"Ante todo guardad debidamente
los mandamientos de Dios... y honrad
reverentemente al Dios uno en la Trinidad,
amadle sobre todas las cosas con todo el
corazón y con todas las fuerzas y servidle
fielmente, manteniendo vuestro corazón
firmemente adherido a él" (R TOM I, 1).
"Permaneced fuertes y firmes en la observancia de los mandamientos de Dios" (R TOM III, 10).
San Francisco de Paula