A los fieles de la Misión Cristo Rey de Chihuahua, México.
"Huye del hereje" Tito 2-10
El 10 de junio del 2012, un grupo de fieles de la FSSPX, notando los graves cambios doctrinales operados por sus superiores y los sacerdotes obedientes a estos, decidieron separase y conformar lo que hoy es nuestra Misión, como vuestro sacerdote me comprometí a asistirles al menos dos veces al año, viajando desde Brasil. Era una prueba dura, no teníamos ni obispo ni otros sacerdotes, y en contrapartida, la tentación de seguir con misas, sacramentos, una bonita capilla nueva, era fuerte, más conscientes que poníamos en riesgo nuestra Fe, decidimos seguir el camino estrecho de la Cruz y nada anteponer a la Fe.
Antes del año, ya teníamos obispo y un sacerdote, el P. Trincado, que los asistía con regularidad, primero en una pequeña casa, luego se pudo alquilar una más cómoda en la calle Samaniego.
Todo corría en armonía, consagramos la Misión al Corazón Inmaculado de María con el rechazo absoluto del nefando CV II, en octubre del año pasado. La tormenta se presagia al mes siguiente, cuando se manifiestan en los escritos Eleison de Mons. Williamson, graves errores doctrinales, que el mismo P. Trincado reconoce, pero que decide, contrariando su propio juicio, defenderlos. Más como un error no se corrige con otro error, los males fueron a mayor y hoy está misión y otras sufre sus consecuencias.
La pendiente de errores va desde la reinterpretación de los Evangelios, al mejor estilo protestante, contradiciendo lo enseñado entre otros por el Concilio de Trento, negando implícitamente la Divinidad de Cristo al expresarme el P. Trincado en carta personal que "las parábolas de Cristo no eran dogmáticas" ¡SIC! Atacar además las notas de Santidad y Unidad de la Iglesia al aceptar los milagros fuera de Ella,contradiciendo el Catecismo y sumándose al error modernista de defender que la Iglesia conciliar y la Católica se "identifican misteriosamente y no pueden separarse".(2)
Al oponerme a estos errores sostenidos por los obispos Mons. Williamson, Mons. Faure y ahora Mons. Dom Tomás y el P. Trincado, él me prohíbe el ingreso a la Misión por nos fundada como Misión Católica, y no como una nueva secta que enseña cosas opuestas al Evangelio y al Catecismo.
Al explicar la situación a algunos fieles que se trasladan a la Misión de Ciudad Juarez para la Semana Santa estos con mi consejo y apoyo deciden reiterar el acto heroico de salvaguardar la Fe, y solicitan al P. Trincado ya no ser atendidos por él en razón de los errores expuestos y que no da la menor esperanza de retractación. Otro tanto hacen los integrantes de la Misión de Ciudad Juarez por carta del 29\3.
Se que algunos fieles de Chihuahua y del resto de México, quizá no entiendan lo que motiva esta nueva división, más en el fondo no es más que otro ataque del maligno en su afán de destruir nuestra Fe Católica, sin la cual es imposible agradar a Dios y la necesidad de separarnos del hereje y sus errores. Quedo a vuestra disposición para aclarar cualquier duda.
Con mi + .
P. Ernesto Cardozo
(1) cf. Eleison 385
(2) error sostenidos por los monjes dominicos de Avrillé en su revista de jul-ago\2015 y defendido por P.T. y los obispos mencionados.