martes, 30 de junio de 2009

EL MILAGRO EUCARÍSTICO DE LANCIANO



"... en todo el mundo se ofrece a mi Nombre tanto el humo del incienso como una ofrenda pura... "-- Profecía de Malaquías 2,11.

Lanciano es una pequeña ciudad de Italia, que se encuentra en la costa del Mar Adriático. Aquí se conserva desde hace más de trece siglos el más antiguo y más grande de 400 milagros eucarísticos. Esta es la historia:

Un sacerdote inteligente y entendido en las cosas del mundo, pero débil en la fe, dudaba de la presencia real de Nuestro Señor Jesús en la Eucaristía: ¿Está Jesús realmente presente –no figurativa ni simbólicamente– en la Eucaristía?

Una mañana del año 700, hace más de 1300 años, mientras celebraba la Santa Misa, el sacerdote estaba siendo atacado fuertemente por la duda, y después de haber pronunciado las solemnes palabras de la consagración, vio como la Santa Hostia se convirtió en un círculo de carne y el vino en sangre visible. Se sorprendió y emocionó tanto que se puso a temblar y a llorar incontrolablemente de gozo y agradecimiento.

Estuvo parado por un largo rato, de espaldas a los fieles, como era la Misa en ese tiempo. Después se volteó despacio hacia ellos, diciéndoles: “¡Oh afortunados testigos a quién el Santísimo Dios, para destruir mi falta de fe, ha querido revelárseles Él mismo en este Bendito Sacramento y hacerse visible ante nuestros ojos. Vengan, hermanos y maravíllense ante nuestro Dios tan cerca de nosotros. ¡Contemplen la Carne y la Sangre de Nuestro Amado Cristo!”.

Las personas se apresuraron para ir al altar y, al presenciar el milagro, empezaron a clamar, pidiendo perdón y misericordia. Otras empezaron a darse golpes de pecho, confesando sus pecados, declarándose indignos de presenciar tal milagro. Otros se arrodillaban en señal de respeto y gratitud por el regalo que el Señor les había concedido. Todos contaban la historia por toda la ciudad y por todos los pueblos circunvecinos.

La Carne se mantuvo intacta, pero la Sangre se dividió en el cáliz en 5 partículas o bolitas de diferentes tamaños y formas irregulares. Inmediatamente la Hostia y las cinco partículas fueron colocadas en un relicario de marfil, que fue reemplazado en 1713 por el relicario actual, de plata y cristal, en el que hoy pueden verse la Carne y la Sangre como entonces.

En sí mismo, este suceso, certificado documentalmente, es extraordinario. Pero además, la conservación de la Carne y de la Sangre, dejadas al estado natural por espacio de trece siglos y expuestas a la acción de agentes atmosféricos y biológicos, es inexplicable científicamente. Lo normal es que se hubieran desintegrado al cabo de unos cuantos años.

A través del tiempo, se han hecho muchas investigaciones. En 1574 se descubrió otro fenómeno inexplicable. Las cinco bolitas de Sangre coagulada son de diferentes tamaños y formas, pero cualquier combinación pesa en total lo mismo. En otras palabras, una pesa lo mismo que dos o cinco, dos pesan lo mismo que tres o cuatro, etc.

Análisis realizados en 1991 con absoluto rigor científico, con los instrumentos más avanzados y documentados por una serie de fotografías al microscopio, dieron los siguientes resultados: La Carne pertenece a un corazón humano, estando presentes, en secciones, el miocardio, el endocardio, el nervio vago y, por el relevante espesor del miocardio, el ventrículo izquierdo. La Sangre es sangre humana con todos los componentes de la sangre fresca. Carne y Sangre son del grupo sanguíneo AB, como el presente en la Sábana Santa y otros milagros eucarísticos.

Qué decir ante esto? Para que creamos, Jesús nos demuestra mediante este Milagro Eucarístico que en cada Misa y en cada Sagrario de la Tierra se encuentra Él realmente presente en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, con Su Carne y Sangre, Humanidad y Divinidad. Allí está Su Corazón traspasado de amor por los hombres, recibiendo indiferencias y desprecios, ofensas y sacrilegios de aquellos por los que sufrió hasta la muerte en la cruz.

Es manifestación del amor mas sublime que existe. Solo Nuestro Señor, nos ama de esta forma. El Señor nos sigue dando Su Sangre y Su Cuerpo todos los días en la Eucaristía para sanarnos, liberarnos y sustentarnos, como Él mismo dijo: 'El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida'. (Juan 6,54-56).

¡Entra en la Presencia del Señor con gratitud y reverencia! Que cada Eucaristía sea un encuentro único con el Corazón de Jesús, encuentro con el Dios de Amor, el Dios que se manifiesta misericordioso, compasivo, y a la misma vez, con un Corazón traspasado por los pecados nuestros y de la humanidad.



Tomado de:

sábado, 27 de junio de 2009

PROFECIAS DE BUG DE MILHAS

Este santo eremita nació en MILHAS, aldea de COMINGES (Pirineos franceses), en el siglo XVII y murió en 1848 a edad muy avanzada, lleno de merecimientos por su santa vida, siendo muy venerado por el don de consejo e ilustraciones sobrenaturales con que quiso enriquecerle el SEÑOR. En 1780 predijo con admirable precisión la REVOLUCIÓN FRANCESA, que no advino hasta nueve años más tarde. En 1793 anunció la buena estrella y fortuna de Napoleón Bonaparte para hacerse con el MANDO SUPREMO, acontecimiento de muy dificil predicción en aquella época tan revuelta y de acontecimientos tan dispares. Después de otras muchas predicciones, que tuvieron cumplimiento exacto y le grangearon renombre de santidad y videncia excepcionales, como la REVOLUCIÓN DE LA COMUNA en 1848 y el desastre de FRANCIA en 1870-71, predichas treinta años antes, murió en la paz del Señor y las bendiciones de los hombres.

SOBRE EL PORVENIR DE NUESTRA PATRIA SE CONSERVAN LOS SIGUIENTES TESTIMONIOS:

1º ¡ DIOS ETERNO!, tus juicios son grandes e incomprensibles... IBERIA, IBERIA,* veo crecer tu poder y tu esplendor; nada será capaz de contrastar la elevación y fuerza de tus destinos.

2º Setecientos años de guerra en toda la IBERIA formaron el IMPERIO más vasto que se ha conocido, pero sólo sirvió para empobrecer a sus hijos.

¿Qué le queda de aquel poderío? "Todo lo perdiste, todo menos el amor de tus hijos", éstos te ensalzarán.

3º Combatida por la tempestad de los partidos y la ambición de los extranjeros, lucharás denonada; te constará sangre, tesoros, edificios... pero llegará el día de la bonanza, repararás tus anteriores pérdidas y la fama de tu gloria y esplendor se extenderá hasta las regiones más remotas.

4º Una guerra está anunciada por muchos profetas y sus predicciones se cumplirán.

Esta guerra llevará sus estragos por todas partes; la peste y otras muchas plagas la acompañarán, esparciendo el terror por doquiera.

El fanatismo de las falsas creencias y los partidos intolerantes llenarán de víctimas muchos países; la IBERIA será el asilo de todos los proscritos; los católicos, huyendo del furor de sus enemigos, se refugiarán en ESPAÑA. Esta emigración prodigiosa aumentará la GRANDEZA DE LA NACION.

5º Entonces el TAJO producirá un GUERRERO valiente como el CID y religioso como el TERCER FERNANDO, que enarbolando el estandarte de la FE reunirá en torno de sí innumerables huestes, y con ellas saldrá al encuentro del formidable GIGANTE, que con sus feroces soldados se adelantará a la CONQUISTA DE LA PENINSULA. (Se especula sobre diversos personajes, españoles y franceses sin que nos atrevamos a sugerir ninguno hasta que el tiempo y los acontecimientos clarifiquen y definan los entornos que los conforman).

6º Los PIRINEOS serán testigos del combate más cruel que habrán visto los siglos. La tierra temblará bajo el peso de los bélicos aparatos.TRES DIAS DURARA LA BATALLA... En vano el temible GIGANTE querrá animar a los suyos y restablecer el combate, porque el DEDO DEL SEÑOR señaló ya el fin de su reinado y sucumbirá a los filos de la espada del nuevo CID.

7º Entonces el EJERCITO VICTORIOSO, protegido por el SUPREMO HACEDOR atravesará provincias y mares y llevará el estandarte de la CRUZ HASTA LAS ORILLAS DEL NEVA. "TRIUNFARÁ EN TODAS PARTES LA RELIGIÓN CATÓLICA Y HARA LA FELICIDAD DEL GENERO HUMANO".

(Cf. "Futura grandeza de España", López galúa, págs. 204-205, 3ª edición, La Coruña.) (Se calculan en más de diez mil tanques de guerra el armamento acorazado del Ejército Rojo. Sobre el Neva se halla San Petersburgo, antigua capital de Rusia y segunda ciudad de la nación.)

*Iberia=España
Tomado del libro, ¡ALERTA HUMANIDAD! 4ª Edición-año1979.

PROFECIAS DE LA MADRE ELENA AIELLO


Sor Elena, conocida como "La Monja Santa", fue Madre General y Fundadora de las hermanas Mínimas de la Pasión de Nuestro Señor, estigmatizada de modo excepcional y víctima por la humanidad. Fue estimada y consultada con frecuencia por el Papa Pío XII, reconociendo en ella dotes de abnegación, caridad y profecía. Su vida está escrita en el libro de Francisco Spadafora: "Sor Elena Aiello, La Monja Santa".

Palabras de la Madre Elena Aiello: "Después de comenzar los sufrimientos usuales, aproximadamente a la 1.00 de la tarde, Jesús se me apareció cubierto de llagas y de sangre y me dijo: Mira, hija mía, como los pecados del mundo me han herido. El mundo se ha sumergido enteramente enla suciedad y desborda corrupción. Los Gobiernos de los pueblos se han levantado como demonios encarnados".

"Mientras hablan de paz, se están preparando para una guerra con armas desvastadoras para la destrucción de pueblos y naciones. Los hombres ABUSAN DE MI MISERICORDIA y han transformado la Tierra en una escena de crimenes. Muchos escándalos llevan a las almas a la perdición... Especialmente por la corrupción de la juventud. El rezo está casi muerto en los labios de muchos. La voluntad de los hombres ya no cambia. Viven en la obstinación del pecado".

"Se necesita oración y penitencia de mís almas fieles para aplacar la Justicia Divina, para atemperar la justa sentencia del castigo, que ha sido suspendida en la Tierra POR LA INTERCESIÓN DE MI AMADA MADRE, que es también Madre de todo el linaje humano. Oh, que triste está mí Corazón al ver que LOS HOMBRES NO RESPONDEN a los muchos lamamientos de mí amor y de dolor, dirigidos por mí Amada Madre a la humanidad errante. Errado en la oscuridad siguen viviendo en sus pecados y se alejan más de Dios; pero el CASTIGO DE FUEGO se acerca para purificar la Tierra de las iniquidades de los perversos".

Revelación hecha el 16 de abril de 1954: "La Justicia de Dios exige reparación por las muchas ofensas y crimenes que cubren la Tierra y que ya no se pueden comprometer más. Anuncia a la humanidad que deben volver a Dios, haciendo penitencia y haciéndolo así tienen esperanza de ser perdonados y salvados de la justa venganza de un Dios despreciado".

En 1955 tuvo una revelación de la Santísima Virgen, quien se presentó con un vestido negro y siete espadas atravesando su Inmaculado Corazón, y le reveló lo siguiente:

"Oyeme con atención y revela a todo el mundo: Mi Corazón está muy triste por los sufrimientos que vendrán sobre el mundo que se bate en una catástrofe inminente. La Justicia de Dios es ofendida al extremo. LOS HOMBRES VIVEN EN LA OBSTINACIÓN DE SUS PECADOS. La ira de Dios está muy cerca. Proclama, grita en alta voz, hasta que los Sacerdotes de Dios oigan mí voz para que avisen a la humanidad de que el castigo está muy cerca. Y si los hombres no vuelven hacia Dios con la oración y la penitencia, el mundo será lanzado a una nueva y más terrible guerra".

"Una tempestad de fuego caerá sobre la Tierra. Este castigo terrible que nunca se ha visto en la historia de la humanidad durara 70 horas. Los ateos serán aplastados y aniquilados y muchos se perderán porque permanecerán en la obstinación de sus pecados. Entonces se verá el poder de la luz sobre el poder de las tinieblas. NO GUARDES SILENCIO, hija mía, porque las horas de las tinieblas y el abandono se acercan".

"Me inclino sobre el mundo teniendo en suspenso la Justicia de Dios. De otra manera estas cosas hubieran venido ya sobre la Tierra. Oraciones y penitencias son necesarias porque los hombres deben volver a Dios y a mí Corazón Inmaculado, la MEDIADORA entre los hombres y Dios, y de esta manera el mundo al menos será salvado en parte. Proclama, gritando estas cosas a todos, como si fueras el mismo eco de mí voz. Anuncia esto a todos, porque ayudará a salvar muchas almas e impedir muchas destrucciones en la Iglesia y en el mundo".

Revelación del 7 de enero de 1950: "Cuando en el Cielo apareza una señal extraordinaria, sabed los hombres que está próximo el castigo del mundo, BIENAVENTURADOS LOS QUE EN AQUELLOS MOMENTOS PUEDAN LLAMARSE DEVOTOS DE MARÍA... El azote del fuego está próximo y purificara la Tierra de la iniquidad de los malvados... La Justicia de Dios gravita sobre el mundo y la humanidad manchada de fango será lavada en su propia sangre, enfermedades, hambre, terremotos, naufragios y en la guerra. Algunas naciones serán purificadas, mientras otras desaparecerán completamente. Italia será castigada y purificada por una gran revolución".

El 27 de marzo de 1959 (Viernes Santo) tuvo la siguiente revelación: "Qué de estragos hacen enmedio de la juventud y de los niños el pecado de la impureza. LA FAMILIA CRISTIANA HA DEJADO DE EXISTIR. Rogad incansablemente... Roma será castigada... Rusia se impondrá sobre todas las naciones, de manera especial sobre Italia, y elevará la bandera roja sobre la cúpula de San Pedro; la Basílica será rodeada de leones muy feroces".

Revelación del 22 de agosto de 1960: "La hora terrible avanza sobre el mundo; muchas naciones serán castigadas, especialmente Italia por revoluciones sangrientas... Rusia ha preparado sus armas secretas contra América, contra Francia y contra Alemania. La guerra está próxima. El Rin Alemania-Suiza estará lleno de cadáveres y de sangre. El Papa deberá sufrir mucho. El león rugiente avanzara hacia la cátedra de Pedro para difundir sus errores. La hiel de Rusia emponzoñará a todas las naciones, especialmente a Italia".

Revelación del Viernes Santo de 1961: Estas son las últimas revelaciones de Sor Elena Aiello. Después de algunos meses murió en Roma en la casa de su Congregación de la calle de Bandassin.

La Santísima Virgen le dijo. Si la humanidad no vuelve amí Corazón y al de mí Hijo Jesús, el mundo se hundira en el abismo... Rusia exparcira sus errores sobre todas las naciones, especialmente sobre Italia. El mundo ha caído muy bajo y tiene necesidad de castigos, de plagas con que ser purificado. Los hombres no reconocerán ya a su Dios; su dios ahora es el pecado, el placer, la deshonestidad; nadie se vuelve a Dios, por eso sobrevendrán los más terribles castigos de destrucción y de muerte sobre las naciones, especialmente sobre Italia. Rusia está conducida por Satanás; ella busca el dominio absoluto sobre toda la Tierra. La Iglesia será perseguida y el Papa y los sacerdotes deberán sufrir mucho.

Del libro: ¡Alerta Humanidad!

jueves, 25 de junio de 2009

PROFECIAS DE NTRA. SRA. DEL BUEN SUCESO

Tomado de Asociación Mariana Apostólica Sacerdotal

Yo Soy María del Buen Suceso

“En el siglo XX, cundirá en estas tierras... varias herejías; y reinando ellas, se apagará la luz preciosa de la Fe en las almas...


“Habrá una guerra formidable y espantosa en la que correrá sangre de propios y ajenos, de sacerdotes seculares y regulares y también de religiosas. Esta noche será la horrorosísima, porque al parecer huma­no será triunfante la maldad. Entonces es llegada mi hora en la que Yo, de una manera asombrosa destronaré al soberbio y maldito Satanás, poniéndole bajo mi planta y encadenándole en el abismo infer­nal, dejando por fin libres la Iglesia y la Patria de su cruel tiranía...” 


Desde los tiempos de la Colonia estas tierras americanas gozaron del privilegio de la dilección de la Madre de Dios quien participó directa y muy activamente, a veces con intervenciones directas, en el implantación de la verdadera Fe en todo el Continente. No menos ha sido esa dilección materna en el recurrir de la historia convulsionada en la que algunos hijos ingratos de América, entre los cuales desgraciadamente no ha faltado eclesiásticos, han asumido el triste encargo de desarraigar la Fe. De las intervenciones directas de la “Guardiana de la Fe” existe toda una historia, la cual se han querido borrar de la historiografía oficial. La geografía del Nuevo Mundo contiene numerosos focos de gracia que explican la imposibilidad de que ese desarraigo de la fe no se haya consumado totalmente; en es lucha uno de los episodios de intervención profética, que aún no se conoce totalmente, son las apariciones a la Venerable Madre Mariana Francisca de Jesús Torres en el Convento de las religiosas Concepcionistas en Quito a quien ya desde el siglo XVI y XVII le anunció, entre otras cosas el advenimiento de la República, la existencia de un futuro Presidente que vendría en el siglo XIX “de veras católico” que consagraría el País al Sagrado Corazón (Ecuador fue el primer País consagrado al Sagrado Corazón) quien sería martirizado... dando muchos detalles de lo que sucedió. Pero también habló sobre nuestros días... sobre la situación de la Iglesia y del mundo... veamos algo de lo que Nuestra Señora del Buen Suceso anunció: 

Yo Soy María del Buen Suceso

Aparición de la Santísima Virgen el 16 de enero de 1599

Durante la tercera permanencia en la cárcel del Monasterio de la Madre Mariana de Jesús, vuelve, por segunda ocasión, a aparecérse­le la divina Señora bajo la invocación de María de El Buen Suceso. Le explica que el dolor que ahora sufre ella y sus monjas observantes es un don celestial con el cual se hermosean las almas y se convierten en desagraviadoras de tantos crímenes ocultos que se cometen en la ingrata Colonia; que por este motivo y en este sitio se fundó el Monas­terio; que el demonio pondrá en juego todo su poder para destruirle, que vendrá un tiempo en que, aún personas de autoridad y dignidad, muchas de ellas con pretexto de mejorar situación y tranquilidad tra­tarían de secundar los diabólicos esfuerzos, pero que como Dios y Ella, su Madre, han escogido este lugar para el cumplimiento de sus designios de salvación, ninguna criatura puede oponerla resistencia si no quiere caer en la maldición divina.


Aquí viviré yo exteriorizada en algunas de mis hijas en todos los siglos; aqui en medio del bullicio del ingrato mundo, tendrá Dios al­mas contemplativas y esposas dignas de su Majestad; que dichas al­mas elegidas serán poderosas para aplacar la Justicia Divina y conseguir para la Iglesia, la Patria y las almas, grandes bienes, sin los cuales no subsistiría Quito. - Dentro de poco tiempo dejará de ser Colonia y será república libre, la patria en que vives: el ya entonces Ecuador, necesitará almas heroicas para sostenerse a través de tantas calamidades públicas y privadas, y aquí Dios las encontrará siempre como ocultas violetas. Desgraciado fuera Quito sin este Monasterio; y nin­gún monarca poderoso de la tierra pudiera con sus tesoros edificar edificios nuevos en este lugar que es posesión de Dios, así como Ju­liano Apóstata con su mentido poder no pudo reedificar el templo de Salomón. ¡Vanos son los esfuerzos de los hombres contra el poder de Dios!


Yo cuidaré con solicitud maternal de este sitio y sus dependencias; y si necesario es sostener con milagros las murallas que guardan la clausura, la sostendré. Benditos serán de Dios y de su Madre que te habla, todos cuantos procuren edificar, sostener y conservar este lu­gar querido: sus nombres quedarán escritos en la refulgente estrella de rubíes que ves en la mitad de este báculo, signo de mi poder y au­toridad en esta mi casa, y, a los que trabajen por destruida, a unos les quitaré la vida cuando menos lo pensaren; a otros les sobreven­drán grandes trabajos y todos recibirán en la eternidad su merecido.


En el siglo XIX vendrá un presidente de veras cristiano, varón de carácter, a quien Dios Nuestro Señor le dará la palma del martirio en la plaza en cuyo sitio está este mi Convento; él consagrará la repú­blica al Divino Corazón de mi amantísimo Hijo y esta consagración sostendrá la Religión Católica en los años posteriores que serán acia­gos para la Iglesia; en esos años en que el masonismo, esa maldita secta, se apodere del Gobierno civil, vendrá cruel persecución a todas las Comunidades Religiosas y se estrellará sobre ésta mía; para esos desgraciados hombres estará acabado el Monasterio, mas, vive Dios y vivo Yo, para suscitar entre ellos mismos, defensores poderosos; les pondremos dificultades imposibles de vencerlas; y el triunfo será nuestro.


En ese entonces habrá hermosas almas en este Monasterio que atrae­rán las misericordias de Dios sobre su Convento, sobre su desgracia­da Patria y sobre su combatida Iglesia, que ellas mismas no sabrán cómo las labra su dueño y Señor. Y por esto, es voluntad de mi Hijo Santísimo que tú misma mandes a trabajar una estatua mía, tal como me ves y la coloques encima de la Silla de la Prelada para desde allí yo gobernar mi Monasterio, poniéndome en mi mano derecha el bá­culo y las llaves de la clausura en señal de propiedad y autoridad; a mi Divino Niño le harás colocar en mi mano izquierda, lo primero para que entiendan los mortales que Yo soy poderosa para aplacar la Justicia Divina y alcanzar piedad y perdón a toda alma pecadora que acuda a Mi con contrito corazón porque soy la Madre de Miseri­cordia y en Mi no hay sino bondad y amor; y lo segundo, para que en este mi lugar, en todos los siglos mis hijas comprendan que yo les muestro y les doy como modelo de su perfección religiosa a mi Hijo Santísimo y su Dios. Vengan ellas a Mí para conducirlas yo a El.


Cuando las tribulaciones del espíritu y los dolores del cuerpo les agobien y parezcan que naufragan en ese mar sin fondo, una mirada a mi Santa Imagen será para ellas como la estrella del náufrago, siempre me tendrán pronta a oír sus gemidos y acallar su llanto. Diles que acu­dan siempre a su Madre, con Fe y amor; es para esto que yo quiero vivir con ellas y en ellas; con sus sufrimientos de toda clase conserva­rán su Monasterio en todo tiempo. Diles que imiten mi humildad, mi obediencia, mi espíritu de sacrificio y mi absoluta dependencia a la Voluntad Divina; estas son las alas con las que mis hijas que honran el misterio de mi Limpia Concepción han de volar en todo tiempo, con agilidad misteriosa, a la más alta cumbre de la santidad, en los silenciosos retiros de los claustros bajo la sola mirada de Dios.


Insistiendo en su mandato de que le hiciera trabajar una escultura de su Imagen, le dijo: La altura de mi talle mídeme tú misma, con el Seráfico Cordón que traes en tu cintura. Pon en mi mano derecha tu Cordón y tú con el Otro extremo toca en mi pie.


Hizo la feliz religiosa lo que María Santísima le mandaba, temblando de gozo, de amor y reverencia; y continuó María Santísima: Aquí tie­nes, hija mía, la medida de tu Madre del Cielo; entrégale a mi siervo Francisco del Castillo, explicándole mis facciones y mi postura, él tra­bajará exteriormente mi Imagen porque tiene conciencia delicada y guarda escrupuloso los Mandamientos de Dios y de la Iglesia. Nin­gún otro será digno de esta gracia. Tú, por tu parte, ayúdalo con tus oraciones y con tu humilde sufrimiento.

Nuestra Señora le anuncia el día de su muerte


Corría el año de 1634, el 2 de febrero, fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen y de la Presentación del Niño Jesús en el Tem­plo, fiesta que, a partir del año 1610 había sido celebrada casi anual­mente, con las extraordinarias Apariciones de la dulcísima Señora de El Buen Suceso, fue también, en este susodicho año, solemnizada (...)

Anuncios Proféticos de la Madre Mariana

Otras Apariciones de la Santísima Virgen
del Buen Suceso


El 2 de febrero de 1634, acababa la Madre Mariana Francisca su fervorosa oración a las 3 de la mañana, en el Coro Alto, cuando de pronto observó que la lámpara del Sagrario dejó de alumbrar. En un movimiento casi instintivo, se dispuso a bajar a la Iglesia para reavi­varía, pero una fuerza desconocida inmovilizó sus músculos y no pu­do dar un solo paso. En ese momento se le aparece la Santísima Virgen de El Buen Suceso portando al Divino Infante en su brazo izquierdo y sosteniendo el báculo en el derecho; y acercándosele ledamente le dice: Mi amada hija, hoy vengo a darte la grata nueva de tu muerte que ocurrirá de aquí a diez meses y días, cerrarás tus ojos a la luz material de este mundo para abrirlos a la claridad de la luz eterna. Prepara tu alma que, purificada más y más, entre de lleno en el gozo de tu Señor.


Te hago saber que mi amor maternal velará sobre los Conventos de toda la Orden de mi Inmaculada Concepción, porque esta Orden me dará mucha gloria en san tas hijas que tendrá; y con especialidad cuidaré de los Conventos fundados en estas tierras por mis hijas de esta Casa.
La lámpara que arde delante del Amor Prisionero y que viste apa­garse, tiene muchos significados:
- a) El primero que en el siglo XIX, al concluirse, y seguirá gran parte del siglo XX, cundirá en estas tierras, entonces ya república li­bre, varias herejías; y reinando ellas, se apagará la luz preciosa de la Fe en las almas por la casi total corrupción de costumbres. En este tiempo habrá grandes calamidades físicas y morales, públicas y pri­vadas. Las pocas almas fieles a la gracia sufrirán un cruel e indecible al par que prolongado martirio; muchas de ellas descenderán al se­pulcro por la violencia del sufrimiento y serán contadas como márti­res que se sacrificaron por la Iglesia y por la Patria...



- b) El segundo, que ésta mi Comunidad, estando en un reducido número de personal, será sumergida en el mar sin fondo de indecibles amarguras; cuántas vocaciones verdaderas perecerán por falta de dis­creción, tino y prudencia para formarlas, por parte de las Maestras de Novicias, quienes, debiendo ser almas de oración y conocedoras de los diversos caminos del espíritu, dejarán que estas almas inocentes que ya pisaron el puerto seguro de este bendito Monasterio, vuel­van a la Babilonia del mundo y se conviertan en agentes del mal y de la perdición de las almas...


- c) El tercer significado de este apagarse de la lámpara, es debido al ambiente envenenado de impureza que reinará por aquella época, que a manera de un mar inmundo correrá por calles, plazas y sitios públicos con una libertad asombrosa de manera que casi no habrá en el mundo almas vírgenes. Bien sabido es que el vicio impuro apaga la luz de la Fe.


- d) El cuarto significado es el reconocimiento del poder de las sec­tas y de su habilidad para introducirse en los hogares, apagando la luz de la inocencia en los corazones de los niños; y, por este medio, escaseando las vocaciones sacerdotales. Si bien en el clero regular, con el brillo de la observancia y la práctica de las virtudes no faltarán santos sacerdotes; no así en el clero secular que querrá afianzarse, más que en su vocación, en el apego al dinero; y, como por desgracia para esta Iglesia estará viviendo en la noche obscura de la falta de un Prelado y Padre que vele con amor paterno, con suavidad, fortaleza, tino y prudencia, muchos de ellos perderán su espíritu poniendo en gran pe­ligro (la salvación de) su alma. Ora con instancia, clama sin cansarte y llora con lágrimas amargas en el secreto de tu corazón, pidiendo a nuestro Padre Celestial, que por amor al Corazón Eucarístico de mi Hijo Santísimo ponga cuanto antes fin a tan aciagos tiempos en­viando a esta Iglesia el Prelado que deberá restaurar el espíritu de sus sacerdotes. A ese hijo mío muy querido lo dotaremos de una capaci­dad rara, de humildad de corazón, de docilidad a las divinas inspiración es, de fortaleza para defender los derechos de la Iglesia y de un corazón tierno y compasivo, para que cual otro Cristo atienda al grande y al pequeño, sin despreciar al más infeliz...


En su mano será puesta la balanza del Santuario, para que todo se haga con peso y medida y Dios sea glorificado; para poseer pronto este Prelado y Padre, harán contrapeso la tibieza de todas las almas a Dios consagradas siendo esta misma la causa de apoderarse de estas tierras el maldito Satanás quien todo lo conseguirá por medio de tan­ta gente extranjera sin Fe que cual nube negra obscurecerá el límpido cielo de la ya entonces república consagrada al Corazón Santísimo de mi Hijo Divino, entrando con ella todos los vicios y viniendo por ellos toda clase de castigos, entre ellos la peste, el hambre, la pendencia entre propios y ajenos, la apostasía perdiendo a un número consi­derable de almas...


Habrá una guerra formidable y espantosa en la que correrá sangre de propios y ajenos, de sacerdotes seculares y regulares y también de religiosas. Esta noche será la horrorosísima, porque al parecer huma­no será triunfante la maldad. Entonces es llegada mi hora en la que Yo, de una manera asombrosa destronaré al soberbio y maldito Satanás, poniéndole bajo mi planta y encadenándole en el abismo infer­nal, dejando por fin libres la Iglesia y la Patria de su cruel tiranía.


e) El quinto motivo por el que se apagó la lámpara es por esa deja­dez y descuido de las personas que poseyendo cuantiosas riquezas ve­rán con indiferencia oprimida la Iglesia, perseguida la virtud, triunfante la maldad, sin emplear santamente las riquezas en la destrucción del mal y la restauración de la Fe...


Terminada la visión, comenzó a trajinar por la mente de la Madre Mariana Francisca de Jesús el recuento de las desgracias anunciadas por la Madre de Dios para los futuros siglos: el número sin número de las almas que se perderían para siempre; el llanto desconsolado de la Iglesia y de la Patria y acaso de muchas otras patrias; y el dolor catastrófico de los pueblos castigados por la Justicia Divina. Midió con vara de amor, el mal de los hombres y la ofensa sufrida por Dios. Y, sin poder soportar tamaña desdicha, cayó de bruces en el pavi­mento del Coro, con la frente en el polvo y los brazos en Cruz. Llega­da la hora del rezo del Oficio Parvo en el Coro Bajo, a las 4 de la mañana, como no estuviera presente en este acto de Comunidad, ésta se inquietó sobremanera y comenzó a buscarla por todas partes, hasta dar con ella y tenerla por muerta al sentirla sin respiración y que, como única señal de vida, le daba el agitado latido de su corazón.


Lleváronla, pues, a tenderla en su pobre y duro lecho. Y así pasó, sin conocimiento ni reacción a los medicamentos y cuidados de sus monjas, hasta el día 4, cuando a las 3 de la mañana, dando un pro­longado y sufrido suspiro, cruzó las manos sobre el pecho y sus her­mosos ojos se bañaron de lágrimas, pero sin pronunciar palabra, ni dar sensación de que oía ni veía lo que pasaba en torno suyo. Por fin, el día 5, a las 3 de la mañana, se incorporó por sus propias fuer­zas en el pobre lecho y exclamó: Sí, Serafín llagado y Padre mío que­rido, gracias te doy.


La Madre Abadesa y todas las religiosas, poseídas de un filial amor a su santa Fundadora, le atendían y la servían prolijamente. Dándose ya cuenta de todo, la Madre Mariana Francisca correspondía a estas manifestaciones afectuosas, enderezando a cada una de ellas su dulce y tierna mirada y reciprocando ternura por ternura y amor agradeci­do al amor filial de sus hijas. Dícele la Madre Abadesa: Todas tus hijas estamos aquí preocupadas por tu salud. Son ya las 5 de la ma­ñana. Contesta la Madre Mariana: ¡Qué buenas y caritativas sois! Os doy gracias a todas y pido que el Señor os pague, pero, os ruego, que como la mejor demostración de vuestra piedad para conmigo, no de­jéis de cumplir con los actos de Comunidad.


Idas ya las monjas al Coro, se le acerca la enfermera, una monja joven de una de las notables familias de Quito, por nombre Zoila Blan­ca Rosa de Mariana de Jesús, cuyo carácter dócil, sencillo y tierno le granjeaba la simpatía de cuantos la conocían y trataban.
Acercándose a la enferma, le dice: Madre, mucho hemos llorado por Vuestra Reverencia. La creíamos difunta. Yo, en particular, sen­tía el no haber recibido su última bendición y sus consejos; pero aho­ra que el Señor oyendo mis ruegos os otorga la vida, dígame ¿qué le pasó? Del Coro la sacamos muerta y así ha permanecido todos estos días.


Le contestó la Madre Mariana Francisca: Hija, los designios de Dios sobre sus criaturas son inescrutables y profundos. Ellos abrazan to­dos los tiempos. Por tu parte, ora, gime y llora delante del Sagrario para que, en este nuestro Convento reine siempre el amor a Dios, la santa caridad fraterna, al par que la santa y regular observancia, no sólo para el tiempo presente, sino, aún más, por el venidero.
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Cfr. :
“MADERA PARA ESCULPIR UNA SANTA” Por Mons. Dr. Luis E Cadena Y Almeida, Director del Archivo Arzobispal de la Curia de Quito y Postulador de la Causa de Beatificación de Sor Mariana Francisca De Jesús Torres y Berrichoa

miércoles, 24 de junio de 2009

DOCTRINA CATÓLICA SOBRE EL PAPA

Extraído de , Doctrina Pontificia, LA IGLESIA Y EL LIBERALISMO
Editorial ICTION, año 1985.


El Papa es el jefe supremo de la Iglesia Universal. Tiene potestad directa sobre los Obispos, sacerdotes y fieles. Ejerce la triple potestad, legislativa, ejecutiva y judicial en la Iglesia, que por voluntad de su Divino Fundador, es una institución MONARQUICA.

Asimismo tiene una cualidad, del que carece cualquier otro hombre en la tierra. Es INFALIBLE, cuando se dan ciertas y determinadas condiciones. Para que un pronunciamiento pontificio sea infalible el Papa debe:

1 - Hablar como supremo Doctor y Pastor de la Iglesia;

2 - Definir una doctrina;

3 - Que hace a la fe y a las costumbres;

4 - Obligar a todos a que la acepten.

El Papa, al ser Vicario de Nuestro Señor Jesucristo tiene como misión ser enteramente fiel a la doctrina de nuestro Divino Redentor, trasmitir el depósito de la Fe, lo que esta encerrado en la Tradición y las Escrituras. Pues es dogma de fe que la Revelación pública se cerró con la muerte del último Apóstol. Nada se puede agregar a este sagrado depósito, sino tan solo explicitarlo en el decurso de los siglos.

Por esto, cuando la Iglesia define un nuevo dogma, no inventa nada, sino tan solo precisa que esta verdad está contenida en la Tradición o las Escrituras.

El Romano Pontífice es el padre común de todos los fieles, los que deben rezar por El. La liturgia católica nos señala una oración admirable por el Vicario de Jesucristo: “roguemos por nuestro Pontífice Benedicto, para que Dios lo conserve, lo vivifique, lo haga feliz en la tierra y no lo deje caer en manos de sus enemigos”.

Cuando la resistencia es fidelidad

Pues el Papa puede caer en manos de sus enemigos, que son enemigos suyos en cuanto lo son de la Iglesia. Es decir, los comunistas, socialistas, masones y liberales de toda laya y pelambre, de los cuales está infestado lo ancho del mundo y, mucho tememos, también el Vaticano. El Papa también puede caer en las redes de su enemigo máximo, Satanás, equivocándose o incurriendo en pecado. Nunca enseñó la Iglesia que el Sumo Pontífice fuera omnisapiente o impecable, y sólo es infalible cuando se dan las circunstancias que se han señalado, o si reafirma una doctrina universalmente enseñada por la Iglesia en todo tiempo y lugar. Un error del Papa - más aún si recayera sobre una materia de fe o de moral - puede tener consecuencias terribles, pues los medios de comunicación, en manos de los enemigos de Dios, lo difunden como si fuera voz de la Iglesia. Es decir, se propaga una confusión sobre lo que hay que creer o hacer, lo que es correcto o lo errado.

Se llega a llamar bien al mal, y mal al bien. Pero aunque cayera en error, los fieles le deben guardar el respeto y la veneración debidos, PERO SIN SEGUIRLO EN EL ERROR. Algunos dicen: “prefiero equivocarme con el Papa, que estar en la verdad contra El”. Esta frase de falsa piedad circula mucho hoy en día. Pero si se medita un poco que Nuestro Señor Jesucristo dijo: “YO SOY LA VERDAD” (Juan 16,4), la sentencia de aparente piedad empieza a parecerse sospechosamente a ésta: “prefiero estar con el Papa que con Jesucristo”, lo que evidentemente hiere los oídos de cualquiera que tenga algo de amor de Dios. Papas que cometieron errores en materia de fe y de moral hubo en la historia, si bien en número muy reducido y en casos excepcionales, y, realmente, desde el Concilio de Trento (1545-1563) hasta el inicio del Vaticano II, los Romanos Pontífices fueron un monumento de tal solidez doctrinaria, aun en cuestiones donde no usaron su prerrogativa de infalibilidad, que se hizo SENTIMIENTO entre los fieles que, en el fondo, en estos asuntos el Papa era siempre infalible.

Pero la opinión de doctores de la Iglesia, de santos, de teólogos universalmente acreditados durante siglos, se opone frontalmente a ese sentimiento que hemos comentado en el párrafo anterior, y autoriza y RECOMIENDA la resistencia al Papa en algunos casos. Creemos que el “espíritu de obediencia” obliga a recurrir a éstos cuando se tratan temas tan espinosos y difíciles. No olvidemos que, al conferir el título de “Doctor de la Iglesia”, el Romano Pontífice da categoría de maestro de la doctrina al santo que lo ostenta. Con la canonización, la Iglesia propone al santo como modelo de virtudes, cuya conducta aconseja seguir para alcanzar la salvación eterna.

San Bruno, obispo de Segui, se opuso al Papa Pascual II que había cedido al emperador Enrique V en la cuestión de las investiduras, y le escribió; “Yo os estimo como a mi Padre y señor (…). Debo amaros; pero debo amar más aun a Aquél que os creó a Vos y a mí (…). Yo no alabo el pacto (firmado por el Papa) tan horrendo, tan violento, hecho con tanta traición, y tan contrario a toda piedad y religión. En el sínodo provincial de 1112, con la asistencia y aprobación de San Hugo de Grenoble y San Godofredo de Amiens, se envió a Pascual II una carta, donde se lee: “si como absolutamente no lo creemos, escogierais otra vía y os negarais a confirmar las decisiones de nuestra paternidad, válganos Dios, pues así nos estaréis apartando de vuestra obediencia”.

San Norberto de Magdeburgo, fundador de los monjes canónigos premostratenses, ante el peligro que el Papa Inocencio II cediera al emperador Lotario III, en las investiduras, dijo: “Padre ¿qué vais a hacer? ¿A quién entregáis las ovejas que Dios os ha confiado, con riesgo de verlas devorar? Vos habéis recibido una Iglesia libre, ¿vais a reducirla a la esclavitud? La Silla de Pedro exige la conducta de Pedro. He prometido por Cristo, la obediencia a Pedro y a Vos. Pero si dais derecho a esta petición, yo os hago oposición a la faz de toda la Iglesia. Vitoria, el gran teólogo dominico del siglo XVI, escribe: “Si el Papa, con sus órdenes y sus actos, destruye la Iglesia, se le puede resistir e impedir la ejecución de sus mandatos”.

Suárez afirma: “Si (el Papa) dictara una orden contraria a las buenas costumbres, no se le ha de obedecer; si tentara hacer algo manifiestamente opuesto a la justicia y al bien común, será licito resistirle, si atacara por la fuerza, por la fuerza podrá ser repelido. Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia, expresó: “habiendo peligro próximo para la fe, los prelados deben ser argüidos, inclusive públicamente, por los súbditos. Así, San Pablo, que era súbdito de San Pedro le arguyó públicamente”. (Gálatas, 2,14).

San Roberto Belarmino, Doctor de la Iglesia, sostuvo: “así como es lícito resistir al Pontífice que agrede al cuerpo, así también es lícito resistir al que agrede las almas, o que perturba el orden civil, o sobre todo, a aquél que tratase de destruir a la Iglesia. Es lícito resistirle no haciendo lo que manda e impidiendo la ejecución de su voluntad”. (De Romano Pontífice, Libro II, c.29).

En vida del mismo Santo, quien fue consultor del Papa y gran defensor de la supremacía pontificia, la República de Venecia tuvo dificultades con la Santa Sede. Se reunieron entonces los teólogos de dicha República y emitieron varias proposiciones. De éstas:

Proposición 10: La obediencia al Papa no es absoluta. Esta no se extiende a los actos donde sería pecado obedecerle.

Proposición 15: Cuando el Soberano Pontífice fulmina una sentencia de excomunión que es injusta o nula no se debe recibirla, sin apartarse, sin embargo, del respeto debido a la Santa Sede.

Estas proposiciones fueron sometidas al examen del gran teólogo cardenal Belarmino, el que luego fue declarado Doctor de la Iglesia por Pío XI. He aquí la respuesta del Santo:

“No hay nada que decir contra la proposición diez, pues ésta expresamente en la Sagrada Escritura.

“Los teólogos de Venecia no tenían necesidad de fatigarse en probar la proposición quince, pues nadie la niega.

De lo visto más arriba se concluye que en el caso hipotético que algún Papa manifestara doctrinas contrarias al Magisterio de la Iglesia, el cristiano que las resistiera no sería en forma alguna un rebelde o desobediente si no un hijo fiel al Papa y a la Iglesia. Porque el Papa, en cierta forma siempre es el mismo, desde San Pedro hasta la consumación de los siglos; y su doctrina es la del Príncipe de los Apóstoles, “pues no fue prometido a los sucesores de Pedro el Espíritu Santo para que por revelación suya manifestara una nueva doctrina, sino para que, con su asistencia, santamente custodiaran y fielmente expusieran la revelación transmitida por los Apóstoles o depósito de la fe”. (Concilio Vaticano I).

lunes, 22 de junio de 2009

CALLAR SOBRE EL INFIERNO GRAVE PECADO DE OMISION


FÁTIMA Y LA VISIÓN DEL INFIERNO

El Padre Marcel Nault nació el 3 de marzo de 1927 en Montreal, Canadá. Su vocación fue relativamente tardía. Se ordenó como sacerdote diocesano el 4 de marzo de 1962, un día después de su cumpleaños 35. Ofrecemos su discurso pronunciado en la Conferencia Mundial de Paz de Obispos Católicos, en Fátima, Portugal, en el año 1992 sobre el Infierno y la visión que de el tuvieron los pastorcitos de Fátima. Este discurso causó tal impacto que después de la conferencia, algunos Obispos pidieron al Padre Nault que escuchara sus confesiones.El 30 de marzo de 1997, domingo de Pascua, a las 12:00 del mediodía, el Padre Marcel Nault fue llamado de esta vida terrenal a la presencia de Dios a quien él amó y sirvió con profunda devoción.

Discurso del Padre Marcel Nault:


Nuestro Señor Jesucristo vino a la tierra por un motivo, para salvar a las almas del Infierno. Enseñar la realidad del Infierno es la tarea más importante e ineludible de la Santa Iglesia Católica. Uno de los grandes Padres de la Iglesia, San Juan Crisóstomo, continuamente enseñaba que Nuestro Señor Jesucristo predicaba con más frecuencia sobre el Infierno que sobre el Cielo.

Algunos piensan que es mejor predicar sobre el Cielo. No estoy en acuerdo. Predicar sobre el Infierno produce muchas más y mejores conversiones que las obtenidas con la mera predicación sobre el Cielo. San Benito, el fundador de los Benedictinos, al estar viviendo en Roma el Espíritu Santo le dijo: “Tú vas a perder tu alma en Roma e irás al Infierno.” Él dejó Roma y se retiró a vivir en el silencio y la solicitud fuera de Roma para meditar sobre la vida de Jesús y el Santo Evangelio.


San Benito huyó de todas esas ocasiones de pecado de la Roma pagana. Él oró, se sacrificó por sí mismo y por los pecadores. El Espíritu Santo difundió la noticia de su santidad. Como resultado, la gente lo visitaba para ver, escuchar y seguir su ejemplo y consejo. San Benito se apartó por sí mismo de toda ocasión de pecado y alcanzó la santidad. La Santidad atrae a las almas.

¿Por qué piensan que San Agustín cambió su vida? ¡Por temor al Infierno! Yo predico con frecuencia sobre la trágica realidad del Infierno. Es un dogma católico que sacerdotes y obispos ya no predican más. El Papa Pío IX, que pronunció los dogmas de la Infalibilidad del Papa y el de la Inmaculada

Concepción de María, y que también emitió su famoso Sílabo condenatorio contra los errores y herejías del mundo moderno, solía pedir a los predicadores que enseñaran a los fieles con mayor frecuencia sobre las Cuatro Postrimerías, en especial sobre el Infierno, así como él mismo daba el ejemplo predicando. El Papa pidió esto porque la meditación sobre el Infierno genera santos.

LOS SANTOS TEMEN AL INFIERNO.

Aquí nos encontramos con algo curioso, los santos temen ir al Infierno pero los pecadores no sienten tal temor.

San Francisco de Sales, San Alfonso María Liguorio, el Santo Cura de Ars, Santa Teresa de Ávila, Santa Teresita del Niño Jesús, tuvieron miedo de ir al Infierno.
San Simón Stock, el Superior General del Carmelo, sabía que sus monjes tenían miedo de ir al Infierno. Sus monjes ayunaban y hacían oración. Vivían recluidos, separados del peligroso mundo dominado por Satanás. Aún así tenían miedo de ir al Infierno.En 1251, Nuestra Señora del Monte Carmelo se apareció en Aylesford, Inglaterra, a San Simón Stock. Ella le dijo: “No teman más, te entrego una vestidura especial; todo el que muera llevando esta vestidura no irá al Infierno.”


Yo llevo puesto mi Escapulario Café bajo mis vestiduras y llevo otro en mi bolsillo porque nunca sé cuándo la gente me pedirá que les hable sobre el Infierno o el Escapulario Café. María dijo al sacerdote dominico, el beato Alán de la Roche, “Yo vendré y salvaré al mundo a través de Mi Rosario y Mi Escapulario.”

Uno no puede especializarse en todo y enseñar sobre todo; uno debe elegir. Yo creo que ésta es la voluntad de Dios: que yo predique sobre el Infierno. Un Moseñor, mi superior hace tiempo, me dijo en una ocasión: “Predicas con demasiada frecuencia sobre el Infierno y eso asusta a la gente.” Él agregó: “Marcel, yo nunca he predicado sobre el Infierno, porque a la gente no le gusta. Tú los asustas.” En un tono muy amistoso, Monseñor me dijo en su oficina: “Marcel, yo nunca he predicado sobre el Infierno y nunca lo haré, y mira qué agradable y prestigiada posición he alcanzado.” Yo guardé un largo silencio, luego lo mire a los ojos. “Monseñor”, le dije, “usted está en la vía del Infierno para toda la eternidad. Monseñor, usted predica para complacer al hombre, en lugar de predicar para complacer a Cristo y salvar a las almas del Infierno. Monseñor, es un pecado mortal de omisión el rehusarse a enseñar el Dogma Católico sobre el Infierno.”


Cuando Dios envió Profetas en el Antiguo Testamento, fue para recordarle al hombre que regresara a la verdad, que regresara a la santidad. Jesús vino, predicó y envió a sus Apóstoles al mundo para predicar el Santo Evangelio. La Serpiente vino y difundió su veneno a través de herejías, pero Jesús envió a su Amadísima Madre, la Reina de los Profetas: “Ve a la tierra y destruye las herejías.” Los Padres de la Iglesia han escrito que la Madre de Dios es el martillo de las herejías.
Si se toman el tiempo de estudiar con gran atención el mensaje de Nuestra Señora de Fátima, notarán que es un mensaje de lo más trágico y profundo, que refleja las enseñanzas del Santo Evangelio.


LAS LECCIONES DADAS EN FÁTIMA

El resumen del Mensaje de Fátima es, que el Infierno existe. Que el Infierno es eterno y que iremos ahí si morimos en estado de pecado mortal. “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?” Nuestra Señora vino y nos dijo que podemos salvarnos a través de sus dos divinos sacramentos de predestinación: el Santo Rosario y el Escapulario Café.


También manifiesta un énfasis especial sobre la Devoción a su Inmaculado Corazón y la Devoción de los Primeros Cinco Sábados. En la primera aparición del Ángel de Portugal en el Cabeco, en mayo de 1916, el Ángel vino a los tres niños y les mostró cómo adorar a Dios con la oración: “Dios mío, yo creo, adoro, espero y Te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni adoran, ni esperan y no Te aman.” El Ángel oró esta oración mientras se postraba con la frente en el suelo. El Ángel de Fátima les había mostrado a los tres niños en el orden de las oraciones, qué es lo primero. Primero, uno debe adorar a Dios y después orar a los santos. Primero Dios, las criaturas después. El Ángel de Fátima mostró al hombre que debe adorar a Dios y orar ante Él de rodillas. Entre más conoce el hombre a Dios, más se humilla ante Dios su Creador.

El gran Obispo francés Bossuet dijo: “El hombre en verdad se engrandece cuando está de rodillas.” Sí, el hombre realmente se engrandece cuando se arrodilla ante su Creador y Redentor, Jesús, en el Santísimo Sacramento. El Ángel de Fátima vino a enseñarles a los tres niños que nuestro primer deber, de acuerdo con el Primer Mandamiento, es adorar a Dios. En su tercera aparición en el Cabeco, el Ángel de Portugal vino con un Cáliz en su mano izquierda y una Hostia en la mano derecha. Los niños se preguntaban qué estaba pasando. El Ángel milagrosamente suspendió el Cáliz y la Hostia en el aire y se postró en tierra y recitó una oración Trinitaria de profunda adoración: “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Te adoro profundamente y Te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de todas las ofensas, sacrilegios, abandonos e indiferencias con Él mismo es ofendido y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, Te pido la conversión de los pobres pecadores.”


Dios desea que Le adoremos de rodillas. ¿Nos arrodillamos en adoración y oración ante Jesús en el Santísimo Sacramento? Debemos hacerlo. Cuando los tres Reyes Magos de Oriente fueron a Belén y entraron en donde estaba el Niño Jesús, se postraron frente a Él para adorarlo de rodillas. Tenemos este ejemplo en las Escrituras y del Ángel de Fátima, que Dios quiere que Le adoremos de rodillas.

EL REFORZAMIENTO DE LOS DOGMAS CATÓLICOS

Un año más tarde, el 13 de mayo de 1917, los niños vieron a una jovencita aparecerse ante ellos. Era la primera aparición de Nuestra Señora. Lucía le preguntó: “¿De dónde vienes?” Ella le contestó: “Vengo del Cielo.” El Dogma Católico de la existencia del Cielo. Los niños preguntaron: “¿Iremos al Cielo?” Ella contestó: “Sí, irán al Cielo.” Entonces preguntaron: “¿Nuestras dos amiguitas están en el Cielo?” María les contestó: “Una de ellas, sí”. Los niños preguntaron: “¿Dónde está la otra chica? ¿Está en el Cielo?” María les contestó: “Ella está en el Purgatorio y lo estará hasta el fin del mundo.” Esta chica tenía unos 18 años de edad. Un segundo Dogma Católico, el Purgatorio existe y prevalecerá hasta el fin de este mundo. La Madre de Dios no puede mentir. El Ángel de Fátima enseñó a los tres niños cómo adorar a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Este es un reforzamiento del Dogma de la Santísima Trinidad, el mayor de todos, sin el cual la Cristiandad no podría permanecer. Debemos adorar a las Tres personas de la Santísima Trinidad.

UNA VISIÓN DEL INFIERNO

El viernes 13 de julio de 1917, Nuestra Señora se apareció en Fátima y les habló a los tres pequeños videntes. Nuestra Señora nunca sonrió. ¿Cómo podía sonreír, si en ese día les iba a dar a los niños la visión del Infierno? Ella dijo: “Oren, oren mucho porque muchas almas se van al Infierno.” Nuestra Señora extendió sus manos y de repente los niños vieron un agujero en el suelo. Ese agujero, decía Lucía, era como un mar de fuego en el que se veían almas con forma humana, hombres y mujeres, consumiéndose en el fuego, gritando y llorando desconsoladamente. Lucía decía que los demonios tenían un aspecto horrible como de animales desconocidos. Los niños estaban tan horrorizados que Lucía gritó. Ella estaba tan atemorizada que pensó que moriría. María dijo a los niños: “Ustedes han visto el Infierno a donde los pecadores van cuando no se arrepienten.”

UN DOGMA CATÓLICO MÁS, LA EXISTENCIA DEL INFIERNO.

El Infierno es eterno. Nuestra Señora dijo: “Cada vez que recen el Rosario, digan después de cada década: Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del Infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.” María vino a Fátima como profeta del Altísimo para salvar a las almas del Infierno.

El patrono de todos los pastores, San Juan María Vianney, solía predicar que el mayor acto de caridad hacia el prójimo era salvar su alma del Infierno. Y el segundo acto de caridad es el aliviar y librar a las almas de los sufrimientos del Purgatorio. Un día en su pequeña iglesia (donde hasta este día se conserva su cuerpo incorrupto), un hombre poseído por el demonio se le acercó a San Juan María Vianney y le dijo: “Te odio, te odio porque arrebataste de mis manos a 85 mil almas.”

Eminencias, Excelencias, Sacerdotes, cuando seamos juzgados por Jesús, Jesús nos hará una sola pregunta: “Yo te constituí Sacerdote, Obispo, Cardenal, Papa, ¿cuántas almas salvaste del Infierno? San Francisco de Sales, de acuerdo con estadísticas, ha convertido, y probablemente salvado, a más de 75 mil herejes. ¿Cuántas almas has salvado tú?


Cuando leemos a los Padres de la Iglesia, a los Doctores de la Iglesia y a los santos, uno se estremece ante una realidad: todos ellos enseñaron el Evangelio de Jesús y sobre las Cuatro Postrimerías: Muerte, Juicio, Infierno y Paraíso. Todos han predicado el Dogma Católico del Infierno porque cuando meditamos en el destino de los condenados, no deseamos ir al Infierno.

No es mi intención criticar a los Obispos, pero debo confesar esta verdad. En mis 30 años de sacerdocio, es triste reconocer que nunca he visto, ni escuchado, que un Obispo, aún mi Obispo o cualquier otro Obispo, predique el Dogma de la Iglesia Católica Romana sobre el Infierno. Supongo que en sus países o en otros lugares sí lo hacen, pero en Norteamérica no es predicado este Dogma de Fe. Cierto día en una catedral le dije a un Obispo: “Su Excelencia, usted realiza bellas meditaciones sobre el Santo Rosario cada noche por la radio. Esto es hermoso.


Pero debo preguntarle, por qué no abrevia un poco su meditación e inserta después de cada década del Rosario la oración: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del Infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.” ¿Por qué se rehúsa decir esta pequeña oración después de cada década, tal como lo pidió Nuestra Señora de Fátima el 13 de julio de 1917, después de que les había mostrado el Infierno a los tres videntes? El Obispo me dijo: “Mire, a la gente no le gusta que prediquemos sobre el Infierno, la palabra Infierno les asusta.” No estamos para predicar lo que complazca a las multitudes sino para salvar sus almas del Infierno, para evitar que vayan al Infierno eternamente. Es probable que esta afirmación no sea aceptada por todos los Obispos pero con frecuencia los oigo rezar el Rosario omitiendo esta oración piadosa para salvar almas del Infierno.


Yo creo que esta pequeña oración de Nuestra Señora de Fátima dada a los niños el 13 de julio de 1917, es más poderosa y más placentera a Dios que cualquier meditación por bella que sea, aunque haya sido expresada por un Obispo. Cada uno de nosotros hemos recibido nuestra misión de Dios, y creo que Jesús y Nuestra Señora desean que mi misión sea que yo predique sobre el Infierno. Por esto es que predico sobre el Infierno. Hay muchas revelaciones que podemos leer en la biografía de las almas privilegiadas. Algunas almas que están al Infierno han sido obligadas por Dios a hablarnos para ayudarnos a crecer en nuestra fe.

Constituye un pecado mortal de omisión el rehusarse a predicar el Dogma Católico sobre el Infierno. Tales almas condenadas han dicho:“Podríamos soportar estar en el Infierno por mil años. Podríamos soportar estar en el Infierno un millón de años, si supiéramos que un día dejaríamos el Infierno.”

Amigos míos, debemos meditar, no sólo en el fuego del Infierno, no sólo en la privación de contemplación de Dios, sino que debemos también meditar en la eternidad del Infierno. Meditar seriamente frente al Sagrario sobre el Dogma Católico sobre el Infierno. Queridos Obispos, ustedes deben predicar por completo el Evangelio de Jesús, incluyendo la trágica realidad del Infierno eterno.

CONCEPTO HERÉTICO DE LA MISERICORDIA DE DIOS

Un sacerdote en una conferencia carismática dijo a una multitud de unas 3 mil personas y unos 100 sacerdotes que: “Dios es amor, Dios es misericordia y verán su infinita Misericordia en el fin del mundo, cuando Jesús liberará a todas las almas del Infierno, aún a los demonios.” Este sacerdote sigue predicando y su Obispo no suspende sus facultades por enseñar tal herejía. “Vayan al fuego eterno”, dijo Jesús. Fuego eterno, no fuego temporal.


La verdad es que el Infierno existe. El Infierno es eterno, y todos iremos al Infierno si morimos en estado de pecado mortal. Yo puedo ir al Infierno. Ustedes pueden ir al Infierno. Si algunos de nosotros morimos en pecado mortal, estaremos en el Infierno por toda la eternidad, ardiendo, llorando y gritando sin consuelo. No por un millón de años, sino por billones y billones y billones de años y más allá, por toda la eternidad. En nuestra vida mortal, ¿quién no ha cometido un pecado mortal? Un solo pecado mortal no confesado con arrepentimiento, antes de morir, es suficiente para que Jesús nos arroje al Infierno.

Uno de los grandes Padres de la Iglesia, Patrón de todos los predicadores católicos, San Juan Crisóstomo dijo: “Pocos Obispos se salvan y muchos sacerdotes se condenan.” Cuando venía de Lisboa a Fátima por autobús, tuve la ocasión de predicar a los laicos, sacerdotes y obispos presentes en el autobús. Les imploré: “Por favor, cuando lleguen a Fátima, por qué no se animan a hacer una buena confesión general de vida. Quizás hace diez años, quizás hace cincuenta, no han tenido el valor de confesar ese pecado grave por vergüenza. Por favor, hagan una confesión santa y completa en Fátima antes de su regreso.


Hay muchos sacerdotes en Fátima que nunca más volverán a ver hasta que lleguen al Cielo.” Yo predico a los Obispos como lo hago con toda persona, porque los Obispos también tienen un alma que salvar. Y si los Obispos son realmente humildes, aceptarán la verdad aún si proviene de un simple y ordinario sacerdote. No nos vayamos de Fátima sin hacer una Santa Confesión General.

UN GRAN ACTO DE CARIDAD

Sus Excelencias, Jesús nos hizo sacerdotes. Jesús, Nuestro Señor, nos escogió entre millones de hombres para hacernos sacerdotes. Nos hicimos sacerdotes por un motivo: para ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa a Dios Padre Todopoderoso, para rezar el Breviario cada día y para predicar el Evangelio de Jesús para salvar las almas del Infierno. Nadie tiene la seguridad de ir al Cielo a menos que haya recibido una revelación privada de Dios como le ocurrió al Buen Ladrón en la cruz o a los tres videntes de Fátima. ¿Por qué no abrazar los medios seguros que el Cielo nos ha dado, el Santo Rosario (“la devoción a Mi Rosario es un signo seguro de predestinación”), el Escapulario Café y el maravilloso Sacramento de la Confesión.


Prediquen, mis queridos Obispos, como los hacían los Padres de la Iglesia. La tarea principal de un Obispo es predicar, no sólo administrar una diócesis. La Iglesia necesita ver y escuchar a los Obispos predicando como lo hacían los Padres de la Iglesia. Si uno solo de ustedes, Obispos presentes aquí en Fátima, regresara a su diócesis y en ciertas ocasiones predicara sobre las Cuatro Postrimerías junto con todo el mensaje de Fátima, qué gran acto de caridad sería para todos sus amados fieles. Con la asistencia del Espíritu Santo digan a sus fieles: “Escuchen, mis hermanos en Cristo, yo soy su Obispo, estoy aquí para salvar su alma del Infierno. Por favor escuchen, acepten y mediten mi enseñanza en este día.


Ustedes también, mis amados sacerdotes de mi diócesis, imiten a su Obispo, y prediquen sobre el Infierno con la autoridad que Jesús les ha dado. Prediquen cuanto menos una vez al año un sermón completo sobre el Infierno.” Si hacen esto, estarían realizando el mayor acto de caridad de su sacerdocio, de su episcopado. Como mencioné anteriormente, en mis treinta años de sacerdocio, nunca he escuchado a un Obispo predicar sobre el Infierno.


Cuando deseo encontrar un sermón sobre el Infierno, me veo obligado a leer a San Juan Crisóstomo, a los Padres de la Iglesia, a los Doctores de la Iglesia y a los santos predicadores. Queridos Obispos, por favor, prediquen sobre el Infierno como lo hizo Jesús, Nuestra Señora de Fátima, los Padres y los Doctores de la Iglesia y salvarán a muchas almas. Quien salva a un alma, salva a su propia alma. Predicar sobre el Infierno es un gran acto de caridad porque quienes los escuchan creerán por la autoridad que les confiere la Iglesia. Estas personas rectificarán su modo de vivir y harán una santa confesión de sus pecados.

EL VESTIDO DE GRACIA.

La gente con frecuencia me pregunta: “¿Por qué, Padre, es que ya no se predica sobre el Escapulario Café? En el pasado recibíamos el Escapulario en nuestra Primera Comunión, pero ahora ya no hay más bendiciones e imposiciones del Escapulario Café. ¿El Escapulario café sigue siendo válido como en el pasado?” Sí, el Escapulario Café es válido en estos tiempos también, esta verdad no ha cambiado. El sábado 13 de octubre de 1917, durante el Milagro del Sol en Fátima, la Virgen María apareció ante los tres videntes sosteniendo el Escapulario Café en una de sus manos.


La hermana Sor Lucía dijo: “El Rosario y el Escapulario Café son inseparables.” ¿Por qué entonces los sacerdotes ya no predican sobre el Escapulario Café? ¿Cómo podrían hacerlo si deliberadamente rehúsan predicar sobre el Infierno? Si nunca predican sobre el Infierno, la gente no creerá en el Infierno y por tal motivo, ¿cuál sería el objeto de recibir y llevar consigo el Escapulario Café?

Jesús dijo: “Si tienen fe, moverán montañas.” Si tienen fe, convertirán las almas con la gracia de Dios. Si predican sobre el Infierno con fe, la gente creerá en el Infierno. San Pablo dijo a sus discípulos: “Prediquen con convicción.” Solo pronunciar o leer una homilía en una iglesia no es predicar. La predicación debe buscar mover las voluntades; la predicación debe motivar a los hombres a cambiar sus vidas para salvar sus almas del Infierno.

LA DESERCIÓN SACERDOTAL

Hay cuatro razones principales por las que 75 mil sacerdotes han abandonado el sacerdocio: 1) Porque se han negado a orar cada día. 2) Porque no evitaron las ocasiones de pecado y olvidaron que la prudencia es la ciencia de los santos. 3) Porque no tuvieron la humildad y el valor para hacer confesiones santas y completas. Jesús dijo: “Sin Mí, nada pueden realizar.” 4) Porque vivían en pecado mortal y continuaban celebrando. Si un sacerdote está en estado de pecado mortal y celebra la Santa Misa, es una Misa sacrílega para él. Cuando recibe la Comunión en este estado, realiza una Comunión sacrílega. Entonces, ¿cómo puede un sacerdote en estado de pecado mortal predicar bajo la inspiración y la fuerza del Espíritu Santo? ¿Cómo puede predicar si está endemoniado? Sacerdotes, vayan y hagan una santa confesión y se volverán en excelentes predicadores. El Espíritu Santo les hablará a ustedes y por medio de ustedes, y salvarán a miles de almas de ir al Infierno.


Un día, el Santo Cura de Ars recibió la visita de un joven sacerdote de una parroquia cercana. Este sacerdote tenía gran interés de conocer personalmente al Cura de Ars. Después del almuerzo, el Cura de Ars le dijo: “¿Serías tan amable de escuchar mi confesión?” El joven sacerdote por poco se cae de su silla ante la súplica del Cura de Ars de escuchar la confesión de este admirable sacerdote con fama de santidad. ¡Los Santos se confiesan! Y los que se confiesan se vuelven Santos.

Finalmente, Nuestra Señora de Fátima dijo: “Oren, oren muchos y hagan muchos sacrificios porque muchas almas se van al Infierno porque no hay quien ore ni se sacrifique por ellas.” Oremos continua y diariamente la oración que Ella nos enseñó: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del Infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.” ..

Tomado del blog de Catolicidad.


sábado, 20 de junio de 2009

PROFECIAS DE LA VENERABLE MAGDALENA PORSAT


Venerable sierva de Dios Magdalena Porsat (1773-1843), fue religiosa clarisa en Lyón Francia. Desde 1811-1832 tuvo frecuentes revelaciones respecto al futuro del mundo y predijo siete crisis, que precederán al triunfo final de la Madre de Dios.
Estas son: HURACANES, INUNDACIONES, ENFERMEDADES DE PLANTAS Y ANIMALES, EL COLERA, GUERRAS Y REVOLUCIONES, UNA BANCARROTA INTERNACIONAL, UNA CRISIS GENERAL COMERCIAL Y LA CRISIS FINAL.
Habrá una perturbación general en todas las naciones, todo el mundo estara en revolución tal como estuvo Francia en 1780. Pero después de esta tormenta vendrá la paz. LA PODEROSA VIRGEN MARIA volverá todas las cosas a su mejor estado. María vendrá con una legión de ANGELES. Lucifer creerá que ha coaligado todas las cosas contra Dios. Pero MARIA aplastará su cabeza y traerá la PAZ DEL CIELO. La felicidad y la prosperidad volverán por la INMACULADA VIRGEN MARIA.
No habrá interrupción entre esta crisis, desde la crisis comercial hasta la crisis final. También contemplo la implicación de los sacerdotes en esta crisis: "He ahí la confusión, la confusión misma entre los sacerdotes... Pero desdicha para los mercenarios que caminan al unísono del mundo".

viernes, 19 de junio de 2009

PROFECIAS DEL BEATO NICOLAS FACTOR



Religioso franciscano español, natural de Valencia, que además fue pintor, músico y escritor notable, nació en 1520 y murió en la ciudad de Turia en 1583, según sus numerosos biógrafos. El Papa PIO VI le declaro BEATO en 1786. Dejó diversos cuadros notables en sus respectivas residencias de Valencia, Chelva y Madrid, donde fue confesor de las DESCALZAS REALES.
En sus obras de asuntos religiosos se encuentra la siguiente profecía "Se levantara en la Iglesia el espíritu de un nuevo David, que será un Pontífice Romano, escogido por la mano de Dios; el cual reformará la Iglesia Católica en tiempos de tanta apretura que apenas serán católicos y fieles la tercera parte de los que tienen el nombre de cristianos.
Este nuevo Pontífice volverá la Iglesia a su antiguo esplendor y reducirá a los herejes y en reduciéndolos se juntará con el Rey, en quien estará la gracia de Dios, y los dos tomarán todos los tesoros de la Iglesia y hechos moneda levantarán gente en el cristianismo y con poderoso ejército marcharán la vuelta de Jerusalén. Excitados los españoles por la santidad de esta causa se apoderará de ellos un ardor tan santo que partirán sin despedirse de sus padres y sin arreglar sus negocios".
Varias profecías independientes se consignan en estos vaticinios del BEATO NICOLAS FACTOR, que coincide con las de otros muchos videntes: La elección de un Pontífice excelso y extraordinario - en tiempos de una gran crisis de la Iglesia - en la que apenas la tercera parte de los llamados cristianos serán auténticanente fieles y cumplidores de sus deberes - surgirá un gran Monarca que dará nuevas Leyes y Constituciones a la sociedad - ambos unidos en el mismo ideal se apoderarán de Jerusalén - los españoles a sus órdenes iniciarán otra Santa Cruzada e instaurarán el Reinado Social de Jesucristo.
Atodos estos acontecimientos aluden en sus predicciones, entre otros: Santa Brigida, el P. Ricci, la Venerable Emmerich, sor Josefa Menéndez, etc.

martes, 16 de junio de 2009

LA CONSAGRACIÓN DE ESPAÑA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS SERA RENOVADA ESTE MES DE JUNIO


Renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, 1919-2009.
20-21 de JUNIO en el CERRO DE LOS ANGELES, Getafe (Madrid).

¡Sagrado Corazón de Jesús Reina en España!

sábado, 13 de junio de 2009

DOCTRINA TRIDENTINA SOBRE LA SAGRADA COMUNIÓN



Documentos del Magisterio de la Iglesia

En la sesión XIV (25 de noviembre de 1551) del Concilio de Trento se definió infaliblemente la siguiente doctrina, que figura en El Magisterio de la Iglesia (Denzinger) o guía de textos dogmáticos. Obsérvese que la expresión "sea anatema" signigica "es condenado como error doctrinal". Ténganse en cuenta la doctrina predicada en las parroquias y las prácticas litúrgicas habituales, a la luz de estas verdades de la Fe.

D-883 Can. 1. Si alguno negare que en el santísimo sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente el cuerpo y la sangre, juntamente con el alma y divinidad, de nuestro Señor Jesucristo y, por ende, Cristo entero; sino que dijere que sólo está en él como en señal y figura o por su eficacia, sea anatema (cf. 874 y 876).

D-884 Can. 2. Si alguno dijere que en el sacrosanto sacramento de la Eucaristía permanece la sustancia de pan y de vino juntamente con el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y negare aquella maravillosa y singular conversión de toda la sustancia del pan en el cuerpo y de toda la sustancia del vino en la sangre, permaneciendo sólo las especies de pan y vino; conversión que la Iglesia Católica aptísimamente llama transustanciación, sea anatema (cf. 887).

D-885 Can. 3. Si alguno negare que en el venerable sacramento de la Eucaristía se contiene Cristo entero bajo cada una de las especies y bajo cada una de las partes de cualquiera de las especies hecha la separación, sea anatema (cf. 876).

D-886 Can. 4. Si alguno dijere que, acabada la consagración, no está el cuerpo y la sangre de nuestro Señór Jesucristo en el admirable sacramento de la Eucaristía, sino sólo en el uso, al ser recibido, pero no antes o después, y que en las hostias o partículas consagradas que sobran o se reservan después de la comunión, no permanece el verdadero cuerpo del Señor, sea anatema (cf. 876).

D-887 Can. 5. Si alguno dijere o que el fruto principal de la santísima Eucaristía es la remisión de los pecados o que de ella no provienen otros efectos, sea anatema (cf. 875).

D-888 Can. 6. Si alguno dijere que en el santísimo sacramento de la Eucaristía no se debe adorar con culto de latría, aun externo, a Cristo, Hijo de Dios unigénito, y que por tanto no se le debe venerar con peculiar celebración de fiesta ni llevándosele solemnemente en procesión, según laudable y universal rito y costumbre de la santa Iglesia, o que no debe ser públicamente expuesto para ser adorado, y que sus adoradores son idólatras, sea anatema (cf. 878).

D-889 Can. 7. Si alguno dijere que no es lícito reservar la Sagrada Eucaristía en el sagrario, sino que debe ser necesariamente distribuída a los asistentes inmediatamente después de la consagración ; o que no es lícito llevarla honoríficamente a los enfermos, sea anatema (cf. 879).

D-890 Can. 8. Si alguno dijere que Cristo, ofrecido en la Eucaristía, sólo espiritualmente es comido, y no también sacramental y realmente, sea anatema (cr. 881).

D-891 Can. 9. Si alguno negare que todos y cada uno de los fieles de Cristo, de ambos sexos, al llegar a los años de discreción, están obligados a comulgar todos los años, por lo menos en Pacua, según el precepto de la santa madre Iglesia, sea anatema (cf. 487).

D-892 Can. 10. Si alguno dijere que no es lícito al sacerdote celebrante comulgarse a sí mismo, sea anatema (cf. 881).

D-893 Can. 11. Si alguno dijere que la sola fe es preparación suficiente para recibir el sacramento de la santísima Eucaristía, sea anatema. Y para que tan grande sacramento no sea recibido indignante y, por ende, para muerte y condenación, el mismo santo Concilio establece y declara que aquellos a quienes grave la conciencia de pecado mortal, por muy contritos que se consideren, deben necesariamente hacer previa confesión sacramental, habida facilidad de confesar. Mas si alguno pretendiere enseñar, predicar o pertinazmente afirmar, o también públicamente disputando defender lo contrario, por el mismo hecho quede excomulgado (cf. 880).

Tomado de Panorama Católico Internacional

martes, 9 de junio de 2009

LA APOSTASIA DEL CLERO, SEGUN UNA MANIFESTACION DE NTRO. SEÑOR AL PADRE PIO DE PIETRELCINA


Antes de dar a conocer estas manifestaciones del famoso capuchino, queremos resaltar estas palabras del Papa PAULO VI, siendo arz. de Milán en favor del mismo: "Veneradisimo Padre, he oído decir que V. Paternidad celebrará próximamente el quincuagésimo aniversario de su ordenación sacerdotal; y me atrevo yo también a felicitarle por las gracias inmensas a Vd. concedidas y por Vd. dispensadas. Es este verdaderamente el caso de repetir con alegría y reconocimiento a la bondad de Dios: "VENITE, AUDITE ET NARRABO OMNES QUI TIMETIS DEUM, QUANTA FECIT ANIMAE MEAE." "¿Qué diremos de su sacerdocio favorecido con tantos dones y con tanta fecundidad?"

Con este prólogo de entrada del Papa, a la labor santificadora y apostólica del P. PIO, reconocida ya por todo el mundo, aunque la incomprensión y hostilidad del mismo VATICANO le tuvo varios años "suspenso a divinis" podemos calibrar mejor las palabras que trascribe en una carta a su DIRECTOR espiritual:

"En la mañana del viernes, me hallaba todavía en el lecho, cuando se me apareció JESUS. Se hallaba de mala traza y desfigurado. Y me mostró una gran multitud de sacerdotes religiosos y seculares, entre los cuales se hallaban varios dignatarios de la Iglesia. De ellos unos estaban celebrando, otros iban a celebrar y otros habían celebrado. La contemplación de Jesús, así angustiado, me causó mucha pena, por lo que quise preguntarle el motivo de tanto sufrimiento. No obtuve ninguna respuesta. Pero miraba a aquellos sacerdotes, hasta que como cansado de mirarlos retiro la vista y con gran horror mío, pude apreciar que dos lágrimas surcaban las mejillas."

Se alejó de aquella multitud de sacerdotes con una expresión de gran disgusto y desprecio llamándolos "MACELLAI" (carniceros). Y vuelto hacia mi, dijo: HIJO MIO NO CREAS QUE MI AGONIA HAYA DURADO TRES HORAS; no; YO ESTARE EN AGONIA POR MOTIVO DE LAS ALMAS MAS FAVORECIDAS POR MI, HASTA EL FIN DEL MUNDO.""DURANTE EL TIEMPO DE MI AGONIA, HIJO MIO, NO HAY QUE DORMIR, MI ALMA BUSCA UNA GOTITA DE COMPASION HUMANA, PERO ¡AY! QUE ME DEJAN SOLO BAJO EL PESO DE LA INDIFERENCIA. LA INGRATITUD Y SUEÑO DE MIS MINISTROS ME HACEN MAS DURA LA AGONIA. ¡AY! QUE MAL CORRESPONDEN A MI AMOR.

Lo que más me hace sufrir es que éstos a su indiferentismo añaden el desprecio y la incredulidad. ¡Cuántas veces estaba para acabar con ellos si no hubieran detenido mi brazo los ángeles y las almas enamoradas...! Escribele a tu Padre, y refiérele esto que has visto y has oído de mí esta mañana.

"JESUS continuó todavía, pero aquello que me dijo no podré manifestarlo a criatura alguna de este mundo. Esta aparición me causó tal dolor en el cuerpo y mayor todavía en el alma que por todo el día sentí una gran postración y hubiera creido morirme, si el dulcísimo JESUS no me hubiera sostenido. ESTOS NUESTROS DESGRACIADOS HERMANOS CORRESPONDEN AL AMOR DE JESUS; ARROJANDOSE CON LOS BRAZOS ABIERTOS EN LA INFAME SECTA DE LA MASONERIA. Roguemos por ellos a fin de que el Señor ilumine sus mentes y toque sus corazones.

Cf. Carta del 19 de marzo de 1913, LETTERE AL PADRE SPIRITUALE. EDIZIONE "PRO SANCTITATE" ROMA, 1970.)

¡Cuándo ilumina esta carta para ilustrar a los que no creen posible la intromisión y escalada de la SECTA MASONICA en los más altos grados de la IGLESIA en los tiempos actuales! No lo creía así el santo P. Pío de Pietrelcina!

Texto tomado del libro, ¡ALERTA HUMANIDAD!