sábado, 22 de febrero de 2014

DICHOS DE SANTOS


San Pablo llama príncipes a los demonios; pero para que no creáis que son príncipes del cielo y de la tierra, los llama solamente príncipes del mundo; esto es, príncipes de los amantes del mundo, del mundo lleno de tinieblas, del mundo de los impíos y de los malos, del mundo del que se dice en el Evangelio que al presentarse Jesucristo en él, este mundo no le conoció. Son los príncipes de aquel mundo contra el cual el Salvador lanzó el aterrador anatema: ¡Vae mundo! Desgraciado mundo!.... Por lo que dice en otra parte: Padre mio, no ruego por el mundo (S.Agustín in Ps.54). 

Jesucristo ha venido y ha encadenado al demonio. Pero, me diréis: Si está encadenado ¿por qué es todavía tan poderoso? Es verdad, hermanos míos, que todavía es muy poderoso; pero no reina más que sobre los tibios, los negligentes y los que no temen verdaderamente a Dios. (S.Agustín Serm.1978). 

El diablo vive de estos dos males: La soberbia y la envidia... Si estamos con Dios venceremos al diablo; si luchas tu solo con el diablo, sucumbirás..... Dios no permite que el demonio tiente a los fieles, sino en lo preciso para su adelantamiento espiritual (S.Agustín De s.virgin.,1,31; y 1 Jn.4,3). 

Cristo venció al diablo, y lo venció por ti, y para ti y en tí.... Estad sobre aviso, vendrá el lobo, el diablo, que muchas veces induce a apostasía a aquellos fieles que no se robustecen con la Eucaristía (S.Agustín in Ps.149,10).