¡Señor, que perecemos!... Violenta
ruge la tempestad;
y la pobre barquilla de la Patria,
envuelta en agua, zozobrando va.
El relámpago ruge en las alturas,
en lúcidos zig—zags;
hórrido el trueno allá al confín retumba;
brama doquiera horrísono huracán.
Y la pobre barquilla de la Patria,
rota y desecha va,
en el mar sin confín de la desgracia,
envuelta en agua zozobrando va...
Pecamos, Señor Dios; indignos somos
de lástima y piedad.
Pecamos, Señor Dios; pues consentimos
blasfemase el impío ante tu altar.
Pecamos, sí, y tu divina Justicia,
sobre el pueblo desleal
ha caído pesada y manifiesta,
nuestras faltas, Señor, para vengar.
Reyes has consentido, que procuran
placeres y caudal;
gobernantes sin ley que nos subyugan
y azótannos al rostro sin piedad.
Y la pobre barquilla de la Patria,
que azota el vendaval,
de babor a estribor y rechinando,
envuelta en agua, zozobrando va...
¡Piedad, Señor! Aun somos tus hijos.
¡Piedad, Padre inmortal!
Hijo pródigo, vuelve arrepentido
a Ti este pueblo, en busca de piedad.
Escúchanos, Señor; caiga tu mano
sobre el bando inmoral,
instrumento hasta hoy de tu justicia,
secuaces de la carne y de Satán.
¡Azótales, Señor! Alza tu mano,
a una rodarán
sus planes cimentados sobre arena,
y su mismo recuerdo morirá.
Y la pobre barquilla de la Patria,
libre de lastre tal,
hacia el mar placentero de la dicha
gallarda y fácilmente engolfará...
¡Escúchanos, Señor! Serena el cielo
Y apaga el huracan;
abre las nubes ya de tu Justicia,
y llueva el cielo al Deseado ya.
Y calmada, a su acción, Naturaleza,
flores renacerán,
y el sol lucirá espléndido en el cielo,
y la armonía tornará a, reinar.
Y al olor inmortal de las virtudes
de este pueblo leal;
bajo la mano experta del deseado
Monarca que los cielos lloverán,
Esta pobre barquilla de la Patria,
en marcha triunfal,
por el mar esplendente de la gloria
feliz navegará...
Un Carlista Catalán
Apología del Gran Monarca 1 parte.
páginas de la 487, 488 y 489.
P. José Domingo María Corbató
Biblioteca Españolista. Valencia-Año 1904