Llegar esta vez a este querido país sabía que no iría a ser muy placentero, la gestación de la secta creada por MW, causaría divisiones también aquí, por lo cual después de un día de descanso, solicité a mis anfitriones poder visitar el cementerio Español de la Capital, mi objetivo: rezar ante la tumba del gran General Cristero, Antonio Gorostieta, que cayó muerto en una emboscada un 2 de junio de 1929, al parecer por la información proporcionada por los dos obispos que tramaron los acuerdo con Roma, no era la primera vez que dos obispos traicionaban la causa
Al dia siguiente celebramos misa en casa de Antonio, que posee un cáliz usado durante la guerra cristera y renovamos nuestro homenaje a aquellos héroes y mártires del siglo XX
El viernes volamos a Ciudad Juárez, el grupo se mantenía íntegro, salvadas algunas dudas, todos decidieron mantenerse católicos, aún con riesgo de no contar con obispos mientras lo disponga así la Divina Providencia. El asedio desde Chihuahua comenzaba y se me impedía pasar el Triduo Sto. en esa ciudad, para lo cual el Buen Dios dispuso darnos una capilla aún mejor en Ciudad Juárez, una familia nos prestó su capilla privada, lo suficientemente grande y digna para pasar las ceremonias de esos días, como asistentes tuve a Hugo llegado con su familia de Chihuahua y el pequeño Roque que comenzó con 6 años en el servicio del altar
Siguieron días pascuales al encontrarnos en una reunión en Londres con sacerdotes firmes en la Fe con el fin de aunar fuerzas y criterios para los problemas que se avecinan, un jueves aprovechamos para visitar la Torre de Londres y el lugar donde sufrieron el martirio entre otros Sto. Tomas Moro y el Cardenal Fisher, héroes de nuestra Sta. Religión.
Lugar donde fueran decapitados Sto. Tomas Moro y J. Fisher
De regreso nos dimos con la noticia que la misión de Chihuahua seguía ocupada por un sacerdote, famoso sofista, que debimos desalojar cosa que hizo, sin antes comportarse como vulgar ratero llevándose hasta cortinas del presbiterio, ….Dios premie sus “servicios”!
Así estaba la capilla de la misión cuando la dejamos en octubre del 2015...
Y así la dejó el intrincado ratero…!
Gracias a Dios, con la ayuda de los fieles, conseguimos dejarla en mejores condiciones …
Con fieles de la Misión Cristo Rey de Chihuahua, que en junio recibirán otro Padre que les asista…
El domingo antes del retorno, como otrora, fuimos con los fieles a visitar el pueblo minero de Sta. Eulalia con una bella iglesia parroquial del s. XVII, aquí fue donde se decidió la fundación de la ciudad de Chihuahua.
De regreso por la Ciudad de México, volvimos a visitar el Santuario de Guadalupe, encomendando y poniendo bajo el cuidado de Ntra. Sra. todas nuestras Misiones y fieles.
Rogando que podamos volver antes de fin de año, regresamos a Brasil, donde nos espera nuestra nueva casa y capilla en Ipatinga donde festejaremos en breve los 4 años de esta misión.
¡Deo gratias!
P. Cardozo
Ipatinga , mayo 2016