Padre Nectou S.J.
(+1777)
Se formarán en Francia dos partidos que se
harán una guerra a muerte. Uno será mucho más numeroso que el otro, pero será
el más débil el que triunfará. "Habrá entonces un momento tan espantoso
que se creerá que es el fin del mundo. La sangre correrá en muchas grandes
ciudades: los elementos serán levantados, será como un pequeño juicio.
"Perecerá en esta catástrofe una gran multitud, mas los malos no
prevalecerán. Ellos tendrán la intención de destruir enteramente la Iglesia; el
tiempo no les será dado.
"Se estará cerca de esta catástrofe cuando
Inglaterra comenzare a estremecerse. Se sabrá con este signo, como se sabe la proximidad
del verano cuando la higuera comienza a brotar.
"Inglaterra, a su vez, sufrirá una revolución
más terrible que la Revolución Francesa, y ella durará bastante tiempo para que
Francia tenga el tiempo de serenarse. Será Francia que ayudará a Inglaterra al
restablecimiento de la paz.
"Durante este trastorno espantoso que, parece
será general y no para Francia únicamente, París será enteramente destruida, no
sin que aparezcan signos que darán a los buenos tiempo de huir; y su
destrucción será tan completa, que veinte años después, los padres paseando con
sus hijos sobre las ruinas y respondiéndoles a ellos dirán: había allí una gran
ciudad más a causa de sus crímenes Dios la ha destruido" (M. Servant,
págs. 309, 341 y 389). [*]
[*] Las profecías que mencionan o
se refieren a la destrucción de París son muchísimas.