martes, 7 de agosto de 2012

UN EXORCISTA CON ALGO METIDO DENTRO


"Los budistas y los musulmanes os adelantarán en el Reino de los Cielos".

Esta extraña sentencia la dedica el exorcista, demonólogo y novelista P.Fortea a los, como él dice, “lefebvrianos” Vean el contexto de una entrada de su blog en donde expone sus juicios:

... [Una pintura para] hablar de los seguidores del arzobispo Marcel Lefevre, arzobispo excomulgado. Por eso me sorprendo cuando he escuchado a algunos articulistas, que no creo que los conozcan personalmente, afirmando que ellos pueden aportar mucho a la Iglesia. No sé lo que aportarán a la Iglesia, pero sí que conozco el mensaje que ellos traen por el mundo.  

El más bello elogio a mi obra teológica más conocida, Summa Daemoniaca, lo recibí de mano de los censores lefebvrianos. Se trata de una loa que, desde hace muchos años, guardo en mi corazoncito como la más entrañable que he recibido nunca. En ella se decía, que quedaba prohibido leer mi libro, porque en él se presentaba una visión excesivamente misericordiosa de Dios y una enfoque exageradamente optimista de la Salvación. Desde entonces, he tenido contacto más veces con fieles y sacerdotes de esa fraternidad, que buscan una Iglesia monárquica, uniforme y parecida a la estructura de un ejército.  

No traen la Santa Tradición de la Iglesia, sino la Tradición entendida bajo una personal inflexibilidad decimonónica. No traen el rigor, sino el rigorismo.  

No traen la obediencia a los cánones dentro de la ortodoxia, sino la desobediencia a los cánones con la excusa de la ortodoxia. No traen la belleza de la liturgia, sino la soberbia del non serviam.  

Su espíritu no es el amplio, libre y amable patrimonio de la patrística, sino el espíritu puntilloso del fariseísmo mezclado con el mensaje de Cristo.

Pero volverán y les acogeremos. Y les acogeremos con la generosidad que nos enseñó el Gran Concilio Vaticano II. A ellos que tanto claman a favor de una férrea autoridad, cuando retornen, se les aplicará la autoridad bondadosa que nos enseñó el Espíritu Santo en tiempos de Juan XXIII y Pablo VI.

Sí, retornarán. Y retornarán, porque en el fondo saben que no son las rúbricas y las prescripciones las que salvan. Se puede amar todo lo que uno quiera las rúbricas, las capas pluviales, los roquetes y el incienso en incensario de plata, pero a condición de que uno sepa que no son ellos los que salvan. El camino que nos enseñó Jesús, está plasmado en la Tradición, no en el tradicionalismo. No es el ritual de San Pío V, ni el Novus Ordo, los que nos salvan, es la misericordia de Dios.
Ellos lo saben en lo más profundo de su alma, y también ellos escuchan en su corazón una Voz Divina que les advierte en lo más interno de su conciencia: los budistas y los musulmanes os adelantarán en el Reino de los Cielos.  

…nuestros primos los lefebvrianos andan estos días algo divididos. Dicho de otro modo, que hay peligro de que se produzca un cisma dentro del cisma. Peligro para ellos, claro. Porque una vez que se salieron de la comunión de la Iglesia, a nosotros el asunto ni nos va ni nos viene. A nosotros plin. Como si los cuatro obispos rebeldes quieren prender fuego al seminario de Econe para asar castañas.

Es opinable si resulta preferible cerrar la red y decir: no se me ha escapado ni un cangrejo. O es mejor hacer una novena para el barco se hunda cuanto antes.

No me extraña que los (pocos) seminaristas de Econe se agarren con disimulo a los reposa brazos de sus asientos, cuando ven en la película Titanic que el barco se partió por la mitad.

Pues estos son los juicios, burlones, falseados e ignaros, de un exorcista cargados de inquina, no solo contra los “lefebvrianos” sino contra la Santa Tradición- que él reduce ridículamente a las rúbricas, las capas pluviales, los roquetes y el incienso en incensario de plata, pero a condición de que uno sepa que no son ellos los que salvan- (y oponiendo a ella la Voz divina que nos advierte que los musulmanes y budistas se nos adelantarán en el reino de los cielos). [sin comentarios a una sentencia que el atribuye a la Voz divina y que en realidad nos habla de lo lejos que él está de la Fe católica, expuesta innumerables veces en la Escritura, la Tradición apostólica y patrística, el Magisterio secular [para quienes gusten decirlo el Magisterio ex-cathedra, pero también el ordinario y universal]

Yo hace tiempo leí el libro que él llama mi obra teológica más conocida, Suma Demoníaca- y ahora lo tengo delante- y quedé algo sorprendido de que el mismísimo Arcángel San Miguel viniera a decirnos -por boca de un poseso- que el atentado de los trenes de Atocha,- sucedido un poco antes del exorcismo narrado- era obra de ETA. Más me sorprendió cuando dice que las almas de los niños muertos sin bautizar van al limbo sí pero no de una manera definitiva sino que "en seguida son iluminadas por los ángeles, y como nunca han sido malas son iluminadas por la enseñanza angélica y una vez que hacen un acto de amor de Dios son conducidas al cielo".

O sea Limbo sí pero por un pequeño rato.  


De sus informaciones, obtenidas por su trato con demonios y posesos, halla que además de demonios y ángeles [que le dan información] hay “espíritus perdidos“. Además de almas condenadas poseyendo a un poseso, habría “almas no condenadas” que son espíritus que vagan por la tierra. Espíritus perdidos que siendo malos en vida y muriendo sin haber pedido perdón, no obstante no habían rechazado a Dios. Y esas almas tenían hasta el Juicio Final para encontrar la Luz.

Estos Espíritus pueden poseer al poseso pero no reaccionan ante el exorcismo sino agradecen oraciones,..pero pueden rezar, pueden pedir perdón del mal cometido… al final del [exorcismo] afirman que ven una luz…se despiden del exorcista… Adiós, gracias voy hacia la Luz.

En el caso de Amelia (de Fátima) que según NªSª estará en el purgatorio hasta el fin del mundo.[dice que] no son sus pecados sino el estado de su alma que le lleva a a no pedir perdón.

O sea, que además de cielo, infierno y purgatorio hay un estado para las almas que ”no piden perdón por sus faltas, pero no rechazan a Dios, esas son las que se convierten en almas perdidas. Esas almas vagan por la tierra en busca de la Luz.”

Este limbo de almas perdidas sería el lugar más bajo del Purgatorio.

Así hay cuatro lugares en el más allá: Cielo- Purgatorio común-Limbo de las almas perdidas -cayeron al borde del infierno pero sin entrar en él- Infierno (para los que rechazan la presencia de Dios.

Los pecadores que mueren sin arrepentirse y pedir perdón pero que no rechazan [formalmente] a Dios van a a este limbo/purgatorio. Siendo una morada de purificación habrá los que pidan perdón antes del Juicio final y los que no lo pidan. La sentencia definitiva dependerá de esto: En el Juicio final, a más tardar, podrán salvarse unos o condenarse otros para siempre.

O sea hay un purgatorio en el que sus moradores no están salvos sino que su salvación dependerá de que pidan perdón, aunque pueden no pedirlo. La fecha tope para esto es el Juicio Final.

Me remito a la página 189, que resume lo dicho en páginas anteriores, de su Suma Demoníaca..(1ª ed. 2004, Editorial Dos Latidos)

Pues a la vista de todo esto comprendo a los “lefebvrianos” que no hayan considerado la obra recomendable y además están apegados a la Tradición tal como nos viene desde los primeros tiempos (Padres etc..) hasta nuestros días. Y que no es en modo alguno una tradición- tradicionalismo como él dice- inventada por Fortea para denostar a los “lefebvrianos“, de rúbricas, las capas pluviales, los roquetes y el incienso en incensario de plata, [bueno] pero a condición de que uno sepa que no son ellos los que salvan…ni El camino que nos enseñó Jesús, que está plasmado en la Tradición, no en el tradicionalismo. No es el ritual de San Pío V, ni el Novus Ordo, los que nos salvan, es la misericordia de Dios.

[Sigue diciendo]traen una personal inflexibilidad decimonónica. ...No traen la belleza de la liturgia, sino la soberbia del non serviam.. el espíritu puntilloso del fariseísmo mezclado con el mensaje de Cristo.

Como alguien dice en un comentario (blog Ex-Orbe]

Ellos [los conciliares] ya no creen que exista una religión verdadera. Mucho menos que esa sea la Católica. Ergo, ya no creen en la verdad de las palabras de Jesucristo, quizás porque Él mismo nos advirtió contra estos “pastores”..  

Hieden a la legua. Primero procedieron a la emasculación apostólica de la Santa Iglesia Romana, y luego, cuando ya no hay misiones ni apóstoles ni se pretende la conversión de nadie ni se le ofrece a nadie la VERDAD, entonces se rasgan las vestiduras, acongojados por las almas de todos esos pobres musulmanes y budistas. ¿Cómo, dicen, todos esos buenos hombres no van a entrar en el reino de los cielos? ¿Cómo, digo yo, no se os cae la cara de vergüenza, malditos falsarios, si tenéis un mandato claro y explícito del mismo Cristo que no queréis cumplir?

¿O acaso a fuerza de diálogo y profundización os habéis vuelto imbéciles y ya no entendéis ni el significado literal de lo que se os dice?

Alguien también asegura (aunque yo no puedo corroborarlo):

Por cierto que en una entrevista, dijo que en una tenida carismática, se le “metió un espirítu” y comenzó a hablar en lenguas. Y que él conserva ese carisma. Me imagino que lo usa cuando viaja al extranjero. Vaya usted a saber. El demonio es muy tramposo, es capaz de engañar al más pintado.  

Esto último me ha dado pie al título de este post y me viene a la mente aquéllo del “Alguacil alguacilado”. Mira que si fuera verdad que se le ha metido algo dentro y necesita un exorcismo con urgencia. Sería así : El exorcista exorcizado.

De tanto parlotear con espíritus (algunos perdidos y errantes por la tierra), almas condenadas, demonios de todas las categorías, ángeles, arcángeles, de tanto manejar” información privilegiada” (así cualquiera) a ver si ha perdido las verdades de la Tradición, del Magisterio, y ahora la toma, como si fuera un Gerhard Müller cualquiera, con los pobres “lefebvrianos” y no sólo con ellos sino con quienes veneramos la Santa Tradición que no es la “Tradición viva” del Magno, ni la tradición corrompida por los devaneos modernistas del P.Fortea.