ley todo se purifica
con sangre, y en fin, los pecados sólo con efusión de sangre se perdonan. Era,
pues, necesario que lo que sólo es figura de las cosas celestiales fuese
purificado por la sangre de los animales; pero las cosas del cielo, lo deben
ser con víctimas mejores que éstas». Oigamos ahora el testimonio de San Pedro:
«Sabemos, dice, que hemos sido rescatados por la preciosa sangre de Jesucristo,
cordero sin mácula y sin tacha, predestinado antes de la creación del mundo;
pero que fue manifestado en los últimos tiempos. Nosotros hemos sido elegidos,
según la promesa de Dios Padre, para recibir la santificación del Espíritu
Santo, obedecer a la fe y ser rociados con la sangre de Jesucristo». Y San Juan
añade: «Jesucristo es el testimonio fiel, el primer nacido de entre los muertos
y el príncipe entre todos los reyes de la tierra; Él nos amó y con su propia
sangre nos lavó de todos nuestros pecados». El mismo apóstol nos representa a los
ancianos del Apocalipsis entonando un cantar nuevo y diciendo: «Digno sois,
Señor, de tomar el libro y de romper sus sellos, porque habéis sido condenado a
muerte, y con vuestra sangre nos habéis rescatado para Dios, de toda tribu, de
todo pueblo, de toda lengua y de toda nación; Vos nos habéis hecho reyes y
sacerdotes para nuestro Dios, y reinaremos sobre la tierra». Y oyó una gran voz
en el cielo que decía: «Ahora ha sido de verdad establecida la salud, la
fuerza, el reino de nuestro Dios y el poder de su Cristo, porque el acusador de
nuestros hermanos, que día y noche les acusaba ante nuestro Dios, ha sido
arrojado del cielo y vencido por la sangre del Cordero».<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ciertamente podía Jesús, con
la más insignificante de sus acciones (a causa del valor infinito que la unión
hipostática prestaba a todas sus obras), operar nuestra salvación ; pero
conforme a los eternos decretos de la Trinidad, manifestados en la sagrada
Escritura, sólo debía servir de precio para nuestra redención la sangre divina
que en su muerte derramó.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Oh Dios mío! ¡Con qué
sobreabundancia tan llena de amor fue derramada! ¡Cayó sobre el polvo y las
rocas del huerto de los Olivos; inundó la sala del pretorio; salpicó manos y
vestidos de los verdugos; corrió por las sendas de Jerusalén, a lo largo de la
calle de la amargura; enrojeció la cumbre del Gólgota y el madero de la Cruz! ¡Chorreó
de todo el cuerpo del Salvador en la agonía de Getsemaní; de su frente en la
coronación de espinas; de sus espaldas en la flagelación; de sus manos y pies
en la crucifixión; de su pecho, hasta la última gota, cuando el soldado lo
atravesó con la lanza!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pero ¡cuán grande no fue la
eficacia de aquella sangre derramada! Se Apaciguó la cólera divina; su justicia
se dio por satisfecha; se perdonaron por su virtud todos los pecados, y los
hombres pudieron hacerse dignos de merecer todas las gracias ya generales ya
particulares; se redujeron a realidad todas las gracias inherentes a la
institución de la Iglesia, con su jerarquía y sus divinos poderes de enseñar,
gobernar y santificar; las gracias de los sacramentos y, sobre todo, la del
adorable sacramento de nuestros altares; y, en fin, como consecuencia de todas
ellas, el infierno fue cerrado, el cielo abierto, el demonio vencido y la
innumerable muchedumbre de predestinados conquistada.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Esta sangre divina, esta
sangre tan poderosa y tan eficaz, esta sangre redentora, nosotros la poseemos
en la Eucaristía! Hic est sanguis meus.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Ah! Si un bienhechor insigne,
para librarnos del deshonor o la esclavitud, hubiese sacrificado una fortuna
considerable, ¡qué gratitud tan profunda y rendida no le profesaríamos! Y si,
llevando hasta el límite su nobleza y heroísmo, hubiese dado la vida para
rescatarnos de la muerte; so pena de ser unos monstruos de ingratitud, repetiríamos
a diario y mil veces su nombre; y la vista de su retrato no podría menos de
excitar en nuestros corazones una emoción profunda, hija de la más tierna y
sincera gratitud. ¡Oh alma mía! Acuérdate, pues, que Jesús se ha entregado por
ti, y que para arrancarte de la muerte eterna y abrirte las puertas del paraíso
ha derramado hasta la última gota de su sangre. Y esta sangre no se la ha bebido,
no, la tierra; sino que fue recogida con celoso cuidado por los ángeles. Vive
todavía; está bajo las especies sacramentales; está en el cáliz, después de
consagrado. ¡Oh sangre divina, precio de mi salvación, rescate de mis pecados,
tesoro de los tesoros; yo me postro ante ti penetrado de la más profunda
adoración! ¡Oh sangre de Jesús, te amo con todo el ardor de mi alma; te amo en
mi nombre y en el de mis hermanos y en nombre, sobre todo, de los que te
olvidan, desdeñan y profanan!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Oh sangre de Jesús, yo quiero
recoger ávidamente tus preciosas bendiciones, porque no sólo eres verdadera
sangre divina y sangre redentora, sino también, para todos y cada uno de
nosotros, la SANGRE POR ESENCIA SANTIFICADORA!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">III<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Lengua de ángel, o tal vez
mejor, la misma ciencia divina sería menester para expresar dignamente los
maravillosos efectos de esta sangre preciosa. Nosotros sólo podemos rastrear
imperfectamente su influencia en el mundo, haciendo notar las transformaciones
que realiza y las victorias que sin cesar obtiene. La obra de la santificación
del mundo es, en un todo, fruto de su fecunda omnipotencia.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En el cielo, constituye la
felicidad de los elegidos y llena su corazón de inefables alegrías. En el
purgatorio, refresca, ilumina, consuela y purifica. En la tierra, provoca el
arrepentimiento, obtiene el perdón, suscita toda clase de sacrificios, ánima,
presta ayuda a toda buena voluntad, da vida a una incomparable florescencia de
buenos deseos, santas resoluciones y actos de salvación.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Obra por el intermedio de los
ángeles, de los sacerdotes, de celestiales inspiraciones, de santas palabras,
de buenos ejemplos; por medio de la oración y de los sacramentos. Pero además,
y sobre todo, obra inmediatamente por sí misma.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Porque — y bueno es que lo
repitamos una y mil veces con todo el reconocimiento de que somos capaces — la
tierra tiene siempre y dondequiera esta preciosa sangre en la Eucaristía. ¡Hic
est sanguis meus!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En la Eucaristía, la sangre de
Cristo es nuestra protección. ¿Queréis, exclama San Juan Crisóstomo con acento
de triunfo, queréis conocer la virtud de la sangre de Cristo? Consideremos el
símbolo, recorramos a la figura tal cual nos la proporciona el Antiguo
Testamento. A media noche, iba Dios a descargar sobre Egipto aquella décima
plaga, que debía acabar con los primogénitos de dicha nación, en castigo de
haber retenido prisionero a su pueblo escogido. Más para librar a los israelitas
de semejante pena, ya que se hallaban mezclados con los egipcios, les dio un
medio a fin de que pudieran distinguirse: ¡medio admirable, prenuncio de lo que
después tenía que suceder! El látigo de la cólera divina se cernía ya sobre
aquella región, y el ángel exterminador emprendía el vuelo para recorrer las
casas y sembrar por doquiera el exterminio y la muerte... Pero he aquí que Dios
da orden a Moisés de matar un cordero de un año y rociar con su sangre las
puertas de los israelitas. ¿Cómo es posible, oh Moisés, que la sangre de un
cordero pueda proteger a hombres dotados de razón? No lo fuera, contesta el hombre
que fue brazo del Omnipotente, si no fuese a la vez figura y símbolo de la
sangre del Salvador. ¿No veis, con frecuencia, cómo las estatuas de los reyes,
inanimadas y sin voz, protegen a los que solicitan su amparo, no porque son de
bronce, sino por causa del príncipe que representan? Pues del mismo modo la sangre
del cordero, que es un animal sin inteligencia, protegía a los israelitas, no
en cuanto era sangre, sino en cuanto representaba la sangre del Cordero divino.
En efecto, el ángel encargado de dar cumplimiento a las venganzas del Altísimo,
viendo las puertas rociadas con esta sangre libertadora, pasaba de largo sin
descargar el golpe. En nuestros tiempos, cuando el demonio ve, no ya la sangre
figurativa, sino la sangre profetizada, es decir, la sangre de Cristo; y no
sobre las puertas de nuestras casas, sino reverberando en los vasos sagrados de
nuestros templos, o enrojeciendo los labios de los fieles, se aterroriza,
siéntese cautivo e imposibilitado de hacer daño a los amigos del Salvador.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En la Eucaristía, y durante la
celebración de los santos misterios, gracias a la efusión mística de su sangre
redentora y de su inmolación sacramental, consumada en la consagración de las
dos especies de pan y de vino por separado, el Salvador nos aplica con infinita
sobreabundancia los frutos de su muerte real en el Calvario, y de su inmolación
sangrienta en la cruz. ¡Qué adoración tan humilde y abnegada no le debemos por
ello! ¡Qué acción de gracias no hemos de tributarle por todos los beneficios
que sin cesar recibimos de la liberal mano de Dios! ¡Qué expiación tan eficaz
la suya! Como la sangre de Abel, grita también la de Jesús desde el altar; pero
es para implorar perdón; es para atraer sobre el mundo toda suerte de gracias y
bendiciones.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En la Eucaristía, la sangre de
Jesucristo nos santifica, sobre todo cuando por medio de la sagrada comunión
viene hacia nosotros, se une con nosotros, se hace nuestra divina bebida, y
cuando, por decirlo así, llegamos a tener una misma sangre con el Hijo de Dios
hecho hombre, concorporei... consanguinei! (15). Durante la pasión, la sangre
adorable del Redentor sólo se derramó por tierra y entre sus enemigos y
verdugos; pero en la comunión se derrama sobre nuestros pechos. En la cruz
obraba de lejos, sea por la distancia de lugar, sea por la de tiempo; pero aquí
mana a nuestra vista, cae inmediatamente sobre nuestras almas para enriquecernos
con el tesoro incalculable de sus dones celestiales.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hónranos de un modo tal, que
jamás lengua humana lo podrá encarecer bastante, y nos infunde una vida de inclinaciones
y sentimientos totalmente divinos. Revístenos de indomable energía para pelear
las batallas de la virtud: ille sanguis valde nos facit audaces (16). Mitiga
nuestras penas, nos consuela en las tribulaciones y alienta, en nuestros
desmayos: Dedil et tristibus sanguinis poculum (17). Es una fuente de júbilo
universal. Cubre de verdores los áridos desiertos de la vida. Hace florecer el
yermo, corona de flores las rocas áridas, y embellece y hace grata la soledad
más sombría. El gozo humano es una cosa magnífica, un verdadero homenaje de
adoración al Criador. Fuera de Dios, no hay belleza que pueda comparársele, si
no es el eterno júbilo de los ángeles. Y la sangre divina tiene el don de
alegrar: laetificat (18). Es luz que ilumina, voz que alienta, vino que
conforta y da brío, leche rebosante de inefables dulzuras, tesoro de méritos
incalculables, rocío que admirablemente fecunda la tierra de nuestra alma,
remedio eficaz para todas nuestras enfermedades, fuente de gracias con que
alcanzar la vida eterna: ¡Sanguis Domini nostri Jesu Christi custodiat animan
meam in vitam aeternam! (19).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Oh sangre adorable del
Salvador, produce en mí tan saludables efectos! Lávame, purifícame, aliméntame,
apaga mi sed, ennobléceme, fortifícame, santifícame! ¡Oh sangre verdadera del
Hijo de Dios humanado, inspírame una viva y profunda devoción hacia ti!
Concédeme que saque de este culto divino un odio mortal al pecado, una grande
estima de los sacramentos y, sobre todo, del sacrificio del altar; dame
inteligencia del espíritu de abnegación y sacrificio, ardiente reconocimiento
por los augustos misterios de la Redención y de la Eucaristía, una devoción
cada vez más tierna hacia la Santísima Virgen, un amor siempre más ardiente y abnegado
por todo lo que mira a Dios y a su santa causa. Oh sangre de infinita dignidad!
Oh sangre redentora, sangre vivificadora y santificadora: ante ti me postro con
el más humilde respeto y el más profundo anonadamiento! A ti mis homenajes de
adoración; a ti el reconocimiento de mi alma; en ti mi más absoluta confianza.
Sé mi protección durante mi vida, mi consuelo y sostén en la hora de mi muerte.
Sé, en fin, mi santificación en la tierra y mi gloria en el paraíso!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i>Por dichoso me hubiera tenido
de poder recoger y guardar una sola gota de la sangre que brotó de vuestro
Corazón; y he aquí que, mediante este Sacramento de amor, recibo en mi baca, en
mi Corazón y en mi alma vuestra preciosa sangre, que adoran los ángeles del
cielo. ¡Oh Sacramento de amor! ¡Oh cáliz de inefable ternura!<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i>B. ENRIQUE SUSO.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: large;"> _______________________</span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(1) San Bernardo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(2) San Anselmo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(3) Paseado.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(4) Santo Tomás</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">(5) San Isidoro</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(6) San Agustín<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(7) San Jerónimo<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(8) Actas de Santa Inés<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(9) San Gregorio<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(10) Tertuliano<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(11) Faber, La preciosa
sangre.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="PT" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(12)
Hic est calix novum testamentum in sanguine meo (Luc., XXII, 20).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="PT" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(13)<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hio est enim sanguis meus novi Testamenti
(Matth., XXVI, 28).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: arial;">(14)<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Meditaciones sobre el Evangelio, meditación LXI</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span><span style="font-family: arial; line-height: 107%; text-indent: -24pt;">(15)<span style="font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-family: arial; line-height: 107%; text-indent: -24pt;">San Círilo de Jerusalén, Catech. Myst. 4.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span><span style="font-family: arial; text-indent: -24pt;">(16)</span><span style="font-family: arial; text-indent: -24pt;"> </span><span style="font-family: arial; text-indent: -24pt;">San
Juan Crisóstomo.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span><span style="font-family: arial;">(17)</span><span style="font-family: arial;"> </span><span style="font-family: arial;">Himno
de la Misa del Santísimo Sacramento.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span><span style="font-family: arial;">(18)</span><span style="font-family: arial;"> </span><span style="font-family: arial;">Faber,
La preciosa sangre.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span><span style="font-family: arial;">(19)</span><span style="font-family: arial;"> </span><span style="font-family: arial;">Orat.
Missae ante Commun.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><br /><p></p><div><p class="MsoNormal" style="background-color: white; text-align: center;"><span lang="PT" style="letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;">El PARAISO EN LA TIERRA</span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; text-align: center;"><span style="letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">O EL MISTERIO EUCARISTICO</span></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; text-align: center;"><span lang="PT" style="letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;">por Ch. Rolland </span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span lang="PT" style="letter-spacing: 0.25pt;"><o:p>Canónigo titular de Langres, Misionero </o:p></span><span style="letter-spacing: 0.333333px; text-align: left;">Apostólico.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; text-align: center;"><span style="letter-spacing: 0.333333px; text-align: left;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Obra honrada con la bendición de Su Santidad León XIII</span></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; text-align: center;"><span style="letter-spacing: 0.333333px; text-align: left;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">y con la aprobación de numerosos Prelados</span></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; text-align: center;"><span lang="PT"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><span style="letter-spacing: 0.333333px; text-align: left;">Editado</span><span style="letter-spacing: 0.25pt;"> en 1921</span></span></o:p></span></p></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-48820333418889349032023-06-08T05:28:00.008-07:002023-06-08T11:28:34.186-07:00FIESTA DEL CORPUS CHRISTI<p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"> </span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3HgzJLlV1GlX9-aumPOFGfgq2t5zD47LDaEBULnZ_ViIbxO99hK1XmT3ZXV9brNFmya5HurNPb9t9_oiKx7tP7S4tLyQTAJLOPTDCsJ3GlpP5B_RAAgby4H_nu5deQUzj4O73qhjHQ97z5kHxGXjCSK9-yQwndIaeQA-SCpDCBaRTq6tP1kzbqSutVQ/s663/Cuerpo%20y%20Sangre%20de%20Cristo-Eucarist%C3%ADa.png" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="663" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3HgzJLlV1GlX9-aumPOFGfgq2t5zD47LDaEBULnZ_ViIbxO99hK1XmT3ZXV9brNFmya5HurNPb9t9_oiKx7tP7S4tLyQTAJLOPTDCsJ3GlpP5B_RAAgby4H_nu5deQUzj4O73qhjHQ97z5kHxGXjCSK9-yQwndIaeQA-SCpDCBaRTq6tP1kzbqSutVQ/s16000/Cuerpo%20y%20Sangre%20de%20Cristo-Eucarist%C3%ADa.png" /></a></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">EL CUERPO DE JESUCRISTO EN LA EUCARISTÍA </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><i><span lang="PT" style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;">Ave, verum </span></i><span lang="PT" style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;">corpus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">natura
de Maria Vircrine.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Salve, verdadero cuerpo
nacido de la Virgen María.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(Ex sacra Lit.)<span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">PRESENCIA REAL: ¡qué
abismo de misterios en esta sola palabra! ¡Qué conjunto de resplandores, capaz
cada uno de ellos de arrebatar nuestras almas y hacernos prorrumpir en himnos
de gratitud en el tiempo y en la eternidad!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">La PRESENCIA REAL: es el
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuerpo </i>de Jesucristo con nosotros en
la Eucaristía;<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Es la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sangre </i>de Jesucristo con nosotros;<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Es el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corazón </i>de Jesucristo con nosotros;<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Es la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">divinidad </i>de Jesucristo con nosotros.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Meditemos cada una de
estas maravillas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Y por de pronto,
contemplemos, admiremos y amemos esta perla incomparable, este tesoro precioso
que se llama el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Veamos la devoción que este sagrado cuerpo ha provocado; estudiemos los
fundamentos sobre que descansa esta devoción; meditemos de qué manera, si queremos
agradar a Nuestro Señor, debemos nosotros mismos practicarla.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Tras estas
consideraciones, no podremos menos de exclamar, conmovidos e inflamados de la
más ardiente caridad: «¡Oh verdadero cuerpo, nacido de María Virgen! ¡oh cuerpo
divino, honor y riqueza de la Iglesia! me prosterno ante Vos para consagraros
mi alma, mi corazón, mis facultades, mi vida entera y ofrecéroslas en homenaje: <i>Ave, verum corpus natum de Maria
Virgine!</i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 18.6667px; letter-spacing: 0.333333px;"><b>I</b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">En uno de los sublimes
discursos que pronunció el Señor al fin de su vida mortal, durante la Semana
Santa, dijo estas palabras: «Donde estuviere el cuerpo, allí se congregarán
las águilas». Frase misteriosa es ésta a la que han dado los comentaristas las
más diversas explicaciones; pero, entre todas, una de las más hermosas y que
mejor hace a nuestro propósito, es la que enseña que el cuerpo por excelencia,
es decir, el cuerpo sagrado de Jesús, con sus poderosos atractivos reúne en
torno suyo todo cuanto hay de más ilustre en el mundo, y que los espíritus más
distinguidos y los corazones más nobles han sido seducidos por los encantos de
la santa Humanidad del Salvador, consagrándole un culto ardentísimo y
entusiasta. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ubicumque fuerit corpus,
illic congregabuntur et aquilae </i>(1).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">En torno del cuerpo
sagrado de Jesús veo, por de pronto, un magnífico e inmenso ejército: el de los
espíritus angélicos, que, desde el instante de su creación, recibieron la orden
de adorar al Verbo encarnado. Cuando en la cuna de Belén aparece el Mesías bajo
la forma de un tierno niño, cantan sus gracias y excelencias con inefables
transportes de júbilo. Durante su vida mortal, le hacen de escolta, velan por
El, le remueven los obstáculos, y uno de ellos merece la gloriosa misión de
sostenerle en el huerto de los olivos, en aquellos momentos en que el Señor, sumido
en mortal agonía, dejaba caer en tierra su cuerpo rendido y anegado en sudores
de sangre. Una vez resucitado, ellos le acompañaron con himnos de triunfo, el
día de la Ascensión, hacia los resplandores de la gloria; y en todos los
santuarios rinden incesantes homenajes a su cuerpo eucarístico. Si el rey
Salomón, día y noche, tenía a su lado numerosos guerreros, la flor de su
ejército, ¿con cuánta mayor asiduidad y pompa el verdadero Salomón, el Rey de
la paz, no estará rodeado de legiones angélicas que con gozo indecible
desempeñan el noble oficio de guardias de corps de nuestro buen Jesús? <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Illic congregabuntur et aquilae!</i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Durante los treinta y
tres años que duró la vida mortal de Jesucristo en la tierra, los hombres emularon
con los ángeles en el afecto y veneración para honrar su sagrado cuerpo. ¡Oh,
con qué éxtasis de amor su augusta madre María le procuraba alimentos y
vestidos, lo tomaba en sus brazos, lo cubría de besos, contemplaba su radiante
rostro y escuchaba sus inefables palabras! ¡Qué muestras de afecto no le
prodigaba San José, y cómo lo colmaba de caricias! ¡Con qué reverencia se postraron
a sus pies los pastores y los Magos! Quién podrá expresar lo que sintió el alma
del anciano Simeón cuando, por un privilegio excepcional y tras ardientes y
prolongados deseos, le cupo la dicha no sólo de ver al Mesías, sino de tenerlo
en sus brazos! Enajenado por su celestial amor, estima que nada agradable
puede ya encerrar para él la tierra, ni espectáculos magníficos que proponerle,
y por esto exclama: «i Ahora, Señor, podéis dejar morir en paz a vuestro
siervo, porque mis ojos han visto vuestra salud, la luz de las naciones, la
gloria de Israel!» Y los doctores del templo que pasmados admiraban la actitud
y las respuestas del Niño Dios; los pequeñuelos de Israel que, atraídos como
por un imán irresistible, corrían hacia el Salvador para recibir sus
bendiciones ; las muchedumbres que se le juntaban y seguían al desierto,
olvidándose aun de la comida por el afán de oírle, fascinadas por la majestad y
dulzura de sus miradas y por las palabras de gracia que brotaban de sus
labios; las piadosas mujeres que con tanta generosidad atendían a que nada le
faltara; Santa María Magdalena, que llenaba de perfumes sus pies y su cabeza; Zaqueo, que se sentía dichosísimo de poder sentarlo a su mesa; San Juan,
cuyas más finas delicias eran descansar sobre su pecho; Lázaro y sus
hermanas, que con tanto gozo lo acogían en su casa; José de Arimatea y Nicodemo,
que con tanta piedad le prestaron los últimos auxilios, embalsamándolo con
mirra y aromas preciosos antes de depositarlo en el sepulcro: ¡qué modelos
tan hermosos todos ellos de devoción al cuerpo sagrado de Nuestro Señor! ¡Qué
grandeza de espíritu la de estos santos personajes, que con tanto afecto
sirven y adoran la sagrada humanidad de Jesucristo! <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Illic congregabuntur et aquilae!</i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Después de mil tormentos
sufridos por nuestra salud, Jesús subió a los cielos para tomar posesión de la
gloria que tenía merecida; de modo que aquel cuerpo, ayer humillado, desgarrado
e inmolado, hoy vive y reina glorioso a la diestra de Dios. Pero ¡oh prodigio
de su inmensa bondad! de tal modo se va al cielo, que también se queda con nosotros:
su cuerpo está a la vez a la derecha de Dios, su Padre, y en la Eucaristía. Y
siendo así, ¿será justo que carezca de honores el cuerpo eucarístico de Jesús?
¡No lo permita Dios! La Iglesia, depositaria de todo lo verdaderamente grande
y noble de la humanidad, ha proveído por modo excelente a los honores que deben
tributarse, a su sagrada humanidad. Ella sola explica el que haya templos tan
magníficos, altares y tabernáculos tan suntuosos, fiestas religiosas tan
solemnes, sacerdotes tan puros y santos, y finalmente tantas y tan fervorosas
conversiones. Para ella sola se ha instituido la ceremonia más pomposa y la
procesión más espléndida. Porque en la Eucaristía ve la Iglesia al Verbo de
Dios, al Emmanuel, al Dios con nosotros; pero también, y de un modo particular,
al cuerpo sagrado de Jesús, para el que tiene instituidos honores
especialísimos. La fiesta de que acabo de hablar, se llama en la liturgia
CORPUS CHRISTI. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">II& congregabuntur et
aquilae!</i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Pero hay algo más y
mejor todavía! El mismo Jesucristo es quien, con su ejemplo, nos enseña el modo
de honrar su sagrado cuerpo. Vedlo si no. En la antigua ley, hablando por boca
de uno de sus profetas, deplora la ineficacia de las víctimas del sacerdocio
aarónico para satisfacer plenamente a la divina justicia y santificar a los
elegidos. Pero de repente se alza alborozado y lleno de santo orgullo, y ofrece
a su Padre un remedio a la penuria que asola la tierra: señálale una hostia
viva y vivificadora, santa y santificadora. ¿Cuál? Su propio cuerpo! «Oh Dios,
dice, los holocaustos y las víctimas por el pecado no os han sido gratos; pero me
habéis dado un cuerpo que lo reparará, santificará y rescatará todo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corpus autem aptasti mihi» </i>(2). Ha
llegado ya la plenitud de los tiempos; presente está el momento, con tantas
ansias apetecido, de la restauración universal; el Verbo va a dar una muestra
magnífica de su poder, prudencia y bondad para salud del mundo. Y ¿qué hará?</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Tomará un cuerpo, a fin
de atestiguamos su amor mediante el parecido que va a tener con nosotros: el
amor se basa en la igualdad o la establece; se abaja hasta nuestra mortalidad
para elevarnos a los resplandores de su divinidad: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Et Verbum caro factum est! (3) </i>Tomará un cuerpo, a fin de poder
expiar, en su carne, las faltas que nuestra carne ha hecho cometer al espíritu,
viniendo de este modo la reparación por aquello mismo que fue origen de
nuestra ruina: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Et Verbum caro factum est!
</i>Cuando, próximo ya a la muerte, quiso dejarnos un recuerdo, como Dios sólo
sabe darlo a los que ama, no encontró cosa mejor que su propio cuerpo. No hay
duda que, al entregárnoslo vivo e inmortal, nos hacen también donación de sus
méritos, de su divinidad, de su persona sagrada; pero lo que ante todo y
especialmente nos da es su cuerpo: ¡tanto estima y aprecia los servicios que
éste le prestó cuando quiso manifestarnos las invenciones de su bondad! Lo que
inmediatamente producen las palabras del gran sacramento es su sagrado cuerpo:
- «Este es mi cuerpo»; las riquezas, los resplandores que encierra, fluyen por
vía de consecuencia, y por concomitancia los poseemos: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hoc est corpus meum! </i>(4). Finalmente, queriendo dar a su cuerpo
una gloria completa, no se contenta con la sublime exaltación, tan maravillosa
por cierto, del paraíso, sino que a ella añade las glorificaciones de la
Eucaristía. Una de las causas por que quiso que su cuerpo estuviera presente en
la Hostia es para tributarle más perfecto honor: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hoc est corpus meum!. </i>En efecto, como nota muy bien Santo Tomás,
por la Eucaristía, la sagrada humanidad del Salvador se hace presente a la vez en
millares de sitios: privilegio especialísimo que no conviene a ninguna
criatura, y con esto se allega en algo a la inmensidad de Dios; favor que equivale
a recibir diversas veces el ser y la vida. Ahora bien, como la vida de esta
sagrada humanidad es una vida bienaventurada, rebosante de placeres infinitos
por la visión beatífica y la felicidad de que disfruta, a medida que dicha
humanidad se va haciendo presente en un nuevo sitio se reproduce con ella su
vida bienaventurada y sus inenarrables delicias. De suerte que, si vale la
expresión, es tantas veces bienaventurada cuantas son las que se ha multiplicado
su presencia mediante la consagración de los sacerdotes que tienen el poder de
trocar en su substancia el pan y el vino. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hoc
est corpus meum!</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">¡Oh, culto magnífico el
tributado al sagrado cuerpo de Jesús! ¿No es verdad que la ley antigua y la
nueva, que el cielo y la tierra, los ángeles y los hombres, el Criador y la
criatura, se han dado cita para honrarlo:<i style="mso-bidi-font-style: normal;">
Ubicumque fuerit corpus iltic congregabuntur et aquilae? </i>Además los
fundamentos de este culto son admirablemente hermosos. Repasémoslos, y
juntamente, con todo el ardor de nuestra alma, exclamemos con respeto y
admiración: «Honor y gloria al cuerpo santísimo de nuestro Salvador. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ave verum corpus natum de Maria Virgine!»</i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;"><b>II</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">El sagrado cuerpo de
Jesucristo en la Eucaristía, es acreedor a todos nuestros homenajes a causa de
su amabilidad y atractivo, de su soberana grandeza y de su omnipotente
eficacia.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">I «De tal manera hemos
sido formados, dice muy justamente un célebre orador (el P. Lacordaire), que
no nos seduce lo que es puro espíritu, precisamente porque nosotros tampoco lo
somos; y por otra parte, lo que sólo es visible y tangible, o sea únicamente
cuerpo, nos cautiva poco, porque, aunque imperfecto, tenemos un espíritu y éste
nos encumbra demasiado para que pueda verdaderamente interesarnos y seducirnos
lo que no es sino un poco de polvo más o menos colorado. Es menester que haya
un alma transparentada en el cuerpo, y un cuerpo unido a un alma. Cuando concurren
estas dos circunstancias, al punto se suscita en nosotros ese sentimiento que
apellidamos amor. En el rostro del hombre, en esta parte del cuerpo que
permanece siempre alta y visible a todos, es donde brilla dicha amalgama
misteriosa de espíritu y materia, haciéndonos vislumbrar en la frente, en los
labios y en los ojos, además de la configuración exterior, algo de saliente,
algo que suavemente resalta y que, además de conmover la parte exterior de
nosotros mismos, hace arder en nuestro interior lo que hay de más recóndito y profundo.»</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Pues bien, en la
Eucaristía está contenido el cuerpo de Jesucristo, verdadero cuerpo como el nuestro
y obra maestra de la creación; cuerpo animado por el alma más santa y más
excelsa que existió jamás; cuerpo lleno de los más amables encantos, radiante
de gracia; bondad y benignidad. Sí, Jesús está en la Eucaristía con aquella misma
frente majestuosa y augusta que a las muchedumbres de Jerusalén imponía un
respeto lleno de amor; con aquel rostro tan bueno que encantaba y seducía aun
a los niños; con aquellos ojos tan misericordiosos y profundos que penetraban
hasta el fondo de los corazones y los cautivaban con un santo e irresistible
atractivo; con aquellos labios que fluían gracia y dulzura; con aquellas
manos que distribuían beneficios con tan caritativa prodigalidad; con aquellos
pies que lo llevaban dondequiera que hubiese miserias que consolar. Verdad es
que este cuerpo tan perfecto ha sido desfigurado con golpes, azotes y clavos;
pero esto no ha hecho sino añadirle una nueva belleza: ¡la belleza del
sacrificio, del combate y de la victoria! Hoy estas llagas brillan con una luz
más resplandeciente que la de los astros, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">in
carne Christi vulnera micare sicut sidera </i>(5). Y este cuerpo de Jesús, con
todas sus amabilidades, atractivos y esplendores, es el que se nos ha dado en
la Eucaristía y tenemos presente en el Tabernáculo. El mismo Salvador es quien
lo afirma: He aquí que estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos;<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Ecce ego vobiscum sum! </i>(6)</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">II. Pero a los
atractivos de la más exquisita hermosura, se unen las magnificencias de la grandeza
más sublime.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">En la Eucaristía, el
cuerpo de Jesús es un cuerpo glorificado y, como tal, posee cuatro cualidades inefables.
Es más brillante que mil soles; y si en el sacramento vela sus fulgores, es por
amor nuestro, para no amedrentarnos ni alejarnos de sí. Está todo
espiritualizado, y puede atravesar, sin romperlos, los cuerpos más duros, a
semejanza de la luz que atraviesa un cristal dejándolo intacto. Más raudo que
el relámpago, puede trasladarse de un lugar a otro con celeridad increíble. No
está ya sujeto al sufrimiento ni a la muerte, y es modelo de los cuerpos que
han de resucitar a la vida de la gloria.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">En la Eucaristía tiene,
además, el cuerpo del Salvador todas las excelencias del milagro. Verdaderamente
todo él es milagroso y un supremo prodigio. «En cada pequeña hostia que
nosotros contemplamos, se amontonan prodigios mucho mayores en número que los
astros que llenan el espacio, y más portentosos que el mismo acto de la
creación que les dio vida) (7) ¡Qué milagros no encierra el que la substancia
del pan y del vino se truequen en el cuerpo y sangre de Jesucristo! ¡que las,
apariencias de pan y de vino permanezcan sin apoyo, después de desaparecida su
substancia! ¡que el cuerpo de Cristo esté tan realmente en nuestras iglesias
como en el cielo! ¡que se multiplique en una infinidad de lugares! ¡que
conserve, bajo las especies, todas sus cualidades corporales de una manera
espiritual, y que se retire de dichas especies cuando éstas se corrompen!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Finalmente, y atendiendo todavía a la grandeza del portento, en la Eucaristía el cuerpo de
Jesucristo es el CUERPO DE Dios. ¡Oh alma mía, qué palabra!: ¡el cuerpo de
Dios! ¡Qué sima de grandezas no encierra esta frase! Pero ¿será verdad que
puedan hermanarse estas dos ideas? Oh, sí: misterio de misterios, no puede
dudarse; pero al mismo tiempo preciso es confesarlo también sin hesitaciones,
como una realidad indubitable:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Verbum
caro factum est! ¿Será, </i>pues, verdad que poseemos el cuerpo de Dios? Sí,
es cierto, y demos por ello al Señor infinitas gracias. Dios y hombre es el que
dijo, tomando el pan en sus manos «¡Este es mi cuerpo; haced esto en memoria
de Mí» Dios y hombre es el que exclamó: «He aquí que estoy con vosotros todos
los días hasta la consumación de los siglos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ecce ego vobiscum sum!),</i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">III. Otro motivo que nos
toca de cerca, y que poderosamente debe incitarnos a venerar el sagrado cuerpo
de Jesús en el Santísimo Sacramento, son los bienes preciosos e innumerables que
Dios nos comunica por su medio. ¡Cuán desagradecidos seríamos si no le
tributáramos un culto particular!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Este sagrado cuerpo del Salvador,
que está presente en nuestros altares, recluido en un copón de oro y
prisionero de amor en el tabernáculo, nos protege y alimenta con su vida
divina, nos consuela, nos enseña las virtudes más preciosas y necesarias y nos
llena de la más fortalecedora esperanza.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">«Mi carne verdaderamente
es comida, dijo el Señor, y mi sangre verdaderamente es bebida; si no comiereis
mi carne y no bebiereis mi sangre, no tendréis vida en vosotros; el que come mi
carne y bebe mi sangre permanece en Mí y Yo en él, vive por Mí para la vida
eterna, y Yo le resucitaré en el último día». Ahora bien, ¡la carne y la sangre
de Jesús están en su cuerpo sagrado presente en la Eucaristía! <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Caro mea vere est cibus et sanguis meas vere
est potus! (8).</i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Dándonos en el altar su
sagrado cuerpo, se hace el buen Jesús el remedio de nuestras enfermedades espirituales
y corporales, y nos asiste para que hagamos con toda felicidad el tránsito de
esta vida a la eterna. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Perceptio corporis
prosit mihi ad tutamentum mentis et corporis el ad medelam percipiendam </i>(9).</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Con la inmolación de su
sacratísimo cuerpo, hecha mediante la consagración separada del pan y del
vino, ofrece Jesús el augusto sacrificio que adora, da gracias, expía y suplica
con incomparable eficacia. Hoc est corpus meum... hic est sanguis meus!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Con la representación de
su cuerpo sagrado, tan puro, tan santo, tan mortificado, predícanos el Señor,
muy elocuentemente, la pureza, la santidad, la mortificación, la penitencia, la
generosidad en el servicio de Dios y del prójimo. Corpus quod pro vobis
tradetur! (10).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;">Finalmente, con la
presencia real de su cuerpo adorable, nos excita a estar en la iglesia con el
más profundo recogimiento; nos da ánimo en las luchas que hemos de sostener
contra el demonio; nos infunde la firmísima esperanza de que obtendremos la
bienaventuranza del cielo. ¿Por qué desesperar de poder vivir un día con los
ángeles y como ellos contemplar la esencia divina, si acá abajo tenemos ya la
dicha de vivir con Jesucristo? ¿Cómo es posible que el que se da en alimento, rehusé
mostrarse al descubierto, o se niegue a dejarse contemplar en el divino éxtasis
del paraíso? </span><span lang="PT" style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;">Iesu, quem velatum nune
aspicia... viso sim beatos tuae gloriae! </span><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;">(11).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">¡Oh vosotros, los que os
sentís conmovidos ante, la belleza, bondad, grandeza y generosidad, prestad
oído atento a mi voz ¡ Oh vosotros los que, por la luz de vuestro espíritu y
los sentimientos de vuestro corazón, habéis sido elevados, mediante la gracia
de Dios, sobre las bajezas del error, del mundo de la materia y de las
abyecciones del egoísmo, rodead el sagrado cuerpo del Salvador: ubicumque
fuerit corpus illic congregabuntur et aquilae! Venid a darle gloria y a ofrecerle
los homenajes de la más ardiente devoción, mezclando vuestras voces para
ensalzar lo que el cielo y la tierra tienen de más noble y sublime: Ave, verum
corpus natum de Maria Virgine!</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;"><b>III</b><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">Pero ¿qué actos
prescribe esta santa y saludable devoción hacia el sagrado cuerpo de Jesús en
la Eucaristía?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">I. El primero es un
profundo respeto que llegue hasta la adoración. Se Veneran las reliquias de los
Santos por pertenecer a cuerpos que han sido templos del Espíritu Santo; porque
Dios obra milagros por su mediación, y porque un día deben tornar a la vida y
florecer en el cielo. ¡Qué diferencia entre las reliquias de los Santos y el
cuerpo de Jesús-Hostia, resucitado, vivo y glorioso, custodia del alma más
sublime y santa, tabernáculo de la divinidad y unido hipostáticamente con el
Verbo! Se veneran las últimas disposiciones de un amigo, de un padre o de una
madre moribundos; pues bien, el cuerpo de Jesús es el legado divino que el
Salvador nos dio la víspera de su muerte. Se veneran en Palestina los privilegiados
lugares, testigos de las acciones de Jesús y que El holló con sus divinas
plantas; pero ¿qué abismo no media entre las lejanas y fugitivas huellas del
cuerpo de Jesús y su mismo cuerpo sagrado? Adoremos este divino cuerpo;
penetrémonos de aquellos sentimientos de profundo respeto que animaban a los
pastores, a los Magos y a los ángeles de Belén. Adorémosle sobre el altar, en el
tabernáculo, y dentro de nuestro corazón, cuando nos cupiere la dicha de poder
comulgar. Adorémosle con los que le adoran; adorémosle para reparar los
ultrajes que le infligen los herejes con sus negaciones, los impíos con sus
blasfemias; y al mismo tiempo por las irreverencias de miles y miles de
cristianos tibios e irreflexivos. Adorémosle con la íntima persuasión de que
Jesús nos ve, de que su corazón siente muy vivamente así los homenajes de los
que le son fieles, como los insultos de los impíos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">II. Pero procuremos que nuestro respeto vaya
siempre acompañado de amor. ¡Oh, sí; devolvamos a Jesús, en su sagrado cuerpo,
amor por amor! Por amor nos dio su cuerpo en su último testamento; por amor
multiplica hasta lo infinito su presencia en la tierra, a trueque de las
mayores humillaciones, y por amor ha querido ser el instrumento más activo de nuestra
santificación. ¡Amémosle, pues, con todo el afecto de nuestra alma! Reiterémosle
las pruebas de nuestro afecto; empleemos para con El todas las formas del amor: el amor de los labios, alabando y bendiciendo el sagrado cuerpo de Jesús con
entusiastas cánticos; el amor de la inteligencia, considerando con afecto su
amabilidad, bondad y grandeza; el amor del corazón, adhiriéndonos a El sobre
todo para imitar las virtudes que de un modo especial nos predica; el amor del
cuerpo, prosternándonos delante de Él; el amor de los bienes exteriores,
esforzándonos, según nuestros recursos, en fomentar el decoro, el ornato de los
sagrarios, templos, vasos sagrados y demás objetos del culto. Amémosle un poco,
también, como la Santísima Virgen, como San José, la Magdalena o San Juan.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">III Al respeto y al amor
unamos todavía una confianza ilimitada. El sagrado cuerpo de Jesús es para
nosotros, y mejor todavía, lo que para el pueblo de Israel fue el arca de la
alianza, la columna de nube y el propiciatorio. Es el arco iris de la reconciliación,
es el pararrayos que nos protege contra los rayos de la justicia divina, la
fuente de los bienes celestiales, el remedio de todas nuestras enfermedades
físicas y morales y el trono de la misericordia. Corramos, pues, con presteza,
hacia esta fuente de vida; acerquémonos con confianza a este trono de gracia.
En todas nuestras necesidades, recorramos a Jesús-Hostia, nuestro hermano por
su santa humanidad, nuestro soberano y omnipotente bienhechor por su divinidad.
Ayudados por el influjo poderoso de su sagrado cuerpo, elevémonos hacia las
sublimes regiones de la verdad y de la caridad, ubicumque fuerit corpus illic
congregabuntur et aquilae!</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">¡Oh sagrado cuerpo de mi
Salvador! Yo te adoro en el Santísimo Sacramento, te amo y acudo a ti. I Oh carne
divina de mi Jesús, más pura que los ángeles, principio de gracia, de vida, de
fortaleza y de pureza, yo me entrego a ti! ¡Oh carne pura y santa, toca la mía,
frágil y pecadora; cúrala de todas sus debilidades y achaques; purifícala de
todas sus manchas y fabrícate en ella un santuario digno de ti! ¡Carne
adorable, formada de la más pura sangre de María para llevar al cabo mi salud
con la cooperación del Espíritu Santo, reforma la mía e imprime en ella tu
imagen! ¡Carne de mi Jesús, ensangrentada y cruelmente desgarrada por amor mío,
fortifica la mía y alcánzame que pueda soportar todos cuantos contratiempos y
penas exigieren mis pecados y tu amor! Por fin, puesto que no puedo hartarme,
por la emoción y la gratitud que embargan mi alma, de repetir este grito, yo te
saludo en la Eucaristía, oh verdadero cuerpo de Jesús, nacido de María Virgen.
Verdaderamente has sufrido y verdaderamente has sido inmolado sobre la cruz por
mi salvación. De tu costado abierto por la lanza brotó agua y sangre. ¡Oh Al
llegar la hora de mi muerte, te suplico que me permitas recibirte en la sagrada
Eucaristía. ¡Oh Jesús dulce, oh Jesús bueno, oh Jesús hijo de la Virgen María,
tened piedad de nosotros!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;"><i>¡Grande es la dignidad
del sacerdote en cuyas manos se encarna de nuevo Jesucristo; grande es la
dignidad de los fieles, para cuya salud el Verbo hácese místicamente carne
todos los días! ,<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;"><i>SAN AGUSTÍN.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial;"> ________________________</span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(1) Luc., XVII, 37.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;">(2) Hebr., X, 5. Tomará un cuerpo, se hará
hombre, se revestirá de la librea de nuestra mortalidad. </span><span lang="PT" style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;">Et Verbum caro factum est!• (1).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="PT" style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(3) Joan., I, 14.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="PT" style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(4) Marth., XXVI, 26.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span lang="PT" style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;">(5) IIymn. </span><span style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;">Aseensionig.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(6) Matth., XXVIII, 93.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(7) R. P. Da1eirus : De
la Sainte Communion.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(8) Joan., VI, 56.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="PT" style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(9) Orat. Misma post
Commun<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="PT" style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(10) I Cor., XI, 24.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="PT" style="color: black; letter-spacing: 0.25pt;"><span style="font-family: arial;">(11) Himno de Santo Tomás de Aquino.<span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="PT" style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="PT" style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial;">El PARAISO EN LA TIERRA</span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; letter-spacing: 0.25pt;">O EL MISTERIO EUCARISTICO</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="PT" style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial;">por Ch. Rolland </span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="PT" style="color: black; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"><o:p><span style="font-family: arial;">Canónigo titular de Langres, Misionero </span></o:p></span><span style="font-size: 18.6667px; letter-spacing: 0.333333px; text-align: left;"><span style="font-family: arial;">Apostólico.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 18.6667px; letter-spacing: 0.333333px; text-align: left;"><span style="font-family: arial;">Obra honrada con la bendición de Su Santidad León XIII</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 18.6667px; letter-spacing: 0.333333px; text-align: left;"><span style="font-family: arial;">y con la aprobación de numerosos Prelados</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="PT"><o:p><span style="font-size: 18.6667px; letter-spacing: 0.333333px; text-align: left;"><span style="font-family: arial;">Editado</span></span><span style="color: black; font-family: arial; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.25pt;"> en 1921</span></o:p></span></p>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-35505797787826762192023-06-06T11:08:00.003-07:002023-06-06T11:08:36.630-07:00Pensamientos de los Santos sobre la Modestia en el vestir (Católica) - Virtud de hombres y mujeres<p style="text-align: center;"> </p><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="450" src="https://www.youtube.com/embed/AD2LMNAuesA" title="YouTube video player" width="675"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4152092159422502475.post-21099950764735563572023-04-24T00:47:00.001-07:002023-04-24T00:47:35.425-07:00MILAGROS EUCARISTICOS - 59<div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih4b0btVGmHIgHdwbdoKkXtZP-giPptnR1U199oeqHX-5aMf9MYdntO4GoOBdmfLt4L1mrQ59As1dps5H7v8wYfr16xYS6Re8lCILU4Gb7AI1P3zflkAhwu1FimzihLdNTkDVKhpnHPyG-Z-bq6nXIv1-0lFuB3_84EQ3AeBOgi0vt5VjZfrpB_ZXG5A/s462/jesus%20sacramentado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="462" data-original-width="388" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih4b0btVGmHIgHdwbdoKkXtZP-giPptnR1U199oeqHX-5aMf9MYdntO4GoOBdmfLt4L1mrQ59As1dps5H7v8wYfr16xYS6Re8lCILU4Gb7AI1P3zflkAhwu1FimzihLdNTkDVKhpnHPyG-Z-bq6nXIv1-0lFuB3_84EQ3AeBOgi0vt5VjZfrpB_ZXG5A/w336-h400/jesus%20sacramentado.jpg" width="336" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: x-large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: large;">RISA INCREDULA </span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> Año 596. Roma </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Cierta matrona romana, señora principal, solía enviar al bienaventurado San Gregorio las hostias que ella misma hacía para el santo sacrificio de la Misa, mostrándose en esta obra muy solicita y cuidadosa. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al maligno espíritu, capital enemigo de todo lo bueno, que según expresión del Apóstol San Pedro anda alrededor de nosotros como león rugiente aguardando el momento de la presa, le pareció excelente ocasión para turbar a la señora primero con tentaciones de vanagloria, luego con impertinentes dudas acerca de la fe en el augusto Sacramento, y finalmente haciendo que sin dejar las practicas piadosas cayera en manifiesta incredulidad. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En efecto: aconteció un día estando arrodillada esta señora en el altar para recibir la Comunión de manos de San Gregorio, en el momento solemne en que el Santo Pontífice iba a darle la Sagrada Hostia diciendo aquellas palabras que usa la Iglesia: Corpus Domini nostri JesuChristi custadiant animan, tuam, ponerse a reír la referida señora como si hubiese perdido la fe y la devoción. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al advertirlo el
Santo retiró al punto la mano y puso sobre el ara del altar la Forma consagrada. Acabada la Misa preguntó el Pontífice delante de todo el pueblo a la señora la causa de su risa en aquella ocasión tan impropia. Sorprendida por tal pregunta, no se atrevía al principio a declarar el motivo, más después, dijo: "Me río de que digáis que ese pan que yo he amasado sea el Cuerpo de Cristo". </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Admirado de la repuesta San Gregorio no contesto palabra, pero se puso al instante con todo el pueblo a orar al Señor para que alumbrara con su divina luz a aquella mujer incrédula. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Apenas acabaron su fervorosa oración sucedió una maravilla, y fue que la Hostia sacrosanta se dejó ver en carne humana, y en esta forma, presente el pueblo allí congregado, la mostró también el Santo Pontífice a la señora, cuyo prodigio la redujo, al punto, a la fe de este misterio y confirmó en ella a todos los circunstantes. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En presencia de tan gran portento determinaron seguir orando, lo que se hizo con extraordinario recogimiento y fervor, hasta que se vio como aquella carne se reducía a la forma de hostia que antes tenía, y tomándola el Santo Pontífice en sus manos la dio en comunión a la señora; glorificando todos al Supremo Hacedor que se dignó obrar tales maravillas para que
un alma recuperase la fe en el augusto Sacramento. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">San Gregorio murió en el año 604, y la Iglesia honra la memoria de un tan gran Pontífice el día 12 de mayo. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">(Pablo y Juan, diáconos. Vida de San Gregorio Magno,
lib. 2. cap. 21.)
</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">P. Manuel Traval y Roset</span></span></div><div style="text-align: left;"><br /></div>Apostolado Eucarísticohttp://www.blogger.com/profile/18120023713700521769noreply@blogger.com