Las imágenes siempre enseñan, porque a
veces tenemos dificultad para comprender completamente las cosas.
Hoy encontré esta foto del Carnaval en
Roma, del año de 1858, y recordé haber leído algo del Santo Cura de Ars sobre
el carnaval y las danzas. Sabemos que
San Juan Mª Vianney nació en Dardilly, en el departamento de Ródano, Francia, el 8 de mayo de 1786 y
descansó en Dios en la ciudad de Ars-sur-Formans el 4 de agosto de 1859, por lo
que este diseño es de los tiempos del santo francés.
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Observamos en ella la modestia en las ropas
de la época, sobre todo comparadas con las de la actualidad, las que hoy en día se usan en el Carnaval, en baladas, en las graduaciones o en casi todos los
eventos mundanos, al igual que para asistir a
bodas en las Iglesias Católicas!
No publicaré aquí fotografías que muestran la inmodestia e indecencia, porque es totalmente innecesario, y
aquí hay un consejo a los blogueros católicos que quieran publicar textos sobre
lo dañino del Carnaval para las almas, quienes acaban ilustrándolos con
imágenes que no deberían ver los ojos de los cristianos.
Sed puros, nos exhortan los Santos, incluso
en las miradas!!!
La moda en sí no es un mal, hay detrás de
ella todo una estructura que implica la economía tanto de los grandes centros
industriales como de pequeñas poblaciones de productores de determinados tipos de fibras o colorantes.
Usted estará de
acuerdo en que las cosas cambian; si ya
no vivimos en las cavernas y no necesitamos cubrirnos con pieles, también es
aceptable que el vestido también cambie, y “se actualice” por decirlo así.
Después de todo, si tuviéramos todo a
fuego y espada – como pretenden los jansenistas, queriendo ajustar a las personas conforme a sus pensamientos,
palabras y acciones - todos deberíamos
vestir como Jesús y María… Entonces hasta el Santo Cura de Ars estaría
equivocado!!!
Véase, pues, que
el sentido común es la palabra clave
en todo. Hasta en la moda. Un buen católico no necesita vestirse como si viviese
en 1940!!! O antes… No está prohibido, pero pareciera que se entiende que
la modestia es exclusivamente algo
exterior. Se asemejaría a aquellos
sacerdotes que, ni aquí ni allá, celebran la Misa en latín porque “les parece
hermosa” o quienes “ la prefieren”… Como si fuese un acto teatral simplemente.
La modestia nace
en el interior, Y no surge de la nada, ni por imposición (obediencia) ciega,
sino de la oración y de la lectura piadosa de los buenos libros de los Santos
acerca de la modestia; del convencimiento, de que definitivamente así agrada
más a Dios.
La precipitación
en volverse modesta de la noche al día puede hacer que se cometan algunos
errores – y acabar pareciendo más protestantes que los protestantes – o que sea
sólo algo superficial, lo que no deja de ser frívolo! Y entonces vemos un arrastras las faldas de ida y vuelta
sin grandes cualidades ni virtudes interiores, con las consecuencias
previsibles, con el daño predecible para el alma. Y el primer efecto fácilmente
perceptible es una inmensa falta de
caridad para con las jóvenes y señoras que vienen a Misa por primera vez y que
acaban siendo el blanco de las miradas llenas de desprecio, e incluso a veces
siendo expulsadas de la iglesia!!! ¿No sería más cristiano si alguien educada y cortésmente les informara,
o mejor todavía, les ofreciera un
paño para cubrirse?
Definitivamente,
el tema es el CARNAVAL y las demás fiestas mundanas, a las cuales los católicos
no asisten pero terminan por estar involucrados, porque, en esos días
vergonzosos para la humanidad, son obligados a ver lo que no desearían, sólo
por salir a la calle, por algún compromiso u obligación. Sin hablar del Internet
o la televisión, para quienes todavía ven televisión.
Falta poco
para un Carnaval más, en marzo, una fiesta más de adoración al Demonio, con el
sacrificio de millares, quizá millones de almas, que pierden la pureza y la
castidad, que se embriagan y/o se drogan, que danzan frenéticamente, que se desnudan de las ropas y de las
virtudes. ¿Y cuáles son las consecuencias inmediatas? Accidentes de tráfico,
en los cuales las personas acaban muriendo sin tener tiempo de reconciliarse
con Dios. Pero sobre todo el sexo (consentido o no), el embarazo “indeseado” y
los abortos consiguientes…
Y lo que más
escándalo causa, como si todo lo anterior no fuese bastante, es que entre los
juerguistas hay (pseudo) católicos. Católicos con todo tipo de adjetivos:
modernistas, progresistas, carismáticos, de domingo solamente, no practicantes…
Es decir, que ostentan el nombre de CATÓLICOS y sus actos afectan a la Iglesia en su totalidad.
El miércoles
de Ceniza (el 5 de marzo), estarán allá para recibir las cenizas y el perdón
por los “crímenes premeditados”, porque pecar pensando en confesarse después…
es un pecado premeditado!!!
Yo me
pregunto lo que diría San Juan Mª Vianney si presenciara la mundanidad de nuestros
tiempos. Luchó enérgicamente durante 25 años para acabar con las danzas en su
pequeño Ars… Obtuvo éxito y, hoy, está todo peor, mucho peor.
¡En qué
tiempos trastornados vivimos! ¿Hasta cuándo, Señor mío? ¿Hasta cuándo?
Para nuestra
reflexión dos textos. Uno abajo, sobre el Santo de Ars y otro, un articulo publicado anteriormente, ver enlace abajo, de un texto de San Alfonso María de Ligorio: Los
Dolores de María. Meditación para los días de Carnaval.
Ars era el
lugar predilecto de los bailarines jóvenes de los barrios. Todo era pretexto
para bailar. Para terminar con ello, el Santo Cura de Ars sostuvo 25 años de
duro combate.
Explicaba que
no basta evitar el pecado, además se debe huir de las ocasiones de pecar. Por
eso decía: el pecado y la ocasión de pecado son la misma maldición. Atacaba así
al mismo tiempo la danza y la pasión impura fomentada por ella: “No
hay un solo mandamiento de la Ley de Dios que el baile no transgreda. […] Dios Mío, ¿podrán ser tan ciegos al punto de
creer que no hay mal en la danza, cuando ésta es la cuerda con que el
demonio arrastra más almas al infierno? El demonio rodea un baile como un
muro cerca un jardín. Las personas que
entran en un salón de baile dejan en la puerta a su Ángel de la Guarda, y el
demonio lo sustituye, de suerte que hay
tantos demonios cuantos son los que danzan.”
El Santo era
inexorable no solamente con quienes bailaran, sino con los que solamente
asistieran al baile, pues la sensualidad
también entra por los ojos. Les
negaba la absolución, a menos que prometieran nunca más hacerlo. Al reformar la Iglesia, erigió un altar en
honor de San Juan Bautista, y en su arco mandó tallar la frase: Su cabeza
fue el precio de una danza!… Es de destacarse que los bailes de
la época, en comparación con los de hoy, sobre todo de los saltos frenéticos e inmorales del
carnaval y las nuevas danzas modernas, eran algo inocentes, Pero era el
comienzo que disparó nuestros bailes actuales.
La victoria
del Padre Vianney en este campo fue total. Los bailes desaparecieron de Ars. Y
no sólo los bailes, hasta algunas
diversiones inofensivas que él juzgaba indignas de buenos católicos.
Junto a estos
combatió también las modas que juzgaba indecentes en la época ( y que, frente
al casi nudismo actual, podrían ser consideradas recatadas!). Las jóvenes,
decía “con sus atractivos rebuscados e indecentes, luego darán a entender que
son un instrumento del que se sirve el infierno para perder sus almas. Solamente en el tribunal de Dios se sabrá el
número de pecados de los que ellas fueron causantes.” En la Iglesia, jamás se toleraron
los escotes y los brazos desnudos
FUENTE: http://www.catolicismo.com.br/materia/materia.cfm?IDmat=AD59E81E-D9EC-1A31-248EEA840880192A&mes=Agosto2005 –
los destacados son nuestros.
Visto en: Pale Ideas
Traducido por Rosa Ivonne
Mas sobre el Carnaval:
- http://farfalline.blogspot.com.br/2013/02/carnaval-indicacao-de-leitura-de-textos.html
- http://farfalline.blogspot.com.br/2013/03/pe-pinaud-erupcao-da-montanha-pelada.html
- http://farfalline.blogspot.com.br/2013/02/carnaval-alguns-textos.html
- http://farfalline.blogspot.com.br/2013/02/carnaval-vomito-e-esterco-de-satanas.html
- http://farfalline.blogspot.com.br/2013/01/carnaval-i.html.