¿ALGUIEN EN EL VATICANO ESTÁ ATENTO A LAS SEÑALES DEL CIELO?
Un hombre de 21 años murió aplastado ayer jueves por un crucifijo gigante de 30 metros de altura dedicado a Juan Pablo II en la localidad de Cevo, norte de Italia. Muchos ya interpretan este trágico suceso como un mal augurio para las canonizaciones del domingo 27, cuando los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II serán canonizados. Lo que parece más que una coincidencia es que el fallecido, Marco Gusmini, vivía en una calle llamada Juan XXIII.
Fuente: Tradición Digital