Jesús, chorreando sangre y con mirada dolorosa y doliente,
dijo: “¿Queréis uniros a Mí en Mi agonía? ¡Mira cuánto sufro! ¡Los pecados de
los hombres me han reducido a esto! Cuánta amargura se derrama en este Corazón
traspasado por tantas almas, que en vez de amarme con sacrificios, y huyendo de
las vanidades pecaminosas del mundo corrompido, cometen mucha iniquidad.”
“Ayúdame a sufrir consolando mi Corazón afligido, y repara
por los muchos pecados. ¡Oh mi amada esposa, si supieras el dolor que sufre mi
Corazón por la pérdida de tantas almas! Satanás viaja victorioso sobre toda la
tierra pecadora. Necesito almas generosas para apaciguar la justicia ultrajada
del Padre, porque el mundo se dirige a la ruina inminente. ¡Las horas de
oscuridad están cerca!”
“Entonces se me apareció la Virgen, triste y derramando
lágrimas. Ella dijo”: 'Este gran manto que ves, es la expresión de mi
misericordia para cubrir a los pecadores y para salvarlos. Los hombres, en
cambio, se cubren con más inmundicias y no quieren confesar sus verdaderas
faltas. Por tanto, la justicia de Dios pasará sobre el mundo pecador para
purificar a la humanidad de tantos pecados, abiertamente cometidos y ocultos,
especialmente los que corrompen a la juventud.'
'Para salvar las almas, deseo que se propague en el mundo la
consagración al Inmaculado Corazón de María, Medianera de los hombres, la
devoción a la Misericordia de Dios y a la Reina del Universo.'
'El mundo será una vez más afligido por una gran calamidad;
con revoluciones sangrientas; con grandes terremotos; con hambres; con
epidemias; con temibles huracanes; y con inundaciones de ríos y mares. ¡Pero si
los hombres no vuelven a Dios, fuego purificador caerá de los Cielos, como
tormentas de nieve, sobre todos los pueblos, y una gran parte de la humanidad
será destruida!'
'Los hombres ya no hablan según el verdadero espíritu del
Evangelio. La inmoralidad de los tiempos ha alcanzado un pico. Pero los
hombres no escuchan mis advertencias maternales, por lo que el mundo debe
purificarse pronto.'
'Rusia marchara sobre todas las naciones de Europa,
particularmente sobre Italia, y levantará su bandera sobre la cúpula de San
Pedro. Italia será duramente probada por una gran revolución, y Roma será
purificada en sangre por sus muchos pecados, ¡especialmente los de impureza! El
rebaño está a punto de dispersarse y el Papa debe sufrir mucho.
'El único medio válido para aplacar a la Justicia Divina es
orar y hacer penitencia, volviendo a Dios con sincero dolor por las faltas
cometidas, y entonces el castigo de la Justicia Divina será mitigado por la
misericordia. La humanidad nunca encontrará la paz, si no vuelve a mi Corazón
Inmaculado como Madre de Misericordia y Medianera de los hombres; y al Corazón
de mi Hijo Jesús!'
Visión de 1959