En su reflexión televisiva semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, comentó la “persecución de los cristianos en el mundo, especialmente la persecución de los católicos” señalando que en estas últimas décadas “los católicos han sido perseguidos en numerosos países, especialmente en aquellos que son oficialmente islámicos”.
Indicó que “pensemos en Sudán, en Timor Oriental, en Eritrea, en Somalia, en Irak, en Egipto, en Arabia Saudita… O bien se les impide edificar una iglesia –el caso de Arabia Saudita es paradigmático- o practicar plenamente su culto o bien son considerados parias de la sociedad y ubicados en un nivel inferior a todos los efectos. O bien son víctimas del extremismo islámico que, esto ha ocurrido recientemente, pone bombas en las iglesias y ataca precisamente cuando se está celebrando la eucaristía”.
Luego puso como ejemplo el asesinato, hace pocos días, de “Shahbaz Bhatti, un paquistaní de 42 años, un político cristiano, que era además Ministro para las Minorías Religiosas de ese país”.
El prelado platense dijo que “este hombre ha sido objeto del odio del extremismo islámico que lo había amenazado y que finalmente lo asesinó” y valoró el Testamento Espiritual de Shahbaz Bhatti que lo consideró de “una profundidad conmovedora que hace recordar el caso de los grandes mártires de los primeros siglos cristianos. Y no estoy exagerando”.
Compartió detalles de ese Testamento Espiritual donde el líder católico paquistaní cuenta los inicios de su compromiso social, desde “el amor de Jesús” y al ver “las espantosas condiciones en que se encontraban los cristianos de Pakistán me causaron una profunda turbación” y como si bien le han o “requerido poner fin a mi empeño aún a riesgo de mi propia vida” su respuesta “ha sido siempre la misma: No quiero popularidad ni posiciones de poder quiero solo un puesto a los pies de Jesús. Quiero que mi vida, mi carácter, mis acciones hablen por mí y digan que estoy siguiendo a Jesucristo. Tal deseo es tan fuerte que me consideraré privilegiado en el caso que Jesús quiera aceptar el sacrificio de mi vida”.
“Quiero vivir por Cristo y por Él quiero morir. No experimento ningún miedo en este país. Muchas veces los extremistas han querido matarme, encarcelarme, me han amenazado, perseguido o han aterrorizado a mi familia. Yo digo que mientras tenga vida hasta mi último aliento seguiré sirviendo a Jesús y a esta humanidad pobre, sufriente, los cristianos, los necesitados, los pobres”, explica el paquistaní poco antes de su asesinato.
Mons. Héctor Aguer dio detalles de los motivos del tremendo asesinato y propuso sacar algunas conclusiones del doloroso acontecimiento como no olvidar “que muchos cristianos, muchos católicos son perseguidos en el mundo de hoy. Nosotros, en cuanto miembros de la Iglesia, estamos unidos a ellos por la fe y la caridad, debemos rezar por ellos para que el Señor los lleve a un estado de pleno ejercicio de la libertad de profesar la verdad y el culto católico”.
También afirmó que “ejemplos como el de Shahbaz Bhatti tienen que infundirnos coraje. Nosotros no pasamos por una situación de persecución de estas características aunque cada tanto surge en la sociedad argentina, en pequeños sectores, con un resentimiento y un odio anticatólico bien marcado”.
Manifestó que “nosotros no tenemos que sentirnos acorralados y tenemos que conservar el coraje de profesar siempre con claridad nuestra fe sin miedo alguno” y consideró que “el caso de Shahbaz Bhatti es un buen modelo para los políticos cristianos. No para los que se dicen cristianos, no para los que se creen cristianos, sino para quienes quieren serlo de verdad”. Y culminó afirmando: “Ojalá nosotros pudiéramos contar con muchos políticos así…”
Indicó que “pensemos en Sudán, en Timor Oriental, en Eritrea, en Somalia, en Irak, en Egipto, en Arabia Saudita… O bien se les impide edificar una iglesia –el caso de Arabia Saudita es paradigmático- o practicar plenamente su culto o bien son considerados parias de la sociedad y ubicados en un nivel inferior a todos los efectos. O bien son víctimas del extremismo islámico que, esto ha ocurrido recientemente, pone bombas en las iglesias y ataca precisamente cuando se está celebrando la eucaristía”.
Luego puso como ejemplo el asesinato, hace pocos días, de “Shahbaz Bhatti, un paquistaní de 42 años, un político cristiano, que era además Ministro para las Minorías Religiosas de ese país”.
El prelado platense dijo que “este hombre ha sido objeto del odio del extremismo islámico que lo había amenazado y que finalmente lo asesinó” y valoró el Testamento Espiritual de Shahbaz Bhatti que lo consideró de “una profundidad conmovedora que hace recordar el caso de los grandes mártires de los primeros siglos cristianos. Y no estoy exagerando”.
Compartió detalles de ese Testamento Espiritual donde el líder católico paquistaní cuenta los inicios de su compromiso social, desde “el amor de Jesús” y al ver “las espantosas condiciones en que se encontraban los cristianos de Pakistán me causaron una profunda turbación” y como si bien le han o “requerido poner fin a mi empeño aún a riesgo de mi propia vida” su respuesta “ha sido siempre la misma: No quiero popularidad ni posiciones de poder quiero solo un puesto a los pies de Jesús. Quiero que mi vida, mi carácter, mis acciones hablen por mí y digan que estoy siguiendo a Jesucristo. Tal deseo es tan fuerte que me consideraré privilegiado en el caso que Jesús quiera aceptar el sacrificio de mi vida”.
“Quiero vivir por Cristo y por Él quiero morir. No experimento ningún miedo en este país. Muchas veces los extremistas han querido matarme, encarcelarme, me han amenazado, perseguido o han aterrorizado a mi familia. Yo digo que mientras tenga vida hasta mi último aliento seguiré sirviendo a Jesús y a esta humanidad pobre, sufriente, los cristianos, los necesitados, los pobres”, explica el paquistaní poco antes de su asesinato.
Mons. Héctor Aguer dio detalles de los motivos del tremendo asesinato y propuso sacar algunas conclusiones del doloroso acontecimiento como no olvidar “que muchos cristianos, muchos católicos son perseguidos en el mundo de hoy. Nosotros, en cuanto miembros de la Iglesia, estamos unidos a ellos por la fe y la caridad, debemos rezar por ellos para que el Señor los lleve a un estado de pleno ejercicio de la libertad de profesar la verdad y el culto católico”.
También afirmó que “ejemplos como el de Shahbaz Bhatti tienen que infundirnos coraje. Nosotros no pasamos por una situación de persecución de estas características aunque cada tanto surge en la sociedad argentina, en pequeños sectores, con un resentimiento y un odio anticatólico bien marcado”.
Manifestó que “nosotros no tenemos que sentirnos acorralados y tenemos que conservar el coraje de profesar siempre con claridad nuestra fe sin miedo alguno” y consideró que “el caso de Shahbaz Bhatti es un buen modelo para los políticos cristianos. No para los que se dicen cristianos, no para los que se creen cristianos, sino para quienes quieren serlo de verdad”. Y culminó afirmando: “Ojalá nosotros pudiéramos contar con muchos políticos así…”
Adjuntamos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“Hoy quiero hablarles de un tema que no aparece en los medios de comunicación, la persecución de los cristianos en el mundo, especialmente la persecución de los católicos”.
“A lo largo de todo el Siglo XX, y ha continuado ese proceso en los diez u once años que van del Siglo XXI, los católicos han sido perseguidos en numerosos países, especialmente en aquellos que son oficialmente islámicos”.
“Pensemos en Sudán, en Timor Oriental, en Eritrea, en Somalia, en Irak, en Egipto, en Arabia Saudita… O bien se les impide edificar una iglesia –el caso de Arabia Saudita es paradigmático- o practicar plenamente su culto o bien son considerados parias de la sociedad y ubicados en un nivel inferior a todos los efectos. O bien son víctimas del extremismo islámico que, esto ha ocurrido recientemente, pone bombas en las iglesias y ataca precisamente cuando se está celebrando la eucaristía”.
“Pero hay un hecho al cual me quiero referir puntualmente y es que ha sido asesinado, hace pocos días, Shahbaz Bhatti, un paquistaní de 42 años, un político cristiano, que era además Ministro para las Minorías Religiosas de ese país”.
“Es decir que su función en el Gobierno Paquistaní era precisamente provocar el diálogo, lograr que las minorías religiosas ocuparan un lugar de plena dignidad y el ejercicio de la libertad de profesar su fe en la sociedad paquistaní”.
“Bueno este hombre ha sido objeto del odio del extremismo islámico que lo había amenazado y que finalmente lo asesinó”.
“Pero yo quiero leer algunos pasajes del Testamento Espiritual de Shahbaz Bhatti porque son de una profundidad conmovedora que hace recordar el caso de los grandes mártires de los primeros siglos cristianos. Y no estoy exagerando”.
“Dice: Fue el amor de Jesús lo que me indujo a ofrecer mis servicios a la Iglesia. Las espantosas condiciones en que se encontraban los cristianos de Pakistán me causaron una profunda turbación”.
“Recuerdo un viernes de Pascua, cuando tenía 13 años, escuche un sermón sobre el sacrificio de Jesús por nuestra redención y por la salvación del mundo, y pensé corresponder a ese amor suyo dando amor a nuestros hermanos y hermanas, poniéndome al servicio de los cristianos, especialmente de los pobres, los necesitados y perseguidos que viven en este país islámico”.
“Me han requerido poner fin a mi empeño y siempre he rehusado, aún a riesgo de mi propia vida. Mi respuesta ha sido siempre la misma: No quiero popularidad ni posiciones de poder quiero solo un puesto a los pies de Jesús. Quiero que mi vida, mi carácter, mis acciones hablen por mí y digan que estoy siguiendo a Jesucristo. Tal deseo es tan fuerte que me consideraré privilegiado en el caso que Jesús quiera aceptar el sacrificio de mi vida”.
“Quiero vivir por Cristo y por Él quiero morir. No experimento ningún miedo en este país. Muchas veces los extremistas han querido matarme, encarcelarme, me han amenazado, perseguido o han aterrorizado a mi familia. Yo digo que mientras tenga vida hasta mi último aliento seguiré sirviendo a Jesús y a esta humanidad pobre, sufriente, los cristianos, los necesitados, los pobres”.
“Lo que precipitó especialmente y de un modo definitivo la ira de los extremistas islámicos contra Shahbaz Bhatti ha sido su empeño, como político y como miembro del gobierno, en lograr que se superara un artículo, el N° 295 del Código Penal, por el cual se condena a muerte a aquel que ofenda a Mahoma y a prisión perpetua a aquel que ultraje el Corán”.
“Estas figuras penales, obviamente, son usadas de un modo arbitrario para liquidar a los cristianos, Además implican por ellas mismas un atentado contra la libertad religiosa”.
“Yo sacaría de aquí algunas pocas consecuencias”.
“En primer lugar no olvidemos que muchos cristianos, muchos católicos son perseguidos en el mundo de hoy. Nosotros, en cuanto miembros de la Iglesia, estamos unidos a ellos por la fe y la caridad, debemos rezar por ellos para que el Señor los lleve a un estado de pleno ejercicio de la libertad de profesar la verdad y el culto católico”.
“En segundo lugar: ejemplos como el de Shahbaz Bhatti tienen que infundirnos coraje. Nosotros no pasamos por una situación de persecución de estas características aunque cada tanto surge en la sociedad argentina, en pequeños sectores, con un resentimiento y un odio anticatólico bien marcado”.
“En algunos lugares se ve precisamente. Por ejemplo en algunas universidades. En la mayor parte de las universidades nacionales vemos como se desprecia la fe, muchos profesores se dan el lujo de ultrajar verdades de la fe y a los creyentes y todo eso infunde temor a tantos chicos y tantas chicas”.
“Nosotros no tenemos que sentirnos acorralados y tenemos que conservar el coraje de profesar siempre con claridad nuestra fe sin miedo alguno”.
“Y, por último, creo que el caso de Shahbaz Bhatti es un buen modelo para los políticos cristianos. No para los que se dicen cristianos, no para los que se creen cristianos, sino para quienes quieren serlo de verdad”.
“Es conmovedor cómo este hombre paquistaní lo único que pensaba y llevaba en su corazón era agradar a Jesucristo y dice: me gustaría poder terminar este trabajo que estoy haciendo para poder mirar con confianza al Señor cuando me encuentre con Él”,
“Ojalá nosotros pudiéramos contar con muchos políticos así…”
Fuente: Diario Pregón de la Plata
“Hoy quiero hablarles de un tema que no aparece en los medios de comunicación, la persecución de los cristianos en el mundo, especialmente la persecución de los católicos”.
“A lo largo de todo el Siglo XX, y ha continuado ese proceso en los diez u once años que van del Siglo XXI, los católicos han sido perseguidos en numerosos países, especialmente en aquellos que son oficialmente islámicos”.
“Pensemos en Sudán, en Timor Oriental, en Eritrea, en Somalia, en Irak, en Egipto, en Arabia Saudita… O bien se les impide edificar una iglesia –el caso de Arabia Saudita es paradigmático- o practicar plenamente su culto o bien son considerados parias de la sociedad y ubicados en un nivel inferior a todos los efectos. O bien son víctimas del extremismo islámico que, esto ha ocurrido recientemente, pone bombas en las iglesias y ataca precisamente cuando se está celebrando la eucaristía”.
“Pero hay un hecho al cual me quiero referir puntualmente y es que ha sido asesinado, hace pocos días, Shahbaz Bhatti, un paquistaní de 42 años, un político cristiano, que era además Ministro para las Minorías Religiosas de ese país”.
“Es decir que su función en el Gobierno Paquistaní era precisamente provocar el diálogo, lograr que las minorías religiosas ocuparan un lugar de plena dignidad y el ejercicio de la libertad de profesar su fe en la sociedad paquistaní”.
“Bueno este hombre ha sido objeto del odio del extremismo islámico que lo había amenazado y que finalmente lo asesinó”.
“Pero yo quiero leer algunos pasajes del Testamento Espiritual de Shahbaz Bhatti porque son de una profundidad conmovedora que hace recordar el caso de los grandes mártires de los primeros siglos cristianos. Y no estoy exagerando”.
“Dice: Fue el amor de Jesús lo que me indujo a ofrecer mis servicios a la Iglesia. Las espantosas condiciones en que se encontraban los cristianos de Pakistán me causaron una profunda turbación”.
“Recuerdo un viernes de Pascua, cuando tenía 13 años, escuche un sermón sobre el sacrificio de Jesús por nuestra redención y por la salvación del mundo, y pensé corresponder a ese amor suyo dando amor a nuestros hermanos y hermanas, poniéndome al servicio de los cristianos, especialmente de los pobres, los necesitados y perseguidos que viven en este país islámico”.
“Me han requerido poner fin a mi empeño y siempre he rehusado, aún a riesgo de mi propia vida. Mi respuesta ha sido siempre la misma: No quiero popularidad ni posiciones de poder quiero solo un puesto a los pies de Jesús. Quiero que mi vida, mi carácter, mis acciones hablen por mí y digan que estoy siguiendo a Jesucristo. Tal deseo es tan fuerte que me consideraré privilegiado en el caso que Jesús quiera aceptar el sacrificio de mi vida”.
“Quiero vivir por Cristo y por Él quiero morir. No experimento ningún miedo en este país. Muchas veces los extremistas han querido matarme, encarcelarme, me han amenazado, perseguido o han aterrorizado a mi familia. Yo digo que mientras tenga vida hasta mi último aliento seguiré sirviendo a Jesús y a esta humanidad pobre, sufriente, los cristianos, los necesitados, los pobres”.
“Lo que precipitó especialmente y de un modo definitivo la ira de los extremistas islámicos contra Shahbaz Bhatti ha sido su empeño, como político y como miembro del gobierno, en lograr que se superara un artículo, el N° 295 del Código Penal, por el cual se condena a muerte a aquel que ofenda a Mahoma y a prisión perpetua a aquel que ultraje el Corán”.
“Estas figuras penales, obviamente, son usadas de un modo arbitrario para liquidar a los cristianos, Además implican por ellas mismas un atentado contra la libertad religiosa”.
“Yo sacaría de aquí algunas pocas consecuencias”.
“En primer lugar no olvidemos que muchos cristianos, muchos católicos son perseguidos en el mundo de hoy. Nosotros, en cuanto miembros de la Iglesia, estamos unidos a ellos por la fe y la caridad, debemos rezar por ellos para que el Señor los lleve a un estado de pleno ejercicio de la libertad de profesar la verdad y el culto católico”.
“En segundo lugar: ejemplos como el de Shahbaz Bhatti tienen que infundirnos coraje. Nosotros no pasamos por una situación de persecución de estas características aunque cada tanto surge en la sociedad argentina, en pequeños sectores, con un resentimiento y un odio anticatólico bien marcado”.
“En algunos lugares se ve precisamente. Por ejemplo en algunas universidades. En la mayor parte de las universidades nacionales vemos como se desprecia la fe, muchos profesores se dan el lujo de ultrajar verdades de la fe y a los creyentes y todo eso infunde temor a tantos chicos y tantas chicas”.
“Nosotros no tenemos que sentirnos acorralados y tenemos que conservar el coraje de profesar siempre con claridad nuestra fe sin miedo alguno”.
“Y, por último, creo que el caso de Shahbaz Bhatti es un buen modelo para los políticos cristianos. No para los que se dicen cristianos, no para los que se creen cristianos, sino para quienes quieren serlo de verdad”.
“Es conmovedor cómo este hombre paquistaní lo único que pensaba y llevaba en su corazón era agradar a Jesucristo y dice: me gustaría poder terminar este trabajo que estoy haciendo para poder mirar con confianza al Señor cuando me encuentre con Él”,
“Ojalá nosotros pudiéramos contar con muchos políticos así…”
Fuente: Diario Pregón de la Plata