jueves, 30 de junio de 2016

SERMÓN DEL DOMINGO V DESPUÉS DE PENTECOSTÉS - R. P. ALTAMIRA


 (Bogotá, año 2016)

(Introducción)

Queridos hijos:

Nuestra Santa Iglesia Católica nos trae este domingo, en el Evangelio de la Misa, un pequeño fragmento del famoso Sermón de la Montaña (San Mateo 5,20-24). En estas palabras, Nuestro Señor nos exigirá, por la caridad hacia nuestros hermanos, no sólo nuestro comportamiento externo sino también nuestro interior, nuestras intenciones, evitar los malos pensamientos contra el prójimo, los insultos interiores contra él, enojos, iras exteriores e interiores, el no perdonar, el no arreglar las peleas (peleas familiares también); el tener y mantener según la caridad las disposiciones más secretas de nuestro corazón.

Otro punto importante, en estas palabras, Nuestro Señor implícitamente dirá a sus oyentes que Él es Dios:

“Habéis oído que fue dicho a los antiguos «no matarás, el que mate será reo del juicio». Yo empero os digo: que todo el que se encoleriza contra su hermano, será reo del juicio; el que dijera raca a su hermano, será reo del concilio; el que le dijera fatuo, será reo de la gehena del fuego”.

El que había dicho eso a los antiguos era Dios, nada más y nada menos. Por lo que ahora, si Cristo mismo aumentaba el mandato, o mejor lo aclaraba para –si se puede decir así- más exigir, y no en nombre de otro sino en nombre propio (“Dios dijo a los antiguos… Yo empero os digo…”), Nuestro Señor se estaba arrogando por lo menos igual autoridad que el anterior. Pequeño detalle: “el anterior” era Dios; y de allí se concluye: Cristo es Dios.

Pero repasemos brevemente todo el texto y hagamos algunos comentarios.

(Cuerpo: El texto del Evangelio de este domingo y algunos comentarios)

“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 20. Si vuestra justicia no es mayor (abundáverit) que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos (non intrábitis in regno caelorum)”.

Nuestro Señor comienza censurando la “justicia” que significa santidad (decimos: falsa) de los escribas y fariseos, eran los mejores exponentes de lo que nosotros no debemos ser: Hipocresía religiosa, que hace un cumplimiento puramente externo de la Religión (de nuestra Religión Católica), y por dentro hay faltas de caridad, desprecio del prójimo, sentirse superior, “podredumbre”. Si nuestra “justicia” (santificación personal) no es verdadera, si ella no es mayor (non abundáverit) que la de los escribas y fariseos, corremos riesgo de condenarnos: Non intrábitis in regno caelorum.

“21ss Habéis oído que fue dicho a los antiguos «no matarás, el que mate será reo del juicio». Yo empero os digo: que todo el que se encoleriza contra su hermano, será reo del juicio; el que dijera raca a su hermano, será reo del concilio; el que le dijera fatuo, será reo de la gehena del fuego”.

Éste es el fragmento que acabamos de comentar en la introducción: Cristo es Dios.

Agregamos otro tema: Sobre las palabras “raca”1 y “fatuus” (que se traduce por fatuo, engreído), ante la gravedad de las amenazas de Cristo y de los castigos, deducimos que por el idioma, por las costumbres de esos pueblos, etc, aunque no haya una perfecta equivalencia con el significado de esas palabras en nuestro idioma hoy, o con nuestro pensamiento o forma de hablar, se ve que en esa época y en ese lugar eran insultos muy graves. Y éste es el concepto que debemos guardar: Eran insultos muy graves. Sabemos que los insultos son más ofensivos o no, según las épocas y los lugares, aun entre países de Hispanoamérica (Colombia, Argentina, México), hay palabras que en un lugar no dicen nada, y que en otro país son muy groseras o vulgares o de muy mala educación (dicho sea de paso: cuando ustedes me escuchen algo que suena mal o con modos que no son los de Colombia, esto puede ser casualmente porque no son las mismas costumbres ni expresiones en mi país). Pero volviendo al tema: Incluso a veces la palabra en sí no es ofensiva o no tanto, pero el tono o modo como la decimos la vuelve muy ofensiva. En definitiva la enseñanza es: Mucho cuidado con lo que decimos al prójimo, mucho cuidado con ser ofensivos, con despreciar al prójimo. Los católicos nos deberíamos caracterizar exactamente por lo contrario. Alguna vez leía que los estoicos decían: “No hagas caso de las lenguas de los hombres, con la lengua no se puede romper ningún hueso”; y no sé el Padre Castellani o quién agregaba en oposición: “¡Cuentos!, con la lengua se puede romper mucho más que los huesos”, pues con la lengua se puede destrozar un alma, dejar marcada una persona. Cuidado con las palabras “irreparables”.

“23ss Si por lo tanto tú ofreces tu don hacia el altar (significa: si estás en el culto, si estás practicando la Religión, si estás en una ceremonia, si estás en Misa), y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu don ante el altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y después (tunc) volviendo ofrecerás tu don (después practicarás la Religión de verdad)”.

Ésta es tal vez la enseñanza más importante de las tres. Si no hacemos así, si no somos capaces de arreglar nuestros problemas y enemistades, somos como los escribas y fariseos, y nuestra justicia entonces no es mayor que la de ellos. Sí, mucha Misa en latín, Misa en latín; y ser la persona más poco caritativa con el prójimo que pueda haber. Sí, mucho Canto Gregoriano, Canto Gregoriano; y desprecio al prójimo, sentirse superior a él, hacerlo sentir mal. Sí, la Tradición Católica, la Tradición Católica; y tengo peleas y rencores familiares que soy incapaz de perdonar, y respecto de los cuales no tengo interés de solucionar ni de terminar con eso. Yo conocí en Argentina dos jóvenes, dos hermanos, que compartían su cuarto como en todas o muchas familias, compartían necesariamente todos los encuentros familiares, almuerzos, etc, ¡pero llevaban cinco años o más que no se hablaban!, ¡viviendo en el mismo cuarto y en la misma casa, todos los días!: O eran locos o allí había algo que no funcionaba. ¡Y después nos llamamos católicos!, ¡y después nos llamamos hijos de Dios!, ¡por favor!

(Conclusión)

Termino con la Epístola, que es de San Pedro, el primer Papa (I Pe 3,8ss): “Carísimos: Sed unidos en la oración, compasivos, amantes de vuestros hermanos (fraternitatis amatores), misericordiosos, modestos, humildes: no devolviendo mal por mal (malum pro malo), ni maldición por maldición (maledictum pro maledicto), sino al contrario bendiciéndoos, porque para esto fuisteis llamados… Por lo tanto, quien quiere amar la vida (encontrarla dulce y amable) y vivir días dichosos (et dies videre bonos), refrene su lengua del mal… Aléjese del mal y haga el bien (declinet a malo, et faciat bonum), busque la paz y sígala a ella (inquirat pacem et sequatur eam)”.

Miren si estas palabras no deben ser una exigencia para arreglar los problemas y peleas familiares, los problemas contra la caridad en general. Seamos católicos coherentes.

AVE MARÍA PURÍSIMA

P. Fernando Altamira
____________________________
1 No tiene una traducción muy específica o no se conoce; algunos dicen que significaba “idiota”, no lo sabemos; pero en definitiva era un insulto muy grave.

martes, 28 de junio de 2016

SAN PÍO X DENUNCIA EL MAYOR PELIGRO DEL MODERNISMO




Escrito por SÍ SÍ NO NO

Alocución “Relicturus Ecclesiam” (16 de diciembre de 1907)


La característica más peligrosa del modernismo

San Pío X recuerda en esta Alocución (Relicturus Ecclesiam) que Jesús había predicho que la Iglesia habría sido perseguida y atribulada y escribe: “En procinto de dejar a la Iglesia y en el momento de volver al Padre, Cristo Nuestro Señor muchas veces y explícitamente predijo que habríamos sido expuestos siempre a la persecución de los enemigos”.

Los tiempos nuevos y la herejía modernista añaden, sin embargo, a las antiguas y cruentas persecuciones otros sufrimientos quizá más peligrosos aunque menos dolorosos físicamente. Este es el peligro que mayormente angustia al Papa.

Hoy como en todos los tiempos, continúa el Pontífice, vemos realizarse la predicción de Jesús. En efecto en algún lugar la Iglesia es asaltada o “con divisiones alineadas y en abierta batalla” o “con artes engañosas e insidias escondidas”.

El modernismo es la insidia escondida o el engaño (“subdolo” [término italiano empleado por el Papa, ndt] del latín “sub-dolo”: bajo engaño). Esta es la característica más peligrosa del modernismo: no salir de la Iglesia, no combatirla cara a cara, sino quedarse dentro, ocupar los lugares de mando y cambiarla desde dentro. Pío X lo explica claramente: “Debería ciertamente deplorarse que tales hombres, abandonado el seno de la Iglesia, pasaran a ser sus enemigos declarados: pero es mucho más doloroso verlos caídos en tanto exceso de ceguera que les hace considerarse aún y proclamarse hijos de la Iglesia aunque, con los hechos si no quizá con las palabras, hayan renegado de aquella promesa de fe que pronunciaron en el Bautismo. Y de este modo mantienen aún hoy las prácticas cristianas, se alimentan de las carnes sacrosantas de Cristo y, lo que es más horrendo, suben así al altar de Dios para ofrecer allí el Sacrificio”.

Como se ve, el modernista no niega el Credo de palabra y abiertamente, sino que prácticamente con su actuar lo impugna y reniega de él. Por tanto el hecho de que se oculte en la Iglesia y no quiera abandonarla es muy peligroso porque la erosiona desde dentro como una carcoma invisible.

El primer enemigo descrito por San Pío X combate a la Iglesia abiertamente: “todo derecho suyo es combatido […] sus leyes son despreciadas por aquellos mismos que deberían tutelar su autoridad”. Ciertamente es triste y doloroso, pero es sobretodo la “quinta columna” escondida la que preocupa al Papa.

“A todo esto -escribe- se añade ahora otro mal incontestablemente gravísimo: un cierto espíritu ávido de novedad, que no soporta ninguna disciplina y ninguna autoridad, va difundiéndose ampliamente; apuntando a la doctrina de la Iglesia e incluso a la verdad revelada por Dios, se esfuerza por derrumbar desde sus fundamentos la santísima religión”. He aquí la intención final del modernismo: la ruina completa del catolicismo, mediante la corrosión de sus fundamentos.

La duda metódica y el modernismo

Este nuevo error, que niega la sustancia misma de la religión católica, es seguido por numerosas personas, las cuales “difunden una duda metódica llena de impiedad acerca de las bases mismas de la fe” [6].

El Papa compara justamente el modernismo al cartesianismo: la duda metódica sobre todo, no hay certeza de nada, todo es relativo y subjetivo: Dios mismo y la religión con sus dogmas y mandamientos serían un producto del pensamiento humano.

Esta es la enorme gravedad del modernismo que se esconde bajo la apariencia de catolicismo para disolver la Iglesia como Cristo la fundó y ha llegado hasta nosotros.

El Papa Sarto añade que: “si los modernistas hacen parte del clero, desprecian el estudio de la teología católica y extraen de fuentes envenenadas [Descartes, Kant y Hegel] su filosofía” [7].

El Pontífice concluye justamente que los modernistas, por lo que “proclaman, hacen y con la misma pertinacia profesan, demuestran que han perdido la fe, aunque consideren que se encuentran todavía en la nave de la Iglesia, mientras han naufragado miserablemente” [8].

Conclusión

¿Se puede colaborar con los modernistas para restaurar la Iglesia cuando ellos quieren demolerla desde sus cimientos? El pensamiento de San Pío X es claro. Lo sea también el nuestro: “¿Qué hay de común entre Cristo y Belial? (2 Cor., VI, 15).

Joseph


lunes, 27 de junio de 2016

AVISOS Y PENSAMIENTOS DE SANTA TERESA DE JESÚS



VIVO SIN VIVIR EN MI - SANTA TERESA DE JESÚS



Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

GLOSA

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor,
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí.
Cuando el corazón le di
puso en él este letrero:
Que muero porque no muero.

Esta divina unión
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo
y libre mi corazón.
Y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay qué larga es esta vida!,
¡qué duros estos destierros!,
¡esta cárcel, estos hierros,
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay qué vida tan amarga,
do no se goza al Señor!,
porque, si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga.
Quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque, muriendo, el vivir
me asegura mi esperanza.
Muerte, do el vivir se alcanza.
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte:
vida, no me seas molesta;
mira que sólo te resta,
para ganarte, perderte.
Venga ya la dulce muerte,
venga el morir muy ligero,
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera,
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva.
Muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí,
si no es perderte a ti,
para mejor a El gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues a El solo es al que quiero:
Que muero porque no muero


miércoles, 22 de junio de 2016

EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA, LA SOLUCIÓN A LA DECADENCIA ACTUAL





Ilustrativa y enriquecedora entrevista a D. Gil de la Pisa Antolín quien nos aproxima a los SANTOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA.

D. Gil ha realizado más de 60 tandas de EJERCICIOS ESPIRITUALES durante su vida y alguna de un mes de duración como antaño, por lo que su experiencia como SEGLAR es suficiente para aconsejar y difundir su práctica.
Los santos EJERCICIOS ESPIRITUALES nos llevan a la VIDA INTERIOR tan necesaria en nuetra existencia y a la PRÁCTICA DE LAS VIRTUDES CRISTIANAS conformando nuestra vida con la VOLUNTAD DE DIOS.

¡ESTO VIR! se titula uno de sus libros donde nos exhorta a SER VALIENTES para realizar los ejercicios espirituales de San Ignacio porque aquí encontraremos el VERDADERO SENTIDO DE NUESTRAS VIDAS y la SOLUCIÓN A TODOS NUESTROS PROBLEMAS; la renuncia al PECADO, LA REFORMA DE LAS CONSTUMBRES QUE ENVENENAN NUESTRA EXISTENCIA, la CONVERSIÓN DEL CORAZÓN A DIOS NUESTRO CREADOR y la PRÁCTICA AFECTIVA Y EFECTIVA DE UNA VIDA SANTA.

Es de capital importancia realizar los ejercicios espirituales sabiendo que se FUNDAMENTAN en los ORIGINALMENTE ESCRITOS por San Ignacio, no adulterados por nuevas ideologías, aunque sean actualmente de 8 dias.

Es un medio eficadísimo para conocerse así mismo, conocer a Dios y vivir la VERDADERA FELICIDAD ya en la tierra.

Los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, bien ejercitados, no solo nos sanan ESPIRITUALMENTE sino que cumplen la misión de sanar MENTAL Y CORPORALMENTE si nuestras disposiciones son las adecuadas.

Muchos ateos, comunistas o agnósticos han encontrado en estos ejercicios el vehículo de su conversión porque han visto CLARAMENTE en ellos la VERDAD DE DIOS y han renunciado a la vida de PECADO, principal obstáculo para comprender las cosas de Dios.

Vivimos acelerados y atolondrados en una borágine de cortocircuitos emocionales y los EJERCICIOS ESPIRITUALES son el medio o el instrumento para RECUPERAR la dirección a la cual debemos dirigirnos; CONOCER, AMAR Y SERVIR A DIOS y mediante esto GOZARLE ETERNAMENTE.

La vida es un vuelo que pasa presto y luego... MUERTE, JUICIO, CIELO O INFIERNO, de lúcido y cabal es aplicarse al mandato divino, locura es no atender hasta los mínimos detalles los mandatos de Dios.

domingo, 19 de junio de 2016

LOS EFECTOS DE LA SAGRADA COMUNIÓN - R. P. ALTAMIRA




(Bogotá, domingo 12 junio 2016)

(Introducción)

Queridos hijos:

Habíamos predicado sobre “Los Efectos de la Sagrada Comunión”. En estos últimos dos domingos desarrollamos algunos de ellos:

(1) La unión profundísima con Cristo que hace o debería hacer la Sagrada Comunión, unión que es capaz y debería llevarnos a la cumbre de la santidad, con una sola Comunión bien recibida. (2) La unión con la Santísima Trinidad; donde está una de las personas, Dios Nuestro Señor Jesucristo (Dios Hijo en la Sagrada Comunión), allí están también las otras dos: Dios Padre y Dios Espíritu Santo. (3) La unión con todos los miembros vivos de la Iglesia Católica, unión con la Iglesia Triunfante del Cielo (la Santísima Virgen, los ángeles, los santos), unión con la Iglesia Purgante (con todas las almas que están en el Purgatorio), unión con la Iglesia Militante (con todos los católicos del mundo que en este momento están en estado de gracia). (4) El aumento de la gracia santificante. (5) La remisión o perdón de la pena temporal que debemos por nuestros pecados, efecto que se produce al recibir a Dios Nuestro Señor Jesucristo en la Comunión, y efecto que se da en mayor o menor medida según nuestras disposiciones; una sola Comunión bien recibida sería capaz de librarnos de toda la deuda de nuestro Purgatorio. (6) El perdón de los pecados veniales, e incluso de pecados mortales cuando alguien se los hubiera olvidado y recibiera de buena fe la Comunión.

Ahora, sin más, queríamos darles una tercera y última prédica sobre el mismo tema1.


(Cuerpo 1: Nos aumenta las virtudes teologales, las demás virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo)

La Sagrada Comunión nos aumenta las virtudes teologales: La Fe, la Esperanza y sobre todo la Caridad. Y con ellas todas las demás virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo.

La virtud de la Fe.

Es evidente que nos aumenta la Fe por el acto intensísimo de Fe que hacemos al recibir la Sagrada Comunión, pues recibimos a Dios Nuestro Señor Jesucristo, cosa que no es vista ni sentida ni percibida. Es la Fe, basada en la enseñanza de Dios y de la Santa Iglesia Católica, la que nos da la seguridad inquebrantable de que allí no hay pan ni vino sino Dios. Por eso el Himno Tantum Ergo (de Santo Tomás de Aquino), el cual cantamos en las Exposiciones del Santísimo, dice cosas tan hermosas como “Praestet Fides supplementum, sensuum defectui: Presta la Fe un suplemento, al defecto de los sentidos”. Sabido es que las virtudes teologales, todas las virtudes infusas en realidad, crecen por medio de actos más intensos, y en lo que respecta a la Fe, al recibir la Comunión, se realizan actos intensísimos de esta virtud, para crecimiento de ella, y para alegría nuestra.

La virtud de la Esperanza.

Ella es aumentada porque la Sagrada Comunión es “prenda de la futura gloria”, de nuestro futuro Cielo. Santo Tomás en la Antífona de Vísperas de Corpus dice “futurae gloriae nobis pignus datur”, es decir que con la Comunión “una prenda de la futura gloria es dada a nosotros”. Y además la Comunión también es una prenda de nuestra futura resurrección. Ambas cosas están dichas hermosamente por Dios Nuestro Señor Jesucristo: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna, y Yo le resucitaré en el último día…” (Jn 6,54).

La virtud de la Caridad.

Ésta es la virtud que sobre todo aumenta la Sagrada Comunión. Escuchemos una enseñanza de Santo Tomás: “Este Sacramento [la Sagrada Comunión] confiere espiritualmente la gracia junto con la virtud de la Caridad… Y, pues, dice San Gregorio que «el amor de Dios no está ocioso, sino que, cuando lo hay, obra grandes cosas», se sigue que este Sacramento tiene de suyo eficacia no sólo para dar el hábito de la gracia y de la virtud [de la Caridad], sino también para excitar el acto de la misma, según aquello de San Pablo: La Caridad de Cristo nos apremia…2” (Suma Teológica III, 79, 1, ad 2).

Las demás virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo también son aumentados por la Sagrada Comunión porque están en conexión con la gracia y la Caridad, y el crecimiento de éstas conlleva el crecimiento de todo el organismo espiritual, el cual crece todo a la vez.

Por todo lo dicho se ve que la Sagrada Comunión tiene una eficacia incomparable para nuestra santificación, ya que la santidad consiste esencialmente en el desarrollo y crecimiento perfecto de la Caridad, junto con las otras virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo.


(Cuerpo 2: La Sagrada Comunión nos preserva de los pecados futuros)

La Sagrada Comunión nos preserva de los pecados futuros.

La razón es doble: Porque robustece las fuerzas del alma contra las malas inclinaciones o tendencias de nuestra naturaleza caída. Porque nos preserva de los asaltos diabólicos al aplicarnos los efectos de la Pasión de Cristo, en la cual el Demonio o los demonios fueron vencidos.

Oigamos estas mismas enseñanzas en boca de Santo Tomás de Aquino:

“De dos maneras preserva del pecado este Sacramento. Primeramente, porque al unirnos con Cristo por la gracia robustece la vida espiritual, como espiritual manjar y espiritual medicina que es, según aquello del salmo: El pan refuerza el corazón del hombre (Ps 103,15)… Y también porque al ser señal de la Pasión de Cristo, con la que fueron vencidos los demonios, repele todas sus impugnaciones. Por eso dice el Crisóstomo: «Volvemos de esa mesa como leones espirando llamas, haciéndonos terribles al mismo Diablo»” (III, 79,6).

Por lo dicho vemos que, al menos indirectamente, la Sagrada Comunión disminuye el fómite del pecado (el fomes peccati: la tendencia o inclinación hacia el mal y hacia el pecado). Dice Santo Tomás:

“Aunque este Sacramento no se ordene de manera directa a la disminución del fómite *o fomes+, lo disminuye indirectamente al aumentar la Caridad, porque como dice San Agustín «el aumento de la Caridad es la disminución de la concupiscencia». En forma directa, [este Sacramento] confirma el corazón del hombre en el bien, y así [indirectamente] lo preserva de pecar” (ad 1).

Pero lamentablemente esto no impide que muchos de los que comulgan dignamente vuelvan a pecar. Porque el hombre viador (el hombre en esta vida) es de tal condición, que siempre puede usar su libre albedrío para inclinarse hacia el mal.


(Cuerpo 3: Efectos de la Sagrada Comunión aun en nuestros cuerpos)

Finalmente, efectos incluso en nuestros cuerpos. Los principales efectos de la Sagrada Comunión en nuestros cuerpos son dos. Uno referido a la vida presente: Ella santifica nuestros cuerpos. Otro referido a la vida futura: De la Comunión procederá nuestra resurrección gloriosa.

Pero desarrollemos algo más el primero de ellos: La Sagrada Comunión santifica en cierto modo aun nuestros mismos cuerpos.

La Sagrada Escritura no expresa esto en forma directa, pero se puede deducir de lo que dice San Pablo sobre la gracia santificante y nuestros cuerpos: “¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros y habéis recibido de Dios?” (I Cor 6,19). Entonces: Esta santificación de nuestro cuerpo, templo del Espíritu Santo, que comienza al recibir la gracia por primera vez (con el Santo Bautismo), alcanza o va alcanzando en este mundo su máxima intensidad con la recepción de la Sagrada Comunión.

La razón de estos efectos es que si bien la gracia sólo tiene como sujeto de inhesión al alma, por la unión sustancial que tiene nuestro cuerpo y nuestra alma, y por la influencia del alma sobre el cuerpo, los efectos buenos sobre ella refluyen y redundan en el cuerpo.

El principal efecto de esta redundancia es el sosiego de las pasiones carnales y la moderación de los instintos del apetito concupiscible y del irascible. Escuchemos algunos Santos Padres y al Concilio de Trento:

San Cirilo de Alejandría dice: “Cuando Cristo está en nosotros, se halla adormecida la ley de la carne que brama furiosa en nuestros miembros”.

San Bernardo dice: “Si alguno de vosotros ya no siente tantas veces o tan fuertemente los movimientos de la ira, de la envidia, de la lujuria y de las demás pasiones, dé las gracias al Cuerpo y Sangre del Señor, pues la virtud de este Sacramento obra en él”.

Y el Catecismo del Concilio de Trento o Catecismo Romano: “la Eucaristía refrena también y reprime la misma concupiscencia de la carne, porque al encender en el alma el fuego de la Caridad, mitiga los ardores sensuales de nuestro cuerpo” (p 2a, n 53).

Por estos efectos podemos decir que la Sagrada Comunión sirve incluso para la salud de nuestro cuerpo. Porque no hay nada que contribuya tanto a la salud de nuestros cuerpos como la paz y la alegría del alma, y el sosiego de las pasiones corporales. Al revés, el no tener la gracia santificante, el estar en pecado mortal, el remordimiento y la tristeza por nuestros pecados, así como el alboroto de las pasiones y apetitos, quebrantan seriamente la misma salud corporal.


(Conclusión)

Ya que hemos estado hablando de la Sagrada Comunión, terminemos con un elogio hacia ella, un elogio de Santo Tomás de Aquino, el tan hermoso Himno “Te adoro devotamente”3 (Adóro te devóte). Les compartimos las cuatro primeras estrofas:

Adóro te devote, latens Deitas,
Quae sub his figuris vere latitas:
Tibi se cor meum totum subjicit,
Quia te contemplans totum deficit.
Visus, tactus, gustus in te fallitur,
Sed auditu solo tuto creditur.
Credo quidquid dixit Dei Filius:
Nil hoc verbo Veritatis verius.
In cruce latebat sola Deitas,
At hic latet simul et humanitas;
Ambo tamen credens atque confitens,
Peto quod petivit latro paenitens.
Plagas, sicut Thomas, non intueor;
Deum tamen meum te confiteor.
Fac me tibi semper magis credere,
In te spem habere, te diligere.

Te adoro devotamente, Dios escondido,
Que bajo estas figuras verdaderamente te ocultas:
A Ti mi corazón todo se somete,
Porque contemplándote todo él se desfallece.
La vista, el tacto, el gusto, en Ti fallan,
Mas solamente por lo escuchado con el oído se cree con certeza.
Yo creo todo lo que el Hijo de Dios ha dicho:
Nada es más verdadero que esta palabra de la Verdad.
En la Cruz se ocultaba la Divinidad sola,
Pero aquí [en este Sacramento] se oculta al mismo tiempo también su humanidad;
Sin embargo, creyendo y confesando una y otra cosa,
Yo pido lo que pidió el ladrón arrepentido.
La llagas, como Tomás, yo no veo,
Sin embargo confieso que Tú eres mi Dios.
Haz que yo siempre crea más y más en Ti,
Que en Ti tenga esperanza, que a Ti ame.


No es necesario decir o agregar nada más.

AVE MARÍA PURÍSIMA

P. Fernando Altamira

_____________________________

1 Seguimos en esto al Padre Antonio Royo Marín OP, en su libro “Teología Moral para seglares”, Tomo II, Efectos de la Sagrada Comunión, Ediciones de la BAC, año 1958.

2 Allí continuaba: “Con él [con el Sacramento de la Sagrada Comunión] el alma se fortifica espiritualmente, se deleita y de algún modo se embriaga con la dulzura de la divina bondad, según aquello [del Cantar de los Cantares]: «Comed y bebed, amigos; embriagaos, carísimos»”.

3 “Adoro te devote” es uno de los cinco himnos que Santo Tomas de Aquino compuso en honor de Jesús en el Santísimo Sacramento a solicitud del Papa Urbano IV con motivo de haber establecido por primera vez la Fiesta del Corpus Christi en 1264. El himno se encuentra en el Misal Romano.


miércoles, 15 de junio de 2016

DIVISAS TRAICIONADAS



Empezaremos explicando lo que son. Algunos fieles pueden no saber. Divisas son los lemas contenidos en los escudos episcopales. Dicho esto vamos a lo que importa.

Recientemente recordamos algo que Monseñor Lefebvre enseñaba acerca de la misa nueva:

"Está fuera de cuestión estimular a la gente a ir al nuevo rito, ya que, poco a poco, sin darse cuenta, ellas terminarán ecuménicas" (Arzobispo Lefebvre, Conferencia en Ecône, 11 de abril de 1990).

Recientemente Don Tomás, en un sermón redundante de agradecimiento a Monseñor Williamson menciona la divisa del mismo - "Fidelis inveniatur " - (Que seamos encontrados fieles).

O se trata de un problema de visión, o de la infidelidad a la verdad. Creemos que es esta última lo que ocurre con D. Tomás, cuya divisa "Veritatis dilexisti" - (Tengo amor a la verdad) está siendo traicionada frecuentemente, puesto que es difícil de creer que D. Tomás desconoce, por ejemplo, la apología del obispo Inglés a la nueva misa, que puede ser asistida para "nutrir la fe", lo que notablemente se contradice con lo que Monseñor Lefebvre dijo en la cita anterior, y lo que los hechos demuestran.

¿Se puede hablar de fidelidad de un obispo que administra los sacramentos a feneístas, que niegan la doctrina católica sobre el bautismo? ¿Que ha recomendado reiteradamente la lectura de la falsa vidente María Valtorta, herética, erótica y blasfema? ¿O el satanista Elliot, entre otras cosas?

Con respecto al ecumenismo que menciona Monseñor Lefebvre, como una consecuencia de la misa nueva, esto se ve claramente manifiesto en el error de que ambos los obispos y tantos sofistas, doctores y los monjes franceses manifiestan en la famosa y triste célebre frase "misteriosamente unidos" en la relación entre la Iglesia Católica y la iglesia conciliar, porque este es un error que ataca a la unidad de la Iglesia.

Por tanto, bien podemos decir que Mons. Williamson es un perfecto infiel a su divisa, y D. Tomás otro tanto.


R. P. Ernesto Cardozo
Pompeya, 13/06/2016
Fiesta de San Antonio de Padua​




lunes, 13 de junio de 2016

MISTERIOS ALREDEDOR DE LAS DOS HERMANAS LUCÍA


Homero Sweeney

¡Había dos hermanas Lucía!

Esta sorprendente revelación ha sido ignorada por los que estudian y escriben sobre Fátima, ya que no lo creen, no quieren creerlo y muy probablemente no lo puedan creer.

Sor Lucía II, que apareció en 1967 con Pablo VI tenía muy 
diferentes características y estructura facial

Hace casi nueve años de la historia de las dos Lucías de Fátima, y creció más el misterio cuando la Dr. Marian Horvat en el sitio web Tradition In Action comparó imágenes de una joven hermana Lucía con fotos disponibles desde los años 1960. (Aquí)


Luego, en 2013, con el progreso de la informática y las fotos de regresión de los dos Lucías se publicaron para probar más allá y eliminar cualquier duda de que había dos hermanas Lucía. (Aquí) Las imágenes mostraron la forma de la cara, la frente, las cejas, los ojos, la nariz, las mejillas, la boca, los dientes y la barbilla eran todas diferentes, al igual que su aspecto general y el comportamiento.

Es realista creer que la verdadera hermana Lucía había muerto en 1967 cuando la nueva hermana Lucía hizo pública inauguración y debut con Pablo VI en el 50 aniversario de la primera aparición de Fátima. Entonces, era la primera vez que jugó el papel de Lucía engañando al mundo durante casi 38 años

Esto es difícil de creer para muchos, ya que trae tantas preguntas como las siguientes:

- ¿Cómo puede la Iglesia Católica permitir este engaño?

- ¿Quién entreno a la nueva Sor Lucía de modo que pudiera engañar a sus parientes? De ello se deduce que, dado que no hubo rumores o filtraciones sobre la posibilidad de dos hermanas Lucías muy pocas personas lo sabían. La pregunta es: ¿Quién lo sabía?

- La impostora Lucía sabía los requisitos para la consagración de Rusia, y en un principio, respaldó la versión real de la hermana Lucía, muy probablemente porque por Juan Pablo II, también dijo que la consagración no se realizó con las especificaciones de la Madre.

Luego, cambió de opinión. La pregunta es: ¿Por qué Lucía II cambiaría su historia? ¿Ella estaba admitiendo implícitamente que era una mentirosa? ¿O bien, la carta dirigida al Cardenal Bertone falsamente informan de que ella dijo que la consagración de Rusia se había hecho como Nuestra Señora pidió el 25 de marzo de 1984, según se informa en El Mensaje de Fátima emitido por el Vaticano el 26 de junio, 2000?

- ¿Qué fue lo que dijo Lucía II del Tercer secreto en la década de 1960 antes de que la versión del "obispo-vestido-de-blanco" fuera lanzada por el Vaticano? No tenemos idea, pero, según lo que está escrito en el Mensaje de Fátima, dijo que la versión del "Obispo vestido-de-blanco-" está en el secreto y Juan Pablo II fue el obispo disparado en el atentado en 1981.


Cardenales Bertone y Ratzinger publican el supuesto 
tercer secreto para cerrar el mensaje de Fátima.

- Durante 16 años a partir de 1966, el P. Alonso fue el archivista oficial de Fátima. Pudo haber entrevistado a la impostora Lucía muchas veces. Produjo 24 volúmenes de 800 páginas que contienen 5.396 documentos. Lo que de entrada, en su caso, qué recibió de Lucía II? El propósito del Vaticano era asegurar a todos que el Mensaje de Fátima pertenece al pasado. A día de hoy el Vaticano se niega a liberar los 24 volúmenes del P. Alonso como si contuvieran algo que el Vaticano se avergüenza de publicar.

- Juan Pablo II ¿sabe todo el mundo que él era parte de una reunión farsa con la impostora Sor Lucía en Fátima en 1982?

Necesidad de silenciar Sor Lucía

Hay algunos indicios de que Sor Lucía podría haber muerto ya en 1958.

Antes de esta fecha, los progresistas estaban muy preocupados por todo el tema de Fátima, porque no sabían lo que el Tercer secreto contenía. Esta preocupación se hizo evidente después de la reunión de la hermana Lucía con el Padre Fuentes que se hizo pública en 1958. La transcripción de la entrevista salió como un tiro de la nada y envío ondas de choque a través del Vaticano.

Sor Lucía no pudo mencionar el núcleo del secreto al P. Fuentes porque no era todavía el año 1960. Sin embargo, lo que puso de manifiesto que era probable estuviera conectado con el secreto. "Cada persona no sólo debe salvar su propia alma, sino también todas las almas que Dios ha puesto en nuestro camino." En una declaración devastadora Lucía dijo que no se espere cualquier ayuda que venga del Santo Padre, de nuestros obispos en nuestras diócesis, ni de las congregaciones religiosas. Los últimos 50 años han demostrado bien esto.

En 1958 se hizo muy claro que el Vaticano quería que Sor Lucía fuera silenciada. Doy los siguientes síntomas:

- La Diócesis de Coímbra, donde se encuentra el Carmelo de Lucía, anunció que la Hermana Lucía no tendría nada más que decir sobre Fátima

- El Nuncio Apostólico en Lisboa dijo a Juan XXIII, en diciembre de 1958: "Sería bueno para usted que sepa lo que está en el Tercer secreto. Sor Lucía me ha contactado. Ella podría emitir un mensaje al mundo. No sé si eso sería oportuno... "

- El 18 de agosto de 1959, Juan XXIII leyó el Tercer Secreto con su confesor y un traductor y dijo -como si fuera Dios y conociera el futuro-" Esto no se refiere a mi pontificado". Es bastante sorprendente que sólo dos meses después, el 19 de noviembre de 1959, Juan XXIII concedió una audiencia al nuevo obispo de Leira, que declararon que ellos hablaron mucho sobre la vidente de Fátima. Y afirmó: "El Santo Oficio se hará cargo de todo para mantenerlo en la dirección correcta."


El Obispo de Leiria, José Alves Correia da Silva

- En 1960, el confesor de Sor Lucía desde hace muchos años, se trasladó a Brasil, no se le permitió verla.

- Se anunció en Portugal el 8 de febrero de 1960, a través de la agencia de noticias ANI, citando a una fuente del Vaticano muy fiable, que el "Tercer Secreto no será revelado y es probable que permanezca siempre bajo el sello absoluto." ¡Cuan cierto! Sólo Juan XXIII tenía la autoridad para tomar tal decisión.

- Nuestra Señora dijo a Lucía el 13 de junio 1917: "a Jacinta y Francisco me los llevare en breve; pero tu permanecerás aquí durante algún tiempo porque Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. Él quiere establecer la devoción a mi Inmaculado corazón en todo el mundo".

Con Lucía silenciada por el Vaticano, ¿era hora de que Dios la llevara al cielo, ya que no podía continuar con su deseo de promover la devoción a Nuestra señora? Era el 13 de mayo de 1917, en la primera aparición que le preguntó Lucía si iban a ir al cielo; le dijo, sí, ella y Jacinta iría al cielo, pero Francisco tendría que decir muchos rosarios primero. ¿Se puede pensar en otro mejor consejo?

- La advertencia de Sor Lucía a los católicos, que confió al P. Fuentes, de no buscar la orientación del liderazgo de la Iglesia resultó ser una profecía cumplida. La muerte de Sor Lucía era una tendencia que siguió a otras personas involucradas con Fátima.

- En 1930, se pidió a Pío XI con los obispos del mundo para consagrar Rusia al Inmaculado Corazón de María por lo que no habría paz en el mundo. Él nunca respondió a la solicitud y murió en 1939, poco después del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, una guerra que podría haber evitado.

- De 1944 a 1957 el Obispo da Silva de Leiria se encargó de mantener el Tercer Secreto, que había ordenado a la hermana Lucía escribir. En abril de 1957 se envió el secreto a Pío XII y para el final de 1958 había muerto.

- Pío XII recibió el secreto en abril de 1957 y nunca se abrió. Él envió una religiosa en la década de 1950 para interrogar a la Hermana Lucía sobre el secreto, mientras él podría simplemente haberla invitado al Vaticano. ¿Tenía miedo por su seguridad? ¿Los progresistas que le señalan y le aconsejan a no leer el secreto? Tuvo el secreto en su poder durante 18 meses antes de su muerte el 9 de octubre de 1958.

La Hermana Lucía como la describe el P. Fuentes como muy triste y muy pálida, nunca fue vista de nuevo. ¿Cómo murió? ¿La mataron? Según los rumores de los masones la "monja de Fátima" murió en octubre de 1958. ¿Podría ser esto verdad?


Traducido con google, con algunas correcciones.