domingo, 18 de octubre de 2009

LAS SIETE ORACIONES DE FÁTIMA


En el transcurso de las apariciones que tuvieron lugar en Fátima, se les enseñaron a los tres niños videntes cinco oraciones únicas y poderosas, dos de ellas por el Angel de la Paz y las otras tres por la Madre de Dios. Posteriormente, Nuestro Señor Jesucristo se le apareció a la Hermana Lucía en Rianjo, España, y le dictó dos oraciones más. Para millones de personas, estas oraciones son hoy en día la encarnación viva del Mensaje de esperanza y de paz que Nuestra Señora le dió al mundo en Fátima.

En los últimos años, a través de los esfuerzos del Apostolado de Nuestra Señora, se ha desarrollado una práctica piadosa para recitar diariamente una (o más) de estas siete oraciones. El siguiente horario o programa de oraciones es sólo una sugerencia; siéntase en libertad de recitarlas en el orden que usted encuentre más reconfortante y apropiado.

Lunes

“Dios mio, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman.”

Martes

¡Oh, Jesús mio! Esto es por Tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.

Miércoles

¡Oh mi Jesús! Perdónanos, libranos del fuego del Infierno, lleva todas las almas al Cielo, especialmente las más necisitadas.

Jueves

¡Oh, Santisima Trinidad! Te adoro. Dios mio, Dios mio, Te amo en el Santisimo Sacramento.

Viernes

Dulce Corazón de María, sé la salvación de Rusia, de España y de Portugal, de Europa y del mundo entero.

Sábado

Por tu pura e Inmaculada Concepción, oh María, alcanzeme la conversión de Rusia, de España, de Portugal, de Europa y del mundo entero.

Domingo

“Santisima Trinidad, Padre, Hijo y Espiritu Santo: Yo Te adoro profundamente y Te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los infinitos méritos de Su Santisimo Corazón y del Inmaculado Corazón de Maria Te pido la conversión de los pobres pecadores.”

Tomado de fatima.org