XIII
Cruz luminosa alrededor de la Luna
La misericordia divina nos prepara las esperanzas
en proporción de las cruces que nos impone su justicia, y hasta en las amenazas del Señor se descubre su amor. Tal es, a nuestro parecer, la significación de aquella cruz luminosa que apareció el 8 de Diciembre
de 1870 alrededor de la luna llena, y que fue observada particularmente en la diócesis de Bayen y de
Contances, tanto en tierra como en el mar, donde el
espectáculo era magnifico.
Tomamos estos datos del Abate Curicque. He aquí
el relato del prodigio, tal corno lo escribió un profesor de Ciencias físicas, poco crédulo, en el periódico
L' Ordre et la Liberte, a 23 de Diciembre de 1870.
—«El jueves 8 de Diciembre, a las cinco y cuarenta minutos de la tarde, los habitantes de la costa Norte de Calvados han sido testigos de un halo lunar muy notable. Por confesión de marinos que llevan ya treinta años de navegación,
jamás apareció a sus ojos fenómeno semejante.
»Alrededor de la luna, enteramente en el sentido vertical
y horizontal, apareció una Cruz luminosa de contornos y aristas vivas, detenidas geométricamente. En el centro de la Cruz
se desprendía el disco brillante del astro perfectamente circular; la sombra de sus montañas figuraba maravillosamente
la de una cabeza humana perceptiblemente inclinada hacia el
Este. El planeta Júpiter brillaba con vivísimo esplendor encima de la cruz; una nube obscura, aislada, de bordes luminosos a franjas, parecía servirle de zócalo. Las olas del mar, en perfecta calma, reflejaban a lo largo de la orilla el fenómeno en
espléndida imagen, reluciente y diamantina.
»La duración del fenómeno en todo su esplendor fue de
treinta minutos. Los brazos de la cruz, debilitándose gradualmente desde la parte externa hasta la parte media, se resolvieron en una línea luminosa. En seguida desapareció de la
misma manera el árbol vertical. La duración total del fenó-
meno fue de unos ciento cuarenta minutos,
»Se observó también el fenómeno en Bretteville-le-Rabet,
distante treinta y cinco kilómetros del mar. Todos los habitantes de la costa pueden justificar nuestra descripción. Astronómicamente hablando, se produjo al Este de la constelación llamada Bootes. La Física proporciona una explicación
racional del fenómeno, pero la fecha de su aparición no debe
ser despreciada, por cuanto los cristianos, poniendo su fe
antes que la ciencia humana, conservarán piadosamente la
memoria de él».
Verificóse esta aparición el 8 de Diciembre, día
consagrado a la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen. En ese 8 de Diciembre de 1870, por una coincidencia misteriosa, llegaba la luna a su plenitud,
y nos presentaba así la Imagen de la Reina de Ángeles
y de hombres; mostrábase María a los ojos mortales
bajo el velo de uno de sus más graciosos símbolos, a fin de sacar a los hombres del fondo del abismo en
que nos han sumergido nuestras infidelidades harto
numerosas y harto criminales, para que emprendamos el solo camino que conduce a la paz y a la felicidad.
Sucedía esto, efectivamente, en el momento más
calamitoso de la guerra franco-prusiana: de parte de la
tierra se desvanecían las esperanzas una tras otra, no
quedaba más que levantar los ojos al cielo...
(Qué remedio nos señala la Madre de gracia y de
misericordia? ¡La Cruz! Ella proclama, ya en la tierra,
ya en el mar, que debernos renunciarnos a nosotros
mismos para escuchar a la Iglesia y aceptar, juntas las
manos, en cada uno de los días de nuestra vida, la
cruz militante del combate de las pasiones, siguiendo a su divino Hijo, cuya vida toda fue una larga cruz y
un duro martirio que sufrió por nosotros. No hay,
pues, otro medio de salud, hoy menos que nunca: ¡La Cruz!
APOLOGÍA DEL GRAN MONARCA
P. José Domingo María Corbató
Biblioteca Españolista
Valencia-Año 1904