Sin duda el padre Pío fue un santo que le tocó vivir la dificil época del "aggiornamiento" de la Iglesia, por eso es interesante exponer algunos comentarios de este Santo sobre el Concilio.
Al inicio del Concilio decía el Padre Pío:
“Ahora comienza la torre de Babel”
y posteriormente afirmo:
“Éste es un concilio que desconcilia”
El Padre Pío mandó decirle a Pablo VI, por conducto de Mons. Del Ton (el latinista del Vaticano), que “se apresurara a clausurarlo; cuanto más tiempo pasa, peor es”.
En 1965 año en el cual concluia el Concilio, durante la euforia de una supuesta "nueva primavera para la Iglesia", el Santo Padre Pío confío a uno de sus hijos espirituales:
"En este momento de oscuridad, Oremos. Vamos a hacer penitencia por los elegidos, y especialmente para el que tiene que ser su pastor".
El Padre Pío ya había expresado su descontento frente a los cambios introducidos por el Concilio Vaticano II cuando el cardenal Bacci fue a verlo a San Giovanni Rotondo. “¡Terminad con el concilio de una vez! ¡Por piedad, terminádlo pronto!”, le había dicho al cardenal.
En 1966 cuando el Padre General de los Franciscanos visito al Padre Pío para pedirle oraciones y su bendición para la reunión del Capitulo especial para poner a tono con el "Aggiornamiento" del Concilio a la orden franciscana, el Padre Pío con un gesto violento gritó:
"Eso es nada mas que tonterías destructivas"
Entonces el padre Pío se enojó mucho. Apenas oyó el padre la palabra “nuevos capítulos” se puso a gritar: “¿Qué están combinando en Roma? ¡Ustedes quieren cambiar la regla de San Francisco! "¡No debemos desnaturalizarnos nosotros mismos, no debemos desnaturalizarnos nosotros mismos!¡En el juicio final San Francisco no nos reconocerá como hijos suyos.” Y frente a la explicación de que los jóvenes no querían saber de nada con la tonsura ni con el hábito, el padre gritó: “¡Echádlos fuera! ¡Ellos se creen que le hacen un favor a San Francisco entrando en su Orden cuando en realidad es San Francisco quien les hace un gran don!”.
A cuatro obispos sudamericanos que habían ido a San Giovanni Rotondo durante el concilio -los obispos italianos lo tenían prohibido-, el padre Pío les dijo:
“dejad en paz a la Virgen y poned en práctica los diez mandamientos”.
Era el periodo del concilio en que se dijeron cosas enormes sobre la Virgen.
Tomado de Semper Fidelis.
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