miércoles, 19 de septiembre de 2012

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE



Recuerda, Nuestra Señora de la Salette, verdadera Madre de la aflicción, las lágrimas que derramaste por mí en el Calvario; no te olvides tampoco del continuo cuidado que has tenido para protegerme de la justicia de Dios; y considera si puedes ahora abandonar a tu hijo, por quien has hecho tanto. Inspirado por este consolador pensamiento, vengo a postrarme a tus pies, a pesar de mi infidelidad e ingratitud. 
No rehúses mis ruegos, Oh Virgen de reconciliación, conviérteme, obtened para mí la gracia de amar a Jesucristo sobre todas las cosas y de consolarte a ti también viviendo una vida santa, para que un día yo pueda verte en el Cielo. Amén.