El cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, explicó durante la homilía del pasado domingo 20 de septiembre, que la manera más solemne y recomendada de recibir la Comunión es de rodillas y en la boca. En ese sentido, todos los fieles que participaron de la Santa Misa en la Iglesia Primada, recibieron la comunión bajo estas indicaciones.
“El modo más respetuoso de recibir la Eucaristía es de rodillas y en la boca. Hay que recuperar el respeto y reverencia que merece la Eucaristía, porque el amor a Jesús es el centro de nuestra vida cristiana, te juegas el alma”, sentenció.
Esta postura del cardenal de no aconsejar la comunión en la mano o de pie, ya se había manifestado anteriormente, de manera particular durante las transmisiones de su programa semanal televisivo y expresa, además, la misma enseñanza litúrgica que realiza -en la praxis- el Sumo Pontífice Benedicto XVI cuando celebra el Santo Sacrificio de la Misa.
Durante su homilía, el cardenal animó a los fieles a contemplar a Cristo Eucaristía en las más de 70 capillas de Adoración al Santísimo que se han construido en la Arquidiócesis de Lima, promovidas con ocasión del Año de la Eucaristía y la Misión Continental: “Lima -dijo- es una ciudad Eucarística con más de 70 capillas de Adoración al Santísimo, lugar donde está expuesto el Señor y al que tu puedes saludar, porque Él te escucha y te ayuda. Hay que adorarlo y dejar que tu corazón se llene de gozo y de la belleza de su sabiduría”. “No permitas que entren impurezas en tu corazón porque los frutos serán corrupción y mentira. Donde está tu tesoro está tu corazón; pero, ¿cuál es tu tesoro?, ¿la salvación y el amor a Dios, a tu hijos? Pon en tu corazón esos tesoros, porque donde está tu corazón está tu vida. Por eso, le pedimos a María: danos un corazón sencillo y limpio que se conmueva con la belleza de Cristo”, culminó.
“El modo más respetuoso de recibir la Eucaristía es de rodillas y en la boca. Hay que recuperar el respeto y reverencia que merece la Eucaristía, porque el amor a Jesús es el centro de nuestra vida cristiana, te juegas el alma”, sentenció.
Esta postura del cardenal de no aconsejar la comunión en la mano o de pie, ya se había manifestado anteriormente, de manera particular durante las transmisiones de su programa semanal televisivo y expresa, además, la misma enseñanza litúrgica que realiza -en la praxis- el Sumo Pontífice Benedicto XVI cuando celebra el Santo Sacrificio de la Misa.
Durante su homilía, el cardenal animó a los fieles a contemplar a Cristo Eucaristía en las más de 70 capillas de Adoración al Santísimo que se han construido en la Arquidiócesis de Lima, promovidas con ocasión del Año de la Eucaristía y la Misión Continental: “Lima -dijo- es una ciudad Eucarística con más de 70 capillas de Adoración al Santísimo, lugar donde está expuesto el Señor y al que tu puedes saludar, porque Él te escucha y te ayuda. Hay que adorarlo y dejar que tu corazón se llene de gozo y de la belleza de su sabiduría”. “No permitas que entren impurezas en tu corazón porque los frutos serán corrupción y mentira. Donde está tu tesoro está tu corazón; pero, ¿cuál es tu tesoro?, ¿la salvación y el amor a Dios, a tu hijos? Pon en tu corazón esos tesoros, porque donde está tu corazón está tu vida. Por eso, le pedimos a María: danos un corazón sencillo y limpio que se conmueva con la belleza de Cristo”, culminó.