1/ ¿Qué es la Santa Misa?
Según la enseñanza infalible de la Santa Iglesia, la Misa es la renovación incruenta del sacrificio de la Cruz; en el Calvario Nuestro Señor al precio de su Sangre (lo que es la prueba de Su amor), ha librado al género humano de la esclavitud del pecado y lo ha reconciliado con Dios. Este Sacrificio es de un valor infinito, más agradable a Dios que lo que puedan agraviar la totalidad de los pecados de todos los hombres.
2/ Pero Nuestro Señor Jesucristo no está ya sobre la tierra, ¿para qué ofrecer ese Sacrificio?
Nuestro Señor está físicamente, substancial y personalmente, presente sobre el altar por la transustanciación, cambiando el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre. Desde el momento que la víctima está realmente presente, puede haber sacrificio.
3/ ¿Cuándo Nuestro Señor está presente sobre el altar?
Ese milagro, extraordinario ocurre cuando el sacerdote –sólo él tiene el poder de hacerlo en virtud de su carácter sacerdotal recibido el día de su ordenación- pronuncia las palabras de la Consagración.
4/ ¿Siempre es Jesús el Sacerdote durante el Sacrificio de la Misa?
El es el Sacerdote principal. El sacerdote humano es sólo un instrumento. El Salvador sigue queriendo de hecho ofrecerse El mismo por el ministerio de sus Sacerdotes, lo mismo que yo escribo con la ayuda de mi lapicero. La oblación de Nuestro Señor Jesucristo es la continuación de la Cruz que nunca ha cesado en su Corazón. Esta oblación, siempre viviente en El, es el alma de la Santa Misa.
5/ Sobre la Cruz, la preciosa sangre fue realmente derramada. ¿En la Misa cómo es inmolada la víctima?
El Sacrificio es realizado por la doble consagración. En virtud de las palabras de la consagración, el cuerpo de Jesús está presente bajo las apariencias del pan y la Sangre bajo las apariencias del vino. Es por “concomitancia” (en el cielo el Cuerpo y la sangre de Jesucristo están unidos; Nuestro Señor está glorioso y no puede ni sufrir ni morir) que, el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo están presentes bajo cada una de las especies. Hay pues una separación sacramental del Cuerpo y de la Sangre que significa la inmolación de la víctima.
6/ ¿Esa separación sacramental es suficiente par que haya un sacrificio real?
Sí, porque la inmolación exterior es sólo signo de la inmolación interior. Puede allí haber un sacrificio sin inmolación física real, pero solamente sacramental, realizada por la doble consagración.
7/ ¿El sacrificio de la Santa Misa es esencialmente el mismo que el de la Cruz?
Sí, porque son el mismo Sacerdote y la misma víctima. Sin embargo podemos advertir estas dos diferencias:
-Sobre el altar Nuestro Señor se ofrece El mismo de manera incruenta, mientras que en la Cruz El ha derramado físicamente su Sangre.
-Sobre el altar El se ofrece por el ministerio del Sacerdote, mientras que sobre la Cruz El ha ofrecido directamente su Sacrificio.
8/ ¿Qué relación hay entre la Cruz y la Santa Misa?
En los dos casos es el mismo acto de amor del Salvador. Nuestro Señor Jesucristo ha merecido (sus méritos son infinitos porque El es una Persona Divina), todas las gracias de salvación y El aplica ahora esas gracias merecidas en el pasado a cada uno de nosotros en particular. En resumen, la Cruz ha abierto el tesoro de la gracia y la Santa Misa distribuye el uso práctico de ese tesoro.
9/ ¿Cuáles son los efectos de la Santa Misa?
En la Santa Misa se ofrece a Dios un sacrificio por los pecados de los hombres, una acción de gracias y una adoración de valor infinito. La Santa Misa nos concede pues toda clase de gracias, a la vez espirituales y temporales, en la medida de nuestras disposiciones interiores. La Santa Misa Católica tiene y tendrá siempre, el efecto de elevar a los hombres hasta la Cruz y de unirlos a Nuestro Señor Jesucristo crucificado.
10/ ¿Estás verdades pueden cambiar?
No, porque ellas han sido definidas por la Iglesia de manera irreformable, lo mismo que será siempre verdadero que 2+2 son 4. La certeza de fe es mayor que la certeza matemática, porque está basada sobre la autoridad de Dios que revela.
11/ ¿Qué es el rito de San Pío V (o Misa Tridentina, Misa Tradicional)?
Es el rito de la Misa promulgado por ese Papa en el año 1570. No fue propiamente hablando una reforma, sino más bien una codificación, una restitución, una unificación. Fue promulgada por la Bula “Quo Primum Tempore”, con intención de obligar a todos los clérigos a seguirla.
12/ ¿Qué antigüedad tiene ese rito?
A causa de la persecución y de la ley del secreto (ley del arcano), los textos más antiguos del Canon datan del siglo IV. Pero el Concilio de Trento nos enseña que remonta a los Apóstoles. El ofertorio ha sido compuesto entre el siglo VIII y el XI. Todas las oraciones y ceremonias en torno a las palabras de la consagración han sido introducidas por la Santa Iglesia para realzar la majestad de tan gran misterio, para instruirnos, aumentar nuestra fe e inflamar nuestra devoción. “No hay en toda la Cristiandad un rito tan venerable como el del Misal Romano” dice un de los más sabios liturgistas (Fortescue)
13/ ¿La doctrina Católica del Santo Sacrificio de la Misa está correctamente expresada en el rito de San Pío V?
Sí, se encuentra perfectamente expresada. Este rito proviene visiblemente del corazón de nuestra Santa Madre la Iglesia y es el fruto de una larga tradición. Cuando leemos nuestro misal todo él es piedad, ilumina el espíritu e inflama el corazón.
14/ Este rito pude ser abolido?
No, no pude ser abolido. Un papa no lo hará jamás, porque ese rito es tan venerable que sería contra la prudencia y la inteligencia abolir ese rito apostólico para reemplazarlo por otro rito (católico).
Esa Santa Misa está canonizada. San Pío V la ha canonizado definitivamente, ha establecido ese rito como la manera oficial de decir la Santa Misa, válido para todos los sacerdotes de rito romano, en todo tiempo. Hay otras cosas que pueden ser mejoradas en la Santa Iglesia (los Papas pueden dar definiciones en lo que concierne a la Fe y a la moral, por ejemplo. María Corredentora), pero Dios ha elegido un Santo (San Pío V) para fijar el rito de la Misa en su perfección para los siglos futuros.
15/ ¿Qué bienes producen los frutos de la Santa Misa Católica?
La santificación de las almas, la santificación de nuestros familiares, padres, la edificación de la Cristiandad, etc…
16/ ¿Qué es el “Novus Ordo” (Misa de Pablo VI)?
En primer lugar parece que la nueva Misa no tiene fuerza de ley (Las reglas canónicas no han sido respetadas, la intención de abolir no está expresada). Pero aunque fuese realmente una ley, no aboliría el rito de San Pío V, sino que solamente introduciría un nuevo rito (al lado del tradicional).
17/ ¿Cómo puede Ud. Probarlo?
Para abolir la ley precedente la nueva ley debe mencionar la abrogación explícitamente o ser directamente contraria a la ley antigua o ser un completo cambio. Pero la constitución “Missale Romanum” que es el único documento con valor jurídico (las decisiones de los Obispos, los discursos del Papa, no tienen ningún valor jurídico) no lleva ninguna de las condiciones mencionadas, ella es pluralista en su intención (permitittur).
18/ ¿Pero queda en duda?
En caso de duda, el derecho Canónico establece que la revocación de la ley antigua no debe ser presumida, pero la nueva ley debe ser comprendida en conformidad con la ley antigua y si es posible, conciliada con ella.
19/ ¿Puede probar de otra manera que la Santa Misa tradicional no está abolida?
Sí, el Derecho Canónico dice que una ley no puede abolir las costumbres que son inmemoriales o que tienen una antigüedad de mayor de 100 (cien) años. La Santa Misa de San Pío V tiene una antigüedad de más de 400 años, y de hecho se remonta al siglo IV en su parte principal.
20/ ¿La Doctrina Católica del Sacrificio de la Misa está correctamente expresada en la nueva Misa?
Después de un serio estudio estamos obligados a responder que no. Esta fue la respuesta de los Cardenales Ottaviani y Bacci en su “Breve examen crítico” dirigido al Papa. (Hay que hacer constar que el Cardenal Ottaviani era el prefecto del Santo Oficio, personaje de los más importantes dentro de la Iglesia.) Cuando el Novus Ordo fue propuesto al Sínodo en 1967, fue rechazado por la mayor parte de los Obispos.
21/ ¿Cómo se define la Misa en el Novus Ordo?
Como “una sinaxis (reunión) sagrada o asamblea del pueblo de Dios, bajo la presidencia del sacerdote, para celebrar el memorial del Señor”. Esta definición no implica ninguno de los valores esenciales de la Misa que da la verdadera definición Católica. Un niño que conozca el catecismo es capaz de decir que la Santa Misa es “El sacrificio de la nueva Ley en el cual Nuestro Señor Jesucristo, por el ministerio del Sacerdote, se ofrece a sí mismo a Dios de manera incruenta bajo las apariencias del pan y del vino” (Catecismo de Baltimore). La nueva definición del Novus Ordo parece totalmente protestante. La presencia del pueblo no es requerida en absoluto para la esencia de la Santa Misa. Un sacerdote puede ofrecer válidamente la Santa Misa sin la asistencia de los fieles.
22/ ¿Por qué piensa Vd. Que eso es un punto importante?
Porque (en la ciencia) la definición de una cosa es el principio de donde son deducidas las conclusiones (por ejemplo: de la definición del cuadrado se llegan a encontrar las propiedades…) La definición expresa la esencia de una cosa. Y es necesario no olvidar que es esta mala definición lo que ha influido en toda la composición del Novus Ordo.
23/ ¿Qué dice la segunda parte de la definición del Novus Ordo?
Que la promesa de Cristo “Allí donde dos o más estén reunidos en mi Nombre Yo estaré en medio de ellos”, es eminentemente verdadera la asamblea de los fieles de la Santa Misa, pero las palabras del Santo Evangelio aquí citadas se refieren solamente a la presencia espiritual de Nuestro Señor Jesucristo por su gracia. Así mismo si esa presencia existe en la Santa Misa (de la misma manera que Nuestro Señor está presente cuando una familia reza reunida el Santo Rosario), esa presencia es menos importante que la presencia substancial y física de Nuestro Señor Jesucristo, autor de la gracia, sobre el altar, bajo las apariencias del pan y del vino.
24/ ¿Qué más errores hay en la nueva Misa?
Una gran cantidad de cosas. Si allí no hubiera más que una se podría decir que se trata de un error. Pero hay docenas de cambios y todos son en el mismo espíritu, con vistas a protestantizar el rito de la Misa. Ahora un luterano que asiste a una nueva Misa puede ver en ella, si lo desea, la última cena de los protestantes o un ágape memorial… Miren en la consagración: en la Santa Misa tradicional las palabras de la consagración son pronunciadas de manera imperativa, con el tono de alguien que cumple una obra personal, como cuando el sacerdote dice “Yo te bautizo…” o “yo te absuelvo de tus pecados”, de esta manera dice “hoc est enim corpus meum” (este es mi cuerpo). Los caracteres se escriben con letra de imprenta diferentes para subrayar esta doctrina, pero en la nueva Misa, el sacerdote no interrumpe la narración de la última cena, y pronuncia las palabras de la consagración con el mismo tono narrativo, como si contara una historia, sin separarlas de las palabras precedentes. (En los nuevos misales, las palabras de la consagración no han sido imprimidas con caracteres diferentes). La nueva Misa no hace necesaria la interpretación luterana, pero la permite, y eso es muy grave. (Para Lutero no son las palabras de la consagración sino la Fe de los fieles presentes las que producen una cierta presencia espiritual de Cristo).
25/ ¿Por qué en la nueva Misa el sacerdote se arrodilla solamente después de la elevación de la Hostia?
Parece claro que eso sea con vista a autorizar la interpretación luterana (negación de la Presencia real por las palabras de la consagración), a saber: que la Fe de los fieles produce la Presencia de Cristo.
26/ ¿La noción de sacrificio propiciatorio se conserva en la nueva Misa?
No, porque el ofertorio queda reducido a un cambio de presentes entre Dios y el hombre” Bendito eres Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre”.
El Concilio de Trento definió que la Santa Misa tradicional es un Sacrificio verdaderamente propiciatorio: “acto que aplaca a Dios ofendido por el pecado” D. 1753 (N. del T.).
En la Santa Misa Católica, en el ofertorio, el Sacrificio es preparado, anunciado, y ofrecido por anticipación. Las antiguas oraciones se refieren a Nuestro Señor Jesucristo, Gran Sacerdote, ofreciéndose El mimo, único Sacrificio agradable a Dios.
27/ ¿Por qué el Altar se transformado en una mesa?
Para dar la idea de una comida, y no de un sacrificio. (Un sacrificio es ofrecido sobre un Altar hecho de piedra o Ara, conteniendo reliquias de mártires).
28/ ¿El papel del Sacerdote desaparece en la nueva misa?
Sí, no hay ya distinción entre el Sacerdote y los fieles. El confíteor se dice en común, el “Domine non sum dignus” de la comunión también. Los ornamentos sagrados han desaparecido, casi reducidos a un alba o a una estola y nada más. El sacerdote de cara al pueblo se convierte en presidente de la asamblea, pero no es ya el ministro obrando “in persona Christi”. Esto es muy importante porque la identidad entre la Víctima (Nuestro Señor Jesucristo) y el Sacerdote (Nuestro Señor Jesucristo personalmente sobre la Cruz, y por intermedio de los Sacerdotes en la Santa Misa) es una noción esencial del Sacrificio perfecto de la Nueva Ley.
29/ ¿Puede darme una información más amplia?
Muchas y variadas son las nuevas reformas (Misas en lengua vernácula, comunión en la mano, administrada por seglares, desaparición de todos los signos de adoración etc…) hay un acercamiento inexplicable hacía la teología protestante, ¿Qué hace Lutero cuando cambia la Misa en el S. XVI? Abandona el latín, agrega “quod pro vobis tradetur” (que será entregado por vosotros) a las palabras de la consagración del pan, y suprime “Mysterium Fidei”, divide la Misa en “Liturgia de la palabra” y “Liturgia de la Eucaristía”… En suma exactamente lo que hicieron los reformadores en 1969, ¿no es extraño?
30/ ¿Puede darme otras pruebas de la protestantización de la Misa?
Sí, el hecho de que muchas autoridades protestantes hayan dicho oficialmente: “Ahora podemos celebrar la nueva Misa”. Como ellos no han cambiado su teología herética, es evidente que el nuevo rito permite una interpretación protestante. Otra prueba es el hecho de que seis pastores fueron llamados para la elaboración de la nueva Misa, fotografiados con el Papa Pablo VI cuando la nueva Misa fue publicada; también el testimonio de antiguos protestantes (ahora convertidos) que afirman que la nueva Misa está en marcha de convertirse, cada vez más y más parecida, a aquella que ellos dejaron en la Iglesia protestante, (p. e. Jul. Green).
31/ ¿Cuáles son los frutos de la nueva Misa?
Los fieles pierden la Fe, los seminarios se vacían no hay ya vocaciones para la vida religiosa en los conventos, etc… Toda nueva reforma en la Iglesia ha producido un crecimiento de fe, de devoción y de Santidad, Nuestro Señor Jesucristo ha dicho “Vosotros juzgaréis al árbol por sus frutos” ¡Un buen árbol no puede dar frutos malos! Esta nueva Misa es realmente equívoca, impregnada de un espíritu protestante.
32/ ¿Eso significa que la nueva Misa sea en sí siempre inválida?
No, si un sacerdote ordenado válidamente celebra la nueva Misa con la materia propia (pan de trigo y vino de uva) y la forma propia (Esto es mi cuerpo, este es el cáliz de mi Sangre) Así figura en la edición de 1906 del catecismo de San Pío X, en la versión de 1912 agrega (Edición publicada por orden de San Pío X): “Forma de la Eucaristía son la palabras de Jesucristo: Esto es mi Cuerpo, este es el Cáliz de mi Sangre… derramada por vosotros y por muchos para la remisión de los pecados, y la intención recta (hacer lo que hace la Iglesia); el Sacramento se realiza en virtud de las palabras de la consagración que producen lo que significan.”
33/ ¿La nueva Misa puede ser inválida?
Sí, por ejemplo si un sacerdote utiliza galletas, bollos (hay defecto de la materia) o si cambia las palabras de la consagración (hay defecto de la forma), o aun cuando no hay intención de hacer eso que hace la Iglesia, cuando se quiere hacer explícitamente solamente un memorial.
34/ ¿La nueva Misa es a menudo inválida en virtud del defecto de la intención?
En los sacerdotes ordenados últimamente, es probable que sí. Porque su formación no es católica y de hecho la nueva Misa está protestantizada; están formados en la idea de celebrar un memorial, una comida eucarística, y no consagran válidamente.
35/ ¿Cuál debe ser la actitud de un católico frente a la nueva Misa?
La debe rechazar y no puede asistir a tal Misa. Esa Misa no puede obligar, ni puede servir para cumplir el precepto dominical. Si alguien le da veneno, Ud. No va a tomarlo. La nueva Misa es un veneno para nuestra fe. No tiene ya el espíritu sobrenatural y disminuirá y destruirá poco a poco nuestra fe, (la ley de la oración es la ley de la Fe: Lex orandi, lex credendi).
36/ ¿Pero cuando ocurre que la nueva Misa es válida (por ejemplo si es dicha por un sacerdote anciano) estoy autorizado a asistir?
¡No! Porque incluso si es válida, la nueva Misa es peligrosa para nuestra Fe y no es agradable a Dios, pues ella no rinde la adoración conveniente a Nuestro Señor Jesucristo. El Novus Ordo deshonra a Nuestro Señor Jesucristo es mejor ir a una verdadera Misa Tradicional una vez por mes (o incluso más espaciado) y los otros domingos santificar el día del Señor en familia; rezando el Santo Rosario, leyendo el misal, etc… Dios recompensará esta generosidad y esta firmeza en la fe y dará las gracias que se necesita.
37/ ¿Una Misa puede ser válida y no lícita?
Sí, una Misa negra en las logias de la Masonería, una Misa dicha por un sacerdote cismático, etc... y según hemos visto, ciertas nuevas Misas cuando todas las condiciones para la validez están presentes. Son válidas pero no son lícitas.
38/ ¿Qué debo hacer cuando estoy obligado a asistir a la nueva Misa por una razón de caridad, (por ejemplo mis padres son enterrados con la nueva Misa)?
En esos casos y otros similares puede Ud. Asistir a la nueva Misa, pero de manera pasiva (eso significa que no debe tomar parte en las oraciones ni recibir la comunión). Así es como la Santa Iglesia autoriza la asistencia pasiva a los servicios protestantes por razones de caridad.
39/ ¿Pero parece que la responsabilidad es únicamente del sacerdote y no de los fieles?
No, si Ud. Asiste de manera activa a la nueva misa (rezando y recibiendo la comunión), Ud. Allí colabora y también es culpable (en la medida que sepa que la nueva Misa es nociva).
40/ ¿Todas las personas que asisten a la nueva misa son culpables?
No, solamente si saben que hacen un mal. Si un padre de familia manda a su hijo a robar y este hijo no sabe que robar es un mal, no ha pecado. De igual manera ciertos católicos pueden asistir a la nueva Misa por obediencia, sin comprender bien su peligro, en este caso no son culpables.
41/ Yo comprendo que debo evitar la nueva Misa ¡pero es impuesta por mi Obispo!
Cuando la autoridad es ejercida contra su fin (el bien de la Santa Iglesia, la propagación de la Fe para la salvación de la almas), no obliga y Ud. Tiene el derecho y el deber de “desobedecer”. Si un jefe de Estado la da una orden que va de manera visible contra el bien de la Patria, Ud. Debe desobedecer. Si un padre de familia manda a su hija que se prostituya para ganar dinero, debe desobedecer. La obediencia está por debajo de la Fe y de la salvación de nuestra alma.
42/ ¿Pero el papa Pablo VI no fue infalible cuando promulgó la nueva Misa?
No. Un Papa es infalible solamente cuando habla “Ex Cathedra” (por ejemplo: Pío IX definiendo la Inmaculada Concepción). La enseñanza ordinaria del Papa no es infalible en sí misma, sino solamente cuando va en el sentido de la Tradición. San Pablo nos dice que si algún ángel del cielo viniese para enseñarnos alguna cosa contraria a la Tradición, debe ser rechazado. (Gal. I, 18)
43/ ¿Pero el Papa Juan Pablo II dice la nueva Misa?
Sí, pero aunque grandes Santos celebrasen la nueva misa o asistiesen a ella, no quiere decir que la nueva Misa sea buena. Durante el gran cisma de Occidente, en la Edad Media Santa Catalina de Siena y San Vicente Ferrer no se pusieron de acuerdo sobre una materia importante. San Vicente Ferrer, aunque equivocado, fue canonizado más tarde. Un Papa puede equivocarse, además Juan Pablo II, como Pablo VI, está imbuido de liberalismo, es decir que quiere ser católico pero quiere agradar al mundo, mundo que es enemigo de Nuestro Señor Jesucristo. La nueva Misa ecuménica está en completo acuerdo con la enseñanza “post-conciliar”, con la mentalidad del hombre moderno.
44/ ¿Tenemos nosotros derecho de resistir a la voluntad del Papa?
Sí, es el mismo deber cuando la Fe y la salvación de las almas están en juego.
San Pablo resistió a San Pedro, el primer Papa. San Atanasio fue excomulgado por el Papa Liberio porque no estaba de acuerdo con él. Santa Hildegarda escribió al Papa Anastasio IV cartas muy severas. Santa Catalina de Siena hizo lo mismo contra Clemente V. El Obispo Robert Grossetete desobedeció al Papa Inocencio IV que había nombrado canónigo a su sobrino. Los Dominicos de París resistieron al Papa Juan XXII que quería enseñar un error teológico. San Francisco Javier rechaza aceptar un breviario contrario a la Tradición, el cual fue promulgado por 4 Papas sucesivos.
Nosotros reconocemos la autoridad del Papa mientras que obre a la manera de sus predecesores y mientras enseñe en conformidad con la enseñanza de la Santa Iglesia. Pero cuando habla como enemigo de la Santa Iglesia no podemos seguirlo. Es necesario elegir entre 2000 años de Tradición Católica y 15 años de nuevas reformas.
45/ ¿Pero cómo puede pretender tener razón cuando todos los otros Sacerdotes y Obispos del mundo están contra Ud.?
No es la mayoría la que hace la verdad, por ejemplo, en tiempos del Arrianismo sólo San Atanasio con algunos otros permanecieron fieles. El resto de los Obispos cayeron en la herejía. En tiempos del Anglicanismo sólo San Juan Fisher quedó firme en la Fe y por esa razón fue martirizado, mientras que todos los otros Obispos de Inglaterra se rindieron para seguir al Rey Enrique VIII. Esto muestra que un pequeño número puede tener razón, mientras que los otros están en el error.
46/ Yo estoy de acuerdo, pero no es muy divertido recorrer 60 Km. todos los domingos para ir a una Misa tradicional, o no tener la Santa Misa más que una sola vez al mes e incluso menos. Tampoco es muy agradable ser tratado de rebelde y de encontrarse en oposición respecto a las autoridades actuales de la iglesia.
Escuche la respuesta de Nuestro Señor Jesucristo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame” y aún: “Seréis odiados por todos los hombres a causa de Mi nombre, pero el que perseverare hasta el final se salvará”.
En los primeros siglos los cristianos debieron hacer grandes sacrificios y a menudo dar su vida. Nosotros tenemos ahora oportunidad para hacer sacrificios y sufrir persecuciones de otra manera.
Comprendamos el valor infinito del Sacrificio de la Misa en el momento de la Consagración, parte central de la Santa Misa, unámonos a Nuestro Señor Jesucristo y ofrezcamos nuestra vida con todos sus sufrimientos para mayor gloria de Dios y para la salvación de las almas. Que la Santísima virgen maría, Nuestra divina Madre, nos dé la fortaleza de permanecer fieles a su divino Hijo.
ALGUNAS OBJECIONES SUPLEMENTARIAS
1/ ¿No es mejor permanecer en mi parroquia con el Novus Ordo y tratar de mejorar las cosas con cánticos antiguos o enseñar a los niños de la parroquia el catecismo Tradicional, etc…?
No, no está autorizado hacer una cosa mala para obtener un bien. La nueva Misa es equívoca, peligrosa para la Fe y deshonra a Dios. Ud. Debe alejarse del sacerdote de su parroquia, después de haberle explicado porque está obligado a actuar así, y si puede trate de convencerle de volver a la celebración de la Misa Tradicional. El ejemplo de su firmeza en la Fe le hará mucho más bien que cualquier otra cosa.
2/¿Pero yo he oído decir que la Santísima Virgen María dijo en sus apariciones que se puede asistir a la nueva Misa?
Si el vidente pretende eso, no hay más que dos posibilidades (porque la Santísima Virgen María no puede haber ordenado a alguien que vaya a una “misa” protestante. Una madre no puede decir a sus hijos que tomen veneno.)
-Sea que la aparición es falsa, producida por el diablo, y eso puede ocurrir sin consentimiento malo de parte del vidente. (En Francia en el siglo XVII, Nicolas de Riens tuvo gracias extraordinarias, parecía convertir muchas almas etc… y finalmente era el demonio quien lo adoctrinaba), o por la imaginación calenturienta del vidente.
-O bien la aparición era verdadera al principio pero está ahora cubierta de errores por personas que publican falsos mensajes o también por el mismo vidente que puede involuntariamente mezclar eso que viene de él con las palabras de la Santísima Virgen María. (Se dice que Santa Catalina de Siena ha pretendido que la Santísima Virgen María no era Inmaculada en su Concepción. ¿Por qué? Porque ella recibía inconscientemente la influencia de su confesor y pensaba realmente reveladas algunas cosas que de hecho no lo eran). Las revelaciones privadas deben estar (comprendidas) en conformidad con la Santa Iglesia.
“… Carísimos, teniendo gran preocupación por escribiros acerca de nuestra común salvación, me he visto en la necesidad de dirigiros esta carta para exhortaros a que combatáis por la Fe, que ha sido transmitida a los Santos una vez por todas. Porque se han infiltrado algunos hombres –los de antiguo prescritos para este juicio- impíos que toman en lascivia la gracias de Nuestro Dios y reniegan del único Soberano y Señor Nuestro Jesucristo.” (Carta del Apóstol San Judas 3-4)
CONCLUSIÓN
La nueva Misa no expresa la fe católica y constituye una grave ruptura respecto a la concepción católica de la Misa, asimilándose al concepto de Cena protestante.
La nueva Misa postula los principios de la Cena protestante, los cuales niegan los dogmas de fe que hacen la realidad misma del sacrificio de la Santa Misa.
Los principios y la concepción de la Cena protestante que postula la nueva Misa son:
1/ La negación de la realidad del sacrificio mismo de la Misa, en general, y del sacrificio propiciatorio, en especial, admitiendo a lo sumo sólo un sacrificio de alabanza y de acción de gracias.
Queda suprimida la noción de sacrificio que requiere tres elementos esenciales a su realidad, la victima (ofrecida e inmolada), el ministro (sacerdote) que realiza la ofrenda e inmolación, y la inmolación misma (acto o acción sacrificial), por el cual se sacrifica a la víctima.
Tres elementos que son rechazados por la concepción de la Cena protestante.
2/ La concepción de la Cena protestante niega así la víctima (ofrecida e inmolada), niega la presencia real, substancial y personal de Nuestro Señor Jesucristo bajo las especies (accidentes) del pan y del vino, quien esta en la Eucaristía verdadera, real y substancialmente presente, y no como los protestantes que hablan de una presencia real pero puramente espiritual.
3/ La concepción protestante niega el sacerdocio, niega el carácter sacerdotal del ministro que realiza el sacrificio.
El sacerdote (Alter Chistus) realiza el sacrificio guardando así la identidad de la misma víctima y del mismo sacerdote: Cristo.
4/ La Cena protestante niega la inmolación misma por la cual se realiza el sacrificio, niega la acción sacrificial (sacramental que ejecuta el sacerdote sobre la víctima, niega la consagración por la cual se opera la inmolación de Nuestro Señor hecho presente por las palabras (fórmulas) proferidas por el sacerdote operándose la Transubstanciación, esto es el cambio operado en la substancia del pan y del vino, para ser la substancia del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo, junto con su alma y divinidad.
La nueva Misa corresponde a la concepción de a cena protestante, lo cual la hace favorecedora de la herejía si bien nadie en su momento se ha atrevido a decir que es formalmente herética, aunque fue elaborada sobre una definición herética (error en materia de fe definida) (1) como la del artículo 7 de la Institución General. Lo que sí es claramente herético es la idea o el principio que llevó a la elaboración del Novus Ordo Misae (del Nuevo Rito de la misa), principio guiado por un falso ecumenismo, reunión de protestantes y católicos, sin que medie la conversión y por lo mismo la abjuración del error, del cisma y de la herejía protestante. Pretender que los protestantes acepten una Misa católica como la Misa de siempre era imposible, luego se hacía necesario una Misa híbrida, equívoca, que se prestara a la interpretación de la Cena protestante y que siguiera siendo Misa católica al menos en apariencia), lo cual es un error garrafal, es un verdadero adulterio religioso que produce un engendro bastardo, una verdadera abominación y desolación de lo más sagrado y santo, de ahí que en la confección de la nueva Misa late un verdadero sacrilegio y el camino hacia la apostasía (perdida total de la Fe). Todo esto hace que la nueva Misa no sea católica, sino más bien una misa desnaturalizada, desacralizada, semejante a la concepción de la Cena protestante, a tal punto que se falsea la intención del celebrante.
La nueva Misa no expresa la Fe católica y constituye una ruptura con la tradición de la iglesia al no querer seguir expresando la fe del Concilio de Trento. La Misa queda convertida en una pura narración histórica sin fuerza intimativa para realizar la consagración, por el modo de significar que no es más afirmativo sino simplemente narrativo. El tono afirmativo y sacramental con que se pronunciaban las palabras de la fórmula están reducidos a un recuerdo, un tono puramente narrativo, perdiéndose así la virtud objetiva del modo de significar, lo cual hace que el Sacerdote que se confía a la intención de la nueva Misa no consagra, salvo cuando la falta de eficacia objetiva (o exigencia objetiva) del rito de la nueva Misa es suplida por la eficacia subjetiva de a intención del ministro, de tal modo que aquellos sacerdotes que no tienen otra intención que la del Novus Ordo ciertamente no consagran.
NORMAS PRACTICAS
La asistencia a la nueva Misa al ser tendenciosamente Protestante por postular los principios de la Cena protestante y no querer expresar la Fe de Trento, es equiparada a los casos de teología moral respecto de los cultos acatólicos. Siendo así que si no hay la Misa Tradicional de siempre vale más no oír la Misa nueva, santificando el domingo y las fiestas de guardar en casa con el rezo del Santo Rosario o con las oraciones litúrgicas del misal, más que ir a la nueva Misa exponiéndose a perder la fe católica. La nueva Misa no puede obligar para cumplir el precepto dominical, el cual se instituyó para profesar y proclamar la fe católica, apostólica y romana, el misterio de la fe del sacrificio eucarístico de Nuestro Señor, y no para perder la fe asimilándose a la Cena protestante. Por lo mismo no se debe comulgar en la nueva Misa, puesto que la comunión es la participación más íntima en la Misa y como no se debe asistir para no participar de un culto que no es católico y que es malo, tampoco se debe comulgar. Además de ser dudosa su validez cuando es dicha en lengua vernácula, debido al cambio en la forma “por todos” en vez de “por muchos”.
Sólo es permitido asistir a los cultos acatólicos por razones sociales o civiles por una causa grave, sin que comporte por ello un acto de religión, lo cual se llama asistencia pasiva (mera presencia física) sin participar activamente en el falso culto.
De otra parte el riesgo de misas inválidas (2) es cada vez mayor, puesto que la validez de las nuevas misas no depende objetivamente del rito sino de la intención subjetiva del sacerdote que quiere hacer lo que la Iglesia quiso siempre.
El rito de la nueva Misa no lleva a consagrar, ni a tener la intención de hacer lo que hace y entiende la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Hay una ruptura en la intención de la nueva Misa, el tono es puramente narrativo (histórico) y no sacramental y afirmativo, como se requiere para la validez de la Misa. Como advierte el Breve Examen Critico –nota 15- las palabras de la Consagración, por el modo como se insertan en el contexto Novus Ordo, pueden ser válidas por la eficacia subjetiva de la intención del ministro, pero pueden no ser válidas en cuanto que ya no son tales por la fuerza misma de las palabras, o más exactamente por la virtud objetiva del modo de significar que tenían hasta ahora en la Misa. Por ser la fórmula puramente narrativa (histórica) y en modo alguno afirmativa y sacramental.
La nueva Misa no corresponde con la concepción católica de la Misa, ni expresa la fe católica, postulando los principios de la Cena protestante que niega la realidad del sacrificio y del sacrificio propiciatorio, niega la presencia real, substancial y personal de Nuestro Señor en la Eucaristía, niega el carácter sacerdotal, siendo el sacerdote el único que realiza el sacrificio, y niega la acción sacrificial o inmolación operada por la doble consagración realizándose así la Transubstanciación.
La nueva Misa no implica ninguno de los dogmas de fe definidos por la iglesia y que son esenciales a la noción de la Santa Misa. Lo cual constituye una implícita negación de la fe (3). Al faltarle aquello que la debe definir y constituir específicamente hace que la nueva Misa, sea una misa mutilada, una Misa adulterada, y todo por causa del Ecumenismo que para poner la Santa Misa de acuerdo con la cena protestante, la corrompió, la prostituyó. La nueva Misa no es católica, no es un rito católico. La nueva misa no se define por aquello que la debe constituir esencialmente para ser la Santa Misa de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
La Misa al convertirse en una pura Cena y no expresar el sacrificio propiciatorio (lo cual era el objetivo ecuménico) favorece la herejía. La Misa católica no puede ser ni equívoca ni puede favorecer la herejía. Favorecer la herejía es pecado grave.
La nueva Misa es inadmisible por ser mala, es mala por no expresar la fe católica y favorecer la herejía; favorece la herejía porque es equívoca, la misa católica no puede ser equívoca, ni dejar de expresar la Fe católica ni favorecer la herejía, ni ser en consecuencia mala. La nueva Misa, aunque puede ser válida, por la salvedad de la intención del sacerdote, sigue siendo mala, aunque hay cada vez mayor número de misas inválidas. La sola validez no funda el derecho para asistir, ni la obligación para cumplir el precepto dominical. La Misa, para obligar bajo pecado grave, tiene que ser la Misa católica y no una Misa bastarda, ecuménica y desacralizada
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Notas:
(1) Error en algo tan preciso y de Fe como lo es la definición de la Misa verdadera no puede no ser una herejía.
(2) Esto sin entrar en las traducciones en lengua vernácula donde para colmo se sustituye “muchos” (pro multis) por “todos” (pro ómnibus) lo cual siguiendo la opinión de Santo Tomás afecta la esencia de la formula, siendo invalida la Misa. Otros teólogos no piensan así, de todos modos se puede decir que las Misas nuevas dichas en lengua vernácula son cuando menos dudosamente validas, si no se sigue la opinión de Santo Tomás que es más estricto en la materia, y al que debemos seguir.
(3) Como dice el Breve Examen Crítico acerca de la nueva misa: no implica ninguno de aquellos “Valores dogmáticos” esenciales de la Misa que constituyen su verdadera definición. Ahora bien, esta omisión, en cuanto voluntaria, equivale a la “superación” de aquellos valores y, por lo tanto, al menos en la práctica, a su negación (p. 27). El Novus Ordo no quiere seguir expresando la fe de Trento (p. 91).