Alerta Digital
Los cuerpos de miles de bebés que murieron en abortos espontáneos fueron incinerados como desechos clínicos y muchos incluso utilizados como combustible biológico para calentar hospitales en Gran Bretaña, según un reportaje del programa televisivo Dispatches de Channel 4.
La presentadora Amanda Holden -conocida jurado del reality Britain-’s Got Talent- participó en un reportaje sobre lo que ocurre con los restos de los bebés que mueren antes del parto.
Según el reportaje de la cadena británica Channel 4, diez centros del Sistema Nacional de Salud (NHS) británico admitieron haber quemado los restos fetales junto a la basura de los hospitales y dos hospitales utilizaron los cuerpos de los no nacidos en plantas de conversión de residuos en energía para abastecer de calefacción a sus locales.
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Ante el anuncio de la difusión de este documental, el Departamento de Salud británico emitió una prohibición inmediata sobre esta práctica, que el ministro de salud Dan Poulter ha considerado “totalmente inaceptable”.
Según la investigación, al menos 15.500 restos fetales fueron incinerados por 27 organismos del NHS en los últimos dos años. El reportaje también denuncia que los padres que sufren la pérdida de un hijo por un aborto espontáneo en las primeras fases del embarazo son tratados a menudo sin compasión y no fueron consultados sobre lo que querían hacer con los restos mortales de sus hijos.
El hospital Addenbrooke de Cambridge, uno de los más importantes del país, incineró los restos de 797 bebés de menos de 13 semanas de gestación en su propia planta de conversión de residuos. A las madres les dijeron los restos de sus hijos habían sido “cremados”.
Lo mismo ocurrió en el hospital de Ipswich, donde una instalación de conversión de residuos en energía operada por un contratista privado, incineró 1.101 restos fetales entre 2011 y 2013. Estos restos fueron traídos de otro hospital.