domingo, 22 de septiembre de 2013

EL PAPA "MANDILERO", COMO DE COSTUMBRE, NO CONDENA LA MATANZA: SETENTA MUERTOS EN UN ATENTADO CONTRA UNA IGLESIA EN PAKISTÁN

Al menos 70 personas murieron y unas 130 resultaron heridas este domingo en un atentado suicida perpetrado en una iglesia de la ciudad noroccidental paquistaní de Pesháwar, informaron fuentes oficiales. Entre tanto, el Papa Francisco, como viene siendo ya habitual, no ha condenado este nuevo magnicidio en un país musulmán. En cambio sí se ha referido a cuestiones relacionadas con la economía mundial durante su estancia en Sicilia.
El ataque ocurrió justo antes del mediodía, hora local, en la Iglesia de Todos los Santos, situada en la zona de la Puerta de Kohati de la capital de la conflictiva provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, explicó un portavoz de la Policía local.
El vicejefe administrativo de Pesháwar, Zahirul Islam, confirmó el número de víctimas en declaraciones recogidas por la emisora estatal Radio Pakistan, y dijo que es probable que esta cifra aumente en las próximas horas.
El funcionario precisó que los terroristas entraron en la iglesia cuando los fieles estaban concluyendo la oración y activaron las cargas explosivas que portaban adheridas a sus cuerpos.
En el momento del ataque había entre 600 y 700 feligreses en el lugar, según una fuente oficial citada por el rotativo The Express Tribune.
Las fuerzas de seguridad han acordonado el área y los heridos han sido trasladados al hospital Lady Reading, el más importante de la urbe, donde se ha declarado el estado de emergencia. De acuerdo con algunos medios locales, entre las víctimas hay varias mujeres y niños.
Los atentados y otros sucesos violentos son algo constante en esta provincia, que limita con el cinturón tribal fronterizo con Afganistán, un territorio que nunca ha estado bajo completo control del Estado y que alberga a facciones talibanes y grupos yihadistas.
En un comunicado, el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, se mostró “conmocionado” por el ataque y afirmó que “los terroristas no tienen religión” y que “atacar contra gente inocente va contra las enseñanzas del islam y de cualquier fe”.
Sharif ha mostrado en las últimas semanas una postura de acercamiento hacia los talibanes paquistaníes y otros grupos afines.
El pasado día 9, una conferencia multipartita organizada por su Gobierno acordó ofrecer a los insurgentes iniciar un diálogo para poner fin a la violencia, pero todavía no ha comenzado ninguna negociación formal.
Pakistán es oficialmente una república islámica, creada en 1947 tras independizarse del Imperio Británico como una patria para los musulmanes del subcontinente indio.
Actualmente y según datos oficiales no actualizados desde hace más de una década, cerca del 97 % de los más de 180 millones de habitantes del país son musulmanes, mientras que los cristianos no suponen ni siquiera el 2 % de la población.
Los ataques contra minorías religiosas se han intensificado en los últimos años, aunque recientemente estaban golpeando más a ramas del islam como la chií.
En marzo de 2011 fue asesinado el ministro de Minorías, el católico Shahbaz Bhatti, en el que ha sido quizás el atentado de mayor envergadura contra representantes de la fe cristiana en los últimos tiempos.
También se han registrado estos años varios casos notorios de acusaciones a cristianos de blasfemar contra el islam, un delito que en Pakistán puede ser castigado con la pena de muerte y que suele ser utilizado de forma interesada.