viernes, 9 de noviembre de 2012

LA IGLESIA DE SAN ELOY EN VIERZON, NUEVO TEMPLO CATÓLICO QUE PODRÍA ACABAR SIENDO MEZQUITA


El problema no es el crecimiento del Islam, el problema es el individualismo, el egoísmo y el materialismo que mediante la ideología "liberal", la masonería ha impuesto en Occidente, con el consecuente abandono de la fe católica.

Por su interés, reproducimos el siguiente artículo de Religión en Libertad:


La iglesia de San Eloy en Vierzon, nuevo templo católico que podría acabar siendo mezquita

Oriente está lleno de iglesias transformadas en mezquitas, como la Omayyade en Damasco o la catedral de Santa Sofía en Estambul, que primeramente fue basílica ortodoxa, después fue transformada en mezquita y actualmente es un museo.

Hace años, una profecía del escritor franco-rumano Emil Ciorán proyectaba ya una luz siniestra sobre Europa: "Los franceses no se despertarán hasta que Notre Dame no se convierta en una mezquita". La realidad vuelve a ser de nuevo noticia debido a que la iglesia de Saint-Eloi [San Eloy] de Vierzon, entre Loira y Borgoña, podría convertirse en un lugar de culto islámico.

La descristianización de la diócesis ha empujado a deshacerse de la iglesia. La diócesis de Bourges, debido a la falta de fondos y de fieles, la ha puesto a la venta asegurando que pretende evitar "un presupuesto deficitario recurrente" y para poder "mantener y desarrollar su actividad pastoral". La oferta más significativa, más allá de las llegadas de la mano de empresas y comerciantes, ha sido la de la Asociación de Marroquíes.

Un asunto local que se convirtió en polémica nacional
El periódico Berry Républicain fue quien primero dio la noticia de que entre los posibles compradores de la iglesia se encontraba esta Asociación, aunque después los medios nacionales franceses magnificaron la noticia dando por hecho algo que aún no ha llegado a firmarse.

La iglesia de San Eloy en Vierzon se construyó en los años cincuenta.Tal ha sido la polémica, que el propio arzobispo de Bourges, monseñor Armand Maillard, ha salido al paso y ha concedido una entrevista en la que explica que la Asociación Marroquí de Vierzon es un candidato a comprar entre otros tantos: empresas, particulares, artesanos... "Incluso creo que hay masones", ha reconocido. Desde que la noticia se conoció, las reacciones han sido "excesivas" y monseñor Maillard no ha parado de recibir mensajes y llamadas tanto amables como amenazadoras: "¡Ni siquiera sé cómo esta gente tiene mi número!", asegura sorprendido.

La diócesis, en "recesión"
De los veintisiete mil habitantes de la ciudad de Vierzon, solamente 300 son practicantes y van a misa una vez a la semana. La ciudad cuenta ya con seis iglesias, por lo que reducir una supone mandar a los fieles a otra de las cinco restantes: "Entiendo que los cristianos se conmuevan por la venta de una iglesia, pero lo importante no son los edificios, sino las comunidades cristianas vivas", se justifica el prelado en la entrevista, recordando además que el uso pastoral de la iglesia es muy limitado actualmente.

No obstante, la propia web de la diócesis asegura que cuenta con el apoyo de los feligreses: "La decisión de vender la iglesia de St. Eloi de Vierzon fue recibida por el obispo Maillard, a petición de la comunidad católica de Vierzon el 14 de septiembre de 2012".

En relación a la posibilidad real de la venta al colectivo musulman, el prelado contesta así al periodista en la entrevista concedida al periódico Berry Républicain: "Hay varios millones de musulmanes en Francia, muchos de ellos ciudadanos franceses. La Constitución de la República garantiza la libertad de pensamiento y de religión [...]. La mente tiene que estar en diálogo con las religiones del mundo, cristianas y no cristianas".

Las preocupantes cifras en Francia
Recientemente se han dado a conocer datos sobre el fenómeno islámico en Francia, país en el que ya se construyen más mezquitas que iglesias católicas, y donde hay más musulmanes practicantes que católicos practicantes. El líder islámico más conocido del país galo, Dalil Boubakeur, rector de la Gran Mezquita de París, ha sugerido que el número de mezquitas debería duplicarse (hasta llegar a cuatro mil) para satisfacer la demanda.

Por el contrario, la Iglesia católica ha cerrado más de sesenta edificios sagrados en Francia, muchos de los cuales están destinados a convertirse en mezquitas, según una investigación del diario La Croix. Además, los grupos musulmanes llevan ya años pidiendo permiso a los católicos para utilizar las iglesias vacías, incluso sin necesidad de comprarlas, y así poder resolver los problemas de tráfico causados por miles de musulmanes que rezan en la calle.

...Y en toda Europa
Un alarmante fenómeno -el de la conversión de iglesias en mezquitas- que es común a todo el centro y norte de Europa. Casi doscientos cincuenta edificios sagrados han cambiado de manos en los Países Bajos: donde hace más de un siglo estaban orando católicos, luteranos y calvinistas hoy rezan musulmanes. Como por ejemplo la mezquita de Fatih Camii, en Amsterdam, que tiempo atrás fue una iglesia católica. O la iglesia de San Vincentius, puesta en subasta junto con los confesionarios, bancos, crucifijos y candelabros. El número de católicos ha disminuido en un setenta por ciento y el Islam se considera la religión más practicada en Holanda.

A principios de este año, Soeren Kern, analista senior del Grupo de Estudios Estratégicos de Madrid, proporcionó datos sobre la proliferación de mezquitas en los antiguos lugares de culto cristianos: en Alemania la Iglesia católica ha cerrado más de 400 iglesias y la protestante cien más; en Escandinavia se vive el mismo fenómeno; la mezquita principal en Dublín es una antigua iglesia presbiteriana; en Inglaterra diez mil iglesias se han cerrado desde 1960, y para 2020 se espera cerrar otras cuatro mil; la catedral londinense de Sant Mark hoy es la mezquita llamada New Peckham Mosque; la mezquita Didsbury, en Manchester, era hasta hace pocos años una iglesia metodista; una iglesia católica en Sydney, Nova Scotia, pronto se convertirá en una mezquita... Los ejemplos son innumerables y, por desgracia, aumentan cada año.