La dura verdad del horrible crimen del aborto.
LA DURA VERDAD
LETRA DE “UNA MALDICIÓN”
de Kemper Crabb.
Los jueces se sentaron al margen de la Ley
y en su soberbia no vieron mal poner dientes a las fauces de Satán y cebarle con nuestros hijos.
“Maldición, maldición”, grita la Ley:
Maldición, maldición sobre la soberbia del hombre.
Ay de aquél que ose negar
la imagen de Dios en el hombre.
En términos de coste y comodidad.
un niño no nacido es una enfermedad,
un holocausto aprobado para complacer
nuestra propia conveniencia.
Arrancados del vientre de su madre,
privados de cielo, privados de tumba:
concebidos en lujuria para su propia ruina,
un sacrificio al placer.
“Maldición maldición” grita su sangre:
maldición, maldición, gritan los cielos.
Ay de aquél que ose destruir la imagen de Dios en el hombre…
Los médicos de manos ensangrentadas,
que aman su dinero más que al hombre,
tienen la avaricia por dios y trazan sus planes
como los carniceros de la humanidad.
Oh! sálvanos de esta maldad, Señor
y cambia nuestros corazones por las buenas o por las malas
¡Nuestra nación no puede permitirse más vivir bajo Tu ira!
Maldición, una maldición sobre sus cabezas,
Oh! sálvales Señor, o hazles morir.
Y llena nuestra nación con el temor de Ti.
y aleja de nosotros Tu ira.
Señor, aleja de nosotros tu ira.
Señor ten piedad.
Cristo ten piedad.
No deberíamos nunca preguntarnos hasta dónde podemos llegar sin molestar a nadie. Deberíamos siempre preguntarnos hasta dónde tenemos que llegar para parar la matanza.