miércoles, 10 de diciembre de 2025

martes, 25 de noviembre de 2025

Oración de Santo Tomás de Aquino para antes de la Comunión

 


ORACIÓN DE SANTO TOMÁS DE AQUINO
PARA ANTES DE LA COMUNIÓN

Aquí me llego, todopoderoso y eterno Dios, al sacramento de vuestro unigénito Hijo mi Señor Jesucristo, como enfermo al médico de la vida, como manchado a la fuente de misericordias, como ciego a la luz de la claridad eterna, como pobre y desvalido al Señor de los cielos y tierra.

Ruego, pues, a vuestra infinita bondad y misericordia, tengáis por bien sanar mi enfermedad, limpiar mi suciedad, alumbrar mi ceguedad, enriquecer mi pobreza y vestir mi desnudez, para que así pueda yo recibir el Pan de los Ángeles, al Rey de los Reyes, al Señor de los señores, con tanta reverencia y humildad, con tanta contrición y devoción, con tal fe y tal pureza, y con tal propósito e intención, cual conviene para la salud de mi alma.

Dame, Señor, que reciba yo, no sólo el sacramento del Sacratísimo Cuerpo y Sangre, sino también la virtud y gracia del sacramento ¡Oh benignísimo Dios!, concededme que albergue yo en mi corazón de tal modo el Cuerpo de vuestro unigénito Hijo, nuestro Señor Jesucristo, Cuerpo adorable que tomó de la Virgen María, que merezca incorporarme a su Cuerpo místico, y contarme como a uno de sus miembros.

¡Oh piadosísimo Padre!, otorgadme que este unigénito Hijo vuestro, al cual deseo ahora recibir encubierto y debajo del velo en esta vida, merezca yo verle para siempre, descubierto y sin velo, en la otra. El cual con Vos vive y reina en unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 2 de noviembre de 2025

Oración a Santa Clara

 


Oh, bienaventurada Santa Clara, tu vida brilla como un faro y arroja su luz a través de las edades de la Iglesia para guiar el camino de Cristo. Mira con compasión a los pobres y humildes que te piden ayuda. Al postraros ante vuestro Señor Eucarístico en el Cielo, háblale de mi cuerpo afligido y de mi espíritu quebrantado. Pídele que me cure y que limpie mis pecados en Su preciosa Sangre. 

Gran Sierva de Cristo, recuerda las necesidades de mi familia y de todos por los que rezo. Defiéndenos de todo lo que amenace nuestra santa fe católica. Escucha el grito de los pobres y haz que sea una canción de intercesión, que se eleve desde tu humilde corazón al Corazón Eucarístico de Jesús, nuestro Sanador, nuestro Salvador y nuestro Señor. Amén.

sábado, 11 de octubre de 2025

MILAGROS EUCARISTICOS - 65

 


UN TARCISIO EN EL SIGLO XX 
Año 1939, Tschuen-tao-tse (China) 

«Encerradme a ese bribón en el calabozo junto al almacén. Si se os escapa, lo pagarán vuestras cabezas». Quien daba esta orden era el general Hou-lou, jefe de un ejército de salteadores. Aquel a quien llamaba bribón era un niño de trece años, León, que estudiaba en el Seminario menor de Tschuen. 

A rastras fue llevado el muchacho a un recinto oscurísimo. A los pocos minutos, le pareció percibir la sombra de alguien que estaba tendido. Oyó unos gemidos. 

— ¿Quién está ahí?—preguntó. 

—¡Un desgraciado! 

— ¡Dios mío!—exclamó León al reconocer la voz de su hermano. —¡Benito! ¿Eres tú, hermano mío?—Y diciendo esto, se echó a llorar. Quiso, luego, consolar a su hermano: 

— Dios es bueno, Benito, y nos librará de estos malvados. 

—No, hermanito, yo no lograré esa libertad. Mis verdugos me han atormentado de un modo espantoso: mira mis manos traspasadas, y los riñones los tengo hechos una llaga de tantos latigazos. Y añadió: 

—;Dios mío!, os ofrezco mis dolores en expiación de mis pecados. 

En el almacén contiguo han penetrado dos bandidos. Unos rayos de luz pasan a través de las tablas mal unidas. 

— ¡Vaya un botín!—exclama uno de los ladrones, mostrando al otro un pequeño copón de plata. —Lo he cogido—le dice—en la pagoda del bonzo blanco. 

— ¡Por Buda! ¿Qué son esas pastillas redondas de sustancia blanca? 

León se aproximó a las tablas; miró a través de una rendija y cayó de rodillas. ¡Aquel desventurado tenía en sus manos la Santísima Eucaristía! Los dos hermanos convirtieron el calabozo en lugar de adoración a Jesús Sacramentado. 

Al día siguiente, son presentados ante el general. Hou-lou dirige una mirada feroz a Benito. Luego dice a sus hombres: «Le daréis cuarenta bastonazos, y si persiste en no declarar el escondite de su hermana, cortadle la mano derecha». 

En vano se postró León ante el forajido en favor de su hermano. Se abren otra vez las llagas, brota de nuevo la sangre que salpicó los vestidos de los mismos verdugos. 

Llegados a la prisión, Benito, tendido en la tierra arcillosa, dijo a su hermano: «León, yo me muero... Quiero recibir a mi Dios». 

León se dirige con sigilo al tabique que separa el calabozo del almacén. Quita una tabla, luego otra. Ahí, en el suelo, está el copón. Se arrodilla, lo toma con manos temblorosas... Saca una Forma, y la deposita en la lengua de su hermano. Cuando, al atardecer, entró un criado para darles un poco de alimento, encontró a León, sollozando, junto al cadáver de Benito. 

Todos descansan en el cuartel general de Hou-lou. 

León se encomienda a Jesús. Toma del almacén una bolsa de cuero con que cubre el copón y lo suspende del cuello. Abre la puerta y de puntillas llega al muro exterior; calcula: ¡cuatro metros de altura! Ve una viga apoyada en el muro... 

De pronto se oye un silbido estridente. Es la señal de alarma. La viga resbala y se viene al suelo con estrépito. 

¿Qué hacer? Allí mismo hay un tonel vacío. En un abrir y cerrar de ojos lo vuelca y se oculta debajo. 

Acuden precipitadamente los soldados: unos montan a caballo y se lanzan a galope tendido por el campo; otros, provistos de antorchas, van de acá para allá buscando por todas partes. Desde su escondite oye León los juramentos y maldiciones. El mismo Hou-lou llega a apoyarse en el tonel lleno de furor. 

Cansado de la inutilidad de sus pesquisas, amenaza a su gente y se retira. 

El patio queda desierto. El jovencito toma una resolución extrema: 

«Ahora, o nunca», se dice. Sale de su escondrijo. Ve dos caballos atados. Corta las riendas de uno, salta sobre la montura y huye. El es buen jinete. «Señor, ayúdame, sálvame», exclama. Sujetó bien el sagrado Tesoro y echó a correr. 

Después de varias horas de carrera sin rumbo fijo, apareció la luna, que hasta entonces había estado oculta por densas nubes, miró a su alrededor y se dio cuenta de un grupo de jinetes que iban en su seguimiento. Apresuró la carrera y llegó a orillas del rio Nonni, que estaba helado. 

¿Qué hacer? Los bandidos iban a caer sobre él irremisiblemente. ¿Podría el hielo resistir su peso? 

No hay tiempo para reflexionar: los perseguidores no distan doscientos metros. Baja del caballo, aprieta a Jesús contra su pecho y se lanza al río. Cede el hielo por algunas partes; mas él no se preocupa: avanza con audacia con el pensamiento fijo solamente en librar al Señor de las profanaciones de los bandidos. 

El ruido de los cascos resuena en el hielo. «¡Señor, sálvame!», clama, aterrado. 

En aquel momento oye un crujido espantoso, gritos desesperados, maldiciones: ha cedido el hielo... bandidos y caballos son sepultados en las aguas. 

Ganada la orilla, León se vuelve. Sus perseguidores han desaparecido. Ni uno solo ha quedado. Acciones de gracias a Jesús Sacramentado, sentimientos parecidos a los de Moisés y su pueblo después de pasado el mar rojo. 

Apenas amaneció, divisó allá lejos el campanario de una iglesia católica. Al llegar a la puerta, cayó extenuado. Ahí le encontró el misionero. Le Entregó el sagrado Depósito. y pudo decirle con débil voz: «Es el buen Jesús». 

El jovencito fue presa de subida fiebre durante varios días. En los accesos de delirio le veían cruzar nerviosamente los brazos sobre el pecho como quien protege algún tesoro. 

Pocas semanas después, León volvía al Seminario menor de Tschuen-tao-tse. 


(De El Siglo de las Misiones. Marzo 1940). 23. - P.E.
P. Manuel Traval y Roset S.J. (1856-1919)

miércoles, 8 de octubre de 2025

Los neosantos de la Nueva Iglesia: Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati

 



Los neosantos de la Nueva Iglesia: Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati



¿Qué es un santo? Un santo es alguien que se ha "separado" del mundo por amor a Cristo. Algunos son mártires de sangre, otros son víctimas de un martirio incruento, y otros mueren santos en sus camas y, sin embargo, son confesores de su fe en Cristo. Hay diferentes grados de santidad, pero todos son indispensablemente ejemplares y virtuosos. No todos serán canonizados por la Iglesia, por razones obvias, pero todos dan testimonio de Cristo en el mundo en el que viven.

La canonización de un santo es un proceso largo y largo[1], con cuatro etapas: Siervo de Dios, Venerable, Beato y Santo.

Tres requisitos son necesarios para la aprobación de la candidatura: la fama de santidad, el ejercicio de las virtudes cristianas —fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza y templanza— y la ausencia de obstáculos insuperables para la canonización: herejías, escándalos, crímenes...

Para el inicio de una causa de canonización es siempre necesaria la "fama de santidad" del candidato, o la opinión común del pueblo según la cual su vida fue integral, rica en virtudes cristianas. Esta "fama de santidad" debe durar y puede crecer después de su muerte. El candidato a los altares debe haber vivido las virtudes cristianas HEROICAMENTE, o haber tenido la disposición HABITUAL de hacer el bien con firmeza, de forma continua y sin vacilación. Debe haber practicado las virtudes a un nivel MUY ALTO, por encima del promedio. En otros casos, el objeto de verificación se refiere a las exigencias del martirio cristiano o al ofrecimiento de la vida.

El proceso comienza con la propuesta del nombre del candidato que vivió una vida de virtudes HEROICAS o fue un MÁRTIR; se escuchan testigos, se recogen pruebas y, si no hay incidentes, el candidato recibe el título de Siervo de Dios.

Luego, se investiga la vida del candidato para confirmar la práctica heroica de las virtudes cristianas o martirio, y también, si lo hay, se analizan todos sus escritos para verificar la ortodoxia de su doctrina; si todo es correcto, el candidato se convierte en Venerable.

Después de probar las virtudes y la doctrina correcta, es necesario probar los milagros —dos, tres o cuatro milagros, según la calidad de los testigos (Canon 2117, CDC-1917)— atribuidos a la intercesión del Venerable [el milagro es un hecho que debe ser instantáneo, perfecto, duradero y no explicable científicamente; es una exigencia de la Iglesia como si fuera una confirmación divina de que el candidato está en la gloria de Dios e intercede verdaderamente por los fieles en la tierra]; si es aprobado por expertos médicos y teólogos, el candidato se convierte en beato y puede ser adorado a nivel local o regional.

Los mártires ya están canonizados en esta etapa, prescindiendo de la necesidad de milagros.

Finalmente, es necesario probar los milagros – dos o tres milagros, dependiendo del tipo de beatificación previa, ya sea formal equidistante (canon 2138 del CPC-1917) – que deben haber ocurrido después de la beatificación. Si es aprobado por el Papa [y aquí tenemos el gran obstáculo para las canonizaciones actuales, dado que no tenemos un Papa], el candidato es canonizado y puede ser universalmente venerado como santo en toda la Iglesia Católica.

Cualquier persona, cofradía, asociación, diócesis o comunidad puede solicitar la apertura de un proceso de beatificación, pero para presentar correctamente esta solicitud, debe recurrir a un representante, llamado Postulador, generalmente eclesiástico.

Dicho esto, vayamos a las recientes "canonizaciones" de la Iglesia Conciliar Sinodal bajo la dirección de Robert Prevostalias León XIV: Carlo Acutis Pier Giorgio Frossati.

Solo Dios conoce el corazón humano, pero me gustaría que alguien me dijera cuáles son realmente las virtudes heroicas de estos dos candidatos a los honores de los altares.

En resumen, Carlo era un fashionista, vestía ropa de marca muy cara y los modernistas ahora ostentan estas piezas como objeto de culto en las iglesias. Como evangelizador, su religiosidad, según "The Economist", era desconocida para sus allegados: amigos, compañeros de escuela, maestros. Uno de sus amigos más cercanos, Michele del Vecchio, es pagano, y Carlo, durante los 5 años que vivieron juntos, nunca se molestó en hablarle de Jesús y bautizarlo. Su mejor amigo, Federico Oldani, se sorprendió por la "vita" que se tejió sobre Carlo, incluyendo la motivación para crear el sitio sobre los milagros eucarísticos, y relata varios hechos que ponen en duda estas virtudes cacareadas, como no escatimar los ojos de la inmodestia y la indecencia, ver esas películas de los 90 llenas de sensualidad y con un tema muy liberal y, a menudo, críticas a la Iglesia misma; y su peculiar gusto por programas como "Los Simpson", una oda al americanismo, llena de libertinaje, vicios, herejías, blasfemias, etc. No sobresalía en sus estudios, como el siguiente "santo".

Pier Giorgio Frassati. Curiosamente, Wikipedia lo definió como un "activista católico", y no a favor de la evangelización, porque estaba comprometido con la política y las "causas sociales", distorsionando la doctrina social de León XIII, como todo "demócrata cristiano", los precursores de los "socialistas iPhone" de hoy. Para oponerse a Mussolini, se unió a las filas del Partido Popular Italiano, una disidencia de los demócratas cristianos, no lo suficientemente socialista para su fundador (junto con Alcide De Gasperi), Luigi Sturzo, un sacerdote que también fundó el "Grupo Pueblo y Libertad", una organización antifascista internacional. Frassati también fue miembro de la Federación de Universidades Católicas Italianas y de la Acción Católica, ambas liberales y con un pie en la izquierda. Su familia, de la rica burguesía de Turín, era "giolitiana", liberal y "neutralista". "Giolittiano" proviene del político Giovanni Giolitti, involucrado en un escándalo de corrupción, que se movió entre la Izquierda Histórica, la Unión Liberal y el Partido Liberal Italiano. El "neutralismo" fue una posición "imparcial" sobre la intervención militar italiana en la Primera Guerra Mundial, una posición defendida por los liberales giolittianos y los socialistas. La mayoría de los movimientos juveniles en los que participó eran mixtos, y los hombres y mujeres jóvenes solían ir a los campamentos sin supervisión o con una supervisión precaria, hasta el punto de que su proceso de canonización comenzó con una denuncia de la rectitud de sus relaciones con las mujeres. Otras denuncias aparecieron en el curso de las investigaciones, pero las pruebas fueron ocultadas[2]. Cabe señalar que el padre de Pier Giorgio era ateo, habiéndose convertido solo después de la muerte de su hijo, impresionado por la cantidad de personas que asistieron al funeral; Después de todo, el hijo estaba fuertemente involucrado en varios movimientos sociales. Sobre este neosanto, en internet hay sitios web que insisten en que habría sido enterrado vivo, porque, cuando fue exhumado, fue encontrado con las manos en el cabello, lo que detuvo la causa por algún tiempo. La hermana lo niega.

Ambos neosantos fueron beatificados y canonizados por antipapas modernistas. Y tienen en común que provienen de familias con poca descendencia. Lo cual es extraño en familias supuestamente católicas y, sobre todo, ricas, que no pueden reclamar ningún tipo de restricción económica para tener todos los hijos que Dios quiere. La familia Acutis solo tuvo a Carlo cuando era niño, y solo tuvo un par de gemelos (un embarazo, por lo tanto) después de su muerte. Y se detuvo allí. Los Frassati también eran de una familia rica, muy rica, pero solo tenían un par de hijos y, a pesar de ser liberales, no aceptarían como nuera a una chica de origen humilde de la que Pier Giorgio se enamoró, pero que, cobardemente, nunca se declaró para no molestar a sus padres.

Ambos también tienen en común la muerte por una desafortunada enfermedad. Leucemia, para Carlo, y poliomielitis para Pier Giorgio. Tampoco la muerte fue heroica ni por odio a la fe católica. Por triste que sea, por arduo que haya sido el sufrimiento, no es suficiente santificarlos solo por eso.

Se ve que hay dos canonizaciones fabricadas para satisfacer una demanda social y propagandística. Carlo sería el primer santo "millennial", y puede atraer a los jóvenes con este atractivo sentimental. Me pregunto si el mundo no tiene verdaderos santos entre los jóvenes... Y pensar que hay innumerables grandes santos en la lista de espera, de ambos sexos, de todas las edades y de origen social, pero que no deberían complacer a los usurpadores de la Santa Sede y del Nuevo Testamento.

Finalmente, y lo más importante que todo esto, es el hecho de que la Iglesia Sinodal de Prevost no tiene AUTORIDAD para canonizar a nadie. No es Papa porque fue "elegido" por un cónclave inválido. Punto.


Artículos sobre los nuevos santos de la Nueva Iglesia ya publicados en Pale Ideas, ver aquí.


Notas:
1. Hay excepciones a la demora en las canonizaciones; por ejemplo, la canonización de San Antonio de Padua (1195-1231) fue la más rápida, ya que fue canonizado 352 días después de su muerte, un récord que nunca ha sido superado, y se reconocieron 53 milagros que ocurrieron después de su muerte. Parece que San Pedro de Verona también fue canonizado en menos de un año. Santa Juana de Arco tuvo el proceso más largo: 450 años. La Iglesia modernista, por su parte, simplificó el proceso y las canonizaciones ahora tienen prisa y no tienen mucho en cuenta la doctrina y, a veces, ni siquiera el milagro.


lunes, 15 de septiembre de 2025

Oración de San Antonio María Claret para antes de la Comunión



Señor mío Jesucristo, Creador y conservador del cielo y de la tierra, Padre el más amoroso, médico el más compasivo, maestro sapientísimo, pastor el más caritativo de nuestras almas. Aquí tenéis a este miserable pecador, indigno de estar en vuestra presencia y más indigno aún de acercarse a ese banquete inefable. ¡Ay, Señor! Cuando considero vuestra infinita bondad en querer venir a mí, me pasmo..., y al mirar la multitud de pecados con que os ofendí y agravié en toda mi vida, me confundo, me ruborizo y me siento compelido a deciros: «Señor, no vengáis...; apartaos de mí, porque soy un miserable pecador». Si el Bautista no se consideraba digno de desatar las correas de vuestro calzado, ¿cómo mereceré yo tan grande honor?... Si el temor y el respeto hace que tiemblen los Ángeles en vuestra presencia, ¿podré yo no temblar al presentarme y sentarme a vuestra mesa divina? Si la Santísima Virgen, aunque destinada para ser vuestra Madre, y condecorada con todas las excelencias, prerrogativas y gracias posibles en una pura criatura, se considera, sin embargo, como una esclava, e indigna de concebiros en sus purísimas y virginales entrañas, ¿podré yo, miserable pecador, lleno de imperfecciones y defectos, tener valor para recibiros en mi interior? ¡Ay, Señor! ¿No os horroriza este delincuente?... ¿No os causa asco el venir a mi y entrar en tan vil e inmunda morada?

En verdad, Señor, que yo no tuviera valor para acercarme a Vos, si primero no me llamaseis, diciéndome como a otro Zaqueo, no una vez sola, sino tantas cuantas son las inspiraciones con que me dais a conocer el deseo que tenéis de venir a mi: Baja, Zaqueo, pues hoy quiero hospedarme en tu casa. Pero ¿qué es lo que os mueve a venir a mí, Señor? ¿Mis méritos? ¿Mis virtudes? ¿Cómo hablará de virtudes y méritos un pecador como yo?, ¡ah, ya lo entiendo, Señor; mis miserias, mi pobreza: esto es lo que os mueve. ¡Oh exceso de amor!

Vos dijisteis que no son los sanos los que necesitan del médico, sino los enfermos; y he aquí por qué queréis venir: veis mi urgente necesidad, y el deseo de remediarla os impele. En efecto, Señor, es tal el estado de mi alma, que puedo decir con verdad: «De la planta del pie a la coronilla de la cabeza no hay en mi parte sana»; ¡tantas son mis imperfecciones! No obstante, aquí me tenéis, Señor; me presento a Vos, no porque de Vos me juzgue digno, sino porque no puedo vivir sin Vos; iré a Vos cual otro mendigo al rico, para que remediéis mis miserias y para que me libréis del ahogo de mis faltas e imperfecciones; iré porque las grandes enfermedades que me aquejan sólo Vos podéis remediarlas; una mirada compasiva, divino Médico, y quedarán sanas mis potencias y sentidos.

Párate aquí un poco y descúbrele confiado todos tus males corporales y espirituales, y después prosigue:

Virgen Santísima: ya que compadecida de los esposos de Caná de Galilea los sacasteis del apuro, alcanzándoles de Jesús aquella milagrosa conversión del agua en vino, pedidle también que obre en mi favor un prodigio semejante, concediéndome las gracias que para recibirle dignamente he menester. A Vos nunca os dio un desaire; siempre sois atendida: interesaos, pues, por mí; haced en mi favor cuanto podéis. ¡Oh, cuánto lo necesito!

Ángeles santos: veis que voy a sentarme a la santa Mesa y comer al que es vuestro pan; alcanzadme que yo vaya con el vestido nupcial y ataviado con el adorno de todas las virtudes.

¡Oh Santos todos moradores del cielo! Interesaos por mí, y haced que yo me llegue al augusto Sacramento cual os llegabais vosotros, y que, sacando de él los frutos que vosotros, pueda decir con verdad: «Vivo yo, mas no yo, sino que vive en mi Cristo ». Con esta fe, esperanza, confianza y amor me llego a Vos, Señor y Dios mío.


Camino Recto y Seguro  para llegar al Cielo
San Antonio María Claret

miércoles, 27 de agosto de 2025

Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios - San Juan Apóstol

 


Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba al principio en Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por El, y sin Él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho. 4 En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz luce en las tinieblas, pero las tinieblas no la acogieron. Hubo un hombre enviado de Dios de nombre Juan. 7 Vino este a dar testimonio de la luz para testificar de ella y que todos creyeran por él. No era el la luz, si no que vino a dar testimonio de la luz. Era la luz verdadera que, viniendo a este mundo ilumina a todo hombre. 10 Estaba en el mundo y por Él fue hecho el mundo pero el mundo no le conoció. 11 Vino a los suyos pero los suyos no le recibieron. 12 Más a cuantos le recibieron les dio poder de venir a ser hijos de Dios, a aquellos que creen en su nombre; 13 que no de la sangre, ni de la voluntad carnal, ni de la voluntad de varón, sino de Dios son nacidos. 14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan da testimonio de Él clamando: Este es de quien os dije: El que viene detrás de mí ha pasado delante de mí, porque era primero que yo. 16 Pues de su plenitud recibimos todos gracia sobre gracia. 17 Porque la Ley fue dada por Moisés, la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo. 18 A Dios nadie le vio jamás; Dios unigénito, que está en el seno del Padre, este le ha dado a conocer. 

San Juan 1:1-18

martes, 19 de agosto de 2025

MILAGROS EUCARISTICOS - 64

 



SACRILEGO ATREVIMIENTO 
 Año 1605, Dulae (Filipinas) 

Las Cartas anuas de la Compañía de Jesús, refieren un hecho portentoso acaecido en Dulac, pueblo de la isla de Leyte. 

Un joven que había tenido la desgracia de ofender gravemente a Dios, quiso acercarse a la sagrada Mesa sin confesar antes su pecado. El castigo de tan sacrílego atrevimiento no se hizo esperar. Al punto sintió intensísimos dolores en todos sus miembros, que no le dejaban momento de reposo. Como reconociese la causa de tan grandes padecimientos, procuró arrojar la santa Hostia, con lo cual quedó aliviado. 

Continuó luego en su mala vida, y se acercó otra vez a comulgar, manchada su conciencia con nuevos pecados. Un fuego ardoroso le secó entonces la garganta y le abrasaba todo el cuerpo: y aun cuando le era patente la causa de este nuevo castigo, no quiso el infeliz descubrirla, antes otra vez repitió la Comunión en desgracia de Dios. 

En justo enojo, permitió el señor que un enjambre de moscardones se le entrase por la boca y le atormentase espantosamente. 

El desdichado joven reconoció entonces la enormidad de su crimen; y sinceramente arrepentido obtuvo de la infinita misericordia de Dios su gracia, viéndose al propio tiempo libre de tan terribles padecimientos, preludio de los eternos que le esperaban en el infierno si de veras no se hubiese convertido. 

(Cartas anuas de la Compañía de Jesús. Año 1605, pag. 496)

P. Manuel Traval y Roset S.J. (1856-1919)

sábado, 16 de agosto de 2025

Profecías de Nuestra Señora del Buen Suceso (Siglo XVII)



 Era el año 1634 cuando, a las 3 en punto de la madrugada del 2 de febrero, la Madre Mariana de Jesús Torres, abadesa del convento Concepcionista en la ciudad de Quito, vio la lámpara que ardía en el santuario cerca del Santísimo Sacramento parpadear y apagarse, dejando la iglesia en total oscuridad. Sus sentidos se entumecieron, y vio una luz celestial que iluminaba toda la iglesia. Era la Reina del Cielo quien, después de hacer a la mecha prenderse otra vez, dijo estas palabras a la Madre Mariana: “Amada hija de mi corazón, Yo soy María del Buen Suceso, su madre y protectora”.

  Tras profetizar sobre la muerte de la vidente y el futuro del monasterio, Nuestra Señora del Buen Suceso empezó a explicar a la Madre Mariana los varios significados de que se hubiese apagado la lámpara: “En el siglo diecinueve, hacia su final, y a través de la mayor parte del siglo veinte, muchas herejías abundarán en esta tierra, que será entonces una república libre. La preciosa luz de la Fe se extinguirá en las almas debido a la casi total corrupción de las costumbres. Para entonces habrán grandes calamidades, físicas y morales, públicas y privadas. Las pocas almas que preservarán la devoción a la Fe y las virtudes sufrirán cruel e indescriptible congoja, algo así como un prolongado martirio; muchos de ellos irán a la tumba debido a la violencia del sufrimiento y serán considerados mártires que se sacrificaron a sí mismos por la Iglesia y la Nación. Para obtener la libertad de la esclavitud de esas herejías, aquellos a quienes el misericordioso amor de mi Santísimo Hijo haya destinado para tal restauración necesitarán gran fuerza de voluntad, constancia, valor y mucha confianza en Dios. Para probar la Fe y Confianza del Justo, momentos vendrán en que todo parezca perdido y paralizado, pero ellos serán el feliz comienzo de la completa restauración”.

 

Profecías a cumplirse

  Al indicar el agente de la crisis tan catastrófica que describe en sus profecías sobre los siglos XIX y XX, Nuestra Señora del Buen Suceso se refiere a las herejías en general y a las sectas, o simplemente a la secta (Masonería).

  Esas herejías o sectas tendrían el poder para extender sus garras desde el recinto sagrado del Templo hasta el hogar, influenciando perniciosamente todos los campos de la actividad humana.


Libertinaje, impureza, corrupción de mujeres y niños

  “...Se desbordarán las pasiones y habrá una total corrupción de costumbres, por casi reinar Satanás con las sectas masónicas, tendientes principalmente a corromper a los niños para sostener con ese medio la corrupción general. ¡Ay de los niños de ese tiempo!: el sacramento del Bautismo lo recibirán difícilmente, la Confirmación, de igual manera”.

  “Habiéndose apoderado la secta de todas las clases sociales, tendrá tanta sutileza para introducirse en los hogares domésticos, que perdiendo a la niñez, se gloriará el demonio de alimentarse con el exquisito manjar de los corazones de los niños. En esos aciagos tiempos, apenas se encontrará inocencia infantil, de esa manera irán perdiéndose las vocaciones para el sacerdocio, que será una verdadera calamidad”.


La virginidad habrá casi desaparecido

  “La atmósfera repleta del espíritu de impureza, el que a manera de un mar inmundo correrá por calles, plazas y sitios públicos con una libertad asombrosa de manera que casi no habrá en el mundo almas vírgenes. La delicada flor de la virginidad, tímida y amenazada de completa destrucción, lucirá de lejos”.


Puerta abierta para el divorcio, el concubinato, los hijos ilegítimos, la educación laica...

  “El sacramento del matrimonio, el que representa la unión de Cristo con la Iglesia, será atacado y profanado en toda la extensión de la palabra... [se aprobarán] inicuas leyes procurando extinguirlo, facilitando a todos vivir mal y propagándose la generación de hijos mal nacidos y sin la bendición de la Iglesia, irá decayendo rápidamente el espíritu cristiano”.

  “Apagándose la luz preciosa de la fe hasta llegar a casi una total y general corrupción de costumbres; esto, unido con la educación laica, será motivo de escasear las vocaciones sacerdotales y religiosas”.


Desestima por la unción de los enfermos

  “El sacramento de la extremaunción, por ese tiempo en el que faltará en esta pobre Patria el espíritu cristiano, será poco acatado y muchas personas morirán sin recibirlo, ya por descuido de las familias, como por un mal entendido afecto hacia sus enfermos...”


La Sagrada Eucaristía será profanada y pisoteada

  Peor aún se dará con la Sagrada Comunión: “¡Ay, cuánto siento manifestarte que habrá muchos y enormes sacrilegios públicos y también ocultos, profanando la Sagrada Eucaristía!... Mi Hijo Santísimo se verá rodado por el suelo y pisoteado por inmundas plantas”.


Muchas naciones serán castigadas por los pecados de sacerdotes y religiosos

“Sabe aún que la Justicia Divina acostumbra descargar castigos terribles sobre naciones enteras, no tanto por los pecados del pueblo, cuanto por los de los sacerdotes y religiosos, porque estos últimos son llamados, por la perfección de su estado, a ser la sal de la Tierra, los maestros de la verdad y los pararrayos de la Ira Divina”.


Por servirle a medias, renegará Dios de muchas almas

  El Niño Jesús reveló a la madre Mariana que muchas almas religiosas y sacerdotales “quieren servirme a medias, conservando sus caprichos y genios, satisfaciendo en todo sus voluntades y tomando libertades incompatibles con su estado y profesión. Yo no las tolero; nada por la mitad me agrada. Yo las abandono y dejo que sigan todos los deseos de su corazón pervertido para desconocerlas delante de mi Padre Celestial. ¡Ay de aquéllos y de aquéllas!”


Quien debía hablar, callará

  “Casi no se encontrará inocencia en los niños ni pudor en las mujeres, y en esta suprema necesidad de la Iglesia, callará quien a tiempo debió hablar”.

  Esta grave omisión es repetida por la Santísima Virgen en la siguiente aparición, el 2 de febrero de 1610: “Campearán los vicios de impureza, la blasfemia y el sacrilegio en aquel tiempo de depravada desolación, callando quien debería hablar”.

  Los que deberían defender los derechos de la Iglesia, darán la mano a sus enemigos

  Nuestra Madre Santísima hace a su hija dilecta esta terrible declaración:

“Tiempos funestos sobrevendrán, en los cuales... aquellos que deberían defender en justicia los derechos de la Iglesia, sin temor servil ni respeto humano, darán la mano a los enemigos de la Iglesia para hacer lo que éstos quieran”.


Cuando todo parezca perdido, será el inicio del triunfo de María

  Como en Fátima, después de la previsión de catástrofes para la Iglesia y la civilización cristiana, la previsión de una espléndida victoria.

  Así, al tratar de la propagación de las herejías en los siglos XIX y XX, María del Buen Suceso revela a la madre Mariana de Jesús Torres:

  “El corto número de almas en las cuales se conservará el culto de la fe y de las buenas costumbres sufrirá un cruel e indecible al par que prolongado martirio; muchas de ellas descenderán al sepulcro por la violencia del sufrimiento y serán contadas como mártires que se sacrificaron por la Iglesia y por la Patria”.

  “Para libertar de la esclavitud de estas herejías, necesitarán gran fuerza de voluntad, constancia, valor y mucha confianza en Dios aquéllas a quienes destinará para esta restauración. El amor misericordioso de mi Hijo Santísimo, para poner a prueba en los justos esta fe y confianza llegarán momentos en los cuales, al parecer, todo estará perdido y paralizado, y entonces, será feliz principio de la restauración completa”.

  Y, después de referirse a la prevaricación en las filas eclesiásticas, Nuestra Señora afirma:

  “Ora con instancia, clama sin cansarte y llora con lágrimas amargas en el secreto de tu corazón, pidiendo a nuestro Padre Celestial, que por el amor al Corazón Eucarístico de mi Hijo Santísimo ponga cuanto antes fin a tan aciagos tiempos, enviando a esta Iglesia el Prelado que deberá restaurar el espíritu de sus sacerdotes”.

  “A ese hijo mío muy querido lo dotaremos de una capacidad rara, de humildad de corazón, de docilidad a las divinas inspiraciones, de fortaleza para defender los derechos de la Iglesia y de un corazón tierno y compasivo. En su mano será puesta la balanza del Santuario, para que todo se haga con peso y medida, y Dios sea glorificado”.

  Para que esto no suceda, el demonio y sus secuaces incitarán “todos los vicios”, provocando así “toda clase de castigos, entre ellos la peste, el hambre, la pendencia entre propios y ajenos, la apostasía, perdiendo a un número considerable de almas... Habrá una guerra formidable y espantosa... Esa noche será horrorosísima, porque al parecer humano será triunfante la maldad”.

  “Entonces es llegada mi hora en la que Yo, de una manera asombrosa destronaré al soberbio y maldito Satanás, poniéndole bajo mi planta y encadenándole en el abismo infernal, dejando por fin libres a la Iglesia y la Patria de su cruel tiranía”.

 

FUENTES:

1) Vida Admirable de la Rvda. Madre Mariana de Jesús Torres, escrita alrededor de 1790 por Fray Manuel de Sousa Pereira O.F.M.

2) Madera para Esculpir la Imagen de una Santa, por Mons. Dr. Luis E. Cadena y Almeida. Foundation for a Christian Civilization, Nueva York, 1987.

3) Mensaje Profético de la Sierva de Dios Sor Mariana Francisca de Jesús Torres y Berriochoa, Quito, 1989, de Mons. Luis E. Cadena y Almeida.

4) http://sempefidelis.blogspot.com.es/2009/10/yo-soy-maria-de-el-buen-suceso.html

5) http://www.fatima.org.pe/seccion-verarticulo-460.html

Dios es Amor - I San Juan 4, 7-21




7 Carísimos, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha aprendido a conocer a Dios, porque Dios es amor. 9 Y el amor de Dios se ha manifestado en nosotros en que Dios envió al mundo su Hijo Unigénito, para que nosotros vivamos por Él. 10 En esto está el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió su Hijo como propiciación por nuestros pecados. 11  Amados, si de tal manera nos amó Dios, también nosotros debemos amarnos mutuamente. 12 A Dios nadie lo ha visto jamás; mas si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor llega en nosotros a la perfección. 13 En esto conocemos que permanecemos en Él y Él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14 Y nosotros vimos y testificamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo. 15 Quienquiera que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. 16 En cuanto a nosotros, hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios es amor; y el que permanece en el amor, en Dios permanece y Dios permanece en él. 17 En esto es perfecto el amor en nosotros –de modo que tengamos confianza segura en el día del juicio– porque tal como es Él somos también nosotros en este mundo. 18 En el amor no hay temor; al contrario, el amor perfecto echa fuera el temor, pues el temor supone castigo. El que teme no es perfecto en el amor. 19 Nosotros amamos porque Él nos amó primero. 20 Si alguno dice: “Yo amo a Dios”, y odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios, a quien nunca ha visto. 21 Y éste es el mandamiento que tenemos de Él: que quien ama a Dios ame también a su hermano. 

I San Juan 4, 7-21

jueves, 14 de agosto de 2025

Oración a San Juan de Dios




Oración a San Juan de Dios para pedir su intercesión

¡Glorioso San Juan de Dios, caritativo protector de los enfermos y desvalidos! Mientras vivisteis en la tierra no hubo quien se apartase de vos desconsolado: el pobre halló amparo y refugio; los afligidos consuelo y alegría; confianza los desesperados y alivio en sus penas y dolores todos los enfermos. Si tan copiosos fueron los frutos de vuestra caridad estando aún en el mundo, ¿qué no podremos esperar de vos ahora que vivís íntimamente unido a Dios en el Cielo? Animados con este pensamiento, esperamos nos alcancéis del Señor la gracia de… si es para mayor gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.


miércoles, 16 de julio de 2025

Oración de Santa Catalina de Siena a Jesús Sacramentado

 



¡Oh caridad sin límites! Así como te diste a nosotros, completamente Dios y completamente hombre, también nos dejaste todo de Ti como alimento para que, mientras somos peregrinos en esta vida, no nos desmayemos en nuestro cansancio, sino que seamos fortalecidos por Ti, Alimento Celestial.

¡Oh, pueblo mercenario! ¿Y qué les ha dejado su Dios? Él les ha dejado a sí mismo, completamente Dios y completamente hombre, oculto bajo la blancura de este pan.

¡Oh fuego de amor! ¿No fue suficiente regalarnos la creación a tu imagen y semejanza, y crearnos de nuevo por la gracia en la sangre de tu Hijo, sin darnos a Ti mismo como alimento, la totalidad del ser divino, la totalidad de Dios?

¿Qué te impulsó? Nada más que tu caridad, ¡Loco de amor Tú estás!

Nuestra Señora del Carmen - 16 de Julio

 

Oración a Ntra. Sra. del Carmen

¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que viste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección. Fortaleced mi flaqueza con vuestro poder, iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría, aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad. Adornad mi alma con tales Gracias y virtudes que sea siempre amada de vuestro divino Hijo y de Vos. Asistidme en vida, consoladme cuando muera con vuestra amabilísima presencia, y presentadme a la augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto vuestro, para alabaros eternamente y bendecidos en el Paraíso. Amén.


domingo, 6 de julio de 2025

Oración de San Buenaventura a Jesús Sacramentado

 


Concede que mi alma pueda anhelarte 

Traspasa, dulcísimo Jesús y Señor mío,
la médula de mi alma con el suavisísimo
y saludabilísimo dardo de tu amor
con la verdadera, pura y santísima caridad apostólica,
a fin de que mi alma desfallezca y se derrita siempre sólo en amarte
y en deseo de poseerte: que por Ti suspire,
y desfallezca por hallarse en los atrios de tu Casa;
anhele ser desligado del cuerpo para unirse contigo.

Haz que mi alma tenga hambre de Ti, Pan de los Ángeles,
alimento de las almas santas, Pan nuestro de cada día,
lleno de fuerza, de toda dulzura y sabor, y detodo suave deleite. 

Oh Jesús, en quien se desean mirar los Ángeles:
tenga siempre mi corazón hambre de Ti,
y el interior de mi alma rebose con la dulzura de tu sabor.

Tenga siempre sed de Ti, fuente de vida,
manantial de sabiduría y de ciencia,
río de luz eterna, torrente de delicias,
abundancia de la Casa de Dios.

Que te desee, te busque, te halle;
que a Ti vaya y a Ti llegue; en Ti piense, de Ti hable,
y todas mis acciones encamine a honra y gloria de tu nombre,
con humildad y discreción, con amor y deleite, con facilidad y afecto,
con perseverancia hasta el fin.

Para que Tú solo seas siempre mi esperanza,
toda mi confianza, mi riqueza
mi deleite, mi contento, mi gozo, mi descanso y mi tranquilidad,
mi paz, mi suavidad, mi perfume, mi dulzura, mi comida,
mi alimento, mi refugio, mi auxilio, mi sabiduría, mi herencia,
mi posesión, mi tesoro, en el cual esté siempre fija y firme e inconmoviblemente
arraigada mi alma y mi corazón. 

Amén.