martes, 27 de octubre de 2009

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES


Conceded plenamente, Señor, el espíritu de sacrificio a vuestros sacerdotes. Ser víctimas, consumirse por las almas, vivir sin consuelos humanos y sufrir amenudo la desconfianza y la injusticia de la persecución es lo que constituye su deber y su gloria. Que no olviden lo que dicen cada día junto al altar: “Este es mi cuerpo, ésta es mi sangre”. Que no lo olviden y que lo mediten: “No soy yo, soy Jesús, y Jesús crucificado. Soy, como el pan y el vino, una susbtancia consagrada que ha dejado de ser ella misma”.

Oh Dios mío, ardo en deseos por la santificación de vuestros sacerdotes. Quisiera que estas manos que os han sido consagradas fueran manos amigas y entrañables, y que sus labios, que pronuncian en el altar palabras tan sublimes, no se abrieran nunca para proferir vulgares conversaciones.

Os ruego que mantengan siempre en su persona la dignidad de sus nobles funciones, mostrandose ante todos sencillos y sublimes como Hostia, cercanos a los hombres y al mismo tiempo superiores a ellos.

Señor, concedeles que al finalizar su Misa diaria sientan ya sed de celebrar la del día siguiente, y llenos de lo que dan tengan la gracia de comunicarlo con largueza a los demás. Así sea.

fsspx. España.