16/12/2011. Según informa el sitio web de la Associazione Culturale La Torre, noticia que es tomada por Agerecontra.it, luego de venderse la antigua capilla en honor de San “Simonino” –martirizado por judíos-, el lugar se transformará en una sinagoga.
La Capilla de Simonino fue la casa de Samuel de Núremberg, y la sinagoga de la comunidad judía en la ciudad de Trento antes de 1.475, cuando fue el escenario del crimen ritual judío contra el niño San Simón, que culminó con su crucifixión.
Fue el Papa Sixto IV quien reconoció el hecho; fue Sixto V, quien reguló el culto popular de San Simón al ratificarlo en 1588, como lo citado por Benedicto XIV en Libro I, Ch. XIV, Nº 4 de su trabajo En la Canonización de los Santos; también por el mismo Papa Benedicto XIV en su Bula Beatus Andreas del 22 de febrero, I755, confirma a Simón como un santo; Gregorio XIII reconoció a Simón como un mártir, y también visito la urna; y, se obligó a reconocer que era un caso de asesinato judío en odio de Cristiandad según Clemente XIV.
El culto a San Simón (o Simonino) de Trento y la historia de su martirio fueron dejados a un costado por la Iglesia Católica post-conciliar por presión -y con el objeto de agradar- a los judíos.
La vuelta de la iglesia en honor del mártir a manos judías es un símbolo de la judaización de gran parte la jerarquía y los fieles católicos.